En una ciudad lluviosa, tenía un día bueno, la luz del sol de la mañana se metía en las ventanas, caía sobre la mesa de desayuno blanca, en las piernas abajo que oscilaban sin cesar. Un niño de unos dos años con pantalones cortos amarillos, estaba sentado en una silla alta, con sus manitas blancas hechas puños, agarrando una cuchara en el medio, torpe pero cuidadosamente raspaba el último bocado de gachas de pescado del fondo del tazón pequeño, luego se lo llevaba a la boca.

La mitad de la gachas fueron a parar a su boca, el resto quedó embarrado alrededor de su boca, pero el niño no se dio cuenta, cogió el tazón con un osito panda y lo levantó a la altura de sus ojos, los giró redondos, confirmó que no quedaba nada, una gran sonrisa se dibujó en su regordeta cara y gritó feliz: “¡Papi, terminé!”

“¡Tan rápido! ¡Qué genial eres, Ji Ke!” Se oyó una voz clara desde la cocina, y un hermoso joven apareció rápidamente con una olla en la mano.

Aunque se dice joven, es desde el punto de vista de la edad biológica, en realidad, con su cabello negro suave y esponjoso, vistiendo una sudadera blanca y pantalones caqui, parecía un estudiante de secundaria recién graduado.

En estos tres años, Ji He sólo perdió un poco de grasa de bebé en la cara, en general no hubo mucho cambio, todavía parecía un adolescente.

Vertió los huevos fritos en un plato de dibujos animados, levantó la vista y vio al obediente niño sentado, sus ojos se entrecerraron en forma de medialuna, hizo un puchero y sonrió:

“¡Ji Ke se convirtió en un anciano de barba blanca!”

Ji Ke no entendió y también imitó al papi, haciendo un puchero, el porridge tibio se frotó en la punta de la nariz, y el niño quedó aturdido.

Inmediatamente, como si hubiera descubierto algo divertido, se rió varias veces, se le pegaron varios granos de arroz a la punta de la nariz, y lo exhibió orgullosamente estirando el cuello para que Ji He lo viera.

Ji He se rió de su apariencia cómica y no pudo evitar inclinarse para frotar la frente, riéndose: “Ji Ke, no juegues más y come rápido el huevo, cuando termines papi te llevará al jardín de infantes”.

“¿También tienes clases hoy, papi?”

“Sí, papi tiene muchas clases hoy”.

“Entonces pórtate bien en la escuela, escucha al profesor, come bien, duerme bien…”

La cara de Ji He se iluminó con una sonrisa: “Um um, tú también pórtate bien Ji Ke”.

“¡Enterado!” La tierna y suave voz infantil podría derretir el corazón de cualquiera.

Ji He no pudo evitar darle otro sonoro beso en su mejilla sonrosada antes de ir a la cocina para limpiar los platos y palillos.

Aunque era un día soleado, la temperatura en noviembre era muy baja, Ji He se puso una chaqueta extra y también le puso una chaqueta de aviador a Ji Ke, y se fueron de la mano a la escuela.

Después de un gran abrazo de despedida en la puerta del jardín de infantes, saludando con la mano después de que la maestra se lo llevara, Ji He se dio la vuelta para tomar el autobús hacia su universidad.

Ahora está estudiando un posgrado en su misma especialidad original en una universidad local, acaba de ingresar hace dos meses.

Todo gracias a Zhou Shufeng, que en aquel momento le preparó documentos completos, también ayudó mucho con la solicitud a las universidades, ahorrándole muchas molestias.

En realidad, cuando llegó al país E, quería solicitar la universidad de inmediato, que era mucho más simple en ese momento, pero nunca se imaginó que se quedaría embarazado.

Sí, un verdadero embarazo. Cuando Ji He se quedó mirando el informe del examen por mucho tiempo, no podía creer que, siendo hombre, tuviera un juego completo de órganos reproductores.

Pasó mucho tiempo cuestionándose, entrando en pánico, temeroso, y también leyó mucho material, pensándolo una y otra vez, y finalmente decidió tener a este bebé.

