Gu Lingxiao llevó a Chi Ning a una habitación privada en el segundo piso. La ira de Chi Ning no disminuyó ni un poco: —En los meses que no te he visto te has vuelto más audaz, incluso viniste al Edificio Nuanyan, ¿por qué mejor no llevas a una de las chicas de regreso al Salón Yaoguang?
Gu Lingxiao evitó la pregunta y se fue por las ramas: —Mi buen Shizun, no te he visto en mucho tiempo, ¿no me extrañaste?
Chi Ning no respondió, solo apretó aún más fuerte su espada Tahong.
Quería golpear a este mocoso con su espada.
Gu Lingxiao continuó: —Yo te extrañé mucho.
Chi Ning: —…
Este mocoso no solo debería ser golpeado, también debería ser castigado con diez años de reflexión en el acantilado Liuyun.
Con la vaina de la espada Tahong sobre el cuello de Gu Lingxiao, Chi Ning dijo: —Regresa conmigo.
—Aún no puedo regresar. —Gu Lingxiao apartó su rostro sonriente y dijo con seriedad: —Los discípulos de la Secta Qianye han llegado a Jiangzhou con objetivos impuros. Hace unos días, me quedé en la misma posada que ellos y puse una Mariposa de Transmisión en su discípulo principal, Huo Liu. Descubrí que, en los últimos días, ha estado muy activo cerca del Edificio Nuanyan. Tal vez haya algún tipo de conspiración.
La “Mariposa de Transmisión” puede rastrear el paradero del que la recibe, sin embargo, sólo dura tres días.
Al escuchar el nombre de Huo Liu, la mente de Chi Ning se remontó al último día de su vida anterior: truenos, relámpagos, lluvia torrencial y un frío invernal.
En esta vida, Huo Liu todavía es sólo el discípulo principal bajo la guía del Líder de la Secta Qianye.
—¿Estás aquí para seguir a Huo Liu?
—Por supuesto que sí. —Gu Lingxiao alejó suavemente la espada de su cuello: —De lo contrario, ¿qué otra cosa cree Shizun que he venido a hacer?
… Pensé que habías venido a visitar la casa de las flores.
Chi Ning se había equivocado al acusar falsamente a su discípulo.
Gu Lingxiao tenía la costumbre de no detenerse cuando era oportuno, dio un paso más cerca, mientras curvaba las comisuras de sus labios: —¿Shizun realmente cree que estoy aquí para divertirme?
Chi Ning: —No…
De repente, la Madame llamó a la puerta con una voz dulce: —Joven héroe, la señorita Hibiscus está aquí.
Gu Lingxiao: —…
En ese momento, Gu Lingxiao leyó algunas palabras en la mirada de Chi Ning: bastardo, frívolo, desvergonzado, mentiroso, y finalmente, un rastro de intención asesina.
Gu Lingxiao retrocedió rápidamente, pero Lingxi todavía lo alcanzó y lo ató como a un zongzi.
—¡Dulces palabras! —Chi Ning maldijo.
—No son dulces palabras, todavía hay cosas serias que hacer. —Gu Lingxiao se defendió rápidamente: —No he visto a esta chica antes, la llamé solo para pasar desapercibido.
Como para demostrar que las palabras de Gu Lingxiao eran ciertas, la Madame fuera de la puerta se volvió atenta con otra persona: —La habitación que ha sido reservada para usted está justo al lado de esta.
El hombre asintió y entró a la habitación.
La Madame habló de nuevo: —Hibiscus, ¿por qué primero no vas a servir a Yang Gongzi? Esta habitación no está abierta, esperar no sirve de nada.
Dentro de la habitación, Gu Lingxiao parpadeó inocentemente: —Escuchando sus pasos, es la técnica de la Secta Qianye, él realmente vino. Mi buen Shizun ayúdame a desatarla —Gu Lingxiao se acercó a Chi Ning, mostrándole sus muñecas atadas.
Hoy, Huo Liu no llevaba la túnica de la Secta Qianye, se disfrazó deliberadamente, en la superficie, parecía solo el hijo de un funcionario.
La habitación tenía vista a la calle, por lo que tenía un balcón, Gu Lingxiao subió a la barandilla de madera, saltó y aterrizó firmemente en el balcón contiguo.
—Shizun, te jalaré. —Gu Lingxiao extendió su mano hacia Chi Ning.
Chi Ning respondió suavemente: —No es necesario.
Con un suave movimiento de sus pies, apareció detrás de Gu Lingxiao.
Lingxi nuevamente se enrolló alrededor de su muñeca, y Chi Ning lo condujo hacia la habitación como si fuera un pequeño cachorro: —¿Qué estás mirando? Vamos.
La mano que Gu Lingxiao había levantado y estaba colgada en el aire, giró para tocar su nariz: —Está bien.
La capacidad de percepción de los cultivadores era asombrosa, Chi Ning le indicó un hechizo a Lingxi y la seda blanca los rodeó a los dos, ocultando su presencia para evitar ser descubiertos.
