—En un mundo con miles de millones de personas, siempre hay algunos con dones extraordinarios.
Xing Wei le había dicho esto a An Jinchen con una sonrisa en varias ocasiones:
—Xiao An, la verdad es que yo… puedo viajar en el tiempo.
—¿Viajar en el tiempo? —A An Jinchen le dolía la cabeza cada vez que escuchaba eso. Xing Wei solía parecer bastante normal, pero de vez en cuando sus nervios fallaban inexplicablemente.
—¡¿Qué es esa cara?! ¡Es verdad! Ya sea al pasado o al futuro, siempre que quiera, ¡puedo ir en cualquier momento!
—¿Por eso te convertiste en un joven talento tan fácilmente? Cuando estabas en la escuela, ¿cada vez que conseguías las respuestas volvías al pasado para reescribir el examen y sacar buenas notas?
—¡No! —Xing Wei tenía una expresión de frustración—. ¡No puedo hacer ese tipo de cosas! ¡No se puede reescribir la historia viajando al pasado! En el momento en que intentas hacer algo que podría cambiar el pasado o el futuro, eres expulsado instantáneamente de ese tiempo y espacio.
—¿Ah, sí? Si no puedes cambiar el pasado, ¿qué sentido tiene viajar en el tiempo?
—Es solo para ir a echar un vistazo… —Xing Wei inclinó la cabeza con una leve sonrisa, su mirada suave como el agua—. Ya sea en el pasado o en el futuro, suceden cosas hermosas. Siempre estoy dispuesto a volver para ver esas escenas nostálgicas en mi memoria… por ejemplo, la noche en que me enamoré de ti, y los muchos días felices que pasamos juntos.
—Tch, qué viaje en el tiempo ni qué nada, ¿no basta con mirar fotos cuando tengas tiempo? —An Jinchen bostezó y se dejó caer sobre la almohada.
—¡Xiao An, tienes que creerme, lo que digo es verdad!
An Jinchen le lanzó una almohada a la cara:
—Deja de imaginar cosas y duérmete rápido.
Los caminos del destino son inconstantes e impredecibles; muchas cosas suelen desarrollarse y cambiar continuamente.
Las estaciones pasan apresuradas, el tiempo es efímero. Aquello que una vez fue hermoso y cálido, a menudo puede tener un final tan vacío y frío como un agujero negro.
Tres años después, a finales de 2008.
—Según el testamento del Sr. Xing Wei, todas las empresas y bienes a su nombre le serán donados a usted, Sr. An Jinchen.
—¿Qué significa que todo es para mí?
La taza de café en la mesa tembló. El hombre apuesto, de mirada afilada, golpeó la mesa con la mano, con las venas resaltadas, mirando con ferocidad al abogado frente a él.
El abogado se ajustó las gafas y simplemente empujó los documentos sobre la mesa hacia él:
—Señor An, por favor firme.
—¡¡¡Te pregunté qué significa que todo es para mí!!!
—Solo sigo el procedimiento legal. Este era el deseo del Sr. Xing Wei; desconozco los demás detalles…
En la televisión siempre posaba como un noble elegante y etéreo que no parecía de este mundo; no esperaba que este tipo diera tanto miedo cuando se enfadaba. Las apariencias engañan. El abogado suspiró para sus adentros y extendió las manos:
—En fin, así es como está escrito en el testamento.
—¡Entonces te pregunto! ¿¡Por qué escribió un testamento!? ¡Solo tenía 23 años! ¿Quién escribe un testamento siendo tan joven? ¿Quién puede predecir a esa edad que morirá en un accidente aéreo? Y además… ¡¿por qué darme todo lo que tenía a mí?! ¿Estaba loco? ¡Lo que era mío ya lo recuperé todo! El resto lo consiguió con su propio esfuerzo, ¡no tiene nada que ver conmigo! ¿Por qué…?
