“Jefe”, preguntó Lang Qiao, “ahora que el equipo de investigación se lo ha llevado, ¿qué hacemos?”.

De hecho, Luo Wenzhou también estaba perdido, pero no podía mostrarlo delante de sus jóvenes subordinados. Murmuró para sí un momento, y luego dijo: “Ese imbécil asesino del hospital sigue en nuestras manos. Sigan interrogándole. ¿No dijo que vinieron dos hombres a traerle el dinero? No hemos encontrado ni un pelo de la cabeza de ninguno de ellos. Quién sabe si se lo estaba inventando”.

Lang Qiao se apresuró a sacar un pequeño cuaderno de notas: era el mal hábito que le había inculcado la educación orientada a los exámenes; cuando se sentía impotente, tomaba notas apasionadamente, creando la falsa impresión de que estaba trabajando duro, como si al sentarse y esperar se convirtiera espontáneamente en la verdad.

“Además, encuentra a algunos tipos que sigan a ese conductor del director Zhang, ponle algunos dispositivos de escucha”, dijo Luo Wenzhou mientras ordenaba sus pensamientos. “Xiao Haiyang, sigue esperando los resultados de las pruebas materiales. Si fue Kong Weichen quien filtró la información cuando Tao Ran y los demás perseguían a Yin Ping, obviamente no habría llamado al Director Zhang. Ambos son de los nuestros. Por supuesto que sabrían lo que haríamos si pasara algo. No habrían dejado una evidencia tan obvia, así que debe haber algún otro complot involucrado en el accidente de coche de Yin Ping”.

Esta vez, Xiao Haiyang por fin no tuvo ninguna opinión discordante. Asintió afirmativamente.

“Además, busca una oportunidad para ir al centro de rehabilitación”, añadió Luo Wenzhou. “Si puedes, ten una charla con Ma Xiaowei”.

Lang Qiao y Xiao Haiyang estaban muy confundidos por esta petición, mirándole impotentes.

Luo Wenzhou dijo: “El momento en que Ma Xiaowei apareció y los secretos que ‘inadvertidamente’ nos reveló actualmente no parecen muy probables de haber sido todos coincidencia. Todos estos casos importantes han ocurrido desde que el director Zhang fue transferido. Si hay algo premeditado aquí, es probable que comenzara entonces, y Ma Xiaowei fue definitivamente un participante”.

Xiao Haiyang estaba tan impaciente como un fuego. Rápidamente dijo: “¡Iré ahora!”

“¿A dónde vas? Las horas de visita han terminado. Ve mañana. -¿Has pensado cómo vas a interrogarle? ¿Por qué tanta prisa? ¿No sabes que afilar el hacha no interfiere con cortar leña?”.

Los policías criminales que se habían preparado para trabajar durante todo el Festival de Primavera salieron del trabajo a tiempo. Fei Du dejó a Xiao Haiyang y a Lang Qiao en sus respectivas casas, y luego fue al hospital a llevarle algo de comer al herido Tao Ran, dictándole unas líneas que podría usar para atraer a las chicas; fue arrastrado a casa a mitad de camino por Luo Wenzhou, que no podía soportar escucharlo.

Luego, como si no pasara nada, se puso a trabajar a tiempo parcial como empujador de carritos de supermercado, portero y portamonedas, acompañando a Luo Wenzhou al supermercado a comprar ingredientes y comida para gatos. Sus modales eran tranquilos y naturales, como de costumbre.

Sobre todo cuando llegaba la hora de dormir. Por una vez, Luo Wenzhou no tuvo que insistir ni suplicar: lo dijo dos veces y Fei Du apagó el ordenador.

Fei Du tenía unos hábitos de vida bastante malos. No dormía por la noche y también se levantaba temprano por la mañana, citando los horarios de trabajo de gente de Sopa de Pollo para el Alma como “Buffett”, “Jobs” y “Kobe”.

Cuando acababa de salir del hospital y no tenía mucha energía había estado un poco mejor; se acostaba después de un pequeño tormento. Pero después de algunos cuidados meticulosos por parte de Luo Wenzhou, parecía que había otro vigoroso Luo Yiguo en la casa; a menos que Luo Wenzhou se despertara de repente en mitad de la noche, cuando extendía la mano al despertarse, ocho o nueve de cada diez veces no encontraba nada. Afortunadamente, el presidente Fei tenía mejor carácter que el presidente Guo y podía levantarse solo; no perjudicaba a los demás haciendo de despertador.

Luo Wenzhou le miró sorprendido. “¿Qué te pasa hoy? ¿Te encuentras mal? ¿Te has resfriado? ¿O has comido algo que no te ha sentado bien?”.

