Iván (Daivan) #04

Daivan

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Con la caída en los hombros del consejero Cavalli, se siente como que acabo de presenciar la edad de alguien más en un momento de mi vida. 

 

Gian: –Abuelo, con que tenía una nieta. 

 

Cavalli: -Bueno, había mantenido esto en secreto de ustedes.

 

Gian: -Una sabía decisión. Con la situación actual, y con esos bastardos del GD rondando, es posible que nuestra familia esté en peligro.  

 

El consejero Cavalli mira hacia arriba ante mis palabras, y luego con una expresión cansada asiente con la cabeza.

 

Cavalli: –Lo entiendo. Es por eso que siempre he sido estricto con ella.

 

Oh, vaya, vaya. Estoy seguro que en el momento en que ella aparezca enfrente de él, cambiará a su estado de abuelo cariñoso. 

 

De lo contrario, no hay manera que una niña como ella pudiera haber conseguido un scooter como ese. 

 

Gian: -Abuelo, después de eso…. ¿ha conseguido algo acerca del viejo? 

 

Cavalli: -Ningún progreso en absoluto. No podemos ubicar el paradero en absoluto. No ha habido amenazas ni siquiera se ha escuchado alguna señal.

 

Gian: -No hay pistas, eh…

 

Entonces uno de los botones del hotel viene corriendo por el camino.

 

Botón: -Disculpe la interrupción. Señor Cavalli, tiene una llamada telefónica. 

 

Cavalli: -¿Qué? 

 

El consejero Cavalli y yo, al mismo tiempo y lo más probable por la misma razón, nos volteamos a ver con ansiedad… Entonces, simultáneamente, nos dirigimos al piso. 

 

Cavalli: -¿Eres tú, Iván? 

 

El teléfono que se mantiene en el interior del piso, es especial y los huéspedes habituales no pueden ver ni oírnos.  

 

Gian: -Ese tipo ¿dónde está? 

 

La persona que llamó por teléfono al abuelo Cavalli, era Iván. El abuelo y yo dimos un suspiro de alivio. El abuelo limpia su sudor antes de hablar por teléfono. 

 

Luego su expresión se aprieta firmemente en un segundo.

 

Cavalli: -¡¿Qué dijiste?! ¡Espera! ¡No te perdonaré si te mueves a tu antojo! 

 

Cavalli: -Es cierto que esa área es de mi territorio, pero es un barrio antiguo y muy tradicional. Si por descuido llega a tomar alguna acción incorrecta, entonces se dañará la confianza hacia nosotros. 

 

Parece que, en algún lugar, Iván se metió en problemas. 

 

Y entonces… 

 

Iván: -¡¿Entonces quiere que no haga nada así sin más?! 

 

Oigo la voz de Iván desde el otro lado del receptor. Se sintió como si estuviera bastante molesto. ¿Habrá pasado algo? 

 

Cavalli: -¡Por eso te digo que te calmes, idiota! Ya entendí, ya entendí. Entonces…. 

 

Cavalli: -Perfecto. Por ahora enviaré a Gian para que vaya para allá. Espera a Gian y sigue sus órdenes. 

 

Gian: -¿Eh? ¿Yo? 

 

Cavalli: -Cállate. Y ya no digas nada más. En seguida Gian estará allá. ¿De acuerdo? 

 

El consejero cuelga, suspira profundamente y no se mueve durante un tiempo. Entonces….

 

Cavalli: -Disculpa, Gian. Pero ve enseguida a dónde está Iván. Ahora mismo se le subió la sangre a la cabeza. 

 

Gian: -Bueno, es lo mismo de siempre. ¿Qué es lo que pasó? 

 

Cavalli: -Por favor ve, puedes usar mi auto. 

 

Mientras caminamos, el abuelo busca a través de sus palabras, como si estuviera a punto de decir algo realmente difícil, entonces habla. 

 

Después de escuchar su explicación, lo entendí. Puedo ver por qué todo el asunto explotó en problemas. 

 

Hace mucho tiempo desde que me subí al Bugatti del abuelo… ¿cuándo fue la última vez? 

 

Me hundo en un asiento maravilloso, mucho mejor que cualquier porquería de sofá y respiro el aroma del cuero de alta calidad. Pero, mi cabeza y mi estómago me cosquillean doliéndome.  

 

El abuelo me ha confiado que básicamente protegiera a Iván y lo siga. El auto se dirige al lugar de encuentro. 

 

Hasta llegar a la esquina de la ciudad en la que se encuentra Iván. 

 

Me bajé al final de la cuadra. Estamos en el barrio en donde está la tienda de Iván. Me dirijo hacia la cafetería “Mongibello”. 

 

Iván se encuentra usando el teléfono que hay en el interior. Doy vuelta a la esquina en frente de la tienda, cuando… 

 

Iván: –Mierda, mierda, ese mierda de imbécil. 

 

Parece aún más enojado de lo normal. Más bien, parece como si estuviera impaciente por algo. 

 

Gian: –Vi tu vapor saliéndote desde una cuadra, ya tranquilízate. 

 

Iván: -¡Llegas tarde, tonto! 

 

Iván muerde la paleta de caramelo que había estado lamiendo, dejándola en pedazos, escupiéndolos y dejando solo el palo. Está prácticamente hirviendo de furia, ¡ese pulpo!.  

 

Gian: -Vamos ya cálmate, toma. 

 

Abro la caja de cigarros que tenía desde el hotel y se la doy a Iván. El me mira como si fuera un perro rabioso. 

 

Iván: -¡¡Mierda!!

 

Toma un cigarro y le ayudo a prenderlo con un encendedor. Toma una bocanada y da una profunda aspiración, como si tratara de convertir todo el asunto en cenizas en una sola toma. 

 

Iván: -¿Qué dijo el viejo? 

 

Gian: -Lo que ya te dijo por teléfono. Cálmate. Incluso sin esto, todos ya están bastante estresados por este asunto. Y ahora el tema está en la calle Palermo. 

 

La calle de Palermo, y no me refiero a la de Roma. Esta calle pasa a través del centro de Daivan, que es básicamente la sección italiana de la ciudad en la zona residencial. 