An Jinchen de repente perdió la voz. Como si hubiera pensado en algo, se quedó atónito y se sentó lentamente.
—Xiao An, la verdad es que puedo viajar en el tiempo.
Esa voz familiar resonó en sus oídos como en un trance.
Cuando aún estaban juntos, e incluso en medio de los complicados enredos tras la ruptura, Xing Wei solía mencionar esa frase sin motivo aparente.
—Xiao An, realmente puedo viajar en el tiempo. He estado allí antes, mucho, mucho tiempo después…
Pero An Jinchen nunca entendió por qué, cuando Xing Wei mencionaba el futuro, siempre ponía una expresión triste, como si quisiera decir algo pero se detuviera.
—¿Él… lo sabía desde el principio?
¿Sabía desde el principio que iba a morir?
Imposible, imposible. Qué viaje en el tiempo ni qué nada, ¿por qué iba a creer las tonterías de ese loco?
Pero, recordaba claramente que cuando era niño, bajo ese árbol de ginkgo… había visto a Xing Wei.
La razón inicial por la que se acercó a Xing Wei y le gustó fue por ese recuerdo de la infancia.
Pero Xing Wei lo negó repetidamente, y las fechas no coincidían, así que siempre pensó que solo había sido un sueño. Pensó que, como ambos tenían un destino nefasto que los unía, por eso había soñado con él desde pequeño.
¿Acaso… eso tampoco fue un sueño?
An Jinchen sacudió la cabeza, sus pensamientos eran un caos, pero en la zona del corazón sintió, sin razón alguna, una punzada de dolor agudo.
Qué extraño. Hacía mucho, mucho tiempo que no tenía esta sensación.
Desde el principio fue una relación maldita. Y desde el día en que supo aquella verdad, desde que supo el secreto que Xing Wei ocultaba, ese corazón tierno y humilde había sido estrangulado.
Hacia el hipócrita de Xing Wei, hacia este mundo hipócrita, solo le quedaba insensibilidad.
Desde hacía dos años, bajo aquella lluvia torrencial, después de burlarse de Xing Wei mientras este le suplicaba llorando y de marcharse con decisión, la vida de An Jinchen debería haber consistido únicamente en el placer del éxito de su venganza y en un lujo adormecedor.
Xing Wei… se había desvanecido de su mundo. Desde entonces, no lo veía, no lo escuchaba, no pensaba en él.
Hasta que vio esa noticia: la persona con la que alguna vez compartió la almohada había muerto en un accidente aéreo. En ese momento, una belleza que había conocido la noche anterior dormía en su cama. Él miró la televisión, se bebió tranquilamente la leche caliente de su taza e incluso le preparó unas tostadas a su aventura de una noche.
La noche anterior al accidente de Xing Wei, fue la última vez que An Jinchen recibió una llamada suya después de la ruptura.
La voz de Xing Wei al otro lado del teléfono se ahogaba en llanto. Dijo: “Xiao An, te extraño mucho”.
An Jinchen no respondió.
Xing Wei continuó: “Xiao An, siempre te amaré”.
An Jinchen siguió sin responder.
Luego Xing Wei dijo en voz baja: “Xiao An, lo siento, lo siento… adiós”.
An Jinchen finalmente resopló con frialdad: “Deja de ser tan sentimental, lárgate”.
Y colgó el teléfono. No esperaba que esa fuera la última frase que le diría a Xing Wei.
En ese momento, ¿Xing Wei tenía algo más que decir? En el instante del accidente aéreo, ¿qué estaba pensando Xing Wei? Si él no hubiera colgado el teléfono, si hubiera sido un poco amable, ¿Xing Wei no habría tomado ese vuelo?
Pero… ya no importaba.
De todos modos, hacía tiempo que no tenía nada que ver con él.
Si murió, murió. Fue solo un accidente, nadie puede predecirlo, nadie puede cambiarlo, y mucho menos un accidente; no fue culpa suya. De todas formas, se lo merecía… No me hiciste ningún favor. Solo me devolviste lo que me robaste.
