—No, su Santidad, no me defienda. ¡Aunque no puedo deshacer la vida arruinada de un hombre, por lo menos puedo revelar la verdad, incluso si es tarde! ¡Podría haber explicado que no escuché la voz de Dios! ¡Pude hacer eso! Pero…yo no quería, no quise alejarme de esa gloria que me dio. De manera cobarde guardé silencio hasta el final y escapé a este lugar de Dios con la excusa de mi retiro…
Ver al anciano llorar de esa forma, cómo un niño, hizo que me doliera el corazón. La compasión es espontánea, pero yo no pude ofrecer ningún consuelo.
Afortunadamente Heebris pudo abrazar al anciano y lo ayudó a beber del té para calmarlo.
Vamos a pensar.
El hecho de que Jason sea un guerrero, es una historia que fue pre-construida por el escritor que es cómo el Dios de este mundo ¿Es por eso que el dragón dijo “cómo debe ser”?
… ¿Qué es lo qué cambió el dragón? ¿O no lo cambió? ¿Y si el dragón no le dijo la verdad a Jason? No, no, en otras palabras ¿Y si no tuviera que decir la verdad? ¿Y si Jason hubiera matado a “otro dragón”?
La piel de gallina me recorrió por toda la espalda.
El escenario de Jason matando al dragón no se describió en la novela. Todo lo que se dijo fue que Jason mató al dragón.
El hecho de que fuera un dragón de luz fue, en verdad, la primera vez que lo escuché del Padre Prometheus. La razón por la que el ser supremo, el dragón que manipuló de manera torpe al sacerdote para hacer una profecía, provocó que Jason lo matara.
Instintivamente supe la respuesta.
No podía morir cómo yo.
Rechiné los dientes en un intento de no temblar, pero mi voz y mis manos temblaban y pregunté con una voz ronca.
—¿Los dragones…no pueden quitarse la vida?
—Estás haciendo una pregunta extraña… Los dragones son las criaturas más grandes que Dios haya creado jamás: La madre de la naturaleza y la naturaleza misma. ¿Alguna vez has visto a la naturaleza tomar su propia vida? Ella solo puede prosperar con el tiempo. Solo los otros seres vivos pueden hacer daño, pero incluso si es un conejo el que come un poco de hierba, no se puede decir que los animales se están muriendo por eso.
—¿Los dragones no tienen una vida útil? ¿Quiere decir que no mueren de manera natural?
—Algún día el dragón va a morir, pero ¿Se atrevería un simple humano a adivinar los años? Es igual a las cosas efímeras que no pueden predecir la vida útil de un ser humano.
Mi cabeza daba vueltas y comencé a sentir náuseas. Levanté la mano para poder detener la conversación por un momento y luego salí corriendo.
En el pasto, a un lado de la casa, vacié mi estómago, cuando me giré para regresar; mi cabeza aún estaba zumbando, sentía que se rompería.
Anakin se acercó con un pañuelo y agua. Después de enjuagarme la boca le pregunté a él.
—Espejo… ¿Has traído uno?
—Sí, ¿Debo mostrárselo?
—Tendré que preguntarle a la bruja. Vamos al bosque.
Tomó una pequeña lámpara que no supe de dónde la sacó y salió al bosque detrás de la cabaña, después comencé a seguirlo lentamente. Observe sus pasos hasta llegar al centro del bosque donde estaba un pequeño estanque.
La luz de la luna iluminaba de manera intensa el estanque y reflejé mi rostro en el espejo que Anakin me dio. Luego llamé a la bruja.
—Medea tengo una pregunta para ti. Muéstrate.
—[ ¿Qué es lo que has estado haciendo? Pensé que yo debería de usar ese espejo. ]
Dijo la bruja con una voz chillona, pero ahora no estaba de humor para aceptar sus comentarios absurdos. Mientras caminaba, le pregunté sin rodeos sobre la hipótesis que había elaborado, pero estaba más o menos segura de la respuesta.
