Capítulo 28

Porque esa es la persona que ama profundamente. ¡Esa es la persona que le causa dolor, a la que quiere proteger! Si el final cambia a un happy ending, ¡esa persona definitivamente dejará de existir! Esto es lo que realmente aterroriza a Xing Wei. Si esa persona desaparece, aunque se reescriba todo a un happy ending, ¿qué sentido tendría?

¡Sin ese Xiao An, todo carece de sentido! Aunque el Xiao An de ahora se case, encuentre la felicidad y nunca esté solo, ¡Xing Wei se da cuenta de que no se sentirá ni un poco feliz ni consolado por ello!

¡Porque la persona que ama nunca lo sabrá!

Esa persona seguirá esperando en una soledad eterna en un vacío, por un final imposible, o simplemente se desvanecerá. Y al pensar que se desvanecerá, Xing Wei siente que sus órganos se vacían, un dolor abrumador.

¿Qué es lo que amo exactamente?

¿No es An Jinchen? Entonces, ¿por qué este sentimiento ahora? De todos modos, él va a morir; ¿no era su deseo que Xiao An encontrara la felicidad? Aunque fuera olvidado, ¿no era algo inevitable?

No… no lo es…

Hay cosas que uno nunca puede engañarse a sí mismo…

Mi deseo es que Xiao An recupere la felicidad. Pero, ¡no él, no este An Jinchen de ahora! Sino la persona de diez años después a la que he estado mirando a través de él. Solo esa persona…

El Xiao An que me gusta, aunque sigue siendo muy guapo, siempre tiene un aire de esposo sensato y tranquilo. Maduro, estable, tímido, adorable; siempre te hace querer abrazarlo, no puedes soportar herirlo, no puedes soportar dejarlo solo, no puedes soportar su soledad.

Es extraño, ¿verdad?

Es la misma persona. Pero en el corazón de Xing Wei, ahora son, en el mejor de los casos, idénticos en apariencia, pero completamente dos personas diferentes.

Esto es sin duda un cambio de corazón…

¿No debería ser el sentimiento normal: “Como te amo, por supuesto también amo a tu yo de diez años, porque son la misma persona”? El primer día que fue a diez años después, Xing Wei todavía amaba al An Jinchen de ahora. Quizás esta fue también la intención original de Xing Wei para enamorarse del Xiao An de diez años después, porque originalmente eran la misma persona.

Pero luego, todo se volcó por completo.

Y eso fue solo en tres días.

Xing Wei, que pensó que era imposible amar a alguien más, en el “futuro” entendió realmente lo que significaba caer por completo. Desde que regresó, la persona que anhela, extraña, quiere abrazar y recordará por el resto de su vida, todavía se llama An Jinchen. Solo que el tiempo está completamente mal.

Y el An Jinchen de ahora ya no es su amor más profundo. La persona que ama está en el futuro, en un futuro inmensamente triste.

Si en este momento realmente aparece una oportunidad para cambiar el futuro, él no sabe qué camino tomar.

Si para tu felicidad actual tengo que borrar al tú que amo profundamente…

Yo… ¿realmente puedo hacerlo?

—Dime… ¿es posible algo así? Supongamos que A quiere mucho a B. Luego rompen, pero después de la ruptura, A sigue queriendo a B. Después, el tiempo vuela durante diez años, y se reencuentran. En este punto, A quiere a este B más que antes, pero debido a que el B de diez años después tiene una personalidad muy diferente al B de hace diez años, A descubre de repente que solo quiere al B actual y ya no ama al B de hace diez años.

—¿Crees que esta es una psicología normal? Es decir, son claramente la misma persona; lógicamente, no importa cómo cambien, la esencia no debería cambiar. Pero en el corazón de A, el B de diez años después ha reemplazado completamente al B de hace diez años. ¿No es extraño este sentimiento?

—Ejem, dije, señor A —el doctor entrecerró los ojos y se acarició perezosamente el cabello roto como seda—: Oye, ¿no te has equivocado? Soy médico, sí, pero no soy un ‘psicólogo’, ¿de acuerdo? Aparte del cerebro, ¿tienes algún otro problema de salud? Si no estás enfermo, ¡no me molestes para atraer clientes!

—Oye… ¡curandero! ¿Quién está afectando tu negocio? ¡Estabas durmiendo antes, ¿de acuerdo?!

—Está bien, está bien, ¡qué ruidoso! —El doctor se tapó los oídos, examinó al furioso Xing Wei y se rió—: En realidad, aunque no soy psicólogo, puedo analizar un poco. Creo que la situación que acabas de describir es posible, y es completamente normal.

—¿Normal?

