Unos quince días después, Ji He había regresado al departamento en el centro de la ciudad. Gu Zongyan tomó el mismo vuelo que él, pero desapareció tan pronto como se bajaron del avión. Fue He Jing quien lo llevó de vuelta.

Estaba demasiado cansado, había llorado tanto que se le había puesto ronca la voz y no podía hablar, tampoco tenía energías para nada.

He Jing debió decirle algunas cosas en el camino, veía sus labios moverse pero no escuchaba bien, no quería contestar, así que cerró los ojos y se sentó apesumbrado hasta que llegaron y subió directo al segundo piso a dormir.

Sabía que lo correcto era volver con Gu Zongyan, aún tenía una pequeña esperanza, por eso había vuelto. Pero el gran colapso emocional anterior realmente lo había agotado, sentía que le tomaría mucho tiempo recuperarse.

Se quedó solo en el amplio y vacío departamento, tía Zhang cuidaba de él, Gu Zongyan no había vuelto a aparecer.

De repente se sentía como si se hubiera desinflado, sin interés en nada, pasando los días como un zombie, ya no iba al estudio a tomar las clases en línea, ni ayudaba a tía Zhang con las plantas, dormía la mayor parte del tiempo.

Tampoco sabía por qué, pero últimamente siempre tenía mucho sueño.

Su salud tampoco era buena, comía muy poco cada día y con frecuencia tenía náuseas. La comida que preparaba tía Zhang era muy liviana, él sabía que no estaba comiendo nada que le cayera mal, pero el estómago seguía molestándolo.

No se lo dijo a nadie, no tenía ganas de hablar, pero tía Zhang notó que dejaba mucho de la comida. Al día siguiente llegó un médico al departamento y examinó a Ji He de nuevo, diciéndole cosas obvias, que debía comer liviano y mantener el ánimo positivo.

Ji He cumplía siempre con lo primero, pero últimamente le era imposible hacer lo segundo.

En algún momento Zhou Yang fue a visitarlo, seguía con su expresión impasible y voz monótona, dijo que la reunión con Ji Hairuo sería el lunes de la semana siguiente y que iría con Ji He.

Luego le explicó muchas de las condiciones que habían propuesto, cómo responder a las demandas de Ji Hairuo, que no se preocupara y simplemente siguiera sus indicaciones.

Dijo mucho, pero Ji He miraba por la ventana con la mente en otro lado, claramente sin prestar atención. De vez en cuando Zhou Yang lo llamaba tranquilamente “Joven Ji” para recordarle que estaba allí.

Pero incluso si volvía en sí y respondía confundido “¿Mm?” o “Oh”, Ji He solo lo miraba perplejo o asentía.

Finalmente Zhou Yang se rindió, no podía seguir. Al irse dijo que esa noche le enviaría un resumen por escrito para que lo leyera y se preparara.

Ji He dijo “Está bien” en ese momento, pero enseguida se olvidó y volvió a su habitación a dormir.

No fue hasta la mañana siguiente, mientras desayunaba, que de repente recordó. Como no tenía nada que hacer, decidió ir a echar un vistazo.

Después de tanto tiempo fue al estudio y encendió la computadora. Al entrar en la aplicación de mensajería, vio el mensaje de Zhou Yang arriba.

Lo abrió y había un detallado documento con todo lo que Zhou Yang le había dicho, enumerado prolijamente y muy claro.

Ji He no tenía interés, le echó un vistazo y lo cerró. Estaba por salir cuando de repente vio los mensajes de Zhou Shufeng.

No tenía otros amigos, la conversación con Zhou Shufeng estaba justo debajo de la de Zhou Yang, también eran recientes.

Ji He abrió el chat pero Zhou Shufeng le había enviado varios mensajes antes, cuando estaba en la otra ciudad y no se atrevía a usar la aplicación, así que no los había visto.

Los primeros eran charla casual, luego preguntaba por qué no respondía. El último era de hacía tres días. “¿Vas a contactar a la familia Ji?”

Ji He frunció el ceño. No eran muy cercanos, aunque se llevaban bien sabían mantener las distancias y nunca se hacían ese tipo de preguntas delicadas.

Hizo un gesto desdeñoso, ya no importaba, no quería pensar más en eso. Cerró el chat. Estaba por apagar la computadora cuando su mano se detuvo de repente.

Unos instantes después, su corazón, que latía tranquilo, comenzó a acelerarse fuertemente. Reabrió el chat con Zhou Shufeng y escribió lentamente.

“Mm. ¿Cómo contactarlos?”

Después de enviarle el documento a Ji He, Zhou Yang lo pensó de nuevo y decidió que no estaba bien, que tenía que hablar con el jefe Gu de nuevo.

Gu Zongyan estaba de viaje y Zhou Yang fue a verlo al día siguiente para describirle el estado de Ji He el día anterior, decaído, con la mirada perdida y distraído.

Vio que el rostro de Gu Zongyan se ensombrecía más y más, pero aún así llegó tranquilamente a la conclusión: el estado del Joven Ji no es adecuado para ir a negociar con la familia Ji.

Gu Zongyan frunció el ceño, sin decir nada.

Zhou Yang esperó en silencio. Ji He era ciertamente la mejor opción, ya que era la persona que el viejo zorro Ji Hairuo había propuesto, acceder a su petición evitaría muchas molestias innecesarias. Pero tampoco era imprescindible, la familia Ji tenía en sus manos información clave que ellos necesitaban, pero la familia Gu también era su único salvavidas, era un intercambio justo entre ambos lados, no iban a arruinarlo todo solo por Ji He.

Él podía pensar eso, y Gu Zongyan seguramente también. Entonces, ¿por qué insistía obstinadamente en que Ji He fuera? ¿Sería para poner a prueba a Ji He y ver qué tipo de tratos tenía con la familia Ji?

Pensó en la apariencia sencilla e inofensiva de Ji He, no parecía alguien astuto, pero las apariencias engañan, y además era el hijo biológico de ese viejo zorro Ji Hairuo.

Justo cuando pensaba eso, el teléfono en su bolsillo vibró repentinamente. Lo miró, sorprendido al ver quién era.

Era un mensaje de Ji He, diciendo que había leído el documento pero tenía una duda sobre algo, y quería preguntarle, poniendo el problema y su opinión.

Parecía que realmente lo había estudiado con seriedad.

Zhou Yang se lo mostró a Gu Zongyan.

Gu Zongyan seguía sin hablar, pero su ceño fruncido se relajó un poco. Al final, no dijo si estaba de acuerdo o no con la sugerencia de Zhou Yang.

Esa noche, regresó al departamento.

Ya había pasado la hora de la cena y el cielo se oscurecía gradualmente. Ji He estaba sentado en una hamaca del balcón del segundo piso, con miles de pensamientos pasando por su mente. Pensando y pensando, su cerebro se sentía agotado.

Últimamente se cansaba muy fácilmente, siempre se sentía débil y le gustaba recostarse. Se dormía mientras estaba acostado, y en ese momento, con la brisa fresca de verano, su cabeza comenzó a caerse de nuevo.

No supo cuánto tiempo pasó, sintió que algo le tocaba la cara, la textura áspera le hacía cosquillas, pero era agradable. Inconscientemente, se restregó.

Pero eso, como si quisiera molestarlo, de repente aumentó la presión, como si estuviera rascando suavemente su cara, la comezón empeoraba. Ji He frunció el ceño, despertando lentamente de su sueño.

Con los ojos legañosos, al principio no reconoció lo que veía, sólo sentía una sombra frente a él. Se frotó los ojos y de repente se dio cuenta de que era Gu Zongyan, agachado frente a él.

Ji He retrocedió instintivamente.

Luego vio que el ceño del hombre se fruncía claramente.

La última imagen que tenían el uno del otro era Ji He llorando desconsoladamente, y el silencio de Gu Zongyan. No había sido un encuentro agradable. Ahora que Ji He lo recordaba, se sentía un poco incómodo.

Pero sólo incómodo.

No sabía a qué venía Gu Zongyan después de tantos días sin verse. Su expresión feroz anterior y sus crueles palabras le causaban algo de miedo instintivo a Ji He, sin que él mismo se diera cuenta, y miraba a Gu Zongyan con precaución.

La expresión de Gu Zongyan se enfrió, se puso de pie, bloqueando la mayor parte de la vista de Ji He, y preguntó con voz gélida: “¿Le enviaste un mensaje a Zhou Yang?”

Ji He se sorprendió un poco, recordando el mensaje que le envió a Zhou Yang cuando leyó el documento esa tarde. En su interior estaba algo sorprendido de lo rápido que llegaban las noticias a Gu Zongyan, pero externamente sólo respondió con un suave “Mm”.

“¿Sabes que estuvo mal?”

Ji He lo miró y después de un momento bajó la cabeza, sin responder.

Gu Zongyan tampoco dijo nada más, y el silencio se extendió entre ellos.

Ji He no solía ser así. Aunque no era de naturaleza ruidosa, tampoco toleraba los momentos incómodos. Cuando estaba con Gu Zongyan, el hombre hablaba muy poco, así que Ji He siempre buscaba temas de conversación con cuidado. Más tarde, cuando su relación se volvió más cercana, ya no le temía tanto a Gu Zongyan, y se relajaba aún más, siempre parloteando a su alrededor sobre cualquier cosa. Incluso si Gu Zongyan decía algo que no le gustaba, lo ignoraba a propósito y hábilmente cambiaba de tema.

Gu Zongyan a veces respondía, pero la mayor parte del tiempo no. Pero Ji He sabía que estaba escuchando.

Ahora, sin embargo, no tenía ganas. No podía responder a la pregunta de Gu Zongyan, ni se le ocurría cómo cambiar el tema.

Gu Zongyan le había dicho cosas crueles y estaba haciendo lo más cruel. Había destruido sus esperanzas. Ji He no podía comportarse como antes con él, pero tampoco sentía odio.

Ji He se había ido sin decir palabra, se había derrumbado frente a Gu Zongyan, sollozando y reclamándole. Recordaba lo primero y Gu Zongyan todavía ardía de ira, pero sobre lo segundo, no respondía.

Quería que Ji He admitiera su error, pero Ji He no podía decirlo.

El silencio era insoportable. Un momento después, Gu Zongyan finalmente dejó de esperar una respuesta de Ji He. Se fue tan apresuradamente como había llegado.

Ji He lo vio marcharse con expresión sombría, subirse a la camioneta y azotar la puerta, el sonido lo estremeció.

Todavía debe estar enojado, pensó Ji He.

No importa.

Se dio la vuelta y regresó al estudio. Se agachó frente al armario, sacando con dificultad una caja donde antes guardaba dinero en efectivo. Ahora contenía un teléfono negro.

Lo desbloqueó y abrió los mensajes con “Z”. El mensaje más reciente tenía hora de esa mañana. Decía:

“Trato hecho.”

Traducido por ItsMeRae

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