Robaste mi vida, disfrutaste de todo lo que yo debería haber disfrutado y arruinaste mi existencia. Ahora que lo has devuelto todo, es lo que te mereces, te lo mereces…
“Xiao An… me gustas…”.
El rostro de Xing Wei ya era de por sí muy hermoso, pero cuando sonreía y curvaba los ojos al mirar a alguien, a menudo parecía excepcionalmente tierno.
“De verdad me gustas… me gustas mucho, mucho…”.
Xing Wei siempre repetía esas palabras una y otra vez.
“Puedo darte cualquier cosa, de verdad, ¿qué es lo que quieres?”.
Cuando Xing Wei decía esas cosas, sus ojos estaban llenos de una tristeza incontenible.
“No importa lo que haga, nunca te enamorarás de mí, nunca te quedarás por mí, ¿verdad?”.
En aquella fuerte lluvia, lo confesó todo. Para Xing Wei, después de saber la verdad, él solo estaba utilizando sus sentimientos. Porque debía recuperar lo que le pertenecía.
“No importa, no importa… no tengo nada que odiar…”.
Arrodillado bajo la lluvia torrencial, Xing Wei, que lo había perdido todo, murmuraba para sí mismo.
“No importa, de todos modos… originalmente todo era tuyo”.
Una tormenta idéntica a la de aquel día golpeaba su cuerpo con un dolor inusual. Los truenos retumbaban y los relámpagos intermitentes convertían los alrededores en un día blanco y deslumbrante.
An Jinchen caminaba en silencio, completamente empapado bajo la lluvia torrencial.
Hace mucho, mucho tiempo, hubo alguien que lo abrazó tiernamente cuando estaba lleno de heridas, apretujados en la pequeña cama de una casa en ruinas, consolando sus cicatrices con su calor corporal.
Aquel día también llovía a cántaros y los relámpagos y truenos eran feroces. La ventana en mal estado goteaba lluvia. En ese entonces, él solo se sentía muy cansado, muy, muy cansado, y abrazado a su única fuente de calor, no quería pensar en nada.
Está bien, está bien, ¡no es que yo no tuviera nada de culpa! Su conciencia parecía estar condenándolo todo el tiempo. An Jinchen tuvo que admitir que tal vez, con respecto a esa persona, realmente sentía una pizca de… culpa.
Por eso, en un momento así, surgía un rastro de nostalgia.
¡¡¡Pero no me arrepiento!!!
“Xiao An…”.
Pero justo en ese momento recordó que, cuando esa persona lo llamaba por su nombre, siempre lo hacía con una adoración evidente. Incluso tras la traición total, en la mirada de Xing Wei hacia él, nunca pudo encontrar ni una pizca de odio, solo tristeza e impotencia.
An Jinchen no podía entender qué tipo de sentimiento era ese. A pesar de haberlo traicionado por completo, Xing Wei seguía siendo un idiota, seguía esforzándose por protegerlo.
Una persona así… ¿él… murió?
¿Nunca más… podré verlo?
¿Ni siquiera una mirada indiferente en una reunión, ni siquiera un roce ocasional al pasar, ni siquiera un destello fugaz en la pantalla del televisor?
Nunca más lo vería. Esa persona, a partir de ahora, yacería en las frías aguas del Océano Atlántico, y nunca más podría mirarlo desde lejos con esos ojos humildes, ardientes, tristes y anhelantes.
Su corazón se contrajo de nuevo incontrolablemente con un dolor punzante.
¿Qué está pasando? An Jinchen frunció el ceño. Yo claramente, claramente nunca… nunca sentí nada por él…
No… no pienses más.
Se ajustó el cuello de la ropa, pero la lluvia helada seguía filtrándose por su cuello.
Ocho años después, a finales de otoño de 2016.
Desde lejos, solo mirarlo desde lejos estará bien.