—¡Normal, sí! Piénsalo bien, ¿no es así con todas las relaciones amorosas? Incluso si se trata de la misma persona, los sentimientos cambian con el tiempo. Si el tiempo no cambiara los sentimientos de las personas, ¡nunca habría rupturas o reconciliaciones en el mundo! Cuando el tiempo cambia, el gusto original puede convertirse en disgusto, y el disgusto puede convertirse en gusto. ¡Esto les sucede a casi todas las personas!

Eso tiene sentido… Xing Wei sintió que el curandero tenía un poco de razón.

Sí, incluso frente a la misma persona, los sentimientos son diferentes en diferentes momentos. Sin ir más lejos, el propio An Jinchen hacia él, ¿no cambió de gusto a indiferencia, y luego, mucho después, volvió a gustarle debido a ese recuerdo nostálgico…?

Ambos son Xing Wei, son claramente la misma persona. Y a diferencia de la enorme diferencia entre el An Jinchen de diez años después y el de hace diez años, este Xing Wei sigue siendo la misma persona con la misma personalidad.

Pero si lo pensamos así, la “esencia del tiempo” de repente se vuelve un poco odiosa para Xing Wei.

Realmente es una cosa odiosa… El “tiempo” sepulta las cosas hermosas que alguna vez existieron, prolonga el dolor interminable y, debido a su desorden, divide los sentimientos de dos personas, haciendo que, incluso si logran amarse con dificultad, haya una distancia que nunca se puede llenar en el medio.

Si el tiempo pudiera detenerse, detenerse en el momento de esa noche lluviosa en que llevó a casa al inconsciente An Jinchen, el clic de ese momento sería eterno, sin la indiferencia, el engaño y la traición que vinieron después.

Si el tiempo pudiera desaparecer, desvaneciéndose en un instante en el “futuro”, entonces el Xiao An de diez años después no tendría que soportar día tras día una vida sombría, lenta y larga.

Si el tiempo pudiera desfasarse, Xing Wei podría cruzar directamente la barrera del espacio-tiempo, abrazar de nuevo a su amado Xiao An, ya no limitado por la muerte predestinada y el desfase temporal imposible de saltar, y darle la felicidad que la persona que siempre lo ha estado esperando se merece.

Pero esa cosa sigue fluyendo en silencio, sin ser afectada por el mundo exterior, cruel y tranquilamente.

Comprimiendo la felicidad en fragmentos fugaces y prolongando el dolor.

E incluso con su talento excepcional, que le permite abrirse paso una o dos veces en esta corriente infinita, Xing Wei nunca puede ir en contra de esa ley inmutable del tiempo.

—Por cierto, escuché que An Jinchen ha estado presionando secretamente a tu empresa recientemente. ¿De repente se te ha puesto difícil hacer negocios?

—Algo así… —Xing Wei suspiró—: Pero no importa. Le entregué el control de la empresa al Zorro anteayer. Me dijo: ‘Pequeño Xing Wei, el coeficiente intelectual de los mortales no sirve, mira cómo me encargo de él’. Yo no tengo intención de enfrentarme a An Jinchen, pero si la empresa se hunde en mis manos, sería demasiado injusto para ustedes, los accionistas, así que se la entregué al Zorro.

—FUFUFU~ ¡Eso es muy propio del estilo del Zorro! —El doctor se rió, y de repente cambió de tema—: Entonces, Xing Wei, ¿quién es tu nuevo ligue?

—¿Ah?

El doctor, con una sonrisa malvada, llamó al hombre absorto:

—Escuchando la historia que contaste de A y B hace diez años y diez años después, ¿no será que has vuelto con alguien que conociste hace diez años? Pero hace diez años, ¿qué edad tenías? ¿Once? Bueno, un poco joven, ¡pero justo en el despertar del amor! ¡Confiesa, confiesa! ¿Es, es una reconciliación con tu primer amor? ¡Si lo es, voy a ganar dinero!

—¡Maldito seas! ¡¿Tú también eres uno de los que usa mi vida como broma y apuesta?!

—¡Ay, las pequeñas apuestas animan el espíritu! Pero hablando en serio, ya deberías haber pasado página. ¡Deja de colgarte de ese árbol torcido de An Jinchen! ¿No está bien ahora? Tú y tu viejo amor se reconcilian, An Jinchen se casa, y de ahora en adelante no hay más vínculos…

—¿Qué dices? ¿Casarse? ¿Quién te dijo eso?

El doctor le arrojó un periódico de chismes. Toda la página estaba dedicada a los rumores de que An Jinchen podría casarse y a la especulación sobre su misteriosa prometida.

Xing Wei sostuvo el periódico, con una expresión de perplejidad.

¿Cómo es posible? ¡¿Cómo es posible?!

Si Xiao An realmente se casa, ¿entonces el futuro realmente ha cambiado? ¿Puede el destino predeterminado realmente cambiar? Si cambia, ¿cuál es ese “futuro” al que fui? ¿No se convertiría en una falsedad?

