Él durmió durante dos horas completas y, cuando abrió los ojos, Gong Lang estaba a su lado jugando en silencio. Casi tan pronto como Huo Youqing se movió un poco, Gong Lang percibió que estaba despierto y dejó caer el teléfono de inmediato, levantando la cabeza y preguntando:—Youyou, ¿qué quieres para el almuerzo?
Huo Youqing se quedó acostado un rato más antes de sentarse. Desde que supo que era una mala persona, su rechazo hacia el actual Gong Lang disminuyó un poco. Mencionó algunos platos que le gustaría comer y de repente recordó algo.
—¿Tomaste la carta de mi escritorio?
—¿Qué carta?
La falsa confusión de Gong Lang era demasiado evidente. Huo Youqing lo miró con desprecio y quiso levantarse.
A mitad de camino, alguien le agarró el brazo y lo arrastró de vuelta a la cama. Gong Lang dejó caer su aliento caliente cerca de su oído y dijo: —Está bien, sí tomé la carta, ¿te lo dijo ese mocoso llamado Qiu Wenfei? Sabía que ese tipo no era algo bueno. ¿Por qué te importa esa carta?
Huo Youqing giró la cabeza ligeramente para evitar el calor molesto.
—Es una carta que alguien me escribió, ¿por qué no puedo preguntar?
—Puedes preguntar, pero es mejor que no lo hagas.
La respuesta de Gong Lang hizo que Huo Youqing se volviera hacia él, mirando fijamente a su viejo amigo.
—¿Por qué dices eso?
Una expresión de aversión cruzó el apuesto rostro de Gong Lang.
—La carta… no es nada bueno, no querrías saber. Quién escribió la carta es un pervertido.
Su expresión no parecía falsa.
¿Un pervertido?
Huo Youqing recordó al chico que se acercó a él ese día. Debido a que todo sucedió repentinamente, no pudo ver con claridad su rostro e incluso olvidó cualquier característica distintiva.
Sin poder llegar a una conclusión, Huo Youqing decidió no preguntar más y golpeó la mano que le rodeaba la cintura.
—Suéltame, tengo hambre.
Huo Youqing se quedó en la mansión durante dos días y sus vacaciones se agotaron por completo, por lo que tuvo que regresar a la escuela. Gong Lang lo acompañó de vuelta a su dormitorio, pero en cuanto llegó, habló con Qiu Wenfei, que estaba sentado frente al escritorio: —Tú, el que se apellida Qiu, ¿podemos hablar?
Huo Youqing percibió que algo no andaba bien y llamó a Gong Lang.
Gong Lang le sonrió.
—No haré nada, solo quiero hablar con él.
Qi Wenfei se levantó en silencio del escritorio y salió primero del dormitorio, mirando a Gong Lang a mitad de camino.
—¿No querías hablar? Hablemos afuera.
Huo Youqing sintió que algo no estaba bien entre los dos. Quería decir algo, pero ambos le aseguraron que no había problema, así que solo pudo sentarse nuevamente en su silla.
Gong Lang había estado junto a él todo el tiempo en los últimos días; apenas tenía espacio personal y ahora realmente tenía algo que quería hacer.
Según sus colegas del futuro, Dai Yuan solía ser un fotógrafo muy famoso. En ese momento, no les preguntó mucho, pero ahora estaba curioso.
Huo Youqing abrió su computadora portátil, ingresó “Dai Yuan” en el motor de búsqueda e hizo clic en buscar. Apareció mucha información. Navegó a través de ella una por una y, cuando estaba a la mitad, la cara de Gong Lang se acercó repentinamente.
—Youyou, ¿qué estás viendo?
Huo Youqing entró en pánico y quiso cerrar su laptop, pero ya era demasiado tarde. Gong Lang pudo leer la información en la pantalla. Leyó en voz alta las palabras “Dai Yuan” y su expresión se volvió sombría.
—Otra vez Dai Yuan. Youyou, ¿por qué estás buscando a esta persona?
—Te lo diré en privado.
Las palabras “en privado” tranquilizaron el corazón angustiado de Gong Lang al instante. Y miró con burla en una dirección.
Al final de esa dirección estaba Qiu Wenfei, sentado de espaldas a ellos, con una mano presionando su abdomen. El dolor torcía un poco su rostro; sabía que esa área estaba magullada.
En las siguientes semanas, Huo Youqing llevó una vida tranquila. Le dijo a Gong Lang que el nombre Dai Yuan era parte de un sueño que había tenido, y Gong Lang le creyó, pero también le pidió que no se obsesionara demasiado con ese nombre.
