Plataforma de entrenamiento del Pico Fuguang.
Yu Cheng observaba a los discípulos bajo la plataforma, comparado con hace cuatro años había varias caras desconocidas, probablemente eran los que A-Xu había reclutado después de que él se fuera.
Pero de un vistazo, estos discípulos ni siquiera alcanzaban el talento de Li Fenhe, lo único que podía valorar era su esgrima.
Posiblemente era porque A-Xu enseñaba la espada sin necesidad de explicaciones verbales, por eso la esgrima de estos discípulos todavía se consideraba bastante buena.
Yu Cheng bajó la mirada y vio a Li Fenhe agachado en un rincón abrazando su espada, con una actitud de todo el mundo está borracho y solo yo estoy sobrio, mientras lo observaba fríamente.
—Shizun, de la Espada Flor de Peral que Levanta el Vino que enseñó antes, hay una postura que todavía no he aprendido…— Un pequeño discípulo habló tímidamente, mirando con cuidado la expresión en el rostro de Yu Cheng.
Se decía que el shizun había sido secuestrado por ese Señor Demoníaco, sufriendo mucha humillación, y algunos decían que probablemente Shizun ya no podría regresar nunca.
Pero esta mañana shizun sorprendentemente había regresado por sí mismo, no solo regresó, sino que inmediatamente los llevó a la plataforma de entrenamiento a practicar la espada.
¿Acaso antes el shizun no había sido secuestrado por el Señor Demoníaco, sino que solo había encontrado un lugar deshabitado y remoto para recluirse en secreto?
Definitivamente debía ser así, ¿cómo podría shizun perder contra ese demonio?
Seguro que fue a recluirse, no es de extrañar que esta vez al regresar, la energía en su cuerpo era más fría e intimidante que antes, como si dentro de su cáscara hubiera cambiado de persona.
Yu Cheng miró fríamente al pequeño discípulo, con el ceño ligeramente fruncido. No lo reconocía. Parecía tener solo trece o catorce años, pero su cultivo ya estaba en la etapa de Núcleo Dorado. Podía considerarse un genio en el mundo del cultivo.
El pequeño discípulo, al no recibir respuesta por un largo rato, como si temiera que ‘Chu Xuyun’ no lo recordara, se apresuró a añadir:
—Este discípulo es An Suning. Shizun me trajo de la secta exterior el año pasado.
Yu Cheng seguía sin emitir sonido alguno.
Si el verdadero A-Xu estuviera aquí, tampoco hablaría.
La Espada Flor de Peral que Levanta el Vino era precisamente el primer conjunto de técnicas de espada que A Xu le había enseñado.
Las técnicas eran complejas, con numerosos golpes mortales. Era más que suficiente para participar en la gran competencia de la secta.
Yu Cheng agarró una espada de madera del estante de armas y se la lanzó.
An Suning se quedó un momento perplejo, atrapó la espada de madera y rápidamente comprendió la intención de Yu Cheng. Retrocedió medio paso, hizo una reverencia respetuosa y luego comenzó a mostrarle a Yu Cheng las posturas de espada que había practicado.
Yu Cheng observó durante un largo rato y, de repente, sintió que Li Fenhe tampoco era tan inútil.
En este mundo, los genios son escasos. Como Li Fenhe, ya eran contados con los dedos. No se podía pedir más.
A Xu debió haber sufrido mucho al enseñar a estos inútiles.
—Shizun, ¿en qué más necesita este discípulo practicar?— An Suning preguntó en voz baja,
—Por favor, Shizun, siéntase libre de criticarme.
Yu Cheng lo miró de reojo. Estaba a punto de decirle que volviera a practicar cuando recordó abruptamente que ahora era A-Xu y no podía hablar libremente.
Permaneció en silencio un largo rato, reflexionando sobre cómo hacerle entender sus intenciones. Pero por más que lo pensó, Yu Cheng se dio cuenta de que, aparte de hablar, la forma más simple y clara era simplemente darse la vuelta e irse.
En ese momento, comprendió de manera casi sobrenatural muchas de las razones por las que Chu Xuyun se alejaba con el rostro frío.
Hacer señas podía no ser entendido, escribir era demasiado tedioso. Solo al darse la vuelta y marcharse, el otro continuaría practicando con la espada.