“Si no te hago caso, recurres a la fuerza”. Fei Du se tocó la cara con impotencia. “Si te hago caso, sospechas que estoy enferma… Amada concubina, eres demasiado caprichosa”.

Un rastro de sonrisa flotó en las comisuras de los ojos de Luo Wenzhou. Entonces agarró la muñeca de Fei Du y habló con doble sentido: “¿Soy yo caprichoso, o el corazón de su señoría es difícil de comprender?”.

Fei Du se quedó mirando. Luo Wenzhou le dirigió una mirada ligeramente grave. “Tu humor no ha estado bien estos dos últimos días. ¿A qué se debe?”

Con una sonrisa que no era del todo una sonrisa, Fei Du evitó responder. “¿Mi estado de ánimo no es el adecuado? Siempre estoy ‘de humor’ cuando te veo”.

Luo Wenzhou: “…”

Cierta persona estaba usando frases sobre él que acababa de aprender enseñando a Tao Ran, sin cambiar ni un signo de puntuación. ¿Pensaba que estaba tan sordo que no lo había oído?

Al ver que Fei Du se negaba una vez más a hablar con propiedad, Luo Wenzhou levantó de repente los brazos y le agarró por la cintura, levantándole los pies del suelo.

“¡Zapatos!” Dijo Fei Du. “¡Espera, mis zapatos!”

Al oír el movimiento, Luo Yiguo vio una oportunidad y saltó hacia él, cogiendo la zapatilla que se le había caído a Fei Du en la boca como si fuera un juguete raro, dejándose llevar alegremente desgarrándola y mordiéndola.

Luo Wenzhou cerró inflexiblemente la puerta del dormitorio, presionándole contra la puerta en el aire. “Tu shixiong aún no es tan viejo como para hacerte ensuciar los pies andando por el suelo. ¿Para qué quieres zapatos?”

La historia amorosa del Presidente Fei no incluía ninguna experiencia práctica directa con este cargo. Estaba un poco nervioso. Aunque sabía que si se caía no se mataría, se apoyó con inseguridad en el pomo de la puerta, forzando una sonrisa. “¿Puedo pedirle que cambie a algo no tan estimulante? Me temo que será agotador para…”

Luo Wenzhou entrecerró los ojos. Fei Du era bueno leyendo expresiones; se tragó sabiamente la palabra “”ti””. Se le movió la garganta. Haciendo gala de adaptabilidad, abandonó el amor propio de un hombre y se corrigió: “… mí”.

Luo Wenzhou levantó la vista y se encontró con sus ojos por un momento, luego se acercó lentamente, frotando suavemente la punta de la nariz de Fei Du.

Fei Du bajó la cabeza para besarle, pero Luo Wenzhou esquivó el beso y le dijo insensiblemente: “Suelta el pomo de la puerta. No puedes poner las manos en otro sitio que no sea yo. ¿Quién te ha dicho que hagas una demostración de flexiones?”.

Fei Du: “…”

Luo Wenzhou dijo: “¿O quieres las esposas?”

Fei Du era normalmente muy indulgente con él. Él no tenía el corazón para estropear su diversión. Eligiendo el menor de los males, hizo que la posición fuera lo más segura posible, sujetando los hombros de Luo Wenzhou y aprisionando sus piernas alrededor de su cintura.

Luo Wenzhou utilizó lentamente las puntas de sus dientes para abrir el albornoz que colgaba suelto frente a su pecho. “¿Qué soy yo para ti?”

Fei Du fingió asombro. “¿Te decepciona que no te haya comprado formalmente un diamante? ¿Qué tal si ahora voy a pedir un huevo de paloma?”.

Luo Wenzhou dijo: “No puedes llenarte comiendo un huevo de paloma. Quiero huevos de gallina, dos de ellos”.

Fei Du: “…”

Realmente era un verdadero hombre que sólo quería comer y dormir hasta saciarse.

“Ya que yo valgo dos huevos de gallina-” La mirada de Luo Wenzhou recorrió el pecho de Fei Du. Era joven, después de todo; había pasado algún tiempo, y las cicatrices de la descarga eléctrica apenas eran visibles. Sin el desordenado garabato de un tatuaje pegado que lo cubriera, su pecho era delgado y rubio, casi con un seductor rastro de juventud.

Un pecho tan delgado; un corazón tan pesado.

Cuando Luo Wenzhou hubo mirado lo suficiente, terminó su larga frase: “-¿Puedes confiar en mí?”

Esta pregunta fue un golpe bajo. Fei Du respondió sin pensar: “Cómo no… hss”.

Luo Wenzhou tuvo el presentimiento de que la conversación no iría bien; en consecuencia, rechinó los dientes contra él.