No tenía nada que ver con otras personas, vino solo a este mundo, quería tener algún vínculo, algo real.

También le gustaban mucho los niños.

Contactó a Zhou Shufeng, tener un bebé era algo importante, necesitaba un ayudante. Afortunadamente, Zhou Shufeng accedió rápidamente, e incluso sin enredarse demasiado en el hecho de que “un hombre también podía quedar embarazado”, encontró eficientemente un hospital muy privado, un médico con experiencia y enfermeras, y en el proceso, los dos se hicieron realmente buenos amigos íntimos.

El proceso del embarazo fue realmente muy duro, vómitos constantes durante el embarazo, náuseas, insomnio, y parece que debido al susto que recibió al principio del embarazo, el cuerpo siempre estaba incómodo, tenía que correr al hospital cada dos o tres días, cuando el embarazo avanzaba, Ji He optó por quedarse directamente en el hospital, sintiéndose como si llevara una bomba, teniendo cuidado las 24 horas, sin atreverse a ser negligente en lo más mínimo.

Afortunadamente, luego dio a luz sin problemas y el bebé estaba muy sano. Cuando vio al bebé envuelto en mantas en la incubadora, Ji He sintió que su corazón se derretía.

Estaba muy agradecido de haber tomado esta decisión, y por primera vez extremadamente agradecido al cielo por haberle dado esta función diferente a la de la gente común.

Decidió en secreto que sería un buen padre como su madre.

Llamó a su hijo Ji Ke, de corazón alegre, lindo y encantador.

Justo después del parto, Ji He estuvo muy ocupado esos primeros días, hubo problemas con el registro del Ji Ke que se retrasaron varios meses, y lo que fue más problemático fue cuidar a un bebé tan pequeño. Estaba nervioso, cambiando pañales, preparando biberones, las cosas de los bebés eran muchas, y como no podía hablar, de repente lloraba sin motivo, Ji He no tenía remedio, buscaba información e intentaba calmarlo siguiendo un método u otro del libro, y con frecuencia también lloraba de ansiedad. Afortunadamente, luego encontró a una niñera confiable, alguien que le enseñara, y sólo entonces aprendió gradualmente a cuidar del bebé.

El pequeño Ji Ke crecía día a día, y este nuevo padre primerizo también se volvió más experto y capaz. Pero no pudo evitarlo, no quería enviar al bebé tan pequeño a la guardería, así que esperó otro año, hasta que Ji Ke se acostumbró al entorno de la guardería antes de ocuparse de sus propios estudios.

Aunque el proceso fue un poco accidentado, afortunadamente, el resultado fue como él quería, fue aceptado en esta universidad, leyendo la misma especialidad que antes de cruzar, sus estudios eran lo mismo que antes, pero con la adición de Ji Ke, su vida cambió completamente.

Pero a Ji He le gustaba, llevar a Ji Ke al jardín de infantes todas las mañanas y luego ir a la universidad, recoger a Ji Ke después de salir de clases por la tarde, estudiar, comer y jugar juntos, dormir, su vida estaba llena, también era muy feliz.

Ji Ke y los estudios llenaron su vida, sin tiempo para pensar en cosas del otro lado del océano, después de mucho tiempo, esas personas y eventos eran como una imagen borrosa, o cosas que sucedieron en su vida anterior, que no podía ver claramente ni recordar.

Estaba bien así, esa no era su vida de todos modos, esto es lo que quería ahora, esto era lo real.

La clase de ergonomía no era aburrida, el joven profesor era ingenioso y de buen humor, un ejemplo provocó risas en toda el aula, Ji He anotaba al tiempo que reía.

Miró su reloj en el intermedio, la clase terminaría en diez minutos, luego tenía otra clase, cuando terminara podría ir a recoger a Ji Ke, estaba de buen humor, escuchando atentamente la clase del profesor con la cabeza ligeramente inclinada hacia arriba.

Ni siquiera notó la intensa mirada clavada en él desde fuera de la ventana.

