—Yunqing, este es el té que recientemente traje de las Regiones Occidentales, ¿puedes probarlo y decirme qué te parece?

En el Salón Yaoguang, Yu Qiao estaba sentado junto a Chi Ning. Yu Qiao había hecho hábilmente una tetera de té, sirvió una taza de té y se la entregó a Chi Ning.

Chi Ning bebió un sorbo y lo elogió: —Todo lo que trajiste es bueno.

Aunque el té era fragante, Chi Ning se sintió un poco preocupado. Este Maestro Yu dejó su buen Pabellón Fuyin y se quedó en el Salón Yaoguang durante cinco días seguidos.

—¿No está el Maestro del Pabellón Yu ocupado con los negocios?

—No estoy ocupado. —Yu Qiao sonrió: —El Maestro del Pico Xie me invitó a venir y recordé que no nos habíamos visto en mucho tiempo.

Xie Jiuze dijo que había una cura para la enfermedad de Chi Ning, pero este método es demasiado ridículo, implica el cultivo dual con una persona con raíces espirituales similares a las suyas.

El método del cultivo dual reduce el excedente y repone la deficiencia, no sólo puede reparar las venas espirituales dañadas de Chi Ning, sino que también puede mejorar enormemente su cultivo.

Es por eso que Xie Jiuze invitó a Yu Qiao a venir aquí.

El Pabellón Fuyin está construido en una isla marina y su paradero es misterioso, con un fuerte enfoque en el comercio, es bastante famoso en el Jianghu. Yu Qiao es el dueño del pabellón, creció rodeado de pilas de oro y plata. Hace muchos años, cuando Chi Ning recorría el mundo, se hicieron amigos y viajaron juntos a varios lugares para entrenar.

Yu Qiao era cálido, amigable y gentil, podía hacer amigos con unas pocas palabras.

Chi Ning trataba a Yu Qiao como un amigo cercano, ¿pero qué clase de amigo te mira todos los días con corazones en los ojos?

Chi Ning sintió que algo no estaba bien, y supuso que Yu Qiao también pensó que no era apropiado, así que unos días después, Yu Qiao trajo un gran coral y le dijo a Chi Ning: —Este es un regalo de compromiso, ¿podríamos unirnos tú y yo?

Esta era la primera vez que Chi Ning escuchaba palabras como estas.

Chi Ning no sabía qué decir, en su lugar, preferiría tener un combate contra Yu Qiao.

Yu Qiao, por su parte, era muy terco y obstinado. De vez en cuando, todavía le enviaba regalos a Chi Ning para mostrarle su afecto.

Este asunto una vez fue muy conocido, todos sabían que el Maestro del Pabellón Yu estaba obsesionado con una belleza, también había algunas historias sobre amores y rencores que se inventaron las tabernas y las casas de té sobre los párrafos anteriores.

No fue fácil, pero Yu Qiao finalmente se mantuvo tranquilo durante los últimos años, inesperadamente, Xie Jiuze lo convocó de nuevo.

Chi Ning terminó de recordar y vio que Yu Qiao lo estaba mirando fijamente: —Sigues rechazándome, ¿hay algo mal conmigo? Si crees que mi estatus estorba, ya no seré más el Maestro del Pabellón Yu, desde las fronteras en el norte y al sur del río Yangtze, puedes ir a donde quieras. ¿Estás de acuerdo? —Yu Qiao le dio una mirada tierna y determinada, y se inclinó hacia adelante para tomar la mano de Chi Ning.

—Yo… —Chi Ning vaciló, no sabía qué más decir, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta.

La puerta se abrió de golpe, los paneles de la misma chirriaron y casi se salieron del marco.

Gu Lingxiao abrió la puerta de una patada y vio que el hombre lascivo estaba a punto de agarrar la mano de su Shizun.

Gritó enfadado: —¡Qué estás haciendo!

Desenvainó su espada Zhaichen y la envió directamente hacia Yu Qiao.

Cuando Yu Qiao se hizo a un lado para esquivar la espada, hubo un fuerte estruendo y la caja de jade blanco entre él y Chi Ning sufrió el daño, fue cortada por la mitad y las dos mitades cayeron al piso con un ruido sordo.

Yu Qiao, cuya confesión fue interrumpida, estaba muy triste y miró al niño frente a él: —¿Y este quién es?

El giro repentino en los acontecimientos hizo que Chi Ning suspirara aliviado, finalmente no tendría que enfrentarse a los sentimientos de Yu Qiao.

—Mi pequeño discípulo, Gu Lingxiao. —Chi Ning le dijo a Gu Lingxiao: —Ofendiste al invitado, rápido, discúlpate.

Gu Lingxiao se paró delante de Chi Ning y dijo en tono lastimero: —No era mi intención hacer eso, todavía no puedo controlar bien mi espada…

Fingió ser un conejo blanco con las orejas caídas: —Y este hombre se ve muy feroz.

Yu Qiao, quien siempre ha sido elogiado por su porte casual y elegante: —¿…?

…

La conversación entre Chi Ning y Yu Qiao quedó en nada debido a la interrupción de Gu Lingxiao.

Después de que Gu Lingxiao viniera en la mañana a crear problemas, no volvió a aparecer en toda la tarde, fue como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra. Chi Ning estaba desconcertado y, después de la cena, fue a la habitación de su pequeño discípulo a buscarlo.