“Piénsalo bien, Fei Du. Te daré otra oportunidad”.

Las actividades de la parte inferior de su cuerpo normalmente no se elevaban por encima del cuello de Fei Du. Su cerebro estaba muy despejado; inmediatamente se dio cuenta de que Luo Wenzhou estaba insinuando algo, y los pensamientos se agolparon en su mente. Mirando hacia abajo desde lo alto, liberó una mano para levantar la barbilla de Luo Wenzhou. “¿Qué, te sientes incómodo porque últimamente no hablo tanto y te meto un montón de ideas por los oídos?”.

Las puntas de las cejas de Luo Wenzhou se movieron. “Siento que me estás ocultando algo”.

Este tipo de frase suele ser un presagio de crisis doméstica. Fei Du recordó seriamente por un momento. “Cuando he asignado tareas a Lu Jia y a los demás últimamente, todo ha sido delante de ti. No he conspirado en secreto contra la vida de nadie, ni he querido ir a arrancarle el tubo respiratorio a Fei Chengyu. He observado la ley y la disciplina, no he tocado ni una gota de alcohol, ah, y he accedido a todas tus súplicas. No creo que haya nada que haya estado ocultando”.

Luo Wenzhou le sujetó con una mano, la otra metiéndosela muy indebidamente bajo el albornoz. Tocó algo que hizo que Fei Du se pusiera rígido. Suspendido en el aire, sin sentirse ni aquí ni allá, estaba nervioso e impaciente. “Shixiong, ¿estás… planeando usar la tortura para arrancar una confesión?”.

“Así es”, dijo Luo Wenzhou lentamente. “Cuando Zhou Huaijin mencionó ‘hace trece años’, tú dijiste ‘el Proyecto del Álbum de Fotos’. Hoy en el coche, cuando discutíamos si el director Zhang había sido incriminado, volviste a mencionar el Proyecto del Álbum de Fotos. Incluso cuando te acercabas a mí por motivos ocultos, tu motivo evidente era reiniciar el Proyecto del Álbum de Fotos”.

Fei Du se rió. “Cuando me acercaba a ti por motivos ocultos, mi motivo era tu buena apariencia”.

“…” Luo Wenzhou se atragantó. “¿Me estás robando las frases? Adquieres malas influencias rápidamente”.

“El Proyecto Álbum de Fotos planeaba establecer un registro de criminales. Aunque estaba dirigido por la escuela, si prestas atención a la lista de participantes, verás que casi todos eran policías de primera línea que participaron en el caso de Gu Zhao, es decir, eran sospechosos.” Fei Du jadeó; al final de su resistencia, agarró la mano de Luo Wenzhou que le tanteaba. “…Cariño, si sigues haciendo eso, no podré seguir hablando”.

“Pero no has venido por el caso de Gu Zhao”.

“Recuerdo que te dije…”

“Yo también me acuerdo”, le interrumpió Luo Wenzhou. “La primera vez, me dijiste que tenías la intuición de que la muerte de tu madre estaba relacionada con Fei Chengyu, y querías saber por qué tendrías esa intuición, así que quisiste rastrear tus recuerdos de cuando eras pequeño. La segunda vez, me dijiste que en realidad sabías que tu madre se había suicidado, y que sabías por qué lo había hecho, y que sospechabas ligeramente que Fei Chengyu estaba metido en algún asunto turbio. La tercera vez, cuando fuimos a buscar a Lu Guosheng, en el sótano de tu casa, me repetiste lo que había dicho Fei Chengyu. Recordabas lo que había ocurrido hacía trece años con perfecta claridad. No necesitaste remontarte a nada”.

Fei Du se quedó con la mirada perdida. No esperaba que Luo Wenzhou recordara cada una de las tonterías que había dicho con perfecta claridad.

Luo Wenzhou se zafó de su mano, agarrando la tierna carne entre las piernas de Fei Du, rechinando hacia atrás. Apretando ligeramente los dientes, preguntó: “¿Puedes decirme ahora cuál es la verdad entre tus contradictorias palabras?”.

Fei Du guardó silencio durante un buen rato. Luego, de repente, agarró la nuca de Luo Wenzhou, bajó la cabeza y le besó. Parecía saber naturalmente cómo despertar emociones; el beso no era intenso, pero hacía que una persona tuviera la sensación de ser profundamente amada por él.

Era un sentimiento profundo, sin prisas, preciso y perfecto.

Pero al igual que una sucesión de casualidades no podía ser accidental, esta expresión siempre perfectamente precisa no podía ser una revelación natural. De repente, Luo Wenzhou se encendió un poco, arrancando la ropa suelta que colgaba del cuerpo de Fei Du, cambiando la distancia cero por una distancia negativa. Sólo cuando sintió que el pulso de Fei Du cambiaba bruscamente, tuvo la sensación de que realmente lo tenía entre sus brazos.

