El joven había sido salvado exitosamente por el hombre de cabello plateado y ahora descansaba tranquilamente en sus brazos. Sin embargo, todos los demás en la sala seguían paralizados en su lugar.

Todos sabían que el nox vivía en su club, e incluso algunos de ellos habían visto brevemente su forma adulta antes. Pero fue solo ahora, al presenciar sus increíbles reflejos y su poderosa cola, que realmente comprendieron la magnitud de ese hecho. Francamente, todos estaban un poco atónitos.

Él era, de verdad, el último nox en todo el universo…

Al observar más de cerca a este último nox, la gente alrededor se quedó impresionada por lo apuesto que era. Los rasgos del joven tenían cierta suavidad, pero su rostro inexpresivo irradiaba una frialdad que combinaba perfectamente con su cabello y su cola plateada, haciendo que esa suavidad pareciera elegante en lugar de bonita.

Sin embargo, cuando el joven bajó la mirada hacia el humano que sostenía en brazos, su rostro inexpresivo pareció mostrar un leve atisbo de tensión.

La cola plateada se movía con inquietud. No se había separado del cuerpo del joven ni siquiera después de atraerlo a sus brazos, y mientras lo observaba, Ya Yi dejó que su cola se ajustara un poco más. Fue muy cuidadoso, y la fuerza ejercida no era más que lo que los humanos considerarían un abrazo apretado.

Entre las personas presentes estaba Zarad, quien había venido como siempre a desayunar. Al presenciar esta escena y ver cómo la cola se enroscaba aún más alrededor de la cintura del joven, su expresión cambió varias veces y tuvo que contenerse para no hablar en ese mismo momento.

Finalmente recordó qué era lo tan especial acerca de la cola de la raza nox…

Bajo ninguna circunstancia, otros podían tocarla.

Había solo dos excepciones a esta regla:

Es decir, si eras el progenitor o si eras la pareja.

Sin embargo, incluso aunque a los padres se les permitía hacerlo, era muy raro que los progenitores en la raza nox tocaran la cola de sus cachorros.

Era algo que generalmente se reservaba para una futura pareja, y si la relación aún no se había formalizado, entonces permitir que el otro tocara su cola equivalía a aceptar el cortejo. Era señal de que realmente le gustaba.

Si alguien que no encajaba en ninguna de estas dos categorías intentaba tocarla deliberadamente, entonces lo único que le aguardaba en el futuro era una promesa de dolor.

Después de todo, la cola de un nox tenía un considerable poder de ataque en su forma adulta, y aunque perteneciera al nox más débil de todo el universo interestelar, la persona que la tocara aún no tendría un final agradable…

Muchos años atrás, algunos idiotas imprudentes no sabían esto y, como resultado de una apuesta, casi perdieron la vida. Esto les dejó una tremenda sombra psicológica y la historia se difundió por todo el universo como advertencia.

Desde entonces, todas las razas prestaban especial atención a este asunto cuando entraban en contacto con un nox. La única razón por la que a Zarad le había tomado tanto tiempo recordarlo era porque nadie se había cruzado con un nox en más de treinta años.

Sin embargo, ahora, directamente frente a los ojos de Zarad, había algo que contradecía completamente este conocimiento común. No sólo se le había permitido al joven jugar con la cola del Knox en forma de cachorro, sino que el Knox adulto había tomado la iniciativa de usarla para salvarlo y la había rodeado alrededor de la cintura del joven…

Zarad no podía decidir si debía dudar de sus ojos o de su memoria…

Así como Xia Qi no sabía originalmente lo que era un resfriado o una fiebre, muchos alienígenas jamás habían oído hablar de ello, y el joven nox era uno de ellos.

Su cuerpo estaba tenso y sus pálidos ojos azulados se contraían con desconcierto. No entendía por qué el joven en sus brazos había perdido el conocimiento.

La cola plateada se enroscaba alrededor de Xie Luan de una manera protectora y con solo mirar al nox uno podía notar que estaba listo para combatir.

Sin embargo, a pesar de esto, Xia Qi se acercó sin dudarlo.

—Definitivamente, es fiebre… —Xia Qi extendió la mano y colocó una sobre la frente de Xie Luan. Aunque tenía poca experiencia con enfermedades humanas, aún podía notar que su temperatura era anormalmente alta para un humano.

Al oírla usar esta nueva palabra extraña, Ya Yi le echó una breve mirada antes de volver a fijar su atención en el joven que tenía en brazos.

Xia Qi pensó en el pequeño resfriado que Xie Luan había mencionado antes, así como en los recientes cambios de temperatura, y consideró que no era tan raro que se hubiera enfermado de esta manera.

Después de todo, con el nivel de constitución física de los humanos, era bastante creíble que un cambio repentino de temperatura pudiera hacerlos más vulnerables a las enfermedades.

Por suerte, su sucursal contaba con una caja de medicamentos.

La constitución física de los alienígenas, en comparación con la de los humanos, era extremadamente buena, lo que volvía esa caja casi superflua. Sin embargo, era una precaución necesaria. Los cachorros alienígenas tenían una constitución más débil que los adultos y, por lo tanto, eran más propensos a enfermarse.

Pero al final, esta era la primera vez que la caja sería utilizada… y curiosamente, no era para un cachorro, sino para un cuidador.

