Las luces de neón se reflejaban en la ventana del auto, creando un suave matiz rojizo y amarillento. Los edificios a los lados de la carretera pasaban a toda velocidad, mientras que Huo Youqing miraba fijamente por la ventana, echando un vistazo ocasional a su teléfono.
Justo después de enviar el mensaje, Huo Youqing había querido decir que lo había enviado a la persona equivocada, pero Dai Yuan respondió rápidamente, y se podía ver en sus palabras la alegría en su interior.
“¡Sí!”
“¿De verdad?”
“¿De verdad puedo ir a ver el musical con mi Gēgē?”
“¿Qué día?”
“Llegaré antes”.
Los mensajes se acumulaban uno tras otro, inundando los ojos de Huo Youqing. Observó esos mensajes y también envió información sobre el musical.
Recordaba que la primera vez que conoció a Dai Yuan fue en el vestíbulo del teatro del musical. Probablemente a él también le gustaba ver musicales.
Da igual, ya lo había invitado; no sería bueno echarse atrás.
Después de todo, solo era ir a ver un musical juntos, y él ya lo había cuidado en el hospital durante una semana.
Pero la próxima vez no lo invitaría.
El taxi se detuvo fuera del recinto, y Huo Youqing pagó y bajó del coche, encontrándose con Dai Yuan parado en la entrada.
Dai Yuan no llevaba traje hoy, sino que vestía como un estudiante común, con una camiseta blanca y jeans. Probablemente debido a su apariencia llamativa, mucha gente lo miraba al pasar. Tal vez también estaban atraídos por el tatuaje en su cuello.
No muchas personas se atreven a tatuarse palabras en el cuello.
Pero Dai Yuan no parecía prestar atención a esas miradas; solo buscaba entre los coches que llegaban la figura que estaba esperando.
Vio a Huo Youqing y sus ojos ámbar se iluminaron de repente, como si estuviera esperando en una habitación oscura y el dueño de casa hubiera encendido la luz.
Se acercó a él rápidamente, a grandes pasos.
—Gēgē…—las palabras que seguían se ahogaron con la mirada de Huo Youqing. Dai Yuan apretó los labios y dijo con cautela:— Lo siento, todavía no puedo cambiar del todo, pero lo intentaré… Huo Youqing, llegaste.
La última frase sonaba un poco tonta.
Huo Youqing asintió como respuesta y luego miró su reloj.
—Es tarde, entremos.
—Sí.
Ambos caminaron juntos hacia el lugar del evento.
En realidad, Huo Youqing estaba un poco nervioso, lejos de estar tan tranquilo como parecía. Solo que no quería que Dai Yuan se diera cuenta. Solo estaban viendo un musical juntos y, si su actitud era extraña, entonces habría un problema.
Huo Youqing logró conseguir asientos VIP con una buena vista. Una vez que se sentaron, dirigió su mirada al escenario, dejando en claro que no quería hablar mucho.
El musical comenzó.
El drama de hoy era uno que Huo Youqing nunca había visto antes; era nuevo. Además, en los últimos días, solo había estado paseando por el vecindario, por lo que la actuación atrapó toda su atención y realmente se estaba metiendo en la historia.
El nuevo drama contaba una historia de amor que no era aceptada por la sociedad, y desde el principio casi se sabía que el final de la obra no sería bueno. Sin embargo, Huo Youqing fue completamente llevado por las excelentes actuaciones de los actores y sus intensas emociones. Para cuando llegó al clímax, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.
Un pañuelo blanco fue entregado frente a él.
Dai Yuan no lo miró; tenía la mirada fija al frente, pero amablemente le pasó el pañuelo y luego, suavemente, colocó todo un paquete de ellos en la mano que Huo Youqing tenía apoyada en el reposabrazos.
Huo Youqing se sorprendió por un momento y luego agradeció en voz baja mientras aceptaba el pañuelo.
Después de que los actores se despidieron, los espectadores comenzaron a salir poco a poco. Huo Youqing también se levantó y salió, con Dai Yuan a su lado, quien comenzó a hablar sobre la obra.
Inicialmente, Huo Youqing solo estaba escuchando de manera casual, pero, a medida que escuchaba más, se dio cuenta de que Dai Yuan realmente amaba los musicales, incluso más que él.
Cuando hablaron de sus pasatiempos, resultó que compartían el mismo interés. Huo Youqing olvidó momentáneamente su objetivo inicial y comenzó a conversar con Dai Yuan. Su conversación se extendió desde esa obra hasta otras, y Huo Youqing se sorprendió al descubrir que sus gustos estéticos eran sorprendentemente similares a los de Dai Yuan.
Por ejemplo, su obra favorita era la segunda favorita de Dai Yuan.
En cuanto a la obra que era la favorita de Dai Yuan, Huo Youqing no la había visto todavía, pero había escuchado su nombre y sabía que era extremadamente difícil conseguir entradas.