No se sabía cuánto tiempo hacía que este hombre estaba allí, de pie a contraluz, no se podían ver los rasgos afilados de su cara, pero sus ojos negros como lagos profundos eran terriblemente sombríos, su mirada estaba clavada en la persona dentro de la habitación, miraba su figura delgada, su cara sonriente y animada, delineaba con la mirada su delicado cuello y sus cejas elegantes, como tantas veces en sueños en los últimos tres años.

Cuánto más anhelaba en los sueños, ahora estaba igual de reprimido.

Su alta figura proyectó rápidamente una gran sombra en la ventana, los compañeros de clase alrededor se dieron cuenta y comenzaron a susurrar tapándose la boca.

“Ding ling ling-” el timbre claro sonó como una especie de signo de finalización, terminando la clase del profesor, y también despertando la agitación reprimida de Gu Zongyan. No podía esperar ni un momento más.

Mientras las últimas palabras del profesor se desvanecían, ante las miradas atónitas de los compañeros de clase, Gu Zongyan entró a grandes pasos en el aula, caminando directamente hacia Ji He.

Ji He vio a este hombre alto y gallardo con traje y corbata que se dirigía hacia él, su cerebro lento tardó dos segundos en reaccionar: este era Gu Zongyan.

Adelgazó.

El cerebro humano tiene sus propios pensamientos inconscientes, y cuando la razón regresa, el cuerpo también tiene reacciones instintivas. Ji He se puso de pie de repente y retrocedió hasta que el duro borde de la mesa presionó su cintura, sin escapatoria.

Ji He abrió los ojos muy grandes.

¿Cómo podría Gu Zongyan estar aquí? ¿Cómo me encontró? ¿Vino a atraparme? ¿Para qué quiere atraparme ahora?

Muchas preguntas pasaron por su mente en un instante, pero bajo la intensa mirada de Gu Zongyan, estaba demasiado asustado para decir una palabra.

La mirada de Gu Zongyan daba demasiado miedo, lo miraba fijamente, con un huracán atravesando su mirada, oscuras corrientes fluyendo, extendió la mano hacia la persona que no había visto en tres años.

Quería tocarlo.

Pero Ji He no lo pensó así, la mano que Gu Zongyan le extendía le pareció la garra que lo atraparía de nuevo en la jaula, su corazón se aceleró, y antes de que pudiera reaccionar, rápidamente la apartó de un golpe.

“¡Paf!”

Hubo un momento de conmoción en el aula, los compañeros miraron, sacando a Ji He de su estado de pánico, no le importaba nada más, agarró su mochila y corrió ansiosamente hacia la puerta.

Gu Zongyan miró su palma abierta, aturdido por un momento, y rápidamente salió detrás de él.

El sonido de los pasos de Ji He en las escaleras era tan rápido como su ritmo cardíaco, su mente sólo tenía un pensamiento: no dejar que Gu Zongyan lo atrapara.

Sin embargo, apenas salió del edificio, una gran mano lo agarró rápidamente del brazo desde atrás, y luego una gran fuerza, estaba fuertemente abrazado.

En el pequeño descanso entre clases, no había mucha gente en el camino arbolado, los pocos estudiantes que pasaban miraban la conmoción y apartaban la vista, asustados por el grupo de guardaespaldas en la puerta.

Ji He estaba apretado contra el pecho, sintió la cabeza de Gu Zongyan en su cuello, la pesada respiración sonaba en su oído, como un pececillo desesperado por ver agua, era una especie de necesidad.

Ji He se quedó atónito por un momento, permitiéndole abrazarlo, luego reaccionó repentinamente, comenzó a forcejear.

Cuanto más forcejeaba, más apretaba el abrazo en su cintura, como si quisiera incrustarlo en su cuerpo, inseparable.

Tal vez por sus grandes movimientos, o tal vez porque Gu Zongyan lo necesitaba, sonó su ronca voz reprimida en su oído:

“Bueno, bueno, no te muevas”.

Pero ¿cómo iba Ji He a portarse bien? Si lo hubiera escuchado, si se hubiera quedado quieto, probablemente ya no estaría vivo. Apretó los dientes bajo el abrazo forzado de Gu Zongyan hasta que aparecieron lágrimas en sus ojos, pero aún así luchó con todas sus fuerzas hasta que finalmente pudo empujar a Gu Zongyan.