—Un sueño es solo un sueño —dijo Gong Lang con convicción.
Huo Youqing gruñó dos veces y empujó a Gong Lang, quien se había acurrucado en su cama sin que él se diera cuenta.
—Hace calor. Deberías volver a tu dormitorio.
Gong Lang escaneó ávidamente la piel expuesta de Huo Youqing. La escuela estaba sin electricidad, lo que significaba que no podían usar el aire acondicionado ni los ventiladores. Huo Youqing siempre había sido sensible al calor y ahora una fina capa de sudor se pegaba a sus piernas, blancas como la nieve.
Era tan pálido que, en la tenue luz de la habitación parecía estar brillando; tan deslumbrante que resultaba empalagoso para el corazón.
—Salgamos a dormir afuera esta noche —sugirió Gong Lang.
Huo Youqing, que estaba delirando por el calor, dijo: —Mañana tengo clase a las ocho.
—Prometo que te despertaré y te llevaré en auto para asegurarme de que no llegues tarde.
Con esa promesa de Gong Lang, Huo Youqing estuvo de acuerdo. Recogió rápidamente un conjunto de ropa y se preparó para salir con él.
Cuando salieron, se encontraron con Qiu Wenfei.
Qiu Wenfei vio a Huo Youqing y luego a Gong Lang detrás de él, y parecía haber adivinado algo.
—¿Vas a pasar la noche fuera? Es posible que el personal de gestión de residencias lo controle.
Huo Youqing asintió con la cabeza:—Le dije al jefe de dormitorio; él me ayudará a cubrirlo.
Qiu Wenfei no dijo nada más, viendo a Huo Youqing y Gong Lang irse.
Gong Lang se detuvo a medio camino y levantó el dedo medio hacia Qiu Wenfei, con un significado de desprecio y provocación, como si fuera Sima Zhao.
Qiu Wenfei apretó los dientes al ver esto y corrió de vuelta a su habitación, cerrando las cortinas de su cama. Luego, respondió a un mensaje en una aplicación de redes sociales.
—Él va a pasar la noche fuera con Gong Lang.
Esta fue la primera vez que respondió a ese número. Después de enviar el mensaje, sintió que su teléfono y sus dedos se calentaban tanto que casi no podía sostenerlo, especialmente después de recibir una gran transferencia de dinero desde ese lado.
Con solo una breve frase, obtuvo una recompensa de cinco mil.
Qiu Wenfei no se atrevió a mirar el teléfono y, en cambio, se cubrió la cara con dolor.
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Por otro lado, Gong Lang llevó a Huo Youqing a alojarse en el hotel de cinco estrellas más cercano a su escuela, donde tenía una suite reservada todo el año. En realidad, Gong Lang quería compartir cama con Huo Youqing, pero fue rechazado sin piedad, así que tuvieron que dormir en habitaciones separadas.
Después de entrar en la habitación, Gong Lang se puso los auriculares y comenzó a jugar a videojuegos, sin prestar atención al servicio de habitaciones que llamó más tarde.
Huo Youqing acababa de ducharse cuando escuchó que llamaban a la puerta y fue a abrirla. Era un empleado del hotel que les traía un refrigerio nocturno.
Huo Youqing tenía un poco de hambre, así que le permitió pasar. Cuando el empleado se fue, Huo Youqing se dio cuenta de que había una carta en la alfombra.
Era idéntica a la carta que había recibido la última vez. El color y el remitente eran los mismos:
De Dai Yixin.
Huo Youqing se quedó paralizado.
Después de un rato, se agachó para recoger la carta del suelo. ¿La habría dejado allí el empleado que trajo el refrigerio?
La última vez, Gong Lang le dijo que el contenido de la carta era insoportable y que no debía leerla.
Huo Youqing confiaba en que Gong Lang no le mentiría sobre este asunto.
Mientras dudaba, Gong Lang salió de la habitación después de terminar una partida. Vio la carta en las manos de Huo Youqing y se la arrebató sin dudar.
—¿Qué es esto? ¿Otra vez una carta de esa persona? Youyou, ¿de dónde salió esta carta?
—No lo sé, justo después de que alguien trajera la comida, apareció en el suelo cuando se fue —respondió Huo Youqing.
Gong Lang miró a Huo Youqing y, al ver que el destinatario estaba justo frente a él, esta vez se contuvo y trató de obtener el consentimiento de Huo Youqing.