Fei Du parecía a punto de dormirse cuando lo llevó a la cama y lo acostó. Luo Wenzhou besó el centro de su frente. Su intelecto regresó y pensó: “Aún no he obtenido respuesta”.

Justo entonces, Fei Du habló de repente. “No todo lo que te dije esas tres veces era inventado”.

Su voz era un poco ronca, rozando suavemente los tímpanos. Luo Wenzhou hizo una pausa, emitió un sonido y estiró las piernas en el pequeño sillón junto a la cama.

“Realmente estoy investigando el Álbum de Fotos para remontarme a cosas de cuando era pequeño. No recuerdo del todo lo que pasó en el sótano, y tengo la intuición de que la parte que queda fuera es muy importante.”

Luo Wenzhou dijo: “Pensé que tu memoria no era peor que la de Xiao Haiyang”.

“No tengo memoria fotográfica”. Fei Du sonrió rápidamente. “En realidad, entré en el sótano de Fei Chengyu sin permiso dos veces. La primera vez fue totalmente por casualidad. Se me cayó algo y fui a buscarlo, y él no había cerrado la puerta. Esa vez entré y vi la lista del Proyecto Álbum de Fotos. Mientras la hojeaba, volvió Fei Chengyu. Me escondí en el pequeño armario bajo su librería, y por suerte no me encontró”.

Luo Wenzhou, por alguna razón, sintió que había algo malo en estas palabras, pero antes de que pudiera pensar detenidamente, Fei Du continuó: “Los niños pequeños buscan estímulos de forma natural, son curiosos y rebeldes. Después de haber entrado una vez, quise hacerlo por segunda vez, así que intenté por todos los medios conseguir el código del sótano.-No fue fácil. Fei Chengyu era muy cuidadoso. Así que medio año después conseguí entrar por segunda vez en aquel sótano secreto. Vi el trabajo de investigación sobre las víctimas de crímenes viciosos dispuesto sobre su escritorio”.

Luo Wenzhou dijo: “¿El trabajo escrito por Fan Siyuan, el jefe del primer Proyecto Álbum de Fotos?”.

“Sí.”

Luo Wenzhou frunció el ceño.-El primer Proyecto del Álbum de Fotos había salido mal a mitad de camino. No había pasado mucho tiempo después del caso de Gu Zhao. La Oficina de la Ciudad realmente no podía soportar otro escándalo. En cuanto descubrieron que algo iba mal, lo suspendieron de inmediato y se investigó a todo el personal que había participado. Se había gestionado muy rápidamente…

“Creo que pasó menos de medio año desde que se lanzó el primer Proyecto Álbum de Fotos hasta que se suspendió”, dijo Luo Wenzhou. “¿Por qué duró tanto el interés de Fei Chengyu?”.

“Encendí su ordenador. El código era el mismo que el de la puerta. Vi un archivo en el escritorio llamado ‘Álbum de imágenes’, pero no pude abrirlo, porque el código de la puerta no funcionaba.”

“¿Quieres decir que el proyecto Picture Album está conectado a Fei Chengyu?”. preguntó Luo Wenzhou. “¿Y entonces qué?”

“Entonces no lo recuerdo muy claramente, pero…” Fei Du sintió de repente un nudo en la garganta. Giró la cabeza y tosió dos veces. “Pero… ejem…”

Al principio, Luo Wenzhou pensó que se había atragantado al hablar, pero enseguida se dio cuenta de que algo iba mal: Fei Du no paraba de toser.

Rápidamente fue a sostener a Fei Du, acariciándole la espalda. “¿Qué te pasa? ¿Te has resfriado? ¿Qué te dije?”

Fei Du tosía tan fuerte que no podía recuperar el aliento, las venas casi le salían por las comisuras de la frente. Sólo se calmó después de un largo rato. Luo Wenzhou trajo un vaso de agua tibia. “Bebe un poco. No tengas prisa por tomar medicinas para el resfriado. Puede funcionar esperar a que pase. Ya veremos si empeora”.

“Sólo recuerdo a grandes rasgos que Fei Chengyu volvió de repente a casa por alguna razón y se encontró con que yo estaba en su sótano. Creo que estaba muy enfadado. Después de una gran explosión, vació el sótano”, dijo Fei Du con cierto esfuerzo. “Pero… cuando lo pienso, parece que fue entonces cuando empecé a tener una idea concreta de lo que estaba haciendo. Aquel día debí de ver accidentalmente algo muy importante en el sótano”.

Traducido por Bezy

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