 

Está justo al lado de un barrio lleno hasta el borde de italianos, donde las casas se colocan por separado, de lado a lado. Es un lugar bastante histórico, casi tan antiguo como la propia Daivan. 

 

Los ricos viven ahí, al igual que los peces gordos de la ciudad. En otras palabras, residen los miembros italianos más altos, ni que decir de nuestra familia: desde tiempos antiguos la familia Toscanini ha vivido allí.

 

Ese lugar siempre ha estado bajo el control directo del jefe… pero a decir verdad, solo nos rinden homenaje por el dinero que damos por protección y nunca escuchan nuestros pedidos. 

 

Y ahora, Iván que no es italiano se dirige allí. 

 

No es de extrañar por qué el estómago del abuelo comenzó a estar mal. 

 

Me meto en el Chevrolet que Iván ha estado conduciendo y nos dirigimos a la calle Palermo. 

 

Todo esto es un lío que va de mal en peor. 

 

Acabo de hacer la llamada al hotel y al parecer no había nadie, ni siquiera Bernardo. Al parecer, el único que podía hacer algún movimiento ante esto era Iván, solamente Iván. 

 

Entonces Iván fue y habló con la persona que había contestado en la cafetería del hotel antes de ir a Mongibello, y así fue como logró contactarse con el consejero y conmigo.

 

Enciendo un cigarro y se lo entregó a Iván quien está al volante. 

 

Gian: -¿Sabes en dónde está el lugar? 

 

Iván: -Si. Lo tengo anotado. 

 

Gian: –Primero revisemos la escena… Si en verdad necesitamos ayuda, entonces llamemos a los refuerzos. 

 

Iván: –¡Ya lo sé! Eh, deben de tener miedo por lo descuidados que son; cuando vean que llegue a su pequeño territorio pacifico… 

 

Gian: -Bueno, puede que sea así. 

 

Se lo dije con algo de irritación. 

 

Gian: -Piensa en la situación. Tú ahora mismo te encuentras en una posición dudosa, así que por favor ve con cautela. 

 

Iván: -Tsk…. Lo entiendo. 

 

Iván muerde algo invisible apretando los dientes y mira hacia adelante. 

 

Gian: -¿Entonces? Algunas personas de esta ciudad, exigieron los servicios de nuestro equipo de limpieza. 

 

Iván: –Si. Es como si pensaran que somos chicos trabajando en una tienda que está lista para cumplir sus órdenes. Mierda, estarán bromeando, mira que subestimarnos. 

 

El equipo de limpieza. En otras palabras, los responsables de la eliminación de cadáveres. El CR5 tiene unas pocas personas que toman con cuidado cualquier tipo de limpieza que está bajo el mando de Bernardo. 

 

Esta vez, unos señores influyentes en la calle de Palermo, es decir, unos italianos de la vieja familia, repentinamente contactaron con el CR5  

 

Exigieron que les enviáramos el equipo de limpieza para algunas de las casas de ahí, completamente fuera de la zona azul. Además, uno de ellos había actuado como si hubiera estado dando órdenes a sus propios hombres. Lo que significa…. 

 

Que, en algún rincón de esta bonita ciudad, hay un cadáver no tan bonito rodando por ahí… Lo que estamos haciendo ahora es comprobar esta situación.  

 

Si Iván hubiera ido solo, con cualquier pequeño argumento, lo más probable es que se convirtiera en pelea, y además él solo sabe la mitad del italiano que es necesario saber, es por eso que el abuelo me envió. 

 

Gian: -¿Qué es lo que habrá pasado para que de repente llamaran a los limpiadores? 

 

Iván: -No lo sé. ¿No será porque habrán apostado su honor y orgullo en algún clase de duelo o algo así? 

 

No es que sea imposible, pero aun así… si ese llegara a ser el caso, entonces… ¿Por qué no simplemente llamaron a una funeraria? Pero se saltaron sobre la policía y fueron directamente por el equipo de limpieza de la mafia. 

 

Iván: –Ahí está, es aquella casa. 

 

Iván mira hacia adelante…

 

Un pequeño camino privado se separa de la calle principal y conduce a una zona un poco aislada. El lugar tiene la sensación de que es un área de desarrollo residencial, con casas nuevas que se alinean a lo largo de la pequeña carretera.

 

Una de las casas que se sitúa en la línea no es muy diferente de las otras. Tiene un jardín y una de esas cercas blancas que la rodean también. Paramos el Chevrolet frente a un parque que rodea la casa. 

 

En el momento en que mis ojos ven esa casa, siento un escalofrío por mi espalda. No sé por qué, pero me da un mal presentimiento, como si repentinamente hubiera irrumpido en una habitación. 

 

Tal vez las personas de esa casa están fuera. Las persianas de todas las ventanas están bajadas. 

 

Enfrente de la casa se encuentran dos autos. Uno es un Ford como el que montan las migajas y un costoso Pierce-Arrow…pero no hay nadie en ninguno. 

 

Gian: -Vayamos. 

 

Cruzamos por todo el jardín de la pequeña casa. Justo cuando estaba por abrir la puerta principal, mis pies se congelaron. Las ventanas de la casa….

 

Gian: -Oye, Iván… ¿Qué es esto? 

 

Iván: -¿Hmm? ¿Qué es? ¡¿Uñas…?! 

 

Parecía como si las persianas habían caído sobre las ventanas… pero, de cerca se ve que están puestas de manera que estuvieran cerradas desde el exterior por un sinnúmero de uñas… 

 

¿Qué demonios está pasando? Doy un trago. 

 

Luego abro la puerta principal. 

 

Hay alguien aquí. El hecho de esto es obvio para mí, al igual que la sensación que tienes cuando encuentras a alguien que está ahí; como si hubiera una fuente de radiación de calor en el interior de esta casa. Alguien está en una de las habitaciones en el interior; el que está con la luz derramándose hacia el vestíbulo…

 

Gian: -Somos del CR5, vamos a entrar. 

 

Yo hablé en italiano. No puedo pasar por alto la posibilidad de que las balas podrían venir volando en cualquier momento. 

