No disponible.
Editado
Hasta que Gu Zongyan ya había entrado en el dormitorio, Ji He se atrevió a volver la mirada. Levantó la mano y se tocó la mejilla, estaba ardiendo.
Otra vez esa frase “Ve a bañarte”.
Ji He maldijo internamente, este hombre de verdad es un sinvergüenza.
Luego pensó, seguramente aquí tampoco habría pijama adecuado para él, ¿tendría que salir envuelto en una toalla también? La cara se le calentó de nuevo, Ji He sentía que realmente no tenía tanto valor.
Casi corrió hacia el baño, abrió la puerta, entró y dio una vuelta, cuando vio las batas colgadas en el armario, recién se atrevió a suspirar aliviado.
El cubículo de la ducha estaba lleno de vapor, al abrir se sentía un aroma fresco, pero extrañamente sentía que el olor de Gu Zongyan allí adentro, no se atrevía a entrar, esperó a que se disipara la mayor parte del vapor para recién meterse.
Estuvo casi media hora en la ducha, el cuerpo de Ji He estaba enrojecido por el agua caliente, con un leve tono rosado, pero seguía yendo despacio, rehuyendo inconscientemente.
Sentía que el tiempo que llevaba bañándose era excesivo…
Sentía que ya había estado demasiado tiempo, así que finalmente se armó de valor y salió de la ducha, se puso correctamente la bata.
Encontró el secador de pelo en el baño, se secó el cabello, y al darse cuenta que realmente no había nada más que hacer, reunió coraje para salir.
La puerta del dormitorio estaba entreabierta, Ji He vaciló frente a ella, y se dijo internamente que no fuera tan quisquilloso, que fuera más valiente.
Aunque se estaba dando ánimos, después de todo era la primera vez, en el fondo aún tenía algo de aprensión. Abrió la puerta con cuidado, inconscientemente caminó de puntillas, entrando despacio en la habitación.
El interior estaba en silencio, el espacioso dormitorio circular era muy grande, con el mismo tono gris blanquecino en la decoración, simple, con pocos muebles, una gran cama en el medio. Gu Zongyan estaba semi-desnudo recostado en el respaldar de la cama, con la cabeza gacha leyendo un libro.
Las cortinas de la habitación ya estaban corridas, el interior estaba algo oscuro. Gu Zongyan sólo tenía encendida la lámpara de noche, cuya cálida luz se proyectaba en su perfilado rostro de lado, como si toda su presencia hubiera sido infectada por esa pequeña luz, volviéndolo menos frío.
Ji He lo miraba algo pasmado, inmediatamente el otro notó su llegada, su mirada a través de sus distintivos anteojos dorados, se posó en él.
A través de los cristales, su mirada tenía un dejo de indolencia, ya no era tan afilada ni opresiva como antes, más bien como una fiera perezosa, que momentáneamente había guardado sus feroces garras y abrumadora presencia, dejando entrever un poco de calma y serenidad.
Pero Ji He con su mirada encima aún tenía el corazón acelerado, todo su cuerpo se tensionaba involuntariamente, nervioso, caminó rígidamente y se detuvo al pie de la cama.
Con la tenue luz del interior, sus facciones confundidas estaban algo borrosas, sólo un poco de luz amarillenta desde la mesita iluminaba sus esbeltas piernas blancas, y el dobladillo de la bata blanca.
Vio al hombre quitarse los anteojos y dejarlos suavemente sobre la mesita de noche, luego lo miró de nuevo y dijo con voz grave: “Ven”.
Entonces él dio unos pasos lentamente hacia adelante, hasta finalmente entrar en el área iluminada por la lámpara de noche, ahora, su expresión que intentaba mantener la calma y sus orejas sonrojadas, todo quedó ante los ojos de Gu Zongyan.
Gu Zongyan miraba al joven frente a él, la amplia bata puesta ordenadamente, con el cinto afelpado ceñido a la cintura, el exceso de tela formaba pliegues y capas, se podía imaginar qué figura tan delgada estaría oculta debajo.
El cuello blanco que la tela no podía ocultar, tenía un ligero brillo rosado, no se sabía si era por el agua caliente de la ducha, o alguna otra razón.
Estaba parado torpemente, todo su cuerpo emitía una sensación de nerviosismo e inexperiencia, como una manzana verde de verano, color brillante, olor ácido y dulce, tentando a que lo recojan.