¡Solo una mirada! ¡Lo miro una vez y me voy, lo miro una vez y me rindo!
Xing Wei, de veintiún años, aún no se había cortado el pelo que le llegaba hasta los hombros. Como joven heredero de una compañía de entretenimiento, poseía un rostro hermoso y una figura alta que a menudo lo hacían pasar por modelo. En teoría, alguien así no tendría necesidad de esconderse, pero en este momento y en este lugar, esconderse… era obligatorio.
Xing Wei estaba parado detrás de un grueso tronco de árbol, en un parque donde las hojas caídas embellecían todo el final del otoño, lleno de dudas y vacilaciones.
¡De verdad, solo una mirada y ya, lo veo una vez y de verdad me voy!
Había saltado diez años completos, pasando directamente de 2006 a 2016. Era la primera vez que intentaba un salto temporal hacia un futuro tan lejano, y realmente no se acostumbraba…
Según el tiempo original, en 2006 él tenía veintiún años y An Jinchen veintidós. En este tiempo, Xiao An ya tenía treinta y dos años.
Entonces él también debería tener ya treinta y un años. Seguro que ya había envejecido, ¡tenía que tener cuidado de no toparse con su “yo” de este tiempo! ¡Su yo actual no quería ver a su yo de dentro de diez años!
Pero Xiao An seguramente seguiría siendo tan guapo como en sus recuerdos, Xiao An seguro que no había cambiado.
En realidad… no debería haber venido.
En un mundo con miles de millones de personas, siempre hay algunos con dones extraordinarios. Como Xing Wei, quien después de ser iluminado por un extraño adivino cuando era niño, descubrió su habilidad especial para viajar en el tiempo. A partir de entonces, pudo saltar a voluntad entre diferentes momentos de su vida.
Pero los dones extraordinarios a menudo no son una bendición. El adivino le advirtió sobre esto, y el propio Xing Wei tenía mucho cuidado: no podía modificar el pasado por su cuenta, no podía modificar el futuro por su cuenta. Si actuaba contra la voluntad del cielo, seguramente traería desastres para él y para las personas importantes a su alrededor.
Por eso, Xing Wei nunca había usado este don para volver al pasado e intentar reescribir sus errores, y mucho menos había pensado en saltar al futuro para ver su destino.
Esta habilidad la había usado solo unas pocas veces en su vida, y únicamente para volver al pasado, esconderse en un rincón y echar un vistazo secreto a las escenas que añoraba.
Esta vez, al venir al futuro de diez años después, también planeaba solo echar un vistazo furtivo. Absolutamente no aparecería, no hablaría y no dejaría rastro.
No tenía otra opción…
Acababan de romper. An Jinchen lo había dejado de manera muy tajante y él estaba muerto de tristeza. No podía comunicarse por teléfono, no podía verlo. Originalmente, sus sentimientos eran tan buenos… fue bastante repentino y bastante cruel.
Sin embargo, no podía culpar a An Jinchen. Este final no era algo que no hubiera previsto, solo que no esperaba que la verdad saliera a la luz tan rápido. Con un destino tan nefasto y profundo, y con la personalidad de Xiao An, probablemente no volvería a dirigirle la palabra en toda su vida.
Pero extrañarlo era demasiado doloroso. Amar a alguien que te odia hace que los días parezcan años, así que…
Si veía una imagen de An Jinchen diez años después, ya casado, con hijos y feliz, tal vez podría darse por vencido, tratar de aceptarlo y tratar de dejarlo ir.
Ahh… qué pensamiento tan egoísta. Pero, ¿qué más podía hacer? Xing Wei suspiró en silencio. Si Xiao An podía dejar atrás sus rencores y encontrar la verdadera felicidad, eso también contaría como su propio deseo cumplido.
Incluso si descubría que diez años después eran como extraños, Xing Wei se resignaría.
Que yo sea feliz o no, ya no importa. Mientras tú todavía…
¡Ahí viene!