 

Caballero 1: -Finalmente están aquí… ¡Aquí están! ¡Dense prisa! 

 

Una voz terriblemente opresiva resuena más allá de la puerta, probablemente sea un hombre de mediana edad. Iván y yo intercambiamos miradas nuevamente .

 

Iván: Por favor, te encargo que me traduzcas si llega a pasar algo malo, soy pésimo con el italiano. 

 

Gian: -Lo sé. 

 

Abro la puerta y entramos en la habitación. A pesar de que es mediodía, la habitación está iluminada por luces eléctricas. La ventana se cerró con fuerza, conteniendo el sol. 

 

Caballero 2: -Hemos estado esperándolos por un tiempo. Gracias por venir. 

 

Dentro de la habitación hay tres hombres que obviamente parecen vivos. Pero, todo está terriblemente desordenado. No importa cómo lo mire, no parece la casa que pertenece a un conocido. 

 

Caballero 1: ¿Hm? ¿Ustedes son los limpiadores? 

 

El que nos habló en italiano parece ser el hombre de mediana edad con voz opresiva de antes, parece que tiene algo de musculo, pero su traje de alta calidad lo envuelve firmemente alrededor de su gordo cuerpo desaliñado. 

 

Al lado de él, está un chico delgado, que igualmente viste de la misma manera. Parece como algún empleado de algún banco. El último, probablemente sea.. ¿Un chofer? 

 

Caballero 1: -Le dejo el resto a ustedes. Mierda, ¡si serán! ¡Dejarnos todos los problemas! 

 

Chofer: -Iré preparando el auto. 

 

Caballero 2: -Pu…pues sí. Hay que irse, presidente. Bueno, les dejo el resto a ustedes. 

 

Iván: Oye. Hey, hey, no entiendo de lo que hablan 

 

Gian: Nosotros no somos del equipo de limpieza. Somos hombres del CR5. Vinimos antes para comprobar la situación. ¿Hay cadáveres aquí? 

 

Caballero 1: ¡¿Qué dijiste?! 

 

El hombre maldice con irritación mientras nos mira. Su rostro, su expresión, sus ojos… Parece como los de un tipo que está por insultar. 

 

Caballero 1: ¡Ustedes malditos bastardos pandilleros! ¡El haberme dejado esperando tanto para que solo digan que vinieron a comprobar la situación! ¡Cuánto creen ustedes bastardos que pague! 

 

Caballero 2: ¿P-Pero qué? Ustedes quieren decir… ¿Que no son parte de la mafia que se encargan de eliminar los cuerpos? 

 

Iván: Bastardo… 

 

Parece que Iván puede entender al menos los insultos en italiano. Carajos, se le está subiendo de nuevo la sangre a la cabeza. 

 

Gian: No somos pandilleros. Ten cuidado con lo que dices. Nosotros dos somos capitanes del CR5. Así que, ¿Por qué no hablamos de forma educada y respetuosa? ¿No? 

 

Caballero 1: ¡¿Ustedes son…?!  ¿Ustedes son capitanes?

 

El hombre, probablemente es el presidente de alguna planta o empresa. Él susurra algunas palabras antes de mantener su boca cerrada.

 

Caballero 1: Maldición…. 

 

Cualquier otro insulto, y literalmente esto se convertiría en un problema lleno de sangre. La bola de grasa se acaricia con irritación su barbilla mirando hacia nosotros. El tipo de cuello flaco y blanco nos mira con ojos de pescado. 

 

Antes de empujar a un lado a la persona que parece ser el chofer, abro la puerta de la habitación tras de él. 

 

El lugar está completamente oscuro. 

 

No, hay algo de luz de sol asomándose vagamente a través de las cortinas, poniendo toda la habitación, la cama y todo, en un agudo contraste. 

 

Chofer: –Están aquí dentro, dense prisa. En esta temporada, comenzaran a pudrirse y a apestar más rápidamente. 

 

Caballero 2: -Va, vamos, puede que los vecinos se den cuenta, ¿no? Así que por favor desháganse rápido de ellos. 

 

Yo no escuché las palabras de estos tipos. 

 

Gian: -No puede ser….

 

Iván: –¡¡Joder!! 

 

El hedor de la muerte, penetra a través de la habitación. 

 

Hay un cuarto interior. Un dormitorio principal grande, con una de esas camas de matrimonio y una ventana orientada al sur. 

 

Pero, todo el interior está disperso, igual que aquí. Aunque eso no es de importancia, lo que es más importante y llama nuestra atención son “esas”… 

 

“Esas” son las sombras pegadas a las ventanas. 

 

Gian: Oye…. 

 

Al momento que alzo mi voz, me doy cuenta que era inútil. 

 

Iván: Mierda…. 

 

Los labios de Iván también tiemblan.  

 

Al principio, me pareció que eran cortinas, agrupadas en dos puntos. 

 

En lugar de las cortinas, lo que había eran dos mujeres que colgaban por el cuello de la barra para cortinas.

 

Gian: -Uhhh, waa. Mierda. ¿Qué significa esto? 

 

Iván: -I-Idiotas… ¿Po, por qué? Mierda, mierda… joder, joder.

 

Ya no hay nada que se pueda hacer. Sus cuellos están cortados, y sus cuerpos simplemente estaban colgados. 

 

Una es morena, y la otra tiene el cabello castaño. Las camisas que están usando están arrancadas en harapos. 

 

Gian: -¿Q-Qué es esto? 

 

Una voz viene de la sala.  

 

Caballero 2: -B-Bueno entonces solo les dejaremos el resto a ustedes. Pagaré después al que está a cargo. 

 

Ante esa voz, los dientes de Iván crujieron. Su voz sonaba como….

 

Iván: -¡¡BASTARDOS!!

 

Apenas me las arreglo para agarrar a Iván por la espalda, justo antes de que él se les aventara como una bestia. Mi cabeza también está llena con el sonido de algo que se rompe. 

 

Gian: -¡¡Esperen!! Tenemos que hablar con ustedes. Entren aquí. 

 

Aun no puedo creer lo tranquilo que sueno. 

