Durante los últimos días, Gu Lingxiao había estado muy ocupado en el Departamento Xingjian.
Cada año, el Pico Cuyu tenía una prueba para los Maestros del Pico, y para aprobar, solo tenían que resolver un número mínimo de casos para la gente que vivía bajo la montaña.
Como la salud de Chi Ning no era muy buena y había poco personal disponible en el Salón Yaoguang, Gu Lingxiao hacía algunos viajes por la montaña para eliminar unos cuantos espíritus malignos. De este modo, Chi Ning mejoraría sus números antes de que llegue la fecha de la prueba.
Los casos reportados por la gente no eran difíciles de resolver. Debido a que es una zona muy poblada, la mayoría de los casos son causados por animales salvajes de las montañas que se han convertido en yaos y han atacado a los humanos.
Gu Lingxiao acababa de bajar la montaña para eliminar a un yao serpiente y quería volver lo más rápido posible para molestar a Chi Ning contándole su gran hazaña. Pero justo antes de entrar por la puerta, se quedó completamente paralizado.
Dentro del patio.
Shen Qiuting sostenía con fuerza la mano de Chi Ning. Shen Qiuting incluso se inclinó hacia adelante, muy cerca de Chi Ning.
Chi Ning no estaba acostumbrado a que otras personas lo tocaran, por lo que sacó lentamente su mano cautiva, y la frotó en su túnica, como si estuviera limpiándola: —¿Qué es lo que quieres?
Los ojos de Shen Qiuting eran cálidos, y su tono de voz era un poco inestable: —Quiero…
—¡Estás delirando! —Gu Lingxiao apretó los dientes y escupió estas palabras, e inmediatamente después, desenvainó su espada.
Shen Qiuting vislumbró una luz fría por el rabillo del ojo, y antes de que pudiera terminar de hablar, se vio obligado a levantarse del taburete de jade y a retroceder unos pasos.
La espada atravesó el aire con un ruido sordo.
Zhaichen fue tan veloz que solo su sombra fue visible.
Un escalofrío recorrió el cuello de Shen Qiuting cuando la fina punta de la espada tocó el costado de su cuello.
Recorrió con la mirada la hoja de la espada, que era tan blanca como la nieve, y se encontró con los ojos furiosos de Gu Lingxiao.
—Shixiong Gu, ¿por qué estás tan agitado? —Shen Qiuting dijo con una voz que solo ellos dos podían escuchar.
Este título hizo que Gu Lingxiao frunciera el ceño.
Shen Qiuting ingresó a la secta dos años después que Gu Lingxiao, por lo que, en teoría, él debería llamarlo su “Shixiong”. Sin embargo, Gu Lingxiao lo consideraba su amigo, así que no se llamaban “compañeros discípulos”, sino que se llamaban directamente por sus nombres.
Zhaichen avanzó hacia adelante nuevamente, presionando contra las venas verdes de Shen Qiuting, estaba tan cerca que con un solo movimiento podría haber cercenado su garganta inmediatamente.
Gu Lingxiao dijo: —¿Mi Shizun es alguien a quien puedes tocar?
Shen Qiuting presionó ligeramente las yemas de sus dedos, como si todavía extrañara el calor de la mano de Chi Ning: —¿Que si puedo o no puedo? Sucede que ya lo he tocado.
Chi Ning estaba detrás de Gu Lingxiao, y viendo que estaba furioso, tiró de su manga y le preguntó: —¿Por qué estás tan enojado? No pelees con tu Shidi.
La intención original de Chi Ning era recordarle a Gu Lingxiao que cuidara su comportamiento. De acuerdo con las reglas de la Secta del Pico Cuyu, está prohibido pelear con otros compañeros discípulos.
Pero cuando estas palabras llegaron a los oídos de Gu Lingxiao, echaron más leña al fuego.
¿Qué Shidi? Es imposible que él, Gu Lingxiao, pueda tener algún Shidi, Chi Ning ni siquiera quería aceptar otros discípulos.
Durante el último par de días, Gu Lingxiao había escuchado el rumor que circulaba acerca de Shen Qiuting y Chi Ning.
No sabía quién fue el primero en difundir el rumor de que Chi Ning podría tomar a Shen Qiuting como su discípulo. La noticia se propagó como un incendio forestal, y pronto se extendió por todo el Pico Cuyu.
Solamente las personas como Chi Ning, quienes rara vez salían, aún se mantenían en la oscuridad.
Los que creían en este rumor tenían bastantes razones. No sabían que las venas espirituales de Chi Ning estaban dañadas, solamente vieron como Shen Qiuting y Chi Ning se acercaban, entonces pensaron que Shen Qiuting se ganó el favor de Chi Ning.
Hoy, cuando Gu Lingxiao había estado manejando el caso con sus compañeros del Departamento Xingjian, uno de ellos, llamado Xue Lang, quien tenía un temperamento muy animado, no pudo evitar preguntar: —He oído que Shen Qiuting va a cambiarse a la tutela del Venerable Inmortal Chi, ¿es cierto?
Gu Lingxiao limpió la sangre del yao serpiente de la hoja de su espada y dijo: —No he oído hablar de eso.
Xue Lang susurró su análisis: —En lo que respecta al Maestro del Pico Qi, Rong Jie y Shen Qiuting no están en buenos términos, una montaña no puede albergar a dos tigres. Pero Rong Jie es su discípulo principal y ha estado a cargo del Salón Suihe durante muchos años, así que no se irá tan fácilmente. Entonces, ¿no está Shen Qiuting acercándose deliberadamente al Salón Yaoguang para encontrar otro futuro?