—¿Es otro dragón el que Jason mató?
—[ ¡Oh, vaya! ¿Cómo lo supiste? Siempre tienes talento para sorprenderme. ]
—Para poder suicidarse ¿Ese dragón loco inventó una profecía falsa e hizo que Jason lo matara? Porque Jason debía de “matar a un dragón” de cualquier forma.
—[ Así es. El dragón que murió era cómo tú. Un forastero. Ella… ¿Debería de llamarlo así? Si poseyó a un dragón su género no tiene sentido…]
—Eso no tiene nada que ver, vayamos al punto.
—[ Está bien, no tienes por qué quejarte. ]
Después de decir eso, Medea comenzó a hablar de manera suave.
NOTA: MEDEA NARRA EN PRIMERA PERSONA, DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL DRAGÓN.
Un Forastero poseía el cuerpo de un dragón hembra… Al principio estaba muy satisfecho con mi nueva vida ¡Desde que me convertí en la criatura más fuerte puedo hacer lo que quiera! ¡Era genial!
Viví mi vida al máximo; me enamoré de otro dragón que se adaptaba a mi corazón y lo amé de manera apasionada, pude criar a mis huevos… ayudé a los humanos a construir un reino y pude ver cómo este florecía.
Pensé que sería feliz para siempre, pero con el paso del tiempo… me cansé.
Comenzaba a sentirme tan aburrido cómo un infierno. Intenté deshacerme de ese aburrimiento, pero nada le funcionaba a esta alma que comenzaba a desmoronarse. Mi alma era la de un ser humano, era un recipiente demasiado pequeño y frágil para contener los años longevos de un dragón.
Quería morir, pero no podía.
Los dragones eran las criaturas más fuertes, lo suficiente como para ser llamados los agentes de Dios.
Poco a poco comenzaba a volverme loco, incluso un dragón no pudo salvarme. Los dragones mismos no podían lastimarse los unos a los otros, no podían matarse entre ellos.
Fue por eso que siendo un dragón loco fui a buscar a una bruja con la que me podría asociar, pero las brujas se negaron, dijeron que no querían matar a un dragón ellas mismas.
No es imposible matar a uno, pero para las brujas era una tarea muy engorrosa y complicada… Esto se debe a que un enfrentamiento entre una bruja y un dragón era algo extremo y dado su poder, estaba claro que habría una conmoción alrededor.
En cambio, Kirke, la segunda bruja más antigua, me dio una forma de morir a cambio de un precio. Había un niño en este mundo que nacería con el destino de matar a un dragón macho y yo debía de quitarle ese destino.
Kirke me enseño que no importaba que tipo de dragón sea, que Dios solo ordenó: “El destino del niño es matar un dragón”.
Tan pronto cómo nació el niño, yo que era el loco dragón de luz, manipule al sacerdote para declararme como el dragón predestinado y esperé ansiosamente a que el niño creciera.
El día en que ese niño mató al dragón de luz, el mundo entero lo supo. El sol poniente sangró en su lugar y el otro dragón que había perdido a su amado dragón en un día estaba desesperado.
Fue porque él era el dragón original del destino y debería de haber muerto en primer lugar, si tan solo el dragón loco no hubiera conspirado de esa forma. El otro dragón, que fue privado de su destino, se preguntó cómo es que podría morir. Pensó y pensó una y otra vez y…
Finalmente, el dragón se dio cuenta del punto ciego de este mundo.
Para romper la causalidad, se debe de pagar un alto precio, cómo el corazón de un dragón. Sí, el dragón trató de suicidarse al sacrificar su corazón, pero el mundo era generoso con los dragones, por lo que incluso eso no fue algo fácil de hacer.
No se consideró que se hubiera violado la causalidad.
Fue en esos momentos que el dragón predestinado escuchó los deseos desesperados de dos mujeres.
