Capítulo 26 – Muerte

Traducido por:

Publicado el:

Estado de Edición:

Editado

Editor/es responsable/s:

5 minutos
📝 Tamaño de fuente:

 

Todos repitieron el conjuro para invocar al espíritu del lápiz varias veces más, y aunque ya habían dibujado varios círculos en el papel, el resultado fue el mismo que la primera vez: los fantasmas, temiendo ser capturados por los cazafantasmas del inframundo, huían apenas veían a Ling Yiran.  

Xing Zheng, viendo que el lápiz dejaba de moverse después de cada círculo, comenzó a impacientarse: 

—Lan Xiao, ¿de verdad existe el espíritu del bolígrafo? ¿No estarás engañándonos?.  

Los demás también parecían decepcionados.  

Ling Qin, con el estómago retorciéndose de risa, susurró al oído de Ling Yiran: 

—Pequeño Ancestro, la próxima vez que juegues al espíritu del lápiz, definitivamente no te dejaré fuera.

Ling Yiran le lanzó una mirada exasperada.  

Lan Xiao, que desconocía la identidad de Ling Yiran como cazafantasma, fulminó con la mirada a Ling Qin, quien no paraba de reír. Por dentro, sin embargo, estaba confundido y frustrado: —Ya lo dije anteriormente, puede que de día no logremos invocar al espíritu del lápiz. Intentémoslo una última vez. Si no funciona, lo haremos de noche.  

Esa excusa solo servía para engañar a quienes no pertenecían a su círculo.  

Xing Zheng asintió: 

—Una última vez, entonces.  

Todos agarraron el lápiz y repitieron el conjuro. Entonces, en la habitación cerrada, sopló una brisa ligera, tan tenue que apenas se notaba, pero lo suficiente como para mover las pesadas cortinas. El lápiz dibujó otro círculo.  

Ling Yiran y Ling Qin percibieron de inmediato que esta vez el fantasma invocado era diferente a los anteriores y alzaron la vista hacia los participantes del juego.  

Ling Qin tragó saliva: 

—¿Será que mi boca de cuervo funcionó? ¿De verdad vino un emperador fantasma?

Ling Yiran negó con la cabeza: 

—Si fuera un Emperador Fantasma, la conmoción no sería tan pequeña.

Lan Xiao también sintió que esta vez el espíritu era distinto y empezó a asustarse. Justo cuando dudaba si interrumpir el ritual, una figura apareció sobre sus cabezas. Tenía un rostro cuadrado, ojos hinchados, labios finos arriba y gruesos abajo, y una expresión severa e impaciente. Al ver que Lan Xiao y los demás lo habían invocado para servir como un simple espíritu del lápiz, sus ojos ardieron de furia.  

Ling Yiran, al reconocer al fantasma convocado, casi se cayó del sofá: 

—¡Mierda! ¿cómo convocaron a este dios de la plaga? ¿Cómo lo lograron?

Ling Qin, curioso, preguntó:

—¿Quién es?

—Liu Mengqi, un cazafantasma de primera clase. Este tipo siempre me hace la vida imposible—. Ling Yiran intentó esconderse, pero ya era demasiado tarde: Liu Mengqi lo había visto.  

Ling Qin se sorprendió: 

—¿Puede invocar el espíritu del bolígrafo a los mensajeros fantasma?

—No tengo idea cómo pasó, pero una cosa es segura: si este tipo está aquí, no trae nada bueno—. Ling Yiran notó que Liu Mengqi no llevaba su uniforme de cazafantasma, lo que confirmaba sus sospechas.  

De hecho, Liu Mengqi también estaba bastante sorprendido de que Ling Yiran estuviera aquí, porque había sido convocado de la nada. En ese momento, él y Ma Zhong siguieron en secreto a Ling Yiran al hotel y lo siguieron hasta el exterior de la habitación 99. Más tarde, después de escuchar una y otra vez el conjuro de invocación, de pronto se encontró dentro de la habitación.  

Pero esto le venía bien: le daba una excusa perfecta para quedarse en el hotel.  

—¡Llegó, llegó! ¡El espíritu del lápiz está aquí!—. Lan Xiao, al ver que Liu Mengqi no huía como los otros fantasmas, se apresuró a decir: 

—Si tienen preguntas, háganlas ahora.

Xing Zheng fue el primero: 

—Espíritu del lápiz, espíritu del lápiz, ¿existen realmente los fantasmas en este mundo?  

Liu Mengqi miró a Xing Zheng, luego al lápiz sostenido por el grupo y, de repente, entrecerró los ojos. El lápiz comenzó a moverse.  

—¡Se mueve, se mueve!—. Todos se emocionaron.  

Xing Zheng miró a Lan Xiao con escepticismo: 

—¿No será que alguien lo está moviendo?

Lan Xiao, al notar la desconfianza, se enfadó: 

—Si no crees, no juegues.

Xing Zheng, sin decir nada, aplicó fuerza para evitar que el lápiz se moviera mientras observaba las manos de Lan Xiao. Este último estaba relajado, al igual que los demás, pero el lápiz seguía moviéndose como si ignorara su presión. La escena era inquietante.  

Una de las chicas, asustada, dijo con voz temblorosa: 

—Lan Xiao, mira qué está escribiendo el espíritu del lápiz. 

El lápiz trazó primero una línea horizontal y un trazo inclinado, luego un trazo curvo y un punto. Sin necesidad de terminar, todos pudieron adivinar qué carácter estaba formando. Cuando el lápiz comenzó el siguiente trazo, los demás soltaron el lápiz aterrorizados.  

Lan Xiao, furioso, gritó: 

—¡Les dije que no lo soltaran! ¡Puede traernos consecuencias terribles!  

De repente, Xing Zheng extendió su otra mano y golpeó con fuerza el dorso de la mano de Lan Xiao.  

Lan Xiao, por el dolor, retiró instintivamente la mano y gritó: 

—¡Xing Zheng! ¿por qué diablos me golpeaste?

Pero Xing Zheng solo podía mirar, paralizado, cómo el lápiz movía su mano para completar el último trazo del carácter: un gancho curvado hacia abajo.  

Formando la palabra —muerte – 章 死.  

Lan Xiao y los demás palidecieron. Alguien preguntó: 

—Xing Zheng, ¿fuiste tú quien escribió esto? No juegues con nosotros.  

Xing Zheng, sin embargo, estaba demasiado conmocionado para hablar.  

En ese momento, la puerta se abrió y Xing Han y Luo Yangyue salieron de la habitación.  

Liu Mengqi los miró y esbozó una sonrisa siniestra.  

Ling Yiran sintió que algo muy malo estaba por suceder.

 

»»———— ❀ ————««

¡FELICES LECTURAS!

Traducido por Ahsarom
☕ Apoya el proyecto en Ko-fi

Subscribe

Notify of

guest





0 Comentarios


Inline Feedbacks
View all comments

Donar con Paypal

🌸 El contenido de Pabellón Literario está protegido para cuidar el trabajo de nuestras traductoras. ¡Gracias por tu comprensión! 💖

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x