Capitulo 6

Capítulo 6: Haciendo amistad

Qi Mu se apresuró a despejar los pensamientos negativos de su mente. La luz frente a él se bloqueó y se puso de pie, saludando a los recién llegados.

—Disculpa por haberte asustado, —dijo Qin Xiu con una sonrisa de disculpa— solo me sorprendía: desapareciste toda la noche y… ¡pasaste de un esqueleto a un ser humano! ¿Cuántas píldoras comiste?

—Me las terminé todas.

—¡Entonces… qué? ¡Te las terminaste todas! —Qin Xiu se detuvo, tragando lo que iba a decir –te estás buscando la muerte– y cambió de frase: —No pasa nada, no te preocupes, no es grave.

Aunque tu dantian estuviera destruido, comer muchas píldoras no explotaría tu cuerpo. No tenía sentido tocar un tema doloroso; además, parece que solo este joven frente a él comía valiosas píldoras como si fueran comida.

El espejo de agua desapareció y Qi Mu vio de inmediato sobre la mesa un montón de frutas espirituales, iluminadas con un resplandor de ensueño. Sus ojos se iluminaron:

—¿Todo esto es para mí?

El chico tenía ojos color ámbar brillantes y un rostro fino que reflejaba la luz dorada del sol, transmitiendo alegría incluso sin expresión. Qin Xiu no podía asociar a esta persona con el supuesto loco o tonto del que todos hablaban.

Con una rara expresión de inquietud, Qin Xiu se puso serio, su tono frío:

—No es que lo haya traído especialmente para ti. Solo hay muchas variedades de hierbas espirituales y seleccioné algunas para que pruebes si tienen efectos secundarios. Aunque normalmente no los tendrían…

Qi Mu, sin perder tiempo, agarró una fruta roja brillante y se la llevó a la boca:

—¡Qué amable eres, benefactor!

Qin Xiu, que nunca había hecho algo así, se sintió un poco incómodo. Al ver que el joven no se negó, suspiró aliviado y dijo:

—Solo cumplo órdenes. No puedo aceptar el título de benefactor. Mi apellido es Qin, y mi nombre Xiu.

Qi Mu, que estaba comiendo como un glotón, se congeló y giró la cabeza rígidamente:

—¡Qin Xiu, Qin Xiu! ¿¡Eres tú!?

Qin Xiu, reencarnación de Shennong, maestro de píldoras, conocedor de todas las hierbas medicinales, con una increíble percepción de madera y fuego, tenía siempre a su disposición tesoros espirituales que equivalían a medio imperio. Era el médico universal a servicio del Supremo Yuan Luo.

—¡Vaya monstruo! —pensó Qi Mu.

Era un personaje muy querido en novelas de cultivación: su lealtad al Supremo y su entrega desinteresada lo hacían inolvidable.

Al ser observado por los ojos dorados del joven, Qin Xiu respondió:

—Sí, soy yo.

Apenas había estado cerca del Supremo, no esperaba que el recién llegado supiera de él.

—Qin Xiu, ¿el médico más famoso que recorre todos los rincones del mundo, que conoce todas las hierbas y es un maestro supremo de píldoras? —preguntó Qi Mu con emoción.

¡Era un pez gordo!

Sintió una especie de asfixia al encontrarse frente a la persona real. Lamió los restos de fruta de sus manos y, con las palmas limpias, las extendió hacia Qin Xiu:

—Es un honor conocerte. Me llamo Qi Mu.

Qin Xiu mostró una expresión extraña y dijo:

—Sé tu nombre, pero ¿cómo sabes que quiero recorrer montañas y mares buscando hierbas? Eso es imposible…

El continente era vasto, con regiones salvajes y bestias antiguas; incluso un cultivador experimentado difícilmente podría recorrerlo todo en su vida.

Qi Mu negó con la cabeza y dijo seriamente:

—Tú puedes hacerlo. Si alguien puede, eres tú.

Porque lo escribió él mismo: Qin Xiu era un personaje popular y estaba “overpowered”, un op con el poder suficiente para lograrlo.

Los ojos de Qin Xiu se estrecharon, emocionado. Tras un momento, retiró sus manos de las de Qi Mu, recuperó la calma y dijo:

—Mmm, entendido.

—¿Puedo llamarte ‘hermano Xiu’?

Qin Xiu se mostró extrañado:

—Xiu… antes de cambiar mi nombre, me llamaba Qin Yixiu. ¿Cómo lo sabes?

—…lo dije de manera casual. ¿No puedo?

Qin Xiu sonrió y respondió:

—No, solo me resulta agradable. Como quieras.

—Hermano Xiu, si algún día tengo una enfermedad, ¡espero que me hagas un descuento!

Qin Xiu se rió:

—Si llega ese día, te daré todo gratis.

Qi Mu pensó: ¡Qué buen tipo! Esperaré ese día con ansias.

Tomó un par de frutas y ofreció:

—Cómetelas tú.

Qin Xiu preguntó:

—¿Estás tratando de hacer amistad?

Qi Mu asintió.

—…No hace falta, cómelas tú.

Aunque Qi Mu había olvidado el nombre de estas frutas espirituales, no eran en absoluto comunes. Un cultivador promedio que las refinara todas seguramente avanzaría al menos un pequeño nivel de cultivo. Lamentablemente, el cuerpo de Qi Mu era como un saco con fugas: comiera lo que comiera, se escapaba todo; el qi espiritual se perdía y su fuerza apenas aumentaba, solo ganaba un poco de masa al tacto.

Aún seguía siendo un “rostro bonito”, pero al menos era mejor que el esqueleto de antes. Había mucho tiempo por delante.

