Orte era el planeta capital del pueblo kuhti y definitivamente valía la pena visitarlo.

El cielo allí tenía un tono azul oscuro y el aire parecía tener siempre un tenue aroma a flores y plantas. Desde lo alto, el planeta se veía lleno de vida y verdor.

Era primavera y la luz del sol era perfecta. No hacía tanto calor como en verano, pero aún así proporcionaba un calor confortable y era excepcionalmente agradable.

Dado que el aeropuerto más cercano solo tenía vuelos de naves estelares ordinarias disponibles en el momento de la competencia, Xie Luan y compañía tuvieron que tomar en cuenta el tiempo de viaje —un poco más de un día— y partieron dos días antes del evento.

Llegaron a Orte en la tarde del día siguiente, y Xie Luan llevó a las cuatro bolitas de peluche al hotel que había sido construido recientemente por los organizadores de la competencia para los participantes y sus familias.

Descansaron allí durante la noche y, temprano a la mañana siguiente, el lugar del concurso de vuelo abrió sus puertas. La competencia se celebraría a la una de la tarde, pero muchos padres que compraron sus entradas en el lugar no pudieron esperar para entrar al recinto.

—Gracias por conseguirles lugares en la competencia también —Xie Luan miró a los cachorros Cotto y Kuwei que estaban sentados en sus brazos e inclinó educadamente su cabeza ante la mujer Kuhti que estaba delante de él.

Para limitar la cantidad de concursantes, los cachorros que participaban debían pasar una clasificación. Luego de ser seleccionados, también eran evaluados por el comité, y solo los mejores podían participar.

La clasificación se había llevado a cabo hacía medio mes, pero cuando Xie Luan se enteró del concurso, la selección ya había terminado dos días atrás.

—No lo menciones, en realidad, soy yo quien debería darte las gracias —Fuya sonrió, con una expresión de sincera gratitud mientras decía esto.

Algunos clubes de crianza de alto rango y familias influyentes podían saltarse el proceso de selección y obtener fácilmente lugares para sus cachorros en la competencia.

Originalmente, Fuya solo tenía un cupo, pero luego de recibir la solicitud de Xie Luan, logró conseguir dos más.

—Peipei, mamá te estará viendo desde el público —Fuya arregló con cuidado las plumas de su cachorro que estaba sentado en sus brazos. La ternura de sus movimientos mostraba claramente el amor que sentía por él.

—¡Tiuh! —levantando la cabeza, el esponjoso cachorro rojo miró a su madre y le respondió con una voz clara.

Al oír su respuesta, Fuya le acarició la cabecita y lo sostuvo un poco más entre sus brazos, luego lo colocó en el abrazo de Xie Luan y se dirigió al área del público.

—Sí, nosotros los estaremos viendo desde las gradas —esta frase iba dirigida a todos, pero mientras la decía, Xie Luan movió la mano y comenzó a arreglar las plumas de los cachorros cotto y kuwei.

Estos dos cachorros no tenían padres, y como Xie Luan no quería que se entristecieran o sintieran un vacío, se esforzaba por cumplir con el rol de padre.

Los ojos de los dos cachorros brillaban y con alegría dejaban que el joven les arreglara las plumas. Cuando terminó, frotaron cariñosamente sus pequeñas cabezas contra su mano.

Viendo que ya era casi la hora, Xie Luan salió del hotel con los tres cachorros en brazos y uno más sobre el hombro, y entró en la arena dispuesta por el organizador.

Pero la escena con la que se encontró al entrar lo hizo detenerse bruscamente.

—¡Tiuh!

—¡Tiuh, tiuh-tiuh!

—Tiuh, tiuuh—

Rojo, amarillo, gris. Las gradas de la arena ya estaban casi llenas y, en los brazos de casi cada persona, había una bolita de peluche de distinto color. Dondequiera que se mirara, uno se encontraba con un adorable cachorrito esponjoso, y el aire estaba lleno de sus tiernas voces.

Xie Luan echó un vistazo a los tres cachorros en sus brazos, luego miró a todos los demás alrededor. En ese momento no pudo evitar pensar…

«Esto… debe de ser un paraíso para los amantes de las bolitas de peluche.»

La competencia de vuelo de este año se celebraba en el famoso Cañón Cerda de Orte. Tenía varios kilómetros de profundidad, con un río rugiente en el fondo y picos imponentes a ambos lados.

El punto de inicio de la carrera estaba en el fondo del cañón y el final se situaba en la cima de una montaña muy alta y escarpada en la distancia.

La gigantesca arena fue construida suspendida en el aire, junto a la línea de meta.

