Su voz era demasiado suave, Gu Zongyan no escuchó claramente y preguntó: “¿Qué dijiste?”

El rostro de Ji He se calentó. Luchó internamente por un momento y finalmente se lanzó, parándose frente a Gu Zongyan y repitiendo: “Quiero que estés conmigo…”

Su cara se puso visiblemente roja después de decir eso.

Gu Zongyan miró al chico frente a él, de pie como un brote verde, con la cara sonrojada como una flor a punto de florecer. Recordó cuando el joven realmente floreció.

Pero él no era una persona tan indisciplinada, también sabía que era raro que Ji He fuera tan activo, así que quería molestarlo un poco.

Ji He estaba terriblemente avergonzado y se reprochaba a sí mismo por no ser brillante y no poder pensar en una buena idea. Pero antes de que pudiera reprenderse completamente, una gran fuerza repentinamente lo agarró. Ji He se tambaleó y cayó sentado en el regazo de Gu Zongyan.

Los musculosos muslos irradiaban un cálido calor corporal que, incluso a través del traje, dejaba sentir sus fluidas líneas musculares y su innegable sensación de fuerza poderosa. Ji He lo había experimentado personalmente y sabía el terrible poder que contenían.

Metió la cabeza en el cuello, se sentó incómodo en el regazo del hombre, luego sintió la respiración del hombre acercándose a su oído, la voz teñida de diversión: “Dilo de nuevo”.

Las orejas de Ji He temblaron ligeramente, su cara estaba roja como la sangre, pero no podía dejar que el hombre descubriera las cosas que había escondido, así que tras dudar un momento, soportando una vergüenza extrema, rodeó el cuello del hombre con sus brazos, con las frentes juntas, respiraciones entremezcladas.

Miró los oscuros ojos del hombre y susurró suavemente: “Dije… que quiero que estés conmigo…”

Inmediatamente sintió la respiración de Gu Zongyan volverse más pesada.

El cálido aliento rozaba su cara, los ojos del hombre se volvieron más profundos, Ji He vio su nuez de Adán moverse, y su propio cuerpo también comenzó a temblar ligeramente. La vergüenza amenazaba con ahogarlo, realmente no podía soportar esa mirada, apretó los brazos y lo abrazó por el cuello, finalmente sin poder ver el rostro del hombre.

Cerró los ojos, aferrándose fuertemente al hombre, incapaz de hablar. Gu Zongyan tampoco dijo nada.

El tranquilo ambiente hacía que el contacto corporal fuera aún más prominente. El muslo debajo, la palma en la cintura, la piel del cuello presionada contra la suya, todo irradiaba un leve calor, mareando.

Un momento después, cuando la mente de Ji He aún no se había calmado, sumergida en la vergüenza, de repente escuchó una voz ronca en su oído: “Bájate”.

Ji He se sobresaltó y soltó los brazos, mirando aturdido al hombre frente a él.

Pero un instante después, todo se volvió negro cuando la gran mano de Gu Zongyan cubrió sus ojos. No tuvo más remedio que cerrar los ojos, y luego sintió que el brazo alrededor de su cintura de repente tiró con fuerza. Fue levantado y sus pies tocaron firmemente el suelo.

La obstrucción fue retirada de sus ojos y Ji He vio a Gu Zongyan mirando fijamente la computadora, con expresión solemne, diciendo con voz profunda: “Sal”.

Las orejas y el cuello de Ji He estaban rojos, la intensa vergüenza le hizo desear escapar de inmediato, pero, pero no podía huir, no podía dejar a Gu Zongyan solo en el estudio, ¿y si buscaba algún archivo y encontraba sus cosas?

Debería haberlo dejado en otro lugar, pensó Ji He con desesperación. No podía salir, así que caminó lentamente y se sentó en otra silla.

No se atrevió a hacer ningún movimiento innecesario, solo se sentó recto y apropiadamente, pero la mirada del hombre inmediatamente se dirigió hacia él, con impaciencia en los ojos.

Ji He se apresuró a decir: “No te molestaré, me quedaré aquí, no me eches…” su voz se volvió más y más suave.

“Tsk”. Gu Zongyan realmente parecía impaciente, su voz claramente contenía ira reprimida: “¡Ve a bañarte!”