Una figura familiar apareció de repente. Xing Wei se escondió rápidamente detrás del árbol, tan nervioso que el corazón casi se le salía del pecho.
An Jinchen llevaba una gabardina gruesa y sostenía una taza de café caliente mientras caminaba lentamente desde el otro extremo del parque. Las hojas de ginkgo cubrían el banco; él las apartó y se sentó, pareciendo mirar al cielo con la mente perdida.
¡Xiao An casi no había cambiado nada!
Cabello negro, flequillo cubriendo casi sus ojos, ojos azules fruto de su herencia mestiza y rasgos profundos, cintura firme, piernas largas… ¡todo seguía siendo igual de guapo que en su memoria! Xing Wei se sintió muy inútil, porque su corazón había comenzado a latir cada vez más rápido.
Claro, había cambiado un poco… su temperamento era más estable, tenía ese encanto especial de un hombre maduro.
¡Ah! Diez años después sigue siendo tan guapo que incita al crimen. ¡No me resigno, no me resigno! ¿Debería intentar, cuando regrese, perseguirlo a muerte hasta recuperarlo? Pensando en lo sexy que siempre ha sido Xiao An en la cama, ¿cómo podría estar dispuesto a entregárselo a otro? Al final, es mejor que me lo quede yo a que se lo quede otro.
Aunque… eso es solo lo que pienso. Ahora me odia tanto que el día en que pueda recuperar mi posición parece muy lejano.
Solo que… Xiao An no parece muy feliz.
Xing Wei le miró la cara. An Jinchen parecía más delgado, y ¿por qué después de diez años no había rastros de envejecimiento en su rostro, pero sí una profunda arruga en el entrecejo?
Había escuchado que parece que hasta ahora… sigue soltero.
¡Pero no tenía ningún derecho a sentirse secretamente feliz por esa noticia!
Dado que An Jinchen todavía vivía en la villa que compartía con Xing Wei, antes de venir a este parque a esperarlo, Xing Wei había preguntado primero a los vecinos. Parece que An Jinchen ya no era un ídolo ni tocaba el piano; parecía haber abierto alguna empresa y vivía con holgura. Debería estar bastante despreocupado…
También fue un vecino quien le dijo que a menudo venía a este parque a sentarse un rato, a quedarse aturdido en el banco, y por eso se había escondido aquí en secreto.
Ahora que lo pensaba, Xiao An siempre había sido alguien que se quedaba embobado con facilidad…
Pero, ¿por qué tenía esa expresión? Mirando al cielo así, parecía algo perdido, algo triste, algo… que hacía doler el corazón.
Xing Wei sintió que seguramente estaba siendo sentimental de nuevo.
La primera noche que vio a An Jinchen, sintió que la mirada melancólica de esa persona le partía el corazón. Pero los hechos demostraron que se lo había imaginado todo, y también demostraron que An Jinchen había fulminado a mucha gente con esa mirada triste innata; Xing Wei no era más que una gota en ese océano.
Me pregunto en qué estará pensando el Xiao An de dentro de diez años cuando se queda así… Ojalá pudiera saberlo.
Espera, ¿no habíamos quedado en mirar una vez e irnos?
Ahora ya lo he visto, An Jinchen vive bien, ¡así que ya me puedo ir!
En su cerebro, algo llamado razón comenzó a burlarse de la indecisión de alguien. Después de todo, Xing Wei ya había tenido la actitud de un ladrón al preguntar descaradamente a los vecinos de An Jinchen si tenía amigos íntimos que entraran o salieran con frecuencia.
Los vecinos indicaron claramente que no, absolutamente no. El señor An siempre había estado solo.
Entonces, ¿qué estaba esperando secretamente? ¿Que An Jinchen estuviera mirando al cielo pensando en él? ¿Que su yo de diez años después pudiera superar todos los obstáculos y finalmente quedarse con la belleza?
No bromees. An Jinchen seguramente todavía deseaba que estuviera muerto.
