“La sala de juego fue derribada y reconstruida una y otra vez. Se convirtió en un edificio comercial hace mucho tiempo. Si los cuerpos hubieran estado realmente escondidos allí, es imposible que no hubieran aparecido cuando el edificio fue arrasado y reconstruido todas esas veces. Por lo demás, ha pasado demasiado tiempo y los registros de la época están incompletos. No podremos encontrar nada más en poco tiempo”. A través de la cámara de vigilancia, Lang Qiao miró a Su Luozhan, que tenía la barbilla apoyada en ambas manos. Sintió un escalofrío de repugnancia. “¿Y lo que dice esa pequeña psicópata es creíble o no?”.

“Sólo podemos usarlo como referencia. Veo que a esta niña le gusta bastante presumir”. La mirada de Luo Wenzhou se fijó en el vídeo de vigilancia. Después de murmurar para sí un momento, dijo: “Pero el método del crimen ha quedado básicamente aclarado: adulto y niña colaboraron. Primero siguieron al objetivo. Luego, en el momento oportuno, aparecía el adulto y hacía algo para asustar a la víctima. Después, aparecía la niña, se ganaba la confianza de la víctima en esas circunstancias y, tras uno o dos contactos, la engañaba para que se fuera con ella.”

“El día que me mudé, Chenchen realmente estaba siendo seguida”. Tao Ran se lo pensó, y luego dijo: “Si el acosador al que Fei Du notó entonces era el cómplice…”.

“Supongamos que era el Sospechoso A”. Luo Wenzhou sacó una hoja de papel A4 y dibujó un círculo alrededor de la letra. “Por el momento, diremos que el hombre que secuestró a Qu Tong y condujo el coche en la Ladera Oeste era B; no podemos estar seguros por el momento de si A y B son la misma persona, pero personalmente me inclino a pensar que no lo son.”

“¿Por qué?” preguntó Lang Qiao.

“Frecuencia de los delitos”. Luo Wenzhou golpeó la mesa con el tapón de su bolígrafo. “Si el sospechoso A estuvo siguiendo a Chenchen desde que Tao Ran se mudó, hasta anoche, entonces ya ha pasado más de un mes. No consideremos si A tuviese energía para acechar simultáneamente a dos chicas que se movían por lugares completamente distintos. Incluso si pudiera hacerlo, para una persona que tuviera la paciencia de acechar a una víctima durante un mes, cometer dos delitos en el espacio de cinco días es demasiado exigente.

“Luego está la tercera persona en este caso, Xu Wenchao. Tiene una coartada definitiva para la noche en que se llevaron a Qu Tong, así que sabemos que no puede ser B. Entonces, ¿qué papel jugó en esto?”. Luo Wenzhou escribió el carácter “Xu”, luego el carácter “Su” y trazó una línea entre ellos. “Después de que Su Luozhan drogara a Chenchen y la atara en la antigua residencia de la familia Su, se fue a casa como si no tuviera nada más que hacer. No tenía miedo de que Chenchen huyera, ni de que se moviera y la oyeran…”

“¡Porque sabía que su cómplice iba a ir a la antigua residencia Su para hacerse cargo!”

“Pero el cómplice no llegó. Su Luozhan fue alertada por la llamada del maestro de la guardería, luego corrió a la antigua residencia Su para determinar en persona si se habían llevado a Chenchen. Luego llamó dos veces a Xu Wenchao”. Luo Wenzhou engrosó la línea entre Xu Wenchao y Su Luozhan, y luego dibujó hacia abajo, dividiendo la línea en dos ramas. “Zhang Yuchen estaba muerta de miedo anoche. No confiaremos en su testimonio por el momento. A juzgar por el resto de nuestra información, hay dos posibilidades aquí—”

“Primero, Xu Wenchao era el Sospechoso A, que acechaba a Chenchen, intentando secuestrarla”. Luo Wenzhou hizo una pausa. “Segundo, Xu Wenchao es el ‘sustituto’ de Su Luozhan. Su Xiaolan estuvo enferma durante mucho tiempo, y hay algunas cosas que Su Luozhan no podía realizar por sí sola; necesitaba un adulto.”