Chi Ning y Gu Lingxiao se infiltraron en la sala interior de la habitación, que estaba separada de la sala exterior por una larga cortina. En este momento, Huo Liu estaba sentado frente a la mesa de la sala exterior, esperando que alguien viniera.
Estaban escondidos detrás de un biombo, con una ventana de madera detrás de ellos, un buen escondite.
Huo Liu esperó cerca de media taza de té hasta que finalmente la puerta se abrió con un empujón.
La persona que entró llevaba una máscara plateada, con un patrón aterrador que cubría la mitad superior de su rostro.
La mitad de su rostro estaba oculto, y vestía túnicas sencillas de algodón, parecía una persona común. Con su complexión delgada, si lo vieras entre una multitud, definitivamente pasaría desapercibido.
Pero por alguna razón, cuando Chi Ning lo miró, le resultó bastante familiar.
Como si ya lo hubiera visto antes.
Huo Liu dijo: —Fen Qin.
Fen Qin se sentó frente a Huo Liu y, sin intercambiar ningún saludo, Huo Liu explicó el propósito de su visita en unas pocas palabras: —Esta visita es un asunto de gran importancia, me gustaría pedir la cooperación de tu Maestro.
Mientras decía esto, deslizó la pieza de jade que tenía en la mano.
Fen Qin guardó la pieza de jade, y dijo sin ninguna emoción en su tono: —No te preocupes, nuestro Maestro del Pico hará todo lo posible para ayudar.
¡Maestro del Pico! ¡Sólo hay tres Maestros del Pico en el Pico Cuyu!
Chi Ning miró a Gu Lingxiao queriendo discutir este punto, sin embargo, descubrió que estaba tirando torpemente de Lingxi con la mano izquierda.
Después de un momento, Lingxi también estaba atada con un feo nudo alrededor de la muñeca de Chi Ning.
Así que los dos se convirtieron en cachorros atados con una correa.
Chi Ning rechinó los dientes: —¿Qué estás haciendo?
Gu Lingxiao levantó la muñeca, muy satisfecho con su trabajo: —Es más seguro atarla a los dos.
—Inmaduro.
Chi Ning quiso desatar el feo nudo, pero su codo chocó accidentalmente contra el biombo que tenía detrás, haciéndolo rechinar.
El movimiento no fue muy fuerte, pero fue suficiente para alertar a las dos personas en la sala exterior.
—¡¿Quién?! —Huo Liu desenvainó su espada, abrió la cortina y entró a la sala interior, buscando cuidadosamente en cada rincón.
No había nadie detrás del biombo, ni dentro del armario, y la ventana no tenía ninguna señal de haber sido forzada.
Huo Liu dijo con sospecha: —Justo ahora, claramente algo se movió.
Los ojos de Fen Qin recorrieron la habitación vacía y se detuvieron sobre la cama con mantas de brocado, no estaba tan nervioso como Huo Liu: —Probablemente sea un ratón mordiendo la madera, no conviertas la hierba y los árboles en soldados.
Debajo de la cama, Chi Ning contuvo la respiración.
Hace un momento, la situación era urgente, por lo que Gu Lingxiao lo empujó debajo de la cama para esconderlos.
Ahora, Gu Lingxiao estaba sobre él, frente a frente, muy cerca el uno del otro.
Chi Ning podía oler el aroma del cuerpo de Gu Lingxiao, limpio y fresco, como la brisa después de la lluvia; y cuando bajó la mirada, pudo ver la manzana de Adán de su discípulo rodando ligeramente.
Chi Ning desvió la mirada lentamente.
Esta posición era muy agotadora, la espalda de Chi Ning estaba presionada contra el piso frío y duro, y su espalda baja ya estaba inusualmente dolorida.
Pero los dos hombres en la habitación aún no se habían ido, y Huo Liu aún sospechaba, odiando no poder sacar las tablas del piso para buscar al supuesto ratón.
Sin embargo, Fen Qin no quiso esperar más: —Tú no tienes prisa, pero yo tengo que regresar para informar sobre la finalización de la misión.
Esa posición era muy incómoda, y Chi Ning no pudo evitar moverse.
—No te muevas. —Gu Lingxiao dijo moviendo los labios.
Chi Ning frunció el ceño: —Me duele la cintura.
Un momento después, el brazo de Gu Lingxiao, que no estaba atado, se envolvió alrededor de la cintura de Chi Ning.
Al principio, las intenciones de Gu Lingxiao eran muy puras, solo quería que su Shizun no tuviera ninguna molestia, pero tan pronto como tocó su estrecha cintura, no pudo evitar sentir hormigas en los pantalones.
Su mano, que se puso tan fría como el jade, tocó la piel a través de su delgada túnica. Su estrecha cintura era como una flexible rama de sauce, como si fuera a romperse si la sujetaba demasiado fuerte.
La cintura de Chi Ning estaba caliente al tacto, como si unas feroces llamas surgieran donde su mano hacía contacto.
Gu Lingxiao preguntó: —¿Mejor?
Chi Ning se sintió peor: —No, suéltame.
Traducido por Harilind
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