Así que, aunque la otra parte no tenía la hermosa esposa y los adorables hijos que él había imaginado, la vida de soltero también era muy placentera. En resumen, al An Jinchen de diez años después le iba bien; ya había visto suficiente, así que debía irse rápido.
Aunque la razón lo apresuraba, ¡sus pies no se movían!
¿Por qué te vuelves tan inútil en cuanto estás frente a él? pensó Xing Wei, lamentando su propia desgracia y enojado por su falta de voluntad. ¿Quién iba a esperar que en ese momento, una paloma volara sin razón aparente y se posara con arrogancia justo sobre la cabeza de Xing Wei?
¡Oye, oye! ¡No, por favor, me dan miedo las aves!
Xing Wei extendió la mano para espantar a la paloma, pero el ave tenía muy mal genio y bajó para picotearle una y otra vez. Xing Wei soltó un grito miserable sin querer, y la mirada de An Jinchen barrió alerta hacia esa dirección.
Se acabó. ¡Me descubrieron!
La sangre en el cuerpo de Xing Wei pareció congelarse al instante. En el momento en que sus miradas se cruzaron, su primera reacción fue correr, ¡correr a toda velocidad! Sin embargo, era como si hubiera sido atraído por esos ojos azul profundo de An Jinchen; sus piernas parecían clavadas al suelo, incapaces de moverse.
—¡¿Xing Wei?!
An Jinchen se levantó de la silla de golpe. Su expresión podía describirse como conmocionada, atónita, estupefacta, distorsionada.
En resumen, ¡como si hubiera visto un fantasma!
Aunque me odies, ¡no hace falta que seas tan obvio! Xing Wei no pudo evitar sentirse un poco herido. Pero, ya que lo habían visto, entonces… mejor saludar antes de regresar.
Aunque solo fuera un accidente, si solo era un saludo, no debería cambiar nada que no debiera ser cambiado. ¡Además! El hecho de que él podía viajar en el tiempo ya se lo había contado a An Jinchen cuando salían, aunque An Jinchen siempre ponía cara de incredulidad.
Pero como ya se lo había dicho, el An Jinchen de diez años después seguramente también lo sabía. Aunque no lo creyera, al menos tendría alguna preparación mental, y ahora que realmente veía al Xing Wei de hace diez años viniendo de visita, no debería estar demasiado sorprendido.
Justo cuando pensaba esto, An Jinchen corrió hasta quedar frente a él.
El aliento cálido estaba tan cerca. Antes de que Xing Wei pudiera poner su sonrisa característica, la mano de An Jinchen se extendió repentinamente hacia su rostro.
—¿Realmente… eres… Xing Wei?
Bajo el toque de esos dedos familiares, la cara de Xing Wei se calentó inútilmente.
—Esto…
No terminó la frase; al segundo siguiente, fue abrazado fuertemente por An Jinchen, apretándolo tanto que Xing Wei casi no podía respirar.
—Tú… ¡¿Realmente eres Xing Wei?! ¿No estoy… soñando? ¿Xing Wei? ¿De verdad eres tú?
Gotas de agua tibia se deslizaron por su cuello. Xing Wei estaba extremadamente confundido. ¿Cómo podía ser…? ¿Cómo podía ser…? Absolutamente imposible. Levantó la cabeza con incredulidad y descubrió que An Jinchen realmente estaba llorando.
¿Pero por qué? ¿Por qué Xiao An…?
—Esto… soy Xing Wei, sí, pero…
Pero, ¿no te has equivocado de persona?
Quiero decir, aunque quieras abrazar a alguien, al que quieres abrazar… ¿no debería ser a mi yo de dentro de diez años? Con una diferencia de diez años, al menos debería haber algún cambio en la apariencia, ¿no? ¿Xiao An no puede distinguirlo? ¿Acaso mi yo de diez años después es exactamente igual a mi yo actual, sin ningún cambio?
No debería ser así, ¿verdad? Aunque la alegría en su corazón hacía que Xing Wei quisiera quedarse abrazado así para siempre, aun así, mejor explicarse primero, ¿no?
—Esto, ejem… ¡Xiao An, Xiao An! Escúchame, aunque soy Xing Wei, tengo 21 años. Yo… vengo de hace diez años, vengo del 2006.
Xing Wei observó con cuidado la reacción de An Jinchen y continuó:
—Verás, sobre lo de viajar en el tiempo, te lo conté antes, eso… te lo dije muchas veces. ¿Lo… recuerdas?
—¿Es así? ¿De hace diez años? —llegó el murmullo de An Jinchen a su oído. Por su tono, no parecía muy sorprendido.
—Sí, ¿te acuerdas? Ese verano dijiste que rompiéramos; cuando vine, ya había pasado medio año. El día que vine era la víspera de Año Nuevo de 2006. No sé qué pasó después, pero hasta ese momento, todavía no querías perdonarme… jaja.
Los brazos que lo sostenían, que ya de por sí dolían, de repente se apretaron más, como si An Jinchen tuviera miedo de que Xing Wei escapara. Xing Wei se quedó un poco aturdido.
—¡Xing Wei, no puedes volver!
Pero si no he dicho que vaya a volver ahora mismo…
—¡Te digo que no puedes volver! ¿Me escuchaste? ¡Xing Wei! ¡No puedes volver nunca más! ¡¡No te permito que regreses al pasado!!
An Jinchen finalmente lo soltó, pero agarró sus hombros con fuerza con ambas manos. No era la primera vez que Xing Wei veía una expresión algo loca en An Jinchen, pero verlo llorar con esa ferocidad aterradora era realmente la primera vez. Por lo tanto, estaba bastante desconcertado.
¿Por qué? ¿Por qué de repente dice que no puedo volver? ¡El comportamiento de Xiao An es muy extraño!
—¡Quédate así, quédate aquí, quédate a mi lado! ¿De acuerdo? ¡Xing Wei! ¿De acuerdo? No vuelvas, no vayas a ningún lado, ¡quédate! Te trataré bien, te aseguro que…
Siendo sacudido como un muñeco de trapo, y dado que la cabeza de Xing Wei era bastante lista, entre la confusión, pareció comprender algo.
Aunque estaba realmente sorprendido de que el Xiao An de diez años después pareciera dispuesto a estar con él… pero, ¿por qué quería que el Xing Wei de hace diez años no regresara? Si quería estar juntos, en este momento ¿no debería estar aquí el Xing Wei de 2016?
Estar con “él”, con el Xing Wei de diez años después, ¿no sería suficiente? ¿Por qué? ¿Por qué quiere que me quede y no me permite volver?
…
—¿Acaso… mi ‘yo’ de diez años después… ya no existe?
Esa parecía ser la única explicación lógica.
En el instante en que hizo esa pregunta, la expresión de An Jinchen estuvo al borde del colapso.
Xing Wei nunca había visto ese tipo de expresión en An Jinchen. Inmediatamente sintió que se le encogía el corazón, pero al mismo tiempo, debido al impacto, su mente se quedó en un blanco inadaptable.
Diez años después, yo… ¿ya estoy muerto?
Antes de venir aquí, había imaginado todo tipo de futuros. Tal vez su yo de diez años después se había reconciliado con An Jinchen, tal vez estaba solo y desamparado, tal vez había encontrado a alguien que reemplazara a An Jinchen, tal vez se había entregado a la bebida y la degradación, o tal vez se había convertido en un adicto al trabajo…
Pero lo que nunca imaginó fue que, en el futuro de diez años después, él ya no existiría.
En 2016, ya no había ninguna persona llamada Xing Wei en el mundo.
Hola mi amor uwu
Apenas comienza y ya me siento verguiada
AUN NO LLORO, (pero casi) (T^T)