La primera vez que Xu Wenchao fue llamado por la policía, se sorprendió mucho, porque no tenía ni idea de en qué se había equivocado. Había respondido a todas sus preguntas con mucho cuidado, prefiriendo aparentar un poco de retraso. En aquel momento, era probable que aún no supiera que Su Luozhan había enviado la grabación a los padres de Qu Tong, y no esperaba que la policía relacionara este caso con el de veinte años antes.

Pero Tao Ran le había alertado inadvertidamente durante su conversación. Era probable que Xu Wenchao hubiera determinado lo que había hecho Su Luozhan basándose en este interrogatorio. Desde que la policía había empezado a seguirle hasta que había recibido las llamadas de Su Luozhan, había hecho sus preparativos para ser detenido y había preparado sus excusas.

“Lo que quieres decir”, dijo Tao Ran, bajando involuntariamente la voz, “es que, como acaba de decir esa chica, Xu Wenchao es un ‘conserje a tiempo parcial’”.

“Conserje a tiempo parcial… ¿Eso… eso no puede significar lo que yo creo que significa?”. Lang Qiao giró la cabeza para mirar a Luo Wenzhou. “Él se ocupa de… ¿Qué pasa con Qu Tong? ¿Realmente no hay esperanza?”

“Anoche, cuando Su Luozhan ató a Chenchen en la antigua residencia Su, Xu Wenchao debería haberse hecho cargo. Pero Xu Wenchao había sido citado por nosotros para cooperar con la investigación y no pudo ir”. Luo Wenzhou ignoró su pregunta, sin siquiera levantar un párpado. “Se encontró una gran cantidad de sangre en las tiras de tela de la caja de música del dormitorio de Su Luozhan, pero los médicos forenses realizaron una prueba de luminosidad en la antigua residencia de Su sin encontrar rastros de sangre. Es decir, es probable que la antigua residencia Su sea sólo una estación de transferencia temporal, y que la verdadera escena del crimen no esté allí.”

“¿Entonces dónde está la verdadera escena del crimen?” dijo Tao Ran.

“¡Esperen un momento! No… ¡Ustedes, esperen!” En un arrebato, Lang Qiao sacó una página de una pila de materiales. “¿No has cometido un error en alguna parte? Hace más de veinte años, Xu Wenchao asistió a una escuela privada tremendamente cara. Cuando creció, pudo permitirse un equipo fotográfico y se hizo fotógrafo independiente. Tiene casa, coche y no tiene deudas. Es muy rico. Puede que sea inapropiado decirlo, pero mientras tengas dinero, puedes ir a través de ciertos canales para conseguir lo que quieres— ¿tiene alguna razón para trabajar con Su Luozhan, para hacer estas cosas trastornadas? Tampoco le falta dinero. ¿Qué beneficio puede haber para él?”

Estas palabras silenciaron a todos.

Cierto, ¿por qué un hombre que había crecido en un entorno de clase media o incluso algo mejor, con ambos padres vivos y una infancia que podría llamarse tranquila, se mezclaría con la familia Su?

Si no fuera por Su Luozhan imitando la “firma” de Su Xiaolan por “diversión” y dejando la grabación en casa de Qu Tong, así como sus propios deslices reveladores las dos veces que había venido, ¿quién habría pensado que había algo malo en él?

“Capitán Luo.” Justo entonces, un policía criminal asomó la cabeza. “Ese viejo tío apellidado Guo, que vino antes que el resto, pregunta por usted”.

Guo Heng estaba esperando fuera de la ruidosa sala de recepción. Alguien, apiadándose de él, le había traído una silla, justo frente a la puerta trasera de la sala de guardia. El oficial de guardia había salido corriendo a hacer algo urgente, sin tomarse el tiempo de apagar la televisión. En la pantalla, algo destartalada, una emisora local informaba de la sensacional operación de rescate de anoche en la Infantería.

Guo Heng tenía la cabeza estirada, toda su atención centrada en la pantalla, enderezando inconscientemente su espalda encorvada, acomodándose en una postura sentada erguida y correcta —cuando los presos de la cárcel se organizaban colectivamente para ver la televisión para los noticiarios o la educación ideológica, la disciplina era estricta; se les exigía esta postura estándar para mirar.

Una condena de veinte años había convertido a un hombre en la flor de la vida en un anciano que ni siquiera podía relajarse libremente en un sofá.

Luo Wenzhou le llamó suavemente. “Tío Guo”.

Guo Heng enderezó inconscientemente la espalda, pareciendo preparado para una inspección. Luego volvió en sí, y las comisuras de sus ojos cayeron desoladas. Las arrugas que había ido arrancando se manifestaron, fila tras fila.

Guo Heng suspiró y dijo en voz baja: “Estoy retrasando tu trabajo, pero… Al ver venir a tanta gente, me he estado preocupando. Cuando maté a Wu Guangchuan, ¿podría haber matado a la persona equivocada?”.

Tras dudar un momento, Luo Wenzhou sacó dos cigarrillos de su bolsillo, los encendió y le pasó uno a Guo Heng. “¿Recuerdas a la chica que salvaste entonces?”.

“Sí, me acuerdo”. Guo Heng asintió al instante. “Bastante delgada, parecía un poco mayor que Feifei, una niña muy guapa. ¿Cómo se llamaba?”

“Su Xiaolan.”

“Bien, bien, eso era”. Guo Heng se llevó el cigarrillo a la boca como si fuera un tesoro, le dio una calada profunda y lo mantuvo en la boca, tragándoselo en lugar de soltarlo; tal vez fuera otra costumbre que le quedaba de la cárcel. “Ah, han pasado tantos años. No sé qué hace ahora la niña. Cuando acababa de salir, pensé en ir a verla. Pero después pensé, puede que esté casada y con hijos. ¿Quién querría recordar cosas tan miserables? Mejor no voy a molestarla”.

Mientras hablaba, una pequeña sonrisa apareció en el rostro afligido y sombrío de Guo Heng. “Para ser sincero, estos últimos veinte años, mi conciencia ha estado un poco más tranquila porque pensé que, si hubiera sido un cobarde entonces, esa chica podría haber muerto. Algunos años en una celda a cambio de una vida parecen merecer la pena cuando lo piensas, ¿verdad?”.

Los labios de Luo Wenzhou se movieron ligeramente. Mirando el perfil de Guo Heng, simplemente no sabía por dónde empezar.

Podría realmente decirle, quizá mataste a la persona equivocada y la chica que salvaste era la verdadera asesina

Entonces, ¿no se convertiría en una broma absurda la miserable media vida de este hombre, su postura de hierro y sus preciados cigarrillos?

“Oficial Luo”, Guo Heng, recordando de repente, volvió a preguntar, “¿todavía no me has dicho qué está pasando? ¿Era Wu Guangchuan el asesino o no?”.

“Tío Guo, me gustaría que recordaras algo por mí primero”. Luo Wenzhou puso una mano en el respaldo de su silla. “Mírame y piensa detenidamente. En aquel entonces, el día que apuñalaste a Wu Guangchuan, ¿cómo lo encontraste?”.

Guo Heng se quedó mirando, sin entender por qué le preguntaba eso. “¿No fue ese chico…?”

“Él te llamó. Era un estudiante de la Escuela Media Jinxiu, llamado Xu Wenchao. Siguió e investigó a Wu Guangchuan contigo. Lo sé. —¿Todavía recuerdas lo que dijo Xu Wenchao cuando te avisó?”

Con el cigarrillo en la boca, Guo Heng frunció el ceño, haciendo memoria durante largo rato. “Creo que dijo: ‘Se la ha llevado, en la escuela’. Cierto, esas fueron sus palabras, muy oscuras, sin mencionar ningún nombre. Cuando leí eso, mi cabeza explotó. Encontré inmediatamente un teléfono público y le devolví la llamada”.

Luo Wenzhou hizo una ligera pausa. “¿Le devolviste la llamada? ¿Y después? Por favor, cuéntamelo con detalle”.

“Entonces le pregunté qué había pasado y fui a las puertas de la escuela a reunirme con él”, dijo Guo Heng. “El chico me llevó a casa de Wu Guangchuan. ¿No te conté lo que pasó después?”.

Luo Wenzhou entrecerró ligeramente los ojos. “Eso significa que Xu Wenchao estaba esperando tu llamada. ¿Dónde estaba esperando?”

“Cerca de la escuela”, dijo Guo Heng. “La infraestructura de Jinxiu era buena, había una cabina telefónica nueva cerca. Normalmente siempre se comunicaba por ahí”.

“¿Cuánto tardaste en llegar?”, dijo Luo Wenzhou.

“Cinco o seis minutos”.

“Primero, Xu Wenchao te envió ese mensaje y luego esperó tu llamada; después de ponerte en contacto y comprender la situación, tardaste cinco o seis minutos en llegar a la Escuela Media Jinxiu para reunirte con él, y sólo entonces te pusiste en camino, ¿verdad? ¿Todo esto, de principio a fin, te llevó unos diez minutos?”. Luo Wenzhou esperó a que Guo Heng asintiera y prosiguió. ” Ustedes dos vieron a Wu Guangchuan, usted envió a Xu Wenchao a buscar a alguien y seguiste a Wu Guangchuan hasta su puerta, ¿es cierto? ¿A qué distancia estaba el lugar donde viste a Wu Guangchuan de su casa?”

“No muy lejos, a la vuelta de la esquina”. Guo Heng calculó. “Algo más de cincuenta metros… no más de cien”.

“Wu Guangchuan se llevó a Su Xiaolan de la escuela y volvió a su casa. También se fue desde cerca de la escuela. Con un retraso de diez minutos, ¿cómo llegaron ustedes dos cerca de la casa de Wu Guangchuan antes que él?”

“El niño me llevó por un atajo”, dijo Guo Heng. “Ese bastardo de Wu Guangchuan no se habría atrevido a ir por el camino principal. Habría ido por la puerta trasera. Habría tenido que rodear un gran barrio residencial, mientras que nosotros dos atravesamos el barrio, básicamente en línea recta; todas las urbanizaciones tenían muros exteriores entonces, pero no eran muy altos. Tenían un enrejado de azulejos negros encima. A través del muro, vi a Wu Guangchuan arrastrando a aquella chica. Yo era muy joven entonces; eché al chico y salté el muro para seguirle”.

Luo Wenzhou sacó un pequeño cuaderno de su bolsillo. “¿Podrías dibujarme las posiciones que acabas de describir?”.

Guo Heng dudó un momento, luego, pensándolo bien, dibujó un boceto con muchas correcciones y se lo dio. “¿De qué se trata? ¿Por qué quieres esto? ¿Qué está pasando?”

“Todavía no lo sé”, dijo Luo Wenzhou en voz baja. “Tío Guo, a estas alturas de la investigación, parece que las cosas pueden ir en contra de lo esperado. ¿Serás capaz de aceptarlo?”

Apoyándose en el respaldo de su silla, Guo Heng se levantó lentamente.

“Le daremos cuentas lo antes posible”. Dejando atrás estas palabras, Luo Wenzhou se alejó. Le dio el boceto que Guo Heng había dibujado a Tao Ran, que esperaba a un lado. “¿Puedes averiguar qué finca era ésta? ¿Sigue ahí ahora?”

Tao Ran miró el papel varias veces. “La casa de Wu Guangchuan hace tiempo que desapareció. Cuando sospechamos por primera vez que este caso estaba relacionado con el de hace veinte años, algunos colegas fueron a investigar las escenas del crimen de entonces. La Escuela Media Jinxiu se trasladó hace mucho tiempo, y se construyó un gimnasio donde estaba la casa de Wu Guangchuan. Aunque esta finca parece ser… ¡Voy al lugar a echar un vistazo!”.

Fei Du se acercó lentamente. Luo Wenzhou supo que era él sin necesidad de girar la cabeza, porque toda la Oficina Municipal de Ciudad Yan estaba locamente ocupada, la gente que iba y venía se movía toda al paso o al trote, y sólo sus pisadas sonaban sin prisa, como siempre.

Fei Du limpió los cristales de sus gafas y, una vez más, se las colocó en la nariz, con lo que su aire cambió de golpe, transformándose de un joven “profundamente emocional” en una bestia vestida de humano; en cualquier caso, si hubiera ido a ver a Su Luozhan con ese aspecto, seguro que no le habría sonsacado ni una palabra.

Fei Du dijo perezosamente: “¿Conoces la Sala Conmemorativa Fuyuan?”.

“¿La sala conmemorativa de la Funeraria Fuyuan?”. Luo Wenzhou se quedó mirando. “¿No es un lugar para almacenar restos incinerados?”.

“Las cenizas de Su Xiaolan están allí”, dijo Fei Du. “Xu Wenchao hizo que las guardaran. Al parecer, algunas de sus posesiones de cuando estaba viva están con la caja de los restos. Propongo que tú y yo vayamos a echar un vistazo. Quizá encontremos algo útil”.

Luo Wenzhou frunció el ceño pensativo. “¿Dijo algo Su Luozhan?”

“¿Cómo puede ser? Esa niña es más que astuta. Ella no revelaría un detalle como ese —es mi suposición”, dijo Fei Du. “Estaba pensando que, frente a un grupo de clientes acosadores débiles y cobardes, no sería fácil hacer que mantuvieran la boca cerrada y mantuvieran el secreto. Aparte de satisfacer sus deseos, como mínimo necesitarías tenerlos controlados. El lugar en el que guardaras ese control tendría que elegirse con mucho cuidado. El mejor lugar sería como la caja de seguridad de un banco, con cámaras de seguridad por todas partes y alguien vigilando las veinticuatro horas del día. Al mismo tiempo, tendría que estar ‘a salvo’, no todo a tu nombre, a diferencia de un banco, donde la policía lo descubriría fácilmente en cuanto empezara a investigar… —Si fuera yo, pensaría que una taquilla de almacenamiento de cenizas es un lugar bastante ideal.

“La Sala Conmemorativa de Fuyuan es administrada muy estrictamente. Sólo los familiares que se ocuparon de los trámites de ingreso pueden pasar, y luego un miembro del personal les guía al interior. Los titulares tienen que concertar una cita para venir de visita por luto. No es como un cementerio. La gestión de algunos cementerios es tan laxa que cualquiera puede entrar y deambular”.

Luo Wenzhou: “…”

No habían encontrado ninguna agarradera en otros, pero la suya propia la había dejado junto con una ofrenda de pequeñas flores blancas en un cementerio.

“No quiero decir nada con eso”. Fei Du extendió la mano y sonrió. “Si no, ya que Xu Wenchao se estaba encargando de los preparativos del funeral de Su Xiaolan, ¿por qué no le compró una tumba? Supongo que Xu Wenchao podría conseguir el dinero. Bueno, ¿qué tal si molesto al Capitán Luo para que haga de chófer?”

Una hora después, Luo Wenzhou detuvo el coche a las puertas de una funeraria de las afueras.

Había algunos coches fúnebres aparcados esparcidos por los alrededores. El lugar daba a una montaña, tranquila y apartada; toda la funeraria estaba envuelta en la sombra de la montaña, que era muy oscura. Sólo había una chimenea que escupía vapor blanco hacia el cielo, producto de una cremación.

Fei Du, medio cojo, lo miró y empujó la puerta con una mano, pero se encontró con que el conductor aún no había abierto el coche. Fei Du golpeó ligeramente la puerta para llamar la atención de Luo Wenzhou, y luego le oyó hablar de repente, preguntando: “¿Qué querías decir con lo de anoche?”.

Traducido por Bezy

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