—No es común cambiar el reconocimiento de Shishu a Shizun, pero eso no es algo inédito en la historia de nuestra secta. Además, Shen Qiuting tiene talento y puede llegar a convertirse en una persona de éxito.
Este rumor había hecho tanta espuma que Gu Lingxiao sintió que debería haber alguien detrás de escena agitando las olas.
Si la persona detrás de escena era Shen Qiuting, entonces Shen Qiuting consideraba que su amistad de tantos años no tenía ningún valor. Gu Lingxiao solo sintió que este hombre tenía una mente muy profunda y que había muchas cosas escondidas en sus ojos que los demás no podían ver.
Gu Lingxiao puso la espada detrás de su espalda, miró fijamente a Shen Qiuting y levantó las cejas provocativamente: —Escuché que el cultivo del Shidi Shen está progresando increíblemente rápido, ¿por qué no tenemos una pequeña competencia?
El viento otoñal soplaba suavemente, haciendo ondear las túnicas de los dos hombres.
Gu Lingxiao y Shen Qiuting estaban uno frente al otro, los dos jóvenes tenían excelentes habilidades.
—Bien. —Shen Qiuting sonrió sombríamente y levantó la mano para invocar su espada espiritual: —Qibai.
La espada atacó inmediatamente.
Gu Lingxiao levantó su espada y lo enfrentó con igual fuerza.
Cuando las dos poderosas fuerzas espirituales chocaron, el suelo tembló como si un terremoto hubiera estallado.
Qingyuan voló desde el techo para ver la diversión y felizmente dio vueltas en el aire: —Es una pelea~ Es una pelea~
Impotente, Chi Ning observó cómo el juego de té sobre la mesa de jade se tambaleaba y caía al suelo, rompiéndose en pedazos.
Chi Ning se sintió muy angustiado, y llamó a una de las figuras que luchaban: —¡Gu Lingxiao!
Su voz no fue fuerte, pero Gu Lingxiao la escuchó con bastante facilidad. Gu Lingxiao detuvo su mano que estaba a punto de golpear a Shen Qiuting y dijo: —Vamos a la parte trasera de la montaña.
Y así fue como la parte trasera de la montaña sufrió.
Chi Ning se quedó dónde estaba, mirando inexpresivamente el agujero recién hecho en el suelo, escuchando el sonido de las ramas de un árbol rompiéndose.
Ese era un árbol que había sido plantado hace cien años, por desgracia, parecía que hoy sería el día en que se iba a quedar calvo.
Dijeron que era una pequeña competencia, pero los dos dieron todo lo que tenían.
La conmoción fue tan grande que incluso Xiao Jing y Zong Dai llegaron al escuchar tanto ruido.
Zong Dai, quien había estado en la cocina guisando algunas verduras, llegó a toda prisa con una espátula en la mano: —Me asusté muchísimo, pensé que los demonios nos estaban invadiendo. ¿Por qué están peleando?
Chi Ning frunció el ceño y pensó en ello, pero no se le ocurrió ninguna razón.
Tan pronto como Gu Lingxiao entró por la puerta, se puso furioso y lo ignoró: podría ser que… ¿El niño haya comenzado a rebelarse?
—No lo sé. —Respondió.
Cuando Xiao Jing vio la pelea en su máximo esplendor, animó una y otra vez: —¡Xiao Gu, ese es un excelente movimiento! ¡Golpéalo, golpéalo!
Chi Ning suspiró suavemente.
Zong Dai tranquilizó a su Shizun: —El Shidi tiene la ventaja, todo estará bien.
Impotente, Chi Ning observó cómo un árbol de catalpa era quebrado por la mitad, y se sintió aún más angustiado: —Él es realmente bueno para acabar con la herencia familiar.
Los dos hombres intercambiaron un movimiento tras otro, moviéndose tan rápido como si estuvieran volando en el viento y el polvo, y pronto, la ventaja de Gu Lingxiao se hizo cada vez más obvia.
Gu Lingxiao ya no quería seguir peleando, así que sostuvo a Zhaichen con ambas manos y se lanzó hacia Shen Qiuting, quien levantó su propia espada para enfrentarlo.
Las hojas de ambas espadas chocaron, y las chispas brotaron.
Después de un momento de estar atrapados en un punto muerto, Shen Qiuting estaba exhausto, sus brazos no podían dejar de temblar.
Gu Lingxiao dijo: —Todavía no estás a mi altura.
Gotas de sudor frío aparecieron en la frente de Shen Qiuting: —Estás tan orgulloso de ti mismo, pero es sólo porque el Venerable Inmortal Chi está dispuesto a hacer el cultivo espiritual contigo. —Cuando vio que el rostro de Gu Lingxiao cambiaba ligeramente, curvó las comisuras de sus labios: —Pero el cultivo espiritual con otra persona también le funcionará. Es solo que, cuando rompa la marca que dejaste, a Chi Ning le dolerá un poco.
—¡Estás cortejando a la muerte! —La energía espiritual de Gu Lingxiao era intensa, y le lanzó un golpe mortal a Shen Qiuting.
Una poderosa ola de energía espiritual atacó a Shen Qiuting, sus entrañas ardieron y la sangre brotó por las comisuras de sus labios: —No te enojes. Solo estoy diciendo que es una pequeña posibilidad.
Sería bueno que Gu Lingxiao realmente le hiciera daño. Chi Ning tenía un corazón blando, y cuando llegue el momento, ¿cuál de los dos se ganaría su simpatía?
Shen Qiuting vio que las pupilas de Gu Lingxiao estaban brillando ligeramente de rojo, la energía demoníaca de su cuerpo estaba a punto de despertarse. Si se volvía loco y perdía el control delante de todos, ¿Chi Ning lo protegería?

0 Comentarios