Ante su grito, Ji He realmente quería llorar, lo miró con los ojos ligeramente rojos, luego bajó la cabeza rápidamente, sin hablar ni moverse, luciendo extremadamente miserable.

Gu Zongyan vio a Ji He a punto de llorar tan lamentablemente, sintió que una llama ardía en su pecho. ¿A quién estaba molestando?

Ji He esperó un momento, sin oír a Gu Zongyan echarlo de nuevo, así que cuidadosamente levantó la vista, solo para ver que el hombre estaba tecleando furiosamente, al sentir su mirada, inmediatamente la capturó, con una mirada afilada que contenía ira reprimida y un torrente de deseo.

Lo asustó tanto que se estremeció y rápidamente bajó la cabeza.

En menos de un minuto, Ji He sintió repentinamente que una sombra se acercaba. Antes de que pudiera levantar la cabeza para mirar, un fuerte brazo de repente lo rodeó por la cintura, levantándolo. Gu Zongyan lo cargó sobre su hombro y se dirigió apresuradamente al baño.

Esa noche, Ji He fue como un pequeño gatito extremadamente pegajoso, aferrándose a Gu Zongyan, del baño a la habitación, una y otra vez, sin dejarlo ir ni un momento incluso para descansar, solo queriendo estar acurrucado en sus brazos.

Gu Zongyan lo complació toda la noche con los ojos inyectados en sangre.

Al día siguiente, como era de esperar, Ji He no pudo levantarse de la cama, pero seguía siendo absurdamente pegajoso, exigiendo la compañía de Gu Zongyan a cada momento. Tan pronto como se iba, Ji He comenzaba a llorar.

Gu Zongyan no tuvo más remedio que consentirlo en la cama otro día más, y recién a la mañana siguiente se fue del apartamento para atender los asuntos acumulados.

Un día y una noche después, el dolor físico finalmente disminuyó y Ji He podía moverse libremente de nuevo. Tan pronto como Gu Zongyan se fue, corrió rápidamente al estudio y sacó de la vitrina la nueva mochila que había escondido.

Todavía estaba ahí.

Nadie conocía los pensamientos de Ji He. Después de salir de la villa Jingyuan, asistía normalmente a la escuela y Gu Zongyan nunca lo restringía, solo exigía que los guardaespaldas estuvieran con él todo el tiempo para proteger su seguridad.

Pero después de tanto tiempo, aunque los guardaespaldas y Ji He no eran cercanos, sabían que era una persona tranquila que no causaba problemas. Y en la escuela, ¿qué problemas podría causar? Los guardaespaldas ya habían bajado la guardia, por lo que Ji He fácilmente consiguió un nuevo teléfono y tarjeta SIM.

Sostuvo la caja con el teléfono, con expresión calmada pero el corazón latiendo un poco más rápido. Pronto, pronto podría irse.

Sacó todos los libros de la mochila y los acomodó ordenadamente en el escritorio. Luego, desde el estante inferior de la librería, encontró una caja de metal. La abrió con una llave, contenía fajo tras fajo de efectivo.

Era dinero que había sacado discretamente de la tarjeta bancaria del cuerpo original. Temía usar pagos electrónicos por si Gu Zongyan lo rastreaba.

Después de guardar el dinero en la mochila, Ji He volvió a la habitación, sacó los documentos de identidad que había preparado y empacó un simple conjunto de ropa, metiéndolo todo en la mochila.

Luego, sentado en la cabecera de la cama, llamó al chofer y dijo que quería ir a la escuela por las clases de todo el día.

Ji He estaba sentado apropiadamente con la mochila en la espalda en la vacía sala de estar, esperando tranquilamente.

En menos de diez minutos, el auto se detuvo frente a la puerta del apartamento.

Era un día soleado, con cielo despejado. El sol de las ocho de la mañana ya era algo cegador. La tía Zhang estaba regando las flores en el jardín, las exuberantes peonías florecían, meciéndose suavemente con la brisa.

Ji He cerró la puerta principal, saludó a la tía Zhang, y fue al auto. Inmediatamente miró hacia atrás a la enorme villa, luego, sin dudarlo, se dio la vuelta y subió al auto.

Traducido por ItsMeRae

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