 

Caballero 1: -¡¿Qué dices?! ¡¡Bastardo!! 

 

Las amenazas del barrigón provienen de la sala que está antes de entrar al cuarto oscuro; él pisa fuerte como si no pudiera controlar más su ira. 

 

Caballero 1: -¿Te atreves a darme órdenes a mí? ¡¿Quienes creen que son, bastardos?! 

 

Gian: -Somos mafiosos. 

 

Su rostro se pone de color rojo en un instante. 

 

Caballero 1: -¡Mide tus palabras, mocoso! ¡Bastardos como ustedes, podemos hacer que sean expulsados rápidamente de Daivan! ¡Oh también…! 

 

Caballero 1: -¡¿Prefieren ser mezclados en concreto y ser arrojados en el mar?!

 

Gian: -No me provocan nada sus palabras, viejo. Tendrás que explicar qué es lo que ocurrió aquí. 

 

La escena en este cuarto…. Además, quiero preguntar a estos gordinflones la situación de este cuadro. 

 

Iván: -¡Bastardos…! ¡¿Qué es lo que hicieron aquí?! No será que…. ustedes, aquí, a esas mujeres…. 

 

La expresión del gordiflón, girando su rostro como si hubiera mordido una piedra. 

 

Caballero 1: -¡¡U-Ustedes no tienen nada que ver en esto!! ¡Está bien solo con que se ocupen de ellas! ¿No es que quieran causar problemas, verdad? 

 

Gian: -Te estoy diciendo que expliques la situación. Si no lo hacen, entonces no llamaremos al equipo de limpieza. 

 

El abuelo y los demás altos mandos de la familia, probablemente omitirían la discusión y tranquilamente llamarían al equipo de limpieza.

 

Pero parece que es imposible para mí, más bien para nosotros hacer eso. 

 

Iván: -¡¿No será que ustedes bastardos, quisieran venderlas en este lugar, verdad?! 

 

El rugido de Iván se presenta de nuevo, y luego, con una expresión como si hubieran encontrado una mosca en su sopa, nos miran y luego miran a los cuerpos. 

 

Caballero 2: -Ellas… um… no es que fueran prostitutas. En última instancia lo pidieron por su propia voluntad. No es que quisiéramos obstaculizar su negocio de prostitución en absoluto. 

 

Gian: -¿Dices que fue por su propia voluntad?  

 

¡¿Esto?! ¡¿Fue por su voluntad?! Ahh, ¿y por eso se suicidaron? ¿Por su propia voluntad? Esa es una buena jodida broma para reírse. 

 

Caballero 1: -Yo me encargaba de cuidarlas. El dueño me causo una enorme cantidad de daño. 

 

Caballero 2: -Pues… el dueño de este lugar. Causó un accidente en nuestra empresa y murió… también las máquinas de la empresa dejaron de funcionar. 

 

Caballero 2: -Eso causó un gran daño para nuestra empresa. Y así, pues esas chicas… Asumieron parte de la deuda. Quiero decir, que al final, fue su propia elección….

 

Caballero 1: -Entonces, como un insulto final, van y se cuelgan ellas mismas. Ellas y su dueño formaban parte de un gran lote de peste. Maldita sea, cuánto tiempo nos hicieron perder. 

 

Iván: -¿Entonces no hacían que se prostituyeran? 

 

Caballero 1: -¡No.. No se de lo que estás hablando, maldito mocoso! Nosotros no hacíamos que ellas no pagaran… ¡así que no estábamos involucrados en el negocio de la prostitución!

 

Gian: -Entonces, ¿ellas hacían eso para pagar la deuda? 

 

Chofer: –Nosotros no éramos los únicos. También causaron problemas para otras personas de la empresa. Es por eso.. Que no importa, y ya está bien ¿no? 

 

Estos bastardos, también este mundo, todo está lleno de mierdas. Sin necesidad de que sean mafiosos…Resulta que incluso el mundo “respetable” también está podrido.

 

Iván: -Oye, ¿estará bien que mate a estos tipos? 

 

Iván murmuró esto hacia mi cuello. Solo puedo negar con la cabeza.

 

Gian: -Cálmate…Lo único que podemos hacer es llamar al equipo de limpieza. No hay manera de que podamos llamar a la policía ahora…  

 

Por favor, no vayas a explotar aquí, le ruego con mis ojos. Si él llega a hacer algo aquí… la posición de Iván en la familia estará en graves problemas. 

 

Gian: -Llamaré al equipo de limpieza. Pero, debido a que ustedes han tratado a mujeres respetables como putas, tendrán que pagar las consecuencias. 

 

Caballero 1: -¡Fuuun! ¡¿Planean extorsionarnos para sacarnos dinero?! 

 

Caballero 2: -No creo que sea un problema ya que ambas partes trabajamos fuera de la ley. Además ¿Quién sería el testigo? 

 

Whow, quisiera darles un solo tiro y apagar el interruptor de mi cabeza. Pero, lo que dicen es correcto. La ley no podrá juzgarlos, y tampoco nosotros. 

 

Si solo las chicas siguieran con vida…

 

Mientras aprieto mis dientes, Iván corta la cuerda con la que estaban colgados los cuerpos y los pone en el suelo. 

 

Sus cuellos cuelgan en un ángulo inhumano. Sus rostros y cuerpos están cubiertos de moretones. Por la conversación anterior, una de ellas es probablemente la madre y la otra es la hija. 

 

Iván: -¡Malditos cerdos…!

 

Iván baja el pequeño cuerpo de pelo castaño colocándolo en la cama, y coloca a su lado el cuerpo de la morena. Y entonces… Iván… 

 

Iván: -¡Whooo! 

 

Gian: -¡¿Qué pasa… ugg?! 

 

Iván hace una mueca, como si estuviera tocando la punta de un cuchillo. Y yo.. veo la misma cosa que él vio- 

 

Al toque de Iván, las hojas de los cuchillos apilados sobre la cama se habían movido, y abajo….

 

Gian: -¡Ugh!, qué… qué crueldad. 

 

Iván: -¡¡………………!!.