—Voy a echarle un vistazo por ti. Si no hay algo aterrador escrito en ella, te la entregaré.
Huo Youqing pensó por un momento y estuvo de acuerdo.
Luego vio cómo la expresión de Gong Lang se volvía inusualmente furiosa. Sin esperar a que Huo Youqing hablara, Gong Lang arrugó la carta y la metió en su bolsillo, con el ceño fruncido.
—No la leas.
—¿Qué decía la carta? —preguntó Huo Youqing.
Gong Lang hizo una pausa y luego le sonrió.
—Come tu refrigerio, yo me encargaré de esto. Es solo un pervertido repugnante.
Huo Youqing miró a su amigo, que parecía más serio de lo habitual, y solo asintió. Mientras se quedaba dormido, pensó que debería preguntarle a Gong Lang cómo manejar esto.
Era demasiado tarde para hacerlo esta noche, así que lo haría por la mañana.
Pero no se imaginaba que, al despertar, tendría veintisiete años de nuevo.
Desde que acompañó a Dai Yuan al médico el miércoles, este se había vuelto mucho más tranquilo y ya no le enviaba más mensajes. Huo Youqing también comenzó a considerar buscar un nuevo trabajo, ya que el anterior no solo no le había generado ganancias, sino que le había costado dinero.
Para su segundo trabajo, Huo Youqing fue mucho más cauteloso que antes. No firmó el contrato el mismo día, sino que investigó la información de la empresa con anticipación. El viernes, finalmente fue contratado por una empresa extranjera, donde realizaría un trabajo relacionado con la traducción.
El departamento en el que trabajaba parecía bastante armonioso. Incluso el mismo día en que ingresó, sus nuevos colegas le propusieron reunirse en un bar muy concurrido de la ciudad.
Dentro de la vida limitada de Huo Youqing, solo había estado en un bar dos veces: una vez con su compañero de cuarto de la universidad y otra vez con Gong Lang. Tanto su compañero de cuarto como Gong Lang pensaban que Huo Youqing no debería ir a bares, así que las dos veces que fue, acudieron a bares tranquilos, pero esta vez era un poco diferente.
Sentado en un reservado, Huo Youqing se aburría jugando con su teléfono, sin ningún interés en la multitud que bailaba en la pista. Aunque estaba allí para una cena, no quería complacer a los demás, así que no probó ni una gota de las copas que sus colegas le ofrecían. Después de rechazarlas una y otra vez, algunos de sus colegas comenzaron a poner caras de descontento.
Especialmente uno llamado “Hao Ge”.
Huo Youqing pensaba que este tipo era extraño. Desde que comenzó a trabajar, este Hao Ge siempre andaba cerca de él, siempre preguntando tonterías. Hace un momento, se acercó con una copa en la mano y, al ver que Huo Youqing había puesto en su ficha de ingreso que tenía veintisiete años, le preguntó si tenía pareja. Si no la tenía, él podía presentarle a alguien.
Después de rechazar abiertamente a Hao Ge varias veces, su expresión se volvió especialmente desagradable.
Mientras Huo Youqing pensaba que su trabajo probablemente iba a fracasar, se levantó y se dirigió hacia la salida con su teléfono en la mano.
Justo cuando se levantó, varias personas le preguntaron: —¿A dónde vas?
—Al baño —respondió Huo Youqing, buscando una excusa.
En realidad, estaba planeando escapar.
El bar estaba oscuro y lleno de gente. Huo Youqing, que en la mayoría de los casos era un desorientado, tardó mucho en encontrar la salida. No solo no encontró la salida, sino que se fue adentrando cada vez más en el bar. Cuando llegó a la parte más profunda, se dio cuenta de que este bar tenía un segundo piso oculto.
Al darse cuenta de que se había equivocado de camino, Huo Youqing estaba a punto de regresar por donde había venido cuando, de repente, escuchó pasos. Alguien bajaba las escaleras desde arriba.
Fue un vistazo casual, pero justo entonces pudo ver claramente el rostro de la persona que iba al frente.
Dai Yuan vestía un traje elegante y caminaba sin expresión.
Su apariencia y presencia en ese momento eran completamente diferentes a las que Huo Youqing había visto antes.
Detrás de Dai Yuan iban varias personas, y no se sabe qué dijeron, pero de repente Dai Yuan se detuvo, levantó la mano y le dio una bofetada a la persona más a la derecha, haciéndola escupir sangre.
Traducido por fideosdearroz