Durante varios días seguidos, a las 6 de la mañana y a las 11 de la noche, Gu Zongyan le enviaba religiosamente mensajes de “buenos días” y “buenas noches” a Ji He.

Ji He los recibía a regañadientes, realmente los recibía a regañadientes. Cada vez que veía los mensajes con la cara seria de Gu Zongyan diciendo “buenos días”, aparecía en su mente, era demasiado discordante.

Ji He se estremecía cada vez, y nunca respondió.

Afortunadamente, Gu Zongyan solo enviaba mensajes de texto ahora, sin acciones demasiado grandes. Su vida continuaba normalmente, y últimamente incluso había algo bueno: su supervisor le dijo que su proyecto tenía nuevos fondos. En los próximos días, la persona a cargo vendría a discutirlo con ellos.

Estaba muy feliz, con el apoyo de fondos para el proyecto, su tesis sería mucho más fácil. De buen humor, los extraños “buenas noches” de Gu Zongyan tampoco afectaron su sueño.

Ese domingo, se levantó temprano y tomó su teléfono, descubriendo con asombro que no había mensajes en la bandeja de notificaciones.

Abrió el chat con Gu Zongyan y solo había un “Buenas noches” de la noche anterior, sin nuevos mensajes. Ligeramente desconcertado, ¿Gu Zongyan finalmente se dio cuenta de que esto era extraño e iba a renunciar?

Sería mejor si no enviara nada. Ji He sintió un suspiro de alivio en su corazón.

Hoy el clima estaba muy bueno, soleado, con una brisa suave. Planeaba llevar a su hijo Ke Bao a pescar en un parque en las afueras.

El pequeño había estado extremadamente emocionado desde que se levantó, saltando sin parar. Ji He tuvo que hacer un gran esfuerzo para vestirlo, pero comió el desayuno muy cooperativamente, tragando rápidamente y dejando el tazón con un fuerte sonido.

Gritó: “¡Papi, terminé! ¡Vamos, vamos a pescar peces!”

“¡Bien, ya vamos!” Viéndolo tan feliz, el estado de ánimo de Ji He también se elevó. Sonriendo, limpió la boca del niño y rápidamente agarró las herramientas.

Padre e hijo llevaban ropa a juego con la imagen de Bob Esponja atrapando una medusa. Por fