You XiaoMo solo había visto a Lin Xiao unas pocas veces, pero nunca lo había visto sonreír. Incluso cuando estaba con la Shimei o con Mo Gu-shishu, nunca sonreía. Y mucho menos hablaba con una voz tan amable. Ese fue el primer indicio.

El segundo indicio fueron sus palabras. Si realmente fuera el verdadero Lin Xiao, sabría que él no estaría junto a Mo Gu-shishu. Se habían separado esa misma mañana cuando llegaron al pueblo de He Ping. Si estuvieran juntos, solo sería a la mañana siguiente. Esto solo podía significar que el “Lin Xiao” que tenía delante no era el mismo que había visto antes.

Este hombre había afirmado claramente ser Lin Xiao. Además, su rostro era idéntico al de Lin Xiao, con la única diferencia de su vestimenta. El Lin Xiao de la mañana vestía una túnica negra, mientras que ahora llevaba una blanca. Pero no solo su ropa había cambiado, sino también su actitud y aura; parecía una persona completamente distinta.

A You XiaoMo ni siquiera le importaba si el Lin Xiao que tenía frente a él era un impostor. Lo único que sabía era que el Lin Xiao de túnica blanca daba una sensación de peligro mucho mayor que el Lin Xiao de túnica negra.

You XiaoMo tartamudeó, —Li… Lin-shixiong, todavía tengo cosas que hacer, así que me iré. ¡Nos vemos luego!

Dicho esto, se dio la vuelta para marcharse, fingiendo no notar que “Lin Xiao” tenía algo más que quería decirle. Sin embargo, antes de que pudiera dar siquiera dos pasos, You XiaoMo sintió una mano envolviendo su cuello. De repente, el aire dejó de llegar a sus pulmones, dejándolo incapaz de respirar. Al instante siguiente, sus pies se despegaron del suelo y giró en el aire, solo para quedar cara a cara con “Lin Xiao”, con sus narices a menos de cinco centímetros de distancia.

Un completamente aterrorizado You XiaoMo miró fijamente el apuesto rostro justo enfrente de él. —Li… Li… ¿Lin-shixiong?

Ling Xiao no respondió, sino que simplemente sonrió levemente y se dirigió de vuelta a su habitación, cerrando la puerta con suavidad mientras aún sostenía a You XiaoMo. Solo cuando quedaron a solas, lo soltó y lo dejó de pie.

Recuperando su libertad, You XiaoMo inmediatamente se apartó de Ling Xiao. Sin embargo, esta acción solo confirmó las intenciones de Ling Xiao. Intensificando su actitud, su sonrisa se volvió aún más dulce, irradiando una mezcla de elitismo y dominación. Exactamente como un caballero sediento de sangre.

¡Eso era! ¡Un caballero sediento de sangre!

Por primera vez, You XiaoMo se dio cuenta de que alguien podía describirse de esa manera. Era una combinación sorprendente. Si fuera un simple espectador, probablemente lo encontraría fascinante. Pero ahora que estaba en el centro de la situación, no sentía ni una pizca de emoción. Preferiría no tener esta “oportunidad”.

—Gran guerrero, no sé nada. No vi nada. ¡Lo juro!— You XiaoMo levantó las manos sobre su cabeza, temblando mientras pronunciaba esas palabras. Luego, miró a aquel hombre con una mezcla de esperanza y terror, como si estuviera esperando que lo dejara ir en un acto de gran misericordia.

Con una sonrisa en los labios, Ling Xiao lo acorraló, sus ojos llenos de interés mientras se clavaban en You XiaoMo. —Oh, ¿qué es exactamente lo que sabes? ¿Y qué es lo que viste?

You XiaoMo se congeló al darse cuenta de lo que acababa de decir y sintió una fuerte necesidad de darse una bofetada. ¿Acaso este hombre no se había dado cuenta de que él ya había visto a través de su disfraz de Lin Xiao? ¡No me digas que él ni siquiera lo sospechaba y fui yo quien cavó su propia tumba!

Sin importar cuál fuera la verdad, sintió que hoy era, sin duda, un día extremadamente desafortunado.

—Yo… yo… yo sé que no eres Lin Xiao Da Shixiong.— You XiaoMo habló con el rostro completamente rojo por la presión.

Ling Xiao miró su expresión indefensa, que recordaba a un conejito blanco pequeño y adorablemente desamparado. No pudo evitar sentirse complacido, y toda señal de enojo desapareció de su rostro.

Después de un rato, You XiaoMo escuchó una voz proveniente de arriba de su cabeza.

—Ya que has descubierto mi disfraz, no tengo otra opción. Veamos… ¿cómo debería deshacerme de ti? ¿Debería matarte, hervirte o freírte?

You XiaoMo puso inmediatamente una cara de (-_-“). ¿Había alguna diferencia entre esas tres opciones?

—Ninguna de ellas es aceptable. No quiero morir.— You XiaoMo dijo con voz baja y con el rostro triste. Ni siquiera habían pasado diez días desde que llegó a este mundo. Si moría otra vez, ¿quién sabía si terminaría en el infierno o simplemente desaparecería en una nube de humo? ¡Era demasiado aterrador!