Gu Zongyan ya no recordaba cómo era Ji He antes, pero definitivamente no era la figura que ahora estaba parada frente a él, de otra forma no se le habría olvidado una persona así.
Su mirada se oscurecía cada vez más mientras recorrió de arriba a abajo la vestimenta del joven, y preguntó con voz algo ronca: “¿Vistiéndote tanto?”.
Ji He nunca pudo soportar la mirada del hombre sobre él, lo hacía sentir como una presa acechada por una bestia, sin lugar a dónde huir ni escape posible. Esa mirada lo ponía muy incómodo por todo el cuerpo, luego escuchó la pregunta del hombre.
La sensación de calor en su rostro se hacía cada vez más fuerte, no sabía qué responder.
Pero afortunadamente el otro parecía no esperar su respuesta tampoco, antes de que pudiera reaccionar con el cuerpo rígido, su delgado brazo ya fue agarrado por una gran mano poderosa, y de inmediato fue jalado con enorme fuerza, todo su cuerpo se inclinó hacia adelante.
Cayó sobre el hombre, pecho contra pecho sólo separados por la bata, los ojos muy abiertos mirando al hombre abajo, el corazón le latía como un martillo.
Los rostros de ambos estaban a menos de un pie, sus muy distintas esencias se entremezclaban y envolvían, el hombre suavemente dijo: “¿No te lo había dicho ya?”.
El cerebro saturado por la intensa ansiedad funcionaba lento, miraba atónito el rostro del hombre tan cerca que casi se tocaban, sin entender el significado de sus palabras.
Sin esperar a que lo pensara claramente, su cuerpo de repente dio un giro vertiginoso, y Gu Zongyan lo apretó con fuerza debajo suyo contra la cama.
El hombre sostenía sus brazos a ambos lados, mirándolo desde arriba, el deseo desbordante en sus ojos claramente visible.
El corazón de Ji He casi se detiene, envuelto por la única esencia masculina del otro, veía cómo su cabeza se inclinaba lentamente, hundiéndose en el hueco entre su cuello y hombro, los cabellos húmedos y negros le picaban la cara y el cuello, sentía su cálido aliento respirando sobre su oído, luego vino una oleada de calor, la voz ronca y peligrosa del hombre susurró quedo:
“Si juegas con este tipo de trucos de nuevo, no tendrás tanta suerte la próxima vez”.
De repente los ojos de Ji He se nublaron, la humedad ascendiendo en ellos, sus lágrimas cayeron incontrolablemente.
La serena y gentil mirada que el hombre mostró antes era fingida, este lado feroz y dominante era su verdadera cara, queriendo destrozarlo y devorarlo implacable.
La apariencia de Gu Zongyan lo había asustado, el temor instintivo hacia el hombre, los nervios de la primera vez, el sentimiento de injusticia de haber caído en esa situación sin razón, la rabia de sentirse incapaz de hacer nada, todas las emociones explotaron al mismo tiempo, Ji He no pudo evitar comenzar a sollozar.
Sus lágrimas corrían por sus mejillas hasta detrás de las orejas, sus sollozos eran tan evidentes que Gu Zongyan no podía ignorarlos, levantó la cabeza y miró al chico debajo suyo, el pequeño rostro lleno de vulnerabilidad, los ojos muy abiertos rebosando de lágrimas cristalinas, como si hubiera sufrido un agravio enorme pero sin poder resistirse, acusándolo en silencio con sus lágrimas.
Tan joven, tan doloroso, que daban ganas de tomarlo en brazos y protegerlo bien, pero también provocaba infligirle la violencia, hacer que de esos hermosos ojos fluyeran aún más lágrimas fuera de control.
La entrepierna de Gu Zongyan se iba calentando cada vez más, su mirada se oscurecía más y más, observando fijo al lloroso adolescente debajo suyo, la comisura de sus labios se curvó en una sonrisa brutal, y con voz suave pero cruel susurró:
“Llora, después habrá más motivos para llorar”.
Las lágrimas de Ji He fluían con más fuerza, veía la figura del hombre aproximándose nuevamente, la cabeza sin esperar penetró de nuevo en el hueco de su cuello, luego el lóbulo de su oreja sintió una aspereza húmeda, seguido por la sensación de ligeros mordiscos.
Una extraña sensación que nunca había experimentado invadió todo el cuerpo de Ji He, no podía moverse, sólo mantener el cuerpo tenso, resignado a que hicieran con él lo que quisieran.