Conteniendo el impulso de hablar, bajo la mirada expectante de An Suning, Yu Cheng pasó junto a él para observar al siguiente discípulo.
Por el rabillo del ojo, vio la expresión decepcionada de An Suning después de su partida, exactamente igual a como él mismo en ese entonces.
Tras observar a varios discípulos, Yu Cheng solo pudo darse la vuelta y marcharse cada vez. Pensó que, de haber sido cualquier otra persona, estos discípulos probablemente ya albergarían resentimiento hacia él.
Así era de difícil para A Xu.
No poder hablar, y encima tener que enseñar a un grupo de discípulos ineptos.
Con resignación, continuó evaluando, solo para darse cuenta de que solo quedaba Li Fenhe.
Li Fenhe permanecía inmóvil en la misma postura de antes, clavando en él una mirada llena de resentimiento.
Solo cuando Yu Cheng se detuvo frente a él, Li Fenhe habló entre dientes:
—¿Cómo se siente ocupar un nido ajeno, huh?
¡Maldito Yu Cheng, cómo te atreves a imitarlo tan bien!
Al verlo enfurecido, el ánimo de Yu Cheng mejoró un poco. Bajando la voz, le respondió:
—A-Xu personalmente me encargó instruirte, naturalmente se siente bien.
—¡Puaj! ¡Tú no eres digno de llamarlo A-Xu!— Li Fenhe deseaba desgarrar la máscara del rostro de Yu Cheng frente a todos, pero temía que realmente fuera Shizun quien envió a Yu Cheng. Si Yu Cheng se exponía, perjudicaría a Shizun, así que solo pudo tragarse la ira, viendo impotente cómo Yu Cheng fingía, siendo realmente repugnante.
—Claro que soy digno—. Lleno de buen humor, Yu Cheng sacó la espada de su cintura y golpeó con fuerza la vaina contra el cuerpo de Li Fenhe, diciendo con tono ligero:
—Apresúrate a ir a practicar la espada, no avergüences a A-Xu.
Li Fenhe, resentido, agarró su espada y de pronto alzó la voz:
—Shizun, este discípulo desea competir hoy con usted, ¿qué opina?
Yu Cheng arqueó las cejas y dirigió la punta de su espada hacia él.
—Shixiong, ¿qué estás haciendo?— Los otros discípulos se asustaron, acercándose para detener a Li Fenhe. —Shizun por fin ha regresado, no vuelvas a enojarlo.
Li Fenhe casi se atragantó:
—¿En qué lo he enojado? ¡Solo quiero competir con él!
Al terminar sus palabras, Lin Ze inmediatamente le tapó la boca:
—¿Qué tonterías dices? ¿Cómo puedes hablarle así a Shizun? Shixiong, si sigues así, yo también me enojaré.
Bajo la mirada sonriente pero silenciosa de Yu Cheng, Li Fenhe no tuvo más remedio que contener su ira y decir en voz baja:
—Este discípulo reconoce su error, no pretendía ofender a Shizun. Solo he aprendido nuevas técnicas de espada y deseaba pedir su instrucción.
—Así está bien—. Lin Ze, satisfecho, le dio unas palmadas en el hombro. —Ahora sí pareces el Shixiong de siempre. Hace un momento pensé que te habían suplantado los cultivadores demoníacos.
Li Fenhe: —…
¡Ciegos! El verdadero suplantado por cultivadores demoníacos es este Shizun sonriente ante ustedes, ¿acaso nadie nota su anormalidad?
—Shizun hoy parece de buen humor, por favor no causes más problemas—. Las palabras de An Suning resonaron en sus oídos.
En un instante, Li Fenhe de repente comprendió que, en realidad, estos discípulos tampoco conocían verdaderamente a Chu Xuyun.
Aunque convivían diariamente, viéndose constantemente, nunca conversaban. Y entre corazón y corazón existía una gran distancia.
Respetaban a Shizun, por eso no se atrevían a preguntar, solo especulaban en sus corazones que quizás Shizun era naturalmente alguien frío y altivo de pocas palabras.
Pero ¿cómo era el verdadero Chu Xuyun?
La punta de la espada en manos de Li Fenhe tembló levemente.
No lo sabía.
Cómo era el verdadero Shizun, qué le gustaba, qué odiaba, qué deseaba, todo eso lo ignoraba por completo.