La mujer más grande (Enma) que rezaba para que el deseo de esa pequeña que sostenía entre las mantas se hiciera realidad y ella (Eris original) que deseaba poder desaparecer del mundo.
El dragón reconoció a la niña y le cumplió su deseo; fue por la causalidad del mundo, esos hilos del destino estaban entretejidos en ella.
El dragón hizo realidad su deseo.
El alma de la niña desapareció junto con el corazón del dragón y la causalidad de mantener el mundo en equilibrio, encontró un alma de otro mundo que era adecuada.
Entrar al cuerpo vacío de una chica. Mover el alma… de su lugar.
FIN DE LA NARRACIÓN DE MEDEA.
Lo sabía.
Las fuerzas en mi cuerpo me abandonaron. No fue justo, no se mezcló ni un grano de mi voluntad en todo esto. Una voz ronca salió de mi garganta con un grito. Estaba tan enojada.
—¿Por qué…yo?
—…
—¡Respondeme! ¿¡Por qué yo!? ¿¡Por qué!? ¡Por qué debo de ser yo! ¡Algunas personas deben de haber soñado con esto! ¿¡Pero por qué debo de ser yo!? ¿¡Por qué!? ¡Al infierno con esto!
Ante mi grito la bruja no dijo nada. Ella solo me observaba, contemplándome. Su mirada era tan intensa que no pude soportarla, así que arrojé el espejo al estanque. Sé que no es su culpa, pero…
No podía soportar la realidad que estaba frente a mí. Con el sonido de un chapoteo el espejo se hundió, junto con mi mente.
La cabeza me dolía de nuevo.
Si tan solo tuviera pastillas para el dolor de cabeza para masticarlo con los dientes.
Escuché un par de pasos suaves y giré la cabeza por reflejo. Puede ver a Anakin que puso un cuchillo en el cuello de Heebris mientras lo arrodillaba frente a mí y me preguntó.
—Este tipo estaba escuchando a escondidas su conversación ¿Qué debo de hacer? ¿Lo mató para silenciarlo?
—¿Has estado…comunicándote con una bruja? ¿Sabes lo grave que es eso?—Dijo Heebris.
¿Porque está diciendo tantas tonterías cuando de por sí ya es tan difícil y molesto? Su Santidad se tambaleo de un lado al otro por la sorpresa. Al menos Anakin lo dominó con una sola mano.
Lo observé con una expresión fría antes de responder.
—Este sería un delito grave para la gente de su país, pero yo no soy de este mundo. En primer lugar, soy una Forastera.
—¡Si estás dentro del cuerpo de Lady Mizerian es un crimen!
—¿Y qué?
Era ridículo por lo que me reí.
Al ver mi sonrisa, la expresión de Heebris se distorsionó y preguntó.
—¿Y qué?
—¿Vas a presentar tu denuncia ante el Vaticano? Está bien, eso es lo que esperaba. Mi cuerpo no morirá incluso si me apuñalan, pero no sé si resista al ser quemada en la hoguera. Adelante puede acusarme.
—¡Lady Mizerian!
Ante mi sarcasmo, Heebris levantó la voz para quejarse. La hoja de Anakin se apretó cerca de su cuello.
—Anakin, libera al Sumo Sacerdote. De esa manera solo podrá acusarme.
Anakin envainó su espada con un toque de desaprobación y lo sacudió. Cuando Anakin volvió a colocar su espada me acerque a él y saque su espada una vez más.
La arrojé junto a Heebris y levanté mi cabeza un poco antes de mirarlo y susurrar.
—¡Oh, no hay necesidad de eso! Ahora que lo pienso, el Sumo Sacerdote tiene la autoridad para tomar una decisión rápida ¿No es verdad?
El Sumo Sacerdote tenía el derecho de juzgar a una mujer por ser sospechosa de brujería. No necesitaba evidencia y la mayoría de los Sumos Sacerdotes podían ver el color del alma.
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Gracias por la ayuda, Hikari~.

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