Durante el día, a través de la ventana, el cielo del Reino Demoníaco era claro y podía verse a muchas personas volando por los cielos, la mayoría sobre instrumentos mágicos, aún disfrutando de su libertad. Por las montañas pasaban aves feroces que oscurecían el sol, y había combates entre humanos y bestias salvajes, con ruidos ensordecedores y terremotos visualmente impresionantes.

Cada vez que había un ruido afuera, Qi Mu no podía evitar estirar el cuello para mirar, y en sus ojos ardía una llama, como si mil plumas le rascaran el corazón; todo su cuerpo se sentía incómodo.

¡Auu! El monje subestimó su corazón otaku.

Solo mirar sin poder refinar… ¡esto era insoportable! Antes se imaginaba cosas frente a la pantalla del ordenador; en la vida real solo había ratón, teclado y consola, todos eran personas normales, y eso estaba bien.

Pero ahora estaba en el mundo de la cultivación, ¡modo 3D y realidad total! Todos podían volar… menos él.

¡No lo soportaba más!

¡Maestro Supremo! Si se trata de la doble cultivación, ¡por favor no me descartes por ser un “pollo blanco”! Solo quiero volar, ¡así que me lanzo! Incluso si en este mundo tan rudo y poderoso, su cuerpo tiene la cara de un amigo mío de 200 kilos que daría miedo, ¡no importa!

El recuerdo de la prudencia desapareció en un instante.

Al pensar que antes tendría que desnudarme y demás… Qi Mu suspiró y se volvió hacia Qin Xiu:

—Hermano Xiu, ¿has visto el verdadero rostro del Maestro Supremo?

Qin Xiu asintió y luego negó:

—Tuve la suerte de verlo una vez, aunque solo fue un instante.

Los ojos de Qi Mu ardían:

—Nunca lo he visto. En ese momento llevaba una máscara negra, y nunca más lo volví a ver…

Al pensar que este niño pronto tendría una doble cultivación con el Maestro, Qin Xiu entendió su emoción, pero de repente su expresión se volvió sombría:

—Pareces muy feliz… ¿realmente deseas hacer la doble cultivación con el Maestro, sabiendo que después de una vez podrías morir?

Qi Mu se quedó atónito.

—¿Eh? ¿Eso estaba en la historia original?

…Bueno, algo así parece.

El Maestro Demoníaco no es alguien con quien cualquiera pueda estar; los elegidos para la doble cultivación son jóvenes con talento excepcional, seleccionados en un día específico cada año. Pocos sobreviven, pero los que lo hacen muestran habilidades extraordinarias, envidiables para otros.

Pero, ¿quién es este? ¡Con el aura de protagonista, no puede morir al encontrarse con el Maestro!

Al ver que Qin Xiu se preocupaba, Qi Mu no pensó que fuera por él mismo. Él dijo:

—No moriré, es solo una vez. No te preocupes.

—Aún no sabemos cómo se ve el Maestro. ¿Y si alguien más con máscara se confunde?

—No hay forma de confundirse. Aunque haya muchos con la misma ropa y máscara negra, podrás reconocerlo al instante.

—El Maestro… indescriptible. En ese momento solo pensé en cuatro palabras. —Qin Xiu recordó una escena, levantó la cabeza y suavizó su mirada:

—¡Asombroso, como un dios entre humanos!

Qi Mu abrió los ojos como platos, casi podían verse chispas saltando; Qin Xiu cambió de expresión y añadió:

—Aunque el Maestro nunca interactúa con los que no saben nada. Realmente no entiendo cómo te eligió.

No fue elección, fue el protagonista suplicando hasta conseguirlo. Qi Mu se llenó de orgullo: ahora yo soy el protagonista.

Pero no saber nada era un problema real. Comparado con el protagonista original, Qi Mu estaba muy por debajo, incluso su espíritu de “cucaracha inmortal” solo estaba a la mitad.

Molesto por los ruidos afuera, Qi Mu se dirigió a la estantería:

—Los inútiles no deberían seguir siendo inútiles. Desde ahora, voy a leer, estos dos días solo leeré.

Si incluso el autor desconocía la historia del continente, sería realmente lamentable. Por suerte, la estantería estaba llena de libros varios. El más grueso, Origen del Continente, tenía el doble de páginas que el segundo más grueso, Compendio de Manjares Extraordinarios, que Qi Mu tomó naturalmente.

Las páginas amarillentas estaban llenas de caracteres antiguos y retorcidos, que nunca había visto, ¡pero los reconocía! No ser analfabeto era un alivio; de lo contrario no podría leer secretos de cultivación y mejor se habría suicidado QAQ.

Al caer el sol, Qin Xiu se fue, diciendo que volvería al día siguiente, y desapareció.

Qi Mu, con lámpara, comenzó a leer toda la noche. Pronto descubrió otro talento secreto de protagonista: ¡tenía memoria fotográfica! Las lágrimas le llenaron los ojos.

El Compendio de Manjares Extraordinarios describía no solo las características básicas de decenas de miles de hierbas, sino también sus condiciones de crecimiento y distribución en el continente. Como autor del libro, Qi Mu podía asegurar que muchas cosas no estaban escritas; el mundo tenía su propio sistema, acercándose a la perfección.

Este era un mundo de cultivación “real” de dos dimensiones, creado por un autor de tres dimensiones, y ahora él mismo estaba allí.

El joven que antes lo atormentaba ahora esperaba ser favorecido por el Maestro.

Qué retorcido y extraño placer: cultivación para volar, y además preparar pasos importantes como enterrar las cenizas de la madre del protagonista en el mausoleo imperial. Qi Mu estaba listo.

¡Solo los verdaderos valientes enfrentan la vida bajo presión y se atreven a mirar lo que no se puede mirar!