—Entonces, ¿qué debería hacer? Después de todo, ya sabes mi secreto.— Ling Xiao fingió estar en una posición difícil mientras decía esto.

Los párpados de You XiaoMo temblaron, e inmediatamente levantó la mano y juró: —Te lo prometo, no le diré a nadie que fingiste ser Lin-shixiong. Si lo hago, que el cielo me parta en dos y destroce mi alma. Uh… ¡Que esté condenado para siempre a ser un mago de bajo nivel! ¿Eso es suficiente?— Preguntó cautelosamente al final.

—¿Eres un mago?— Ling Xiao levantó una ceja, su hermoso rostro mostrando de repente un atisbo de desdén. Al igual que su expresión elitista y dominante anterior, ni una pizca de inquietud se reflejaba en su semblante.

You XiaoMo asintió y luego lo miró con expectación. Ling Xiao respondió con indiferencia: —Si ese es el caso, entonces prepárame una píldora mágica.

—Eso… no traje mi caldero…— You XiaoMo no podía entender qué estaba planeando, pero al ver que Ling Xiao levantaba una ceja, inmediatamente agregó: —Pero tengo algunas listas. Las tengo en mi bolsa mágica. Son las píldoras mágicas que refiné ayer.

—¿Te refieres a esta bolsa mágica?— Ling Xiao levantó la mano y, sorprendentemente, sostenía un bolso que no parecía ir acorde con él. No era otro que la bolsa mágica de You XiaoMo.

You XiaoMo instintivamente tocó la zona de su cintura donde solía estar su bolsa mágica. No pudo evitar quedarse atónito. ¿Cuándo la había tomado? Ni siquiera lo había sentido.

Ling Xiao sacó todo lo que había dentro de la bolsa mágica, incluyendo cuatro pequeños frascos que emanaban un ligero aroma medicinal. You XiaoMo lo vio abrir uno de los frascos y verter una píldora mágica de Acumulación de Energía de color azul claro, una de las de bajo riesgo. Bajo la mirada atónita de You XiaoMo, Ling Xiao lanzó la píldora mágica de Acumulación de Energía a su boca. Después de masticarla dos veces, levantó ligeramente las cejas. Luego, procedió a verter las demás píldoras mágicas de Acumulación de Energía y se las tragó. Hizo lo mismo con los otros tres frascos, tragándose todo como si estuviera comiendo castañas azucaradas.

You XiaoMo lo miró con la boca abierta y los ojos desorbitados. ¿No había escuchado que las píldoras mágicas no podían comerse sin control…?

Después de comerse todas las píldoras mágicas, Ling Xiao se relamió los labios y miró a You XiaoMo con una pizca adicional de satisfacción. —Realmente no esperaba que las píldoras mágicas que refinaste fueran tan deliciosas. Especialmente las de dos de los frascos. No estaban nada mal. Así que felicidades, he decidido no matarte… por el momento.

You XiaoMo escuchó esto con el corazón acelerado y el cuerpo tembloroso. —¿Por… por el momento? Eh, no, quiero decir… ¿de verdad?

—No te mataré, pero…— Ling Xiao le arrojó los frascos vacíos y la bolsa mágica de vuelta, revelando una sonrisa. —A partir de ahora, cada día deberás honrarme con doscientas píldoras mágicas, específicamente las que estaban en los frascos azules.

Los frascos azules eran los que contenían las píldoras mágicas con un diez por ciento de riesgo.

—¿Doscientas… doscientas píldoras mágicas?— You XiaoMo tartamudeó, atónito por la cantidad. Con su habilidad actual, no tenía manera de refinar doscientas píldoras mágicas en un solo día. Ni siquiera si dejara de comer y beber, especialmente porque las píldoras mágicas que Ling Xiao quería eran de bajo riesgo.

Las cejas de Ling Xiao se crisparon. —¿Qué pasa? ¿Acaso quieres negarte?

En un instante, You XiaoMo sintió una presión gélida y penetrante entre sus ojos, casi dejándolo sin aliento. Rápidamente sacudió la cabeza. Después de haber luchado tanto por salvar su vida, por supuesto que no iba a negarse.

—No, no, gran guerrero. Lin-shixiong, apenas aprendí a refinar píldoras mágicas hace unos días. Cien píldoras al día es mi límite. Ad… además, según las reglas de la Secta Tian Xin, tengo que entregar la mitad de las píldoras mágicas…

Ling Xiao lo miró fijamente. Según la memoria de Lin Xiao, la Secta Tian Xin efectivamente tenía esa regla. Así que supo que You XiaoMo no intentaba engañarlo. —Cincuenta píldoras. Por supuesto, si no estás dispuesto, no me importaría convertirte en un cadáver en este mismo momento.

«¡Pero a mí sí me importa!» Por supuesto que You XiaoMo no se atrevió a rebelarse. Por más injustas que fueran las condiciones, no se comparaban con el valor de su vida, así que solo pudo aceptar. Justo cuando dejó escapar un suspiro de alivio, la voz indiferente de Ling Xiao resonó de nuevo sobre su cabeza.

—Pero, para asegurarme de que no me traicionarás… Entrégame la mitad de tu alma.

Traducido por Ji Shenn

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