Capítulo veinticinco

Una buena noche de sueño.

En este mes desde su renacimiento, esta fue la primera noche que Mu Tian durmió tan tranquilamente, llegando a despertarse a las nueve de la mañana del día siguiente. Al despertar, Mo Xiao estaba acostado en su pecho, mirando con sus grandes ojos negros, que parecían dos enormes uvas moradas.

Al ver que Mu Tian se despertaba, sonrió ampliamente, mostrando una gran sonrisa, y lo llamó suavemente: “¡Tian Tian~!”

Mu Tian se sintió de muy buen humor, lo abrazó y se sentó, acariciando su cabeza: “¿Cuánto tiempo has estado despierto, pequeño tonto?”

Los ojos de Mo Xiao sonrieron, formando dos lunas crecientes, como si contuvieran miles de estrellas brillantes. Acostó su cabeza en el hombro de Mu Tian, mostrando una clara dependencia: “¡Tian Tian, dormí mucho, mucho tiempo!”

Mu Tian acarició su suave cabello, y en ese ambiente sereno, su voz sonó suave como algodón de azúcar: “¡Es culpa de Tian Tian!”

Mo Xiao, con una voz melosa, se quejó juguetonamente: “¡Tian Tian~!”

La luz del sol entraba por la ventana, y en esa luz matutina, los dos se abrazaban en la cama, creando una atmósfera cálida y hermosa. Mu Tian disfrutaba de esa sensación y, abrazando a Mo Xiao, se quedó un rato más en la cama antes de levantarse.

Mu Tian tenía un cepillo de dientes de repuesto aquí, lo cual era muy conveniente. Exprimió pasta de dientes para Mo Xiao y no pudo evitar reír al ver su cabello despeinado en el espejo.

Mientras estaban en el baño, se tocaban ocasionalmente, y esa cercanía hacía que Mu Tian sonriera involuntariamente. Cuando estaba con Situ Yu, no había sentido eso, ya que siempre se levantaba antes que Situ Yu para ir al trabajo, y nunca tuvieron la oportunidad de arreglarse juntos en el baño.

Ahora, al lavar la cara de Mo Xiao, Mu Tian quería hacerlo todo él mismo durante el cepillado de dientes, si no fuera porque Mo Xiao insistía. Le gustaba la sensación de que Mo Xiao dependía de él, como si su existencia estuviera ligada a la de Mu Tian; sin él, no podría hacer nada.

Era un deseo de control un tanto enfermizo.

Mu Tian lo sabía, pero no pensaba en controlarlo, sino que lo dejaba estar. Después de la traición de Si Tu Yu, sentía cierta desconfianza y alerta hacia cualquier persona.

Incluso las personas más cercanas a él podían traicionarlo, ¿qué pasaría con los demás?

Pero Mo Xiao era diferente. No podía considerarse una persona normal, pero sabía que no lo traicionaría. Mu Tian lo entendía profundamente, y por eso podía relajarse a su lado.

Después de lavarse, Mu Tian tomó la mano de Mo Xiao con una mano y con la otra llevó el tazón de sopa que había traído la noche anterior.

La sopa que había traído la noche anterior ni siquiera tuvo la oportunidad de dársela a Mo Xiao, y por la mañana había formado una capa de grasa fría en la superficie. Mu Tian la echó al inodoro y llevó el tazón vacío abajo.

El tío Wang, el chef de Mu Tian, lo vio bajar y de inmediato le sirvió el desayuno. Mu Tian miró la abundante mesa de desayuno y, al no ver a Gu Liwei por ahí, preguntó:

”¿Dónde está el joven Gu? ¿Ya ha comido?”

”El joven Gu ya ha comido y ahora está en la sala,” respondió el tío Wang. En realidad, había algo más que no dijo: el joven Gu había comido tanto que se había acabado todo el desayuno que había preparado, así que tuvo que preparar más.

Mu Tian asintió y sirvió un tazón de arroz con una cuchara, alimentando lentamente a Mo Xiao con una expresión suave. Su familiaridad al alimentar a Mo Xiao dejó al tío Wang atónito.

”Desde hace mucho tiempo, ¿cuándo había visto al joven de la casa tratar a alguien con tanta atención y ternura?”

En el pasado, Mu Tian había sido engañado por Mo Yan. A pesar de que después se dio cuenta de que Mo Xiao podía comer solo, se había acostumbrado a hacerlo de esta manera.

Después de que Mo Xiao se comió un tazón de arroz, Mu Tian le sirvió algunos baos de yema de cangrejo hasta que estuvo lleno y no pudo comer más. Solo después de haber alimentado a Mo Xiao, Mu Tian comenzó a comer rápidamente él mismo.

Después de desayunar, Mu Tian llevó a Mo Xiao a la sala.

Al entrar, vio a Gu Liwei sentado en el sofá mirando la televisión, completamente absorto, ni siquiera se dio cuenta de que Mu Tian se había acercado.

Mu Tian dirigió su mirada a la pantalla, donde había un hombre apuesto. Este hombre tenía un excelente aspecto, con unos ojos como espadas afiladas, como si quisieran perforar lo más profundo del corazón de las personas. Su rostro era anguloso y muy masculino, y llevaba un traje negro que le daba un aire serio.

Era un hombre decidido y frío.

Con solo una mirada, Mu Tian lo definió así, y la realidad confirmaba su juicio.

Mu Tian reconocía a ese hombre; incluso tenía un expediente de él en el armario de su oficina. Este hombre era el yerno de la familia Gu, el hijo mayor de la familia Fu y el Ministro de Seguridad Nacional — ¡Fu Rong!