Antes de que comenzara la carrera, se llevó a cabo una ceremonia de apertura. Justo después de que Xie Luan encontrara un asiento, las puertas se cerraron y un grito poderoso resonó. Tres criaturas imponentes surcaron el cielo.

Con plumas de un rojo ardiente y una larga y hermosa cola, una de ellas cortaba el aire como un majestuoso fénix. A su lado volaban otras dos, una que se asemejaba a un azor y otra que parecía un peng dorado. Estas tres criaturas, hermosas e imponentes, demostraron con una bella actuación cómo ejecutar maniobras innovadoras y controlar el vuelo en un espacio aéreo reducido.

Era para mostrarles a los cachorros que sus razas eran los legítimos amos del cielo y que ellos también podían llegar a serlo.

Era la primera vez que Xie Luan presenciaba las formas bestia adultas del kuhti, el kuwei y el cotto, y no pudo evitar quedarse algo embelesado.

Cuando volvió en sí, bajó la mirada a los tres cachorros en sus brazos y notó el anhelo en sus ojos. Xie Luan levantó la mano para acariciar sus suaves plumitas y, con voz cálida, los animó:

—Cuando crezcan, definitivamente serán tan poderosos como ellos.

—¡Tiuh!

Los tres cachorros soltaron un orgulloso chillido casi al mismo tiempo y levantaron sus pequeños pechos para mostrar su orgullo y confianza. Era un gesto que Xie Luan ya había visto hacer al kuhti antes y sospechaba bastante que los otros dos lo habían aprendido de él.

Después de la ceremonia de apertura, los cachorros que iban a participar en la competencia debían dirigirse al área de espera, cerca del punto de inicio.

Usando un aerocoche común, Xie Luan llevó a los tres cachorros hasta allí.

Originalmente, tras asegurarse de que estaban en el lugar correcto y que todo estaba en orden, Xie Luan se había dado la vuelta para marcharse. Pero después de dar dos pasos, vaciló y se giró para echarles un último vistazo. Lo que descubrió fue que los tres cachorros no se habían movido y sus ojos seguían su espalda con ansiedad.

—Mientras recuerden las cosas que practicamos antes, no habrá problema. —Comprendiendo el nerviosismo que debían estar sintiendo, Xie Luan volvió a acercarse y se agachó frente a ellos. Con una expresión suave, añadió—: Sin importar cuál sea el resultado, siempre serán ganadores en mi corazón.

Luego de tranquilizarlos con paciencia, Xie Luan dejó el área de espera y regresó a la arena.

La arena aún se encontraba a nivel del suelo, pero una vez confirmado que toda la audiencia había llegado, el dispositivo de suspensión bajo ella elevó a todos hasta la cima de la montaña.

En medio de la arena, se presentó una imagen holográfica de la pista de carreras y luego la imagen cambió para mostrar lo que estaba sucediendo en la línea de salida.

Para reconocer fácilmente a los tres cachorros de un solo vistazo, Xie Luan había atado un pequeño lazo amarillo pálido a las tres patas izquierdas de los cachorros antes de que salieran del hotel.

Viendo el número de cachorros que se mostraban en la pantalla, Xie Luan sintió que era una decisión muy sensata.

—Meah.

El cachorro nox que tenía en brazos lo llamó y le tocó el pecho con una patita. Esto desvió la atención de Xie Luan de la imagen holográfica hacia el cachorro esponjoso y blanco en sus brazos. Al levantarlo, se encontró con ese par de ojos cian claros con pupilas afiladas.

El cachorro llevaba actualmente una capa negra, y en la parte superior de la capucha se marcaban dos protuberancias por sus cuernos, que a primera vista podrían confundirse con orejas de conejo.

Como resultaba inconveniente y peligroso dejar que otros vieran al cachorro nox, Xie Luan le había hecho rápidamente esta pequeña capa antes de salir hacia el aeropuerto.

La capa básicamente cubría todo el cuerpo del cachorro, y al subirle la capucha, la única forma de verle la carita era levantándolo a la altura de los ojos.

—No tengas miedo… —Pensando en su situación como el último nox del universo, Xie Luan no pudo evitar volver a abrazarlo y estrecharlo contra su cuerpo. Incluso después, mientras enfocaba su atención en la competencia, de vez en cuando le acariciaba suavemente la espalda a través de la capa en un gesto tranquilizador.

Sin embargo, Ya Yi en realidad no tenía miedo. Mientras aún estaba dentro del huevo, ya se había acostumbrado a soportar las emociones negativas de los demás, sin importar si eran odio o desprecio.