¿Por qué no lo sabía?
De haberlo sabido, quizás Shizun habría tenido a alguien que lo acompañara, y no habría llegado a gustar alguien como Yu Cheng.
Sus ojos gradualmente se humedecieron. Li Fenhe, sin dignidad, se limpió las lágrimas y ya no dijo nada más.
Yu Cheng golpeó suavemente el rostro de Li Fenhe con el filo de su espada y con un tono solo audible para ambos, se burló:
—Vengo a instruirte en lugar de A Xu, y aún te atreves a quejarte.
Li Fenhe miró fríamente a Yu Cheng durante un largo rato, luego volvió a apuntarle con la punta de su espada y dijo entre dientes:
—También acepto tu instrucción por Shizun, aunque no lo merezcas.
Sin más palabras, ambos desenvainaron sus espadas y atacaron. En un instante, destellos de espadas iluminaron el aire, sus movimientos tan rápidos que casi eran invisibles a simple vista.
El nivel de cultivo de Yu Cheng era demasiado alto. Li Fenhe, aturdido, pensó que estaba luchando contra su verdadero Shizun. Las gotas de sudor caían una tras otra de su frente, hasta que finalmente cometió un error en un movimiento y Yu Cheng lo acorraló en un rincón con su espada, la afilada punta de la espada estaba a solo un centímetro de su cuello, si Yu Cheng lo hubiera querido, en el siguiente instante Li Fenhe estaría decapitado.
Mirando el reflejo de los ojos gélidos de Yu Cheng en la hoja de la espada, Li Fenhe sintió un inexplicable frío en su corazón. Por qué sentía que Yu Cheng realmente quería matarlo.
¿No se había acordado que solo era una instrucción?
Todos los presentes contuvieron la respiración, sin atreverse a distraerse, pero nadie pensó que ‘Chu Xuyun’ realmente mataría a Li Fenhe.
—Shizun es realmente impresionante.
—Sí, y shixiong solo pudo resistir unos pocos movimientos de Shizun, si fuera yo, me habría arrodillado ante el primer ataque.
Li Fenhe escuchaba esto mientras el sudor le empapaba la espalda.
—Buenos shidis, dejen de elogiar, ¿nadie quiere venir a rescatar a su buen shixiong?
—Un momento.
Los ojos de Li Fenhe brillaron repentinamente y miró hacia un lado con emoción.
¿Quién era? ¿Qué buen shidi había notado la incomodidad de este shixiong y venía a salvarlo?
Pero cuando vio claramente a la persona, se quedó atónito por un momento.
¿Quién es este?
Las miradas de todos se dirigieron hacia la voz desconocida, incluso Yu Cheng giró la cabeza para mirar.
Sobre los escalones de la montaña, se erguían dos figuras esbeltas con sombreros que ocultaban sus rostros. Uno vestía una túnica azul oscuro, el otro un hábito daoísta verde.
—¿Por qué lo detuviste? ¡Si no lo hubieras detenido, tal vez ya lo habría matado!— Tan Mo, estaba tan furioso que casi estranguló a la persona indiferente frente a él, y dijo en voz baja con ira: —
Lo hiciste a propósito, ¿quieres arrepentirte, verdad, Chu Xuyun?
Chu Xuyun ignoró sus palabras y miró fijamente a Yu Cheng y Li Fenhe no muy lejos.
Él no se arrepintió.
Solo quería decir algo.
—Me equivoque.— Chu Xuyun avanzó lentamente, apartó suavemente la espada de Yu Cheng con la punta de los dedos y, con el ceño fruncido, dijo:
—El movimiento de espada está mal.
El Estilo de la Espada Flor de Peral que Levanta el Vino era una técnica de espada de sus discípulos, una que Chu Xuyun conocía muy bien.
Li Fenhe no reconoció a Chu Xuyun bajo el velo del sombrero y refunfuñó, visiblemente disgustado:
—Tonterías, por supuesto que sé que me equivoqué, de lo contrario lo habría derrotado.—
Chu Xuyun lo miró y dijo con voz suave:
—No te equivocaste tú.
Al terminar de hablar, todos guardaron silencio.
Si no fue Li Fenhe quien se había equivocado, entonces ¿acaso se equivocó ‘Chu Xuyun’?