 

Era… el cuerpo de un niño… incluso más pequeño que la enana. Su rostro magullado está sucio, manchado por la sangre seca que había derramado de su boca espumosa.  

 

Y… el olor a pesticida golpea mi nariz como una ráfaga de sangre. 

 

Gian: -Oigan, bastardos… no será que…. 

 

Nunca había conocido que mi voz pudiera salir de esa manera, es la primera vez que me escucho así. Delante de mí, está ese maldito gordo que mira hacia el otro lado. 

 

Caballero 2: -Yo, no lo sé. Yo no sé nada. 

 

Caballero 1: -¡Oye! Llama al abogado, hazle una llamada al tipo de Toscanini. 

 

Los hombres comienzan a hablar sobre algo en italiano. Mis ojos vacilantes observan hacia atrás, echando un vistazo a los ojos de Iván que mira la cara del niño. 

 

Iván: -De seguro sufriste mucho….

 

Iván susurra esto con una voz horriblemente tranquila. Y yo….

 

Gian: -¡Esto es una mierda! 

 

Maldigo esto… y la expresión del barrigón se vuelve pálida con un rubor carmesí, nos mira mientras da maldiciones en italiano. 

 

Caballero 1: -Malditos mocosos. 

 

En ese momento,… 

 

El cuerpo de Iván se mueve de repente pareciendo estallar. Eso parecía. 

 

En sus manos está la pistola Colt 45… 

 

Un agujero se abre en el centro de la cara blanca frente a mí. La sangre y trozos grises vuelan y se dispersan por detrás de su expresión retorcida. 

 

Gian: ¡Tsk…!

 

Antes de que pudiera poner una mueca de sorpresa y limpiar la sangre de mi cara, el barrigón apenas y pudo dar un grito de sorpresa. 

 

Una explosión de balas sangrientas da en el traje de alta calidad del barrigón, dando en el abdomen. El hombre se encorva sobre el suelo y con la boca abierta como la de un pez, grita. 

 

Caballero 1: -¡¡Hi!! ¡Gyaaaaaaaaa!

 

Caballero 1: -Guh, ¡¡Ahhhh!! 

 

Iván golpea a la bola de grasa, gritando, con la empuñadura de la pistola. 

 

El barrigón se lanza hacia adelante y comienza a convulsionar desagradablemente. El aire se mezcla con el olor de la sangre fresca y la mierda. 

 

Chofer: -¡! ¡Hiiiiiiiiiii!

 

El hombre, que estaba de pie en estado de shock, dio su espalda a la sala principal, pero de repente reacciona y se echa a correr. 

 

Chofer: -¡! ¡¡Gii!! ¡Ahhhhhhhhhhh!

 

La rodilla izquierda del hombre explota como fuegos artificiales y su cuerpo cae al suelo. Se escuchan gritos de dolor del hombre hasta que….

 

La pistola Calibre 45 suelta dos balas hacia su cuerpo. 

 

El silencio que hubo, regresa… Mientras Iván maldice. 

 

Iván: -Incluso yo entiendo lo que quisiste decir, hijo de puta. 

 

Gian: -Jesús, joder, mierda, mierda.  

 

Maldigo una y otra vez, en el suelo manchado de sangre. 

 

Iván: -Lo siento…

 

Quiero golpearme más a mí mismo que al propio Iván, así que en su lugar, yo sólo dirijo mis ojos hacia él. 

 

Gian: -Serás idiota. 

 

Levanto las cortinas de la ventana para mirar afuera. Busco gente que esté afuera, cualquier persona que pudiera haber entrado en pánico por el sonido de los disparos y mirando hacia nosotros… pero no veo a nadie. 

 

Gian: –Hay que ocultarnos. No debemos dejar que la policía nos denuncie. 

 

Iván: -Ah, si…

 

Iván acaricia suavemente la cara y el cabello del niño. 

 

¿Qué clase de desesperación habrían tenido las mujeres para anhelar la muerte? Niego con la cabeza, sin siquiera querer imaginarlo. 

 

Gian: -No se puede hacer nada. Ahora dejemos que los de la limpieza se encarguen… ¡Rápido! 

 

Agarro a Iván de su brazo y lo arrastro hacia afuera. 

 

Meto a Iván en el asiento del Chevrolet estacionado en frente, y agarro el volante. 

 

Iván: –Oye, Gian…….

 

Mientras arrancaba el motor, Iván me habló con una voz tranquila. 

 

Iván: -Yo, ¿Qué debería hacer? 

 

Gian: -Qu… Que dicen tan de repente. 

 

Iván: -A este paso, yo… meteré en más problemas a los del CR5, además creo que sería mejor para ti si dejo Daivan, no me importaría hacer eso. 

 

Gian: -¿Qué estás diciendo? 

 

Entiendo lo que trata de decir Iván; es tan claro como sentir que un cuchillo está clavado en mi pecho. Los tipos de antes que acaba de asesinar, son personas influyentes de sangre italiana. 

 

Y como estaba también en la escena, no creo que vaya a salir ileso. Estaría bien si se llegara a tocar el asunto acerca de mi puesto como el próximo jefe, pero en el peor de los casos….

 

¡Mierda! ¿Qué clase de mierdas deprimentes estoy pensando? 

 

Gian: -Qué clase de jefe sería si no pudiera proteger tu culo de este embrollo. Déjamelo a mí, haré que los demás capitanes lo comprendan. 

 

Iván: -Pero….

 

Gian: -Cállate, tonto. 

 

En el peor de los casos, sería que los viejos abuelos jubilados se conviertan en nuestros enemigos. Lo que acabamos de hacer es muy grave. 

 

Paso con el auto por donde estaba la tienda de café donde me encontré a Iván y llamo al hotel. 

 

Parece que Bernardo ya está en el hotel. 

 

Después de que contara por teléfono lo que pasamos Iván y yo…. 

 

Nos dejaron regresar al hotel, pero nos prohibieron tomar el elevador que llevaba hasta nuestra habitación. No, en cambio nos quedamos inmóviles en un rincón de la sala, esperando. 

 

¿Para qué? Así es, para nuestro castigo. 