Cada día estaba lleno de oscuridad. Durante esos más de treinta años dentro del huevo, sus días se componían únicamente de odio. Era el sentimiento que más conocía.

Si el mundo lo odiaba y no lo quería, ¿debería él también odiar al mundo?

Ya Yi alguna vez pensó de esa manera.

Pero en este mundo frío y oscuro lleno de odio, ahora existía una luz pura y cálida. Al ser tocado por esa luz, la sed de sangre nacida de la oscuridad en el corazón de Ya Yi se apaciguó, y la criatura cruel y despiadada fue poco a poco domesticada, sus afilados colmillos y garras se fueron volviendo romos.

—Meah. —Así que, al ser colocado nuevamente en los brazos del joven, se acomodó obedientemente en su abrazo y se acurrucó lo más cerca posible de su pecho. Mientras escuchaba el ritmo constante de los fuertes latidos del corazón del joven, emitió un sonido bajo.

Mientras el pequeño cachorro esponjoso se tranquilizaba en sus brazos, Xie Luan volvió a enfocar la mirada en la imagen.

La carrera aún no había comenzado, pero estaba a punto de hacerlo. La pantalla mostraba a los cachorros alineados en la línea de salida y una cuenta regresiva se mostraba visualmente al público.

Xie Luan encontró rápidamente a sus tres cachorros entre la gran multitud de bolitas de peluche. Al seguirlos con la mirada, no pudo evitar ponerse cada vez más nervioso conforme la cuenta regresiva se acercaba a cero.

3, 2, 1—

Apenas sonó el tono que señalaba el inicio, el grupo de cachorros esponjosos salió disparado y se apresuró a volar hacia adelante. El circuito de la carrera seguía el río del cañón, y unos aros dorados pálidos aparecían al azar en el aire.

Se escucharon gritos en la arena cuando algunos padres y cuidadores no pudieron contenerse y comenzaron a animar al ver a sus cachorros sumar puntos.

Los clubes de crianza que tenían cachorros kuhti, kuwei o cotto a su cuidado ciertamente no dejarían pasar una oportunidad de publicidad como esta. Mientras los cachorros de su club obtuvieran un buen lugar en la competencia de vuelo, podrían aprovecharlo para aumentar la reputación del club.

Se podía ver a personas de las razas kuhti y cotto animando con especial entusiasmo. Los cachorros de la raza kuwei habían ganado el primer lugar dos años seguidos y, aunque nadie lo mostraba externamente, por supuesto que estaban algo ansiosos.

Los kuwei ya habían ostentado la corona durante dos años. Si nadie se la quitaba este año, no podrían soportar la vergüenza.

Los cachorros que participaban en la competencia llevaban un pequeño dispositivo que se usaba para medir los puntos obtenidos. Ganaban un punto cada vez que pasaban con éxito por un aro dorado, y el dispositivo también registraba el tiempo que les tomaba llegar al final.

Para no fallar demasiados aros dorados, muchos cachorros inconscientemente reducían la velocidad y quedaban rezagados poco a poco.

A la cabeza iba un cachorro kuwei. Parecía haber recibido un buen entrenamiento, y su técnica de vuelo era precisa, estable y rápida.

Incluso comparándolo con los cachorros de otras razas, el cachorro kuwei parecía llevar la delantera. La expresión de las otras dos razas al ver esto no pudo evitar cambiar ligeramente, y no ayudaba que con cada giro brusco el cachorro kuwei en la delantera pareciera ganar aún más distancia.

Cada vez que esto ocurría, las expresiones de las otras dos razas se volvían más sombrías…

Y no eran sólo los padres kuhti y cotto quienes necesitaban una victoria, todos los de esas dos razas que seguían la competencia por la red estelar se sentían igual.

Pero justo cuando el panorama parecía sombrío, de pronto descubrieron que había un pequeño cachorro rojo y esponjoso detrás del kuwei que poco a poco se iba acercando. Estaba aleteando con todas sus fuerzas y pronto estuvo justo detrás.

¡Era un cachorro kuhti!

Los adultos de la raza kuhti estaban extasiados y animaban con fervor a ese único cachorro. Xie Luan vio el lazo amarillo claro en la pata izquierda del cachorro kuhti y la preocupación que sentía por su situación se disipó. Sin embargo, en los momentos siguientes, otro tipo de preocupación lo invadió.

¿Lo está alcanzando, pero no puede superarlo…?

Al ver al cachorro kuhti aletear incansablemente con todas sus fuerzas, Xie Luan finalmente comprendió lo que sentían los padres al ver competir a sus hijos.

Traducido por Ji Shenn

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