—¿Viste esa obra? —Huo Youqing solía hablar mucho cuando se trataba de cosas que le gustaban— ¿Dónde la viste? ¿Quiénes son los actores? Esa obra es muy difícil de ver; rara vez la vuelven a traer y nunca consigo boletos en cada reestreno.
Dai Yuan pacientemente respondió una pregunta tras otra de Huo Youqing, y luego mencionó algo más:—De hecho, esa vez la vimos juntos.
Huo Youqing se quedó atónito.
—Hace cuatro años, en California. En ese momento, nuestra relación estaba mejorando y me llevaste a ver el musical. Fue ese día cuando me besaste por primera vez.
Las mejillas de Huo Youqing se pusieron rojas al instante. También se dio cuenta de repente de que él y Dai Yuan habían estado de pie frente a la entrada del lugar durante al menos diez minutos. Luego, rápidamente detuvo ese tema de conversación y dijo: —Ya es tarde, tengo que irme.
Su mirada vagó por el entorno y, después de un momento, volvió a la cara de Dai Yuan.
El joven frente a él lo miraba con seriedad y ternura como nunca antes. Esto dejó a Huo Youqing sin palabras por un momento, pero rápidamente recuperó su buen humor y el rubor en su rostro comenzó a desaparecer gradualmente.
—¿Cómo te irás?
—Traje mi auto.
—Oh, entonces tomaré un taxi —Huo Youqing señaló una dirección donde había muchos taxis estacionados. Después de decir eso, se preparó para irse, pero Dai Yuan lo detuvo de repente.
—Gēgē, ¿puedo abrazarte? —la voz del joven sonaba tímida y cautelosa.
Él continuó:—Durante este tiempo, estuve yendo obedientemente a ver al médico, y también me esforcé por controlar el llamarte Gēgē, pero cuando te veo, aún no puedo evitarlo. Quiero abrazarte una vez, quiero saber si mis sentimientos hacia ti han cambiado.
Huo Youqing, de espaldas, guardó silencio por un momento y luego se dio la vuelta. No abrió los brazos, pero la persona frente a él entendió el gesto. Su expresión tímida se transformó en una sonrisa, aunque sus pasos al acercarse eran ligeros.
No se lanzó hacia Huo Youqing como lo hizo en el hospital; en cambio, lo abrazó lenta y suavemente, como si estuviera sosteniendo algo frágil.
Huo Youqing contaba mentalmente, preparándose para apartarse cuando llegara a cinco. Cuando llegó a cuatro, pareció escuchar un suspiro profundo, como si Dai Yuan hubiera inhalado profundamente cerca de su cuello.
Probablemente lo escuchó mal.
Dai Yuan y Huo Youqing tenían una diferencia de altura. La última vez que se abrazaron, Huo Youqing lo notó. Esta vez lo sintió aún más profundamente, ya que el otro lo envolvió completamente en sus brazos, como si fuera una muñeca.
Quizás, debido al verano, la piel de Dai Yuan también se había vuelto cálida, y la sensación de tener la piel en contacto creaba una ilusión de estar quemándose.
Huo Youqing estaba a punto de apartarse cuando Dai Yuan lo soltó primero y dio un paso hacia atrás, como manteniendo una distancia segura, sonriendo ligeramente y diciendo: —Creo que en el futuro tal vez podamos ser amigos, Gēgē, no, Huo Youqing.
Huo Youqing se sintió incómodo al ser llamado por su nombre y emitió un sonido inaudible. No quería aceptar, pero tampoco quería rechazar directamente. Últimamente, había experimentado la frustración de fracasar al hacer amigos y podía entender ese sentimiento. Cambió el tema torpemente: —Me tengo que ir, es tarde y mi primo va a regañarme.
—Está bien.
Dai Yuan no insistió en acompañar a Huo Youqing al taxi. Permaneció de pie en la puerta del salón, observando cómo el auto que llevaba a la persona se alejaba por completo de su vista. En un instante, su expresión facial cambió. Bajó la cabeza y miró sus propias manos. Después de mirarlas durante unos diez minutos, levantó el pie y caminó hacia el interior del salón.
Regresó al vestíbulo donde se proyectaba el musical. En el amplio salón, sin nadie más presente y solo una gran lámpara encendida en el techo, se sentó en el asiento que Huo Youqing había ocupado antes y sonrió suavemente.
Mientras sonreía, acarició los reposabrazos que Huo Youqing había tocado.
Después de un rato, alguien se acercó y se detuvo frente a Dai Yuan.
—Sr. Dai, sustituimos esta silla por una nueva según sus instrucciones; nadie la usó antes de esta noche.
—Envíenla a esta dirección más tarde.
Dai Yuan sacó una tarjeta y se la entregó al asistente, quien lo miró con sorpresa mientras Dai Yuan seguía sonriendo. Temblando, el visitante tomó la tarjeta y se retiró rápidamente.
Dai Yuan no le dedicó ni una mirada al visitante; todavía estaba sentado en esa silla, con las manos juntas en una posición de oración, murmurando para sí mismo: “…se enamorará de mí”.
Traducido por fideosdearroz