 

Por qué Iván, o sea: nosotros, hemos asesinado al barrigón. 

 

No solo era el rico propietario de varias fábricas de automóviles que se interponen en los suburbios de Daivan, él era parte de una vieja familia italiana. Y, por supuesto, que había conocido a mucha gente del CR5 también. 

 

Estamos confinados en un pequeño rincón de la sala de estar como criminales que solo habían sido atrapados. Los hombres de Bernardo y el consejero, montan guardia alrededor de nosotros. 

 

Entonces, Bernardo con sus subordinados aparecen. 

 

Gian: -Bernardo…. 

 

Bernardo: -Mantente sentado como hasta ahora, los subordinados están mirando. 

 

Bernardo me da gestos con la mano, diciéndonos eso…más bien, eran órdenes susurradas en voz baja. 

 

Iván: -No voy a huir. 

 

Gian: -Solo mantente sentado… 

 

Bernardo se sienta en el sofá que está enfrente del sofá en el que estamos Iván y yo. Detrás de sus hombres aparece un hombre….

 

Limpiador: -Hnm……

 

Aparece una persona entre ellos que no recuerdo haber visto antes. 

 

Bernardo: –Hemos visto la escena. ¿Cómo decirlo? Parece que fue horrible lo que pasó en ese lugar. 

 

Gian: -Lo siento. Lo hicimos sin pensarlo. 

 

Bernardo: -Acerca de lo que pasó, haremos una reunión de emergencia para tratar eso con los capitanes y la junta del consejo.  

 

Iván: -El quien hizo eso fui solo yo. Este tonto no hizo nada malo, solo se quedó ahí como un palo. 

 

Gian: -Fue a mí a quien encargaron que te supervisara. Y aun así…… 

 

Bernardo pone sus dos manos y nos calla. 

 

Bernardo: -Digan eso durante la reunión de emergencia. Si me lo dicen ahora, sería como si estuvieran rezándole a una cruz. 

 

Bernardo llama a uno de los botones que se encuentra cerca para pedirle café. Mierda, no puedo probar ni oler nada. Ni siquiera puedo sentir si hace calor. 

 

¿Eh? ¿Realmente estoy temblando? Puedo ver los diminutos movimientos de los ojos de Bernardo que me siguen desde detrás de sus gafas. 

 

Bernardo: -Es cierto, esta es la primera vez que lo ves ¿verdad, Gian? Él es uno de nuestros limpiadores, Ragtliffe. 

 

Ragtliffe: -Hola~.

 

Cuando Bernardo dice su nombre, el hombre, que todavía sigue de pie, da una pequeña inclinación de cabeza en señal de saludo. Ya veo, así que este es nuestro limpiador, el encargado de la eliminación de cadáveres. 

 

Como decirlo, se ve como un hombre extraño. Está cubierto por una capa gruesa y eso que no hace frío. Su cabeza está oculta en el interior de la chamarra.  

 

Los ojos detrás de sus gafas se ven redondos, como parecidos a los de un niño. Si él no hubiera dicho nada, no había manera que me hubiera imaginado que ese rostro sonriente pertenecía a alguien que trabajaba tan duro para el servicio de limpieza. 

 

Gian: -Soy Giancarlo. Pues… perdone, por haber dejado un desastre. 

 

Iván: -Esos tipos, ¿Qué pasó con aquel gordinflón? 

 

Ragtliffe: -Reuní todos los cuerpos colocándolos en un auto. El auto tuvo un accidente y se incendió. Los cuerpos fueron quemados quedando un negro sólido, por lo que su causa será registrada como quemados en fuego… o eso es lo que se dirá para ocultar la verdad. 

 

Así que es eso lo que el equipo de limpieza hace…Eso es probablemente suficiente para sacar una lana sobre los policías y los ojos de las personas respetables. 

 

Pero….

 

El hecho de que nosotros habíamos matado a esos tipos ya se ha extendido en su totalidad por los miembros del CR5. Puede que caiga una venganza contra nosotros por parte de los miembros de una familia de sangre. 

 

Gian: -Ya veo… Gracias, hizo un buen trabajo. 

 

Ragtliffe: -Es un honor. 

 

Iván: –¿Qué pasó con las mujeres que estaban encima de la cama? 

 

Ragtliffe: -Aquellas fueron eliminadas como los demás cadáveres. Se les dio una iglesia administrada por la familia. A partir de esta noche, todas las chicas estarán durmiendo en el cementerio. 

 

El limpiador nos informa esto en un tono alegre que por alguna manera hace que suene como que acaba de terminar un asunto en un bar. 

 

Gian: –Puede que… Si en la reunión se llega a tomar la decisión de que fuéramos ejecutados, ¿entonces tú te harías cargo de nosotros?

 

Ragtliffe: -Pues eso sería cierto. Aunque debo decirles, que lamentablemente ustedes dos no serían colocados en ataúdes. 

 

El tipo dice esto con una expresión de finalidad. Bernardo toma un trago de su café antes de exhalar un profundo suspiro.

 

Bernardo: -Haré todo lo posible para que eso no ocurra. Pero a varias personas de la junta se les ha subido la sangre a sus cabezas. Así que por favor, cuando estemos en la reunión compórtense adecuadamente. 

 

Iván: -Tsk… son amigos de ese bastardo gordinflón. 

 

Suelto un suspiro… Mierda, ese tipo limpiador, cada vez lo veo más como un shinigami (NE: Shinigami es una deidad o espíritu de la muerte en la mitología japonesa. “Dios de la muerte”)

 

Gian: -Tú, tienes un nombre raro. ¿No es por lo general Radcliffe? ¿Ese nombre es una especie como de código o anagrama? 

 

Ragtliffe: –Ah, te refieres a mí. Sí, es como dices.. Este nombre me lo dio mi padre cuando estaba totalmente borracho por el alcohol, por lo cual lo confundió con Radcliffe. 

 

Gian: -Qué padre tan despreocupado. 

 

Ragtliffe: -Y luego, después de que mi padre despertó de su borrachera, se puso muy alegre y registró el nombre aun incorrecto en el ayuntamiento. Así que, por favor, llámame solamente el limpiador Rag.