¡Este movimiento de espada fue creado por el propio Chu Xuyun!
—¿Quién eres tú? Esta es el pico principal de mi maestro, el Señor Inmortal Taiqing. Será mejor que mires bien antes de decir tonterías.— An Suning dijo con descontento: —La persona frente a ti es el Señor Inmortal Taiqing Chu Xuyun.
Yu Cheng guardó lentamente su espada. Sus ojos escudriñaron atentamente bajo el velo azul verdoso del sombrero, pero no detectaron nada sospechoso.
El movimiento de espada anterior ciertamente tenía un error. Había pasado mucho tiempo y apenas recordaba esta técnica, pero pensó que era más que suficiente para lidiar con Li Fenhe, por lo que no le prestó mucha atención.
—Señor Inmortal Taiqing, como maestro, ¿cómo puedes enseñar técnicas de espada incorrectas a tus discípulos?
Chu Xuyun no respondió a An Suning. Sino que miró fijamente a Yu Cheng, con un tono ligeramente molesto:
—Hazlo de nuevo.
—¿Otra vez?— Li Fenhe gimió. —¿Por qué no lo haces tú mismo?
Que me golpeen duele mucho, ¿sabes?
Yu Cheng entrecerró los ojos. No fue lo suficientemente cruel como para seguir atacando a Li Fenhe, sino que dirigió la punta de su espada hacia Chu Xuyun.
Él ciertamente se había equivocado, pero podía permitirse el error. El Señor Inmortal Taiqing, sin embargo, no podía equivocarse.
No podía avergonzar a A-Xu
Al ver esto, Li Fenhe suspiró aliviado y rápidamente dijo:
—Si dices que mi Shizun se equivocó, entonces demuéstraselo tú.
Mientras no siguiera golpeándolo, todo estaba bien. El maldito Yu Cheng no controlaba su fuerza con él, pero seguramente no se atrevería a golpear a muerte a otra persona.
Al escuchar esto, Chu Xuyun exhaló aliviado y aceptó:
—Bien, entonces les demostraré una vez. Todos deben mirar con atención.
Antes no podía hablar así con sus discípulos. Así que aprovecharía esta oportunidad para decir todo lo que no había podido decir antes.
El ‘Estilo de la Espada Flor de Peral que Levanta el Vino’ fue creado cuando Chu Xuyun vio por casualidad a un borracho esconder su vino sin terminar en las ramas de un peral. Como no podía alcanzar la jarra, el borracho usó una rama para intentar recuperar el vino tambaleándose, pero en lugar del vino, hizo caer pétalos de peral por todas partes.
Enojado, el borracho golpeó las flores con la rama, y los pétalos, girando en el aire, esquivaban los golpes aprovechando el viento creado por la rama.
Chu Xuyun observó esto desde un lado durante un largo rato y de repente pensó que, sustituyendo la rama por una espada y usando los pétalos como enemigos, podría crear un excelente estilo de espada.
La Espada Flor de Peral que Levanta el Vino surgió así, solo que sus discípulos siempre fracasaban en aprender este conjunto de técnicas, haciendo que Chu Xuyun casi dudara de sí mismo. Nunca imaginó que incluso Yu Cheng no lo habría dominado.
No tuvo más remedio que venir personalmente.
Chu Xuyun tomó la espada de las manos de Li Fenhe y se colocó frente a Yu Cheng.
Li Fenhe vaciló entre hablar o callar, y al final calló.
¿No debería terminar siendo golpeado hasta la muerte, verdad?
Yu Cheng miró fríamente a Chu Xuyun frente a él, pensando para sí, que no conoce sus propios límites.
Una persona sin nombre como esta no resistiría ni medio movimiento frente al verdadero A-Xu. En dos o tres golpes ya estaría inmovilizado en el suelo suplicando clemencia.
Un instante después, Yu Cheng contempló atónito la punta de la espada presionando su garganta. Casi podía sentir el frío glacial que emanaba del acero. La figura frente a él lo miraba desde arriba con tal arrogancia solitaria y fría que, inexplicablemente, le recordó al A-Xu de antes.
¿Cómo era posible?
Había perdido contra una persona sin nombre.
Y además, no resistió ni medio movimiento.
Traducido por 21Rb_BINGQIU
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