Xia Qi corrió rápidamente al almacén y abrió la caja de medicinas que se encontraba dentro. Después de revolver un poco, sacó un pequeño tubo del medicamento Sea Blue. Sea Blue era un medicamento universal que las familias de todas las razas solían tener en casa para tratar a sus cachorros.

Mientras Xie Luan tomara esta medicina y descansara adecuadamente, estaría bien.

Regresando con el pequeño tubo en la mano, Xia Qi se acercó con optimismo al inconsciente Xie Luan. Sin embargo, al ver a Ya Yi que aún tenía su cola plateada firmemente enrollada alrededor de su cintura, instintivamente sintió que él no estaría dispuesto a entregarlo a nadie, así que rápidamente descartó la idea de hacer que lo soltara.

—Lleva a Ah Luan de regreso a su habitación, haz que tome esta medicina y luego cúbrelo con la colcha. Es importante mantenerlo abrigado —Xia Qi le entregó el medicamento— Si se destapa, debes asegurarte de cubrirlo otra vez o su resfriado podría empeorar.

Xia Qi no estaba del todo segura si debía haber agregado esa última frase. Después de todo, destaparse mientras dormía era, en su mente, algo que solo hacían los cachorros.

Sin embargo, pensando en la sensibilidad de la raza humana, sintió que existía el riesgo de que Xie Luan inconscientemente se destapara si sentía demasiado calor.

Escuchando las instrucciones de Xia Qi, Ya Yi le dirigió una mirada silenciosa. Todos lo observaron mientras, sin expresión alguna, se daba la vuelta y cargaba al joven hasta que desapareció de su vista.

Ya en su habitación, Ya Yi seguía sin querer soltar al joven, y en lugar de colocarlo en la cama, se sentó sobre el colchón con él todavía en brazos.

Después de ajustar su cola a la nueva posición, tomó la colcha y cubrió al joven que descansaba contra su pecho.

Teniendo el cuerpo del otro completamente presionado contra el suyo, Ya Yi podía sentir que la temperatura del joven era mucho más alta de lo habitual, y ahora sabía que eso lo hacía sentirse mal. Su cola, que envolvía al joven, se apretó por un segundo cuando inconscientemente lo abrazó con más fuerza.

En la raza nox, tener la cola enroscada alrededor de alguien era una acción protectora.

La cola podía bloquear cualquier posible ataque a tal grado que, si querías hacerle daño a alguien que estuviera siendo protegido por ella, primero tendrías que atravesar sus resistentes escamas y cortarla.

Xie Luan no había perdido completamente el conocimiento, pero se sentía muy acalorado y mareado. Era muy desagradable: un momento temblaba de frío, y al siguiente, sentía un calor insoportable. Sin embargo, en ese estado confuso aún podía percibir que alguien le daba algo de beber.

Dulce…

De pronto sintió la garganta reseca y rápidamente tragó el refrescante líquido.

Después de beber la medicina, la colcha que se había deslizado hacia abajo, fue llevada a su cuello de nuevo. Pronto comenzó a sentirse caliente y congestionado. La sensación de sofoco hizo que Xie Luan se sintiera inquieto y que luchara débilmente.

Quería quitarse eso que cubría su cuerpo.

Xie Luan frunció el ceño y sus piernas patearon la colcha de manera inconsciente.

Fue muy difícil y agotador para su cuerpo débil, y justo cuando el aire fresco finalmente tocó su piel cubierta de sudor, de alguna manera, el grueso edredón regresó a su posición original. Xie Luan dejó escapar un quejido frustrado y reunió fuerzas para volver a patearlo.

Pero esta vez, el edredón se mantuvo firmemente fijo a su cuerpo.

Sus piernas ni siquiera se movieron un centímetro.

Al ver que no podía quitárselo de encima, Xie Luan intentó apartarse del edredón. Sin embargo, pronto descubrió que tampoco podía hacer eso. Había algo envuelto alrededor de su cintura y pecho que lo mantenía en su lugar.

«¿Qué es…?»

Esa pregunta pasaba una y otra vez por su mente. Sin embargo, su cerebro febril no le permitía encontrar la respuesta, a pesar de que una vaga sensación en el fondo de su conciencia le decía que la sabía.

Como no podía pensar en una respuesta, recurrió a un método más directo y simplemente exploró con las manos el objeto alrededor de su cintura.

«Frío…»

El objeto se sentía frío contra su piel caliente, y de forma inconsciente puso las manos sobre él, tocándolo varias veces. Xie Luan olvidó al instante sus intenciones anteriores, así como el propósito original de la acción.

Después de descubrir que el objeto podía aliviarlo del sofocante calor, Xie Luan sintió que no era suficiente con solo tocarlo con las manos.

Trató de acercar el objeto frío a sus brazos. Sin embargo, a pesar de usar toda su fuerza, no se movía y seguía envuelto alrededor de su cintura. Pero luego de tirar de él un par de veces, el objeto frío de repente pareció obedecer y le permitió abrazarlo.

Alzándolo, Xie Luan bajó la cabeza y pegó su mejilla caliente contra él.

El objeto se sentía muy fresco y agradable. Tenerlo contra sus brazos desnudos y su mejilla le dio un alivio temporal de la sensación de sofoco, y sus movimientos inquietos se detuvieron.

Finalmente, estaba satisfecho.

Traducido por Ji Shenn

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