 

¿Era en serio?… ¿No estará bromeando conmigo? 

 

Gian: -Solo por curiosidad… una vez que hayamos sido ejecutados, ¿Cómo serán eliminados nuestros cuerpos? 

 

Ragtliffe: -Hmm~.  No creo que sea bueno preguntar acerca de eso… 

 

Gian: -Bueno, solo hipotéticamente. 

 

Ragtliffe: -Sí. Bien, veamos… ¿Sabías que manejo una granja de cerdos? Sabes, los cerdos son omnívoros.  

 

Gian: -…. No debí haber preguntado. 

 

Fue entonces cuando uno de los subordinados de Bernardo se acercó. 

 

Bernardo: -Al parecer el mínimo de miembros requeridos de la junta se han reunido. Ustedes dos vengan conmigo; estarán en la reunión. 

 

Iván y yo seguimos a Bernardo y a sus subordinados, al mirar hacia fuera veo que dos subordinados de Iván comienzan a seguirnos. Cuando me volteo…

 

Veo que el limpiador se había quedado solo en ese lugar, entonces se sienta en uno de los sofás. Al parecer se ve que disfruta del sillón, debido a que su cuerpo brinca un poco. 

 

Le pone azúcar y leche a su café. 

 

Y allí, vemos a varios hombres vestidos con buenos trajes, que hasta parece que estamos en una feria de comercio, entre ellos se ven hombres que están en su mediana edad y hombres que están en la flor de su juventud. Hay variedad dentro del CR5. 

 

Por desgracia, no veo ninguna cara conocida. No … Solo hay una, es el consejero. El abuelo Cavalli. Parece que ha envejecido aún más desde esta mañana que lo vi. 

 

Cavalli: -Serán idiotas. Giancarlo, ¿Cómo ha permitido que un error así ocurriera? A pesar de que le dije que lo supervisara. Y pensar que mataría un caballero respetable 

 

Iván: -¿Ah? ¿Ese tipo, respetable?

 

Al ver que Iván estaba por abrir nuevamente su boca, le doy un golpe con mi pie. Ahí, nos esperaba un baño de agua infernal. 

 

Miembro 1:-¡Sucios asesinos! 

 

Miembro 2: -No pueden ser entregados a la policía. Son una vergüenza para el nombre de Toscanini. ¡Más bien, un fracaso para la cosa nostra!

 

Miembro 3: -Además de eso, les dejaron todo el trabajo a los limpiadores para eliminar los cuerpos. ¿Esto querrá decir que debemos asumir la responsabilidad si la familia Gantz llega a saber? 

 

Están diciendo “Toscanini” en vez de “CR5” en esta reunión. Así que esta es la forma en la que actúan cuando el jefe Alessandro no está.  

 

Miembro 1: -Es por esto que estaba en contra de que alguien de sangre mixta se convirtiera en un capitán. ¡Él ni siquiera sabe sobre el orgullo de la cosa nostra! 

 

Bernardo: -Esperen por favor. Sobre esa cuestión, el jefe tiene prohibido que hable acerca de eso en las reuniones.  

 

Miembro 1: -Pero ese jefe, está ausente ¿no? ¿Qué es lo que va a pasar con el orgullo y las tradiciones de la familia Toscanini? 

 

Lo sé. De hecho, ¿había algo como eso? 

 

Miembro 2: -¿Cómo piensa lidiar con la policía? 

 

Bernardo: -Ellos no saben acerca de la existencia de este incidente. Tuvimos suerte de que fuimos notificados sin el conocimiento de la policía. Hubiéramos tenido más suerte si no hubiera pasado nada. 

 

Bernardo, sabiendo muy bien en qué lugar estamos, lo dice muy claro. 

 

Miembro 1: ¡Como sea! ¡Se debe dar un castigo para este asesino! 

 

Todos los de la junta comienzan a lanzar murmuros como: joder, estos pendejos… Ellos están descargando sus malas intenciones para arrastrar a Iván, solo porque él no es de sangre italiana pura. 

 

Luchino: …..

 

A parte de Giulio, Luchino solo se mantiene cruzando sus brazos y sentado por ahí. Cuando veo esto, mi irritación se dispara como un ¡Kaching! 

 

Miembro 3: -Aparte de eso, hay pruebas de que Iván Fiore, de todas las personas, ha establecido comunicaciones secretas con un ejecutivo del GD. ¡Es un asqueroso traidor! 

 

Miembro 3: –¿Qué es lo que tiene que decir ante esto, capitán Fiore? 

Iván se mantiene sin decir nada frunciendo su ceño 

 

Miembro 2: -Como sea, esto es una vergüenza completa para todo lo que concierne a la familia Toscanini. No tenemos más remedio que lidiar con esto internamente. Con el fin de asegurarse de que esto no vuelva a suceder, la organización debe…..

 

Miembro 1: -Hay algunos candidatos para el puesto de capitán ¿verdad? Hay varias personas que me gustaría recomendar. 

 

Cavalli: -Por ahora, eso no debemos verlo en este lugar. Debemos decidir qué hacer con respecto al capitán Fiore. 

 

Miembro 1: -¿Quiere decir que debemos dejarlo sin castigo después de haber visto cómo mató a gente inocente, señor Cavalli? 

 

Con esto fue que llegué a mi límite… 

 

Gian: -Espere, viejo que va demasiado rápido. 

 

Miembro 1: -¿Q-Qué dijiste? 

 

Cavalli: ¡I-Idiota! ¡Mantente callado! 

 

Gian: -Ese gordinflón, dijeron que era Gantz ¿no? Ese gordinflón de Gantz, ¿saben lo que dijo, vio y sabía? 

 

Miembro 3: -¡Eres muy irrespetuoso! ¡El manchar el nombre del señor Gantz, hablando de él de esa manera tan irrespetuosa,, Yo como su mejor amigo, no lo perdonaré! 

 

Gian: –Ahh, ya veo. El que le llame gordinflón no es del todo correcto. Si tomamos en cuenta acerca de sus hábitos alimenticios y su autocontrol. Entonces… Está bien que le llamen bastardo cerdo jodido. 