…Una falsedad…

¿Será que no hay un futuro de diez años después… que solo tuve una crisis nerviosa por el golpe de la ruptura, y aluciné un futuro así, aluciné un Xiao An que se ajustaba a todas mis últimas fantasías para consolarme?

¡No debería ser tan patético, ¿verdad?! Xing Wei se conocía a sí mismo; su mente no parecía tan frágil como para necesitar crear un espacio así para escapar.

Entonces… ¿es un castigo? Se rió amargamente, ¿porque recé tantas veces, esperando poder cambiar el futuro y realmente cambió?

¿Xiao An podría no tener que envejecer solo? ¡¿Yo podría no tener que morir?!

Pero el precio de esta calma es terminar siendo completos extraños, olvidándonos el uno del otro? ¿O es que, incluso si hago todo lo posible para que regrese a mi lado y podamos vivir felices juntos, él ya no será el Xiao An que amo profundamente?

¿Está bien así?

¿Puedo sentir paz y no arrepentirme si me resigno a este final aparentemente perfecto?

…

No… No… ¡Esto no está bien!

¡Esto no está bien!

Algo colgaba de su pecho. Xing Wei lo agarró con fuerza. Era esa ancla de plata, el regalo importante que Xiao An le había puesto con sus propias manos.

Todavía está aquí.

¡El regalo que trajo del “futuro” todavía está aquí!

El Xiao An que ama no puede ser falso… ¡ese futuro no es falso! ¡Realmente sucederá!

Ya… no queda mucho tiempo. An Jinchen no lo sabe, por lo que puede seguir burlándose de Xing Wei sin escrúpulos. Pero Xing Wei escucha el tictac del reloj en su mente cada segundo. De repente, sintió que tenía que encontrar a An Jinchen.

Debo encontrarlo… encontrar a Xiao An.

Hay cosas que deben resolverse, de lo contrario, si siguen enredándose, solo empeorará.

Ahora es el momento equivocado.

Todo lo que se haga en el momento equivocado está mal. An Jinchen no lo amará, al menos no hasta que él muera. Cualquier cosa que haga en este período de tiempo, cualquier interacción que tenga con él, no puede convertirse en un recuerdo hermoso.

Solo necesita terminar con todo esto lo antes posible, ¡desaparecer de la vista de An Jinchen lo antes posible!

¡Porque ya no quiere dejar ningún recuerdo que haga que el futuro Xiao An se arrepienta y sufra al recordarlo!

Por la nostalgia, lo invitó a tomar ese café, y terminó con Xiao An inventando la noticia de su matrimonio para provocarlo. Él no se sentirá herido por esto, porque sabe que todo es falso, pero ¿qué pensará el futuro Xiao An cuando recuerde esa mentira? Ese Xiao An tierno definitivamente se culpará inmensamente por haber lastimado a Xing Wei con una mentira una vez más.

Así que… es suficiente.

Quedan menos de dos años antes de su muerte. En este tiempo, aunque podría ver a An Jinchen una y otra vez si quisiera, podría explicarle muchas cosas, podría decirle una y otra vez cuánto lo ama, y que sus sentimientos por él nunca, nunca cambiarán, incluso si no están juntos en el futuro.

Pero, ¿qué sentido tiene? De todos modos, va a morir. Cuanto más diga, más haga, más pesadas serán las cadenas que deje.

El Xiao An de diez años después ya está asfixiado, así que ya no puede verlo. No quiere que Xiao An diga más cosas de las que se arrepentirá en el futuro, no quiere que Xiao An se hunda en más arrepentimiento.

Es hora de separarse, aunque todavía con mucha pena.

Esta es la última vez, Xiao An. Esta es la última vez que te veré antes de la eterna despedida.

Es un poco irónico, ¿verdad…? Xing Wei pensó que para alguien con tantos sentimientos y un romanticismo tan arraigado como él, la “última vez” con Xiao An debería ser inolvidable.

Como mínimo, lo miraría a los ojos y le diría: Tienes que recordar, no importa cuánto tiempo pase, siempre te amaré.

Pero la realidad fue que en el futuro quemó la casa del otro y, en el caos, fue devuelto a su tiempo original sin decir nada. Y ahora, en su última reunión antes de morir, tampoco tiene ningún plan romántico.

Soy odioso, ¿verdad? pensó. A quien amo profundamente ahora es claramente a esa persona de diez años después. Pero al tener que separarme del tú de ahora, este sentimiento de frustración y falta de voluntad todavía me inunda el pecho.

Xiao An, una vez te amé profundamente.

Y en un tiempo muy, muy lejano, mi yo actual también amó a tu yo futuro.

Toda mi vida te pertenece.