El nombre de Fu Rong resonaba incluso para Mu Tian. En Jingdu, el poder se divide en cuatro familias: la familia militar Huo, la familia política Fu, la familia Gu y la familia Gao. Fu Rong era el hijo mayor de la familia Fu.

Fu Rong se casó hace tres años con la señorita de la familia Gu, Gu Liran, y hace un año, con apenas treinta y cinco años, ya había alcanzado el cargo de Ministro de Seguridad Nacional. Su habilidad y los métodos que utilizó para llegar a esa posición no deben subestimarse. Actualmente, en Jingdu, nadie deja de sentir respeto hacia él; es difícil no sentirse intimidado por alguien que ha logrado tanto a una edad tan temprana.

Mu Tian había oído el nombre de Fu Rong, pero nunca lo había visto en persona, solo lo había encontrado una vez el día de su boda con Gu Liran, sin más interacciones después de eso. Sin embargo, luego Gu Liwei se enamoró de él, lo que hizo que Mu Tian se preocupara y sintiera la necesidad de averiguar más sobre su situación.

Mu Tian también tenía cierta comprensión de las personas y, aunque admiraba a Fu Rong, estaba muy preocupado por el hecho de que Gu Liwei se hubiera enamorado de él. Mu Tian también sentía atracción por los hombres, así que no le importaba que Gu Liwei tuviera ese tipo de sentimientos. Sin embargo, lo más complicado era que se había enamorado de su propio cuñado, lo que ciertamente le causaba dolor de cabeza a Mu Tian.

Más tarde, cuando Gu Liwei le dijo que Fu Rong le había expresado su amor, Mu Tian se sintió aliviado. Se creía que Fu Rong no era el tipo de persona que hablaba a la ligera; si decía que le gustaba Gu Liwei, entonces era cierto. Además, con su capacidad, seguro que podría proteger a Gu Liwei. Pero Mu Tian no esperaba haber confiado demasiado en él, ya que no solo no pudo proteger a Gu Liwei, sino que lo llevó a un estado de desesperación, de lo contrario, ¿cómo podría haberse suicidado Gu Liwei?

No haber detenido a Gu Liwei desde el principio era el mayor arrepentimiento de Mu Tian.

”Tian Tian~”

Mo Xiao levantó la mirada hacia Mu Tian, sin entender por qué estaba allí.

Mu Tian acarició su rostro y lo llevó a sentarse en el sofá, antes de girar su atención hacia Gu Liwei.

Al echar un vistazo a Gu Liwei, que mostraba una expresión impasible, Mu Tian le dijo con frialdad: “No me digas que todavía sientes algo por él”.

”¿Sentimientos?” Gu Liwei estaba aturdido, mirando fijamente a la pantalla, murmurando suavemente: “¿Y qué si los tengo?”

Aunque no estaba llorando, su rostro mostraba una tristeza profunda. Miró a Mu Tian y sonrió, mostrando una sonrisa que parecía más un llanto: “¡Mu Ge! ¿Sabías que mi hermana está embarazada?”

Mu Tian se sorprendió y, tras un rápido pensamiento, entendió lo que quería decir: “¡El niño es de Fu Rong!” Su tono era afirmativo.

Gu Liwei sonrió, una sonrisa que era más dolorosa que el llanto: “Sí, es de él. Había un acuerdo claro, pero ¿por qué terminó así? Esto es un castigo, ¡es el castigo por haberle robado el hombre a mi propia hermana!”

¡Pah!

Mu Tian le dio una fuerte bofetada a Gu Liwei en la cara, sintiendo algo de decepción: “¿Solo por un hombre te has vuelto así? ¡En este mundo hay muchas personas que están peor que tú! ¿Acaso todos deben sufrir de esta manera, queriendo morirse? ¿Qué clase de vida es esa?”

Gu Liwei se tocó la cara enrojecida por la bofetada, y las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. Él también odiaba su propia debilidad, pero la palabra ‘amor’ era lo que más dolía; sentía como si su corazón estuviera siendo desgarrado, deseando simplemente morir.

Mu Tian suspiró y dijo: “Conozco a muchos jóvenes talentosos. Más tarde te conseguiré uno”.

Gu Liwei se quedó en silencio, sin saber qué responder. Sabía que Mu Tian se preocupaba por él, y no era una persona que no supiera reconocer una buena intención. Finalmente, solo pudo sacudir la cabeza en señal de rechazo y dijo:

”Mu Ge, en este momento no tengo ánimo para hablar de eso”.

”¿Qué ánimos necesitas?” Mu Tian interrumpió, tomando una decisión: “No tienes que decir mucho, solo escucha mis arreglos. La mejor manera de olvidar una relación es comenzar otra. ¡Lo que necesitas hacer ahora es iniciar una nueva relación!”

Gu Liwei se sintió abrumado y decidió cambiar de tema: “¡Mu Ge! Quiero salir a trabajar”.

Mu Tian pensó un momento y respondió: “Eso también está bien, así no pensarás en cosas sin sentido. ¿Qué te parece si después vamos a la empresa? Te conseguiré un puesto allí. Pero tienes que trabajar bien, ¡no tengo preferencias!”

Gu Liwei asintió; no era como esas personas que se aferran a su orgullo y quieren buscar trabajo por su cuenta. En su opinión, trabajar en la empresa de Mu Ge sería mucho más conveniente. Si tenía una mejor opción, ¿por qué elegir otra?