 

Cuando digo esas palabras, la junta comienza a lanzar murmullos… y el abuelo y Bernardo ocultan sus rostros con sus manos. 

 

Gian: -¿Entonces qué dijiste acerca de lo que hizo ese maldito cerdo? ¿Orgullo? ¿Tradición? Qué es eso, ¿alguna comedia japonesa? 

 

Gian: -Ese bastardo, era un maldito cerdo de vómito. Ese bastardo, cerró con llave la casa, bloqueando las ventanas con uñas para que no pudieran escapar. Entonces, dentro de ese lugar, golpeo hasta la muerte a esos niños. 

 

Gian: -Entonces… ¿eh? ¿Qué dijiste? ¿Orgullo? ¿Tradición? 

 

Gian: –¡Ustedes… para la próxima vez que estén mirándose al espejo, les sugiero que revisen sus cabezotas, abriéndolas, para ver si no están podridas con gusanos! Si el jefe estuviera, de seguro le daría un infarto y moriría ante esto. 

 

Miembro 1: -¡T-Tu … mocoso! 

 

Miembro 3: -¡Mal…maldito! Solo estás tratando de empujar toda la culpa al señor Gantz para que no seas castigado debido a tu falta de supervisión… 

 

Gian: -Si Iván no lo hubiera matado, entonces yo lo hubiera hecho. Dices que eso es por mi falta de supervisión, entonces di lo que quieras. Prefiero morir antes de pedirle perdón a ese bastardo cerdo. 

 

Gian: -Eso es todo. 

 

Una vez más, los de la junta comienzan a murmurar. 

 

Rápidamente, echó un vistazo a mi lado…y mis ojos se encuentran con los de Iván. 

 

Iván: -Idiota ….  

 

Iván dice esto mientras voltea su cara hacia otro lado, como si estuviera avergonzado.

 

Gian: -No me digas idiota. ¡Tú idiota! 

 

Esta situación se ha vuelto peligrosa. La mayoría de los miembros no nos quieren, sobre todo a Iván. Puede que le espere el ser expulsado o aún peor, la ejecución.

 

Por supuesto, que las opiniones de los capitanes y del consejero tienen un poco de peso, pero… nosotros que somos dos capitanes y estamos siendo acusados, obviamente no podemos dar opinión. Además, Luchino y los demás se ven como si estuvieran a punto de ayudar en cualquier momento. 

 

¿Se terminó…?

 

Honor, venganza, muerte, sangre. Estas palabras ominosas vuelan y dan vuelta alrededor. Bernardo y el abuelo se ve que están discutiendo en voz baja. 

 

Giulio, también se ve inquieto. El se mantiene en movimiento sobre sus pies, arrastrándolos hacia adelante y atrás como si estuviera preparándose para lanzarse a mi lado, en caso de que sucediera algo. 

 

Y….

 

Mierda, ese bastardo de Luchino… Continúa sentado con los brazos cruzados sin inmutarse. 

 

En ese momento….

 

Un hombre aparece en una esquina de la sala de reunión, dando varias sonrisas. Al ver que los guardias no pudieron detenerlo. ¿Es alguien relacionado con esto? El hombre viste un traje gris con gafas. 

 

Se acerca a Luchino, dando sonrisas. Y luego, le entrega a Luchino innumerables grandes sobres. Luchino le da una orden y él se aleja todavía sonriendo.  

 

Gian: -¿Qué pasa? 

 

Luchino continúa sentado; mete una de sus manos en el sobre y saca el papel. Lee su contenido. 

 

Luchino: -Todos los directivos… 

 

A su señal, sus subordinados vienen corriendo y les entregan los sobres a cada uno de los consejeros. Ellos toman el papel, entonces comienzan nuevamente a murmurar… 

 

Miembro 1: -¿Qué…?

 

Miembro 2: -Oh, dios…

 

Por un segundo, el silencio llena la habitación, se queda tranquila como si dios hubiera decidido bajar un momento… Un tipo diferente murmura dirigiéndose hacia los miembros. 

 

Luchino, lentamente se pone de pie de su asiento. ¿Ese papel? Todavía está en su mano. Él camina a través de la sala de reunión como si fuera un actor estrella que llega tarde a su escenario. 

 

Luchino: -Lo que tienen ahora, en sus manos son los cuerpos de las mujeres que el señor Gantz trató de eliminar, utilizando nuestro equipo de limpiadores. 

 

Iván: -¡¿Haaa?!

 

Gian: -¿Eh…?

 

Luchino: -¿Por qué el señor Gantz requirió ayuda de nosotros en vez de contactar con la policía? Y estas marcas asquerosas en el cuerpo de las mujeres, ¿Qué carajos significa esto? 

 

Luchino: -El capitán Fiore y el capitán Del Monte estarán dispuestos de dar una explicación si lo desean. 

 

Varias respiraciones más y al fin me doy cuenta de lo que está pasando. Luchino se me acerca y me dice… 

 

Luchino: -Estaba muy preocupado si las fotos no llegaban a tiempo. 

 

Gian: -¿Lu…Luchino? 

 

Luchino: -Se me ocurrió al instante cuando Bernardo me dijo lo que pasó. Yo tengo un conocido que es fotógrafo y por casualidad estaba en la iglesia en la que los limpiadores dejaron los cuerpos. 

 

Luchino deja el papel que había estado sosteniendo en mi mano. Es… una foto de los cuerpos de las chicas.

 

Luchino: -No soy muy fanático en este tipo de fotos de chicas… pero ¿sirvió de ayuda? 

 

Este bastardo… ¡Guiñándome el ojo de esa manera! 

 

Joder, ¡Eres el mejor! Siento lo de antes, el pensar que eras la peor cosa en el mundo. 

 

Cavalli: -Capitán Fiore, por favor denos una explicación. 

 

Ante las palabras del abuelo, sale un sonido del cuello de Iván por habérselo torcido un poco y hace eco a través de la habitación. Iván toma asiento. 

 

La reunión al fin termina cuando comienza a anochecer. 

Traducido por Sakurada Di
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