Gu Zongyan fue empujado hacia atrás varios pasos por su repentina explosión de fuerza, apenas logró mantener el equilibrio, con la mirada aún clavada en Ji He.

“¿Qué… qué quieres hacer?” El forcejeo excesivo dejó a Ji He un poco sin aliento, su voz tampoco era estable.

“Ven conmigo”. La voz de Gu Zongyan sonaba ronca.

“¿Todavía quieres llevarme contigo?” Los ojos de Ji He se llenaron de lágrimas, no pudo evitar elevar la voz: “¿Para qué todavía quieres llevarme contigo?”.

Parecía muy alterado, Gu Zongyan vaciló un momento y sorprendentemente fue el primero en intentar calmarlo:

“No te haré nada, primero ven”.

“No, no me iré contigo”. Ji He negaba con la cabeza enérgicamente, absolutamente no podía irse con él, todavía tenía a su Ji Ke.

“¡Ji He!” Gu Zongyan se sintió dolido por su firme negativa a cooperar, había autoridad en su voz mientras daba varios pasos adelante para agarrar a Ji He

Pero esta vez Ji He no iba a dejarse intimidar por él, se puso rojo de ira, retrocediendo rápidamente mientras decía ansiosamente:

“¿Por qué no puedes dejarme en paz? ¡No quiero ir contigo, absolutamente no volveré!”

Viendo su movimiento evasivo y precavido, las cejas de Gu Zongyan se fruncieron aún más, preguntándole casi apretando los dientes: “¿Por qué?”

“No me obligues a ir contigo,” Ji He ni siquiera escuchó su pregunta, diciendo por su cuenta: “Si me obligas a volver, me iré de nuevo, haré lo que digo”.

Su voz tenía un tinte lloroso, pero su mirada era inusualmente feroz.

Gu Zongyan no tenía más remedio que creerle, por fuera parecía un conejito mimado y débil, pero en realidad era capaz de cualquier cosa cuando estaba acorralado, escapó una vez cuando lo atraparon y lo llevaron de vuelta, pensaron que se había calmado, ¡y resulta que todavía estaba conspirando en secreto, arriesgando su vida para escapar, y esto durante más de tres años!

¿Cómo no iba a creerle?

La nuez de Adán de Gu Zongyan se movió, su voz sonaba ronca: “No te forzaré”.

Quería que volviera, que voluntariamente le perteneciera de nuevo.

“¡Entonces no me atrapes!” Los ojos de Ji He estaban rojos, “Vive tu propia vida, no te acerques a mí”.

“…”

“Cálmate un poco”. Gu Zongyan respiró hondo, intentando mantener la calma en su voz. “Hablemos”.

“No tengo nada de qué hablar contigo”. Ji He negó con la cabeza, no quería estar en la misma habitación con este hombre, se dio la vuelta para irse casi de inmediato.

“¡Ji He!” Gu Zongyan lo llamó desde atrás.

“Dijiste que no me ibas a obligar, ¡no me sigas!” Dijo Ji He, confirmando que Gu Zongyan no lo estaba siguiendo, corrió hacia la puerta de la escuela.

Gu Zongyan se quedó dónde estaba, con la mirada fija en la espalda de Ji He que huía a la carrera, el anteriormente tolerante rostro oscureció al instante, como un dios de la muerte, emitiendo una aterradora frialdad.

El asistente Chen, que había estado tranquilo de pie bajo el edificio de enseñanza durante mucho tiempo, vaciló un momento y aun así se acercó con los guardaespaldas, pensando que el joven maestro lo había estado buscando tanto tiempo, cada vez que surgía alguna pequeña pista tenía que verificar personalmente de inmediato, como esta vez, abandonando el trabajo y volando ansiosamente hasta aquí, con una fijación tan profunda, ¿cómo podría simplemente dejarlo ir?

Efectivamente, antes de que pudiera hacer una pregunta, el joven maestro Gu habló primero, con voz gélida: “Pon un auto para seguirlo”.

Traducido por ItsMeRae

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