Tocó la puerta tres veces y esperó un momento, pero nadie respondió.

Chi Ning abrió la puerta, solo para ver que la habitación estaba vacía.

En la parte trasera del Salón Yaoguang se encuentra el río Lanyue, un puente con forma de arco cruza a ambos lados del río, ofreciendo un excelente paisaje nocturno.

Gu Lingxiao estaba sentado en un extremo del puente, balanceando sus piernas en el aire.

Debajo había un río tranquilo que reflejaba la luna y las estrellas del cielo nocturno.

Gu Lingxiao permaneció sentado en el puente durante medio shichen, sin prestarle atención al hermoso paisaje, lo único en lo que podía pensar era en Chi Ning.

Si hoy no hubiera llegado a tiempo, ¿Chi Ning habría aceptado a ese hombre de apellido Yu?

Si hubiera aceptado, Gu Lingxiao tendría que ver su repugnante rostro todos los días. Si no hubiera aceptado, en el futuro aún aparecerán otros hombres lascivos.

Pensándolo mejor, cada una de esas opciones era un callejón sin salida.

Sería mejor encerrar a Chi Ning como lo hizo en su vida anterior, de este modo el hombre sería solo suyo, y no habría necesidad de preocuparse por algo como: ¿a quién tiene en su corazón?

El crujido de las ramas secas siendo pisoteadas se escuchó detrás de él, y para cuando Gu Lingxiao se dio la vuelta, vio que Chi Ning se estaba acercando.

Era una noche de verano, pero en la cima de la montaña todavía hacía un poco de frío. Chi Ning vestía una túnica delgada, con las cejas arqueadas sobre sus ojos de color claro, parecía un ser celestial hecho de luz de luna.

El ser celestial se acercó a Gu Lingxiao y preguntó: —¿En qué estás pensando?

Gu Lingxiao estaba molesto: —Estoy pensando en un método de cultivo.

Chi Ning no dijo nada y se quedó mirando fijamente el río.

Gu Lingxiao sintió que Chi Ning era como un trozo de madera mojada al que no podías quemar. Si no lo dice directamente, ¿Chi Ning no sabría que estaba molesto?

Por lo tanto, desvió la atención: —Shizun ha vivido en el Pico Cuyu desde que era un niño, así que no sabe qué clase de cosas ocurren bajo la montaña. Algunas familias dejan entrar a un extraño a su casa y esa persona tiene un corazón tan vicioso que incluso molesta a las gallinas y a los perros.

Chi Ning frunció el ceño y pensó que el “extraño” al que se refería el pequeño Zai Zai debería ser la “madrastra”.

—¿Tienes miedo de que te encuentre una madrastra? —Chi Ning acarició la cabeza de su pequeño discípulo, que estaba llena de pensamientos extraños: —Yu Qiao se acaba de ir, no dejes volar tu imaginación.

La luna brillante estaba en el cielo y la Vía Láctea se reflejaba en el agua.

De pronto, una ráfaga de viento creó ondas en la superficie del agua cristalina, las cuales brillaban con el reflejo de la luz de las estrellas.

Chi Ning escuchó a Gu Lingxiao preguntar: —Entonces, ¿qué clase de persona le gusta a Shizun?

Por un momento, Chi Ning no supo qué responder.

Antes de irse, Yu Qiao también le hizo la misma pregunta: —Me pregunto qué clase de persona será capaz de ganarse una mirada del Venerable Inmortal Chi.

Chi Ning nunca había pensado en este tema. Cuando era joven, estaba lleno de vigor y voluntad, su temperamento era como el de un corcel difícil de domar, se negaba a permanecer encerrado. Más tarde, aceptó un discípulo y se tomó la educación del niño muy en serio. Mucho más tarde, cuando Gu Lingxiao cayó en el camino demoníaco, Chi Ning ni siquiera se atrevió a pensar en ello.

Chi Ning también es diferente de las demás personas, tiene plumas largas y esponjosas. Cuando era pequeño, su Shixiong lo engañaba para que volviera a su forma original, sosteniéndolo en la palma de su mano y acariciándole las plumas.

¿Cuál es la definición humana de “gustar”?

A Chi Ning le gustan las brillantes perlas de la noche, y que le acaricien las plumas, pero no creía que pudiera entregar su corazón a alguien de esa manera.

Pensar en eso fue muy vergonzoso, así que simplemente mintió para engañar al pequeño Zai Zai: —Cultivo en el camino sin sentimientos, así que no tendré compañero de cultivo.

Al escuchar esta respuesta, Gu Lingxiao no estaba contento.

El camino sin sentimientos se cultiva sin el deseo, sin emociones, sin apego, libre de cualquier obstáculo que los sentimientos pueden traer.

A Chi Ning no le gustará Yu Qiao, ni le gustará nadie más.

—Entonces no gustes de otra persona y espérame hasta que crezca… —Cuanto más hablaba Gu Lingxiao, más baja se volvía su voz, y la última parte solo fue escuchada por él mismo.

Chi Ning estuvo de pie durante mucho tiempo a merced de la fría brisa nocturna, las yemas de sus dedos estaban heladas. No escuchó muy bien las palabras de Gu Lingxiao, e inconscientemente respondió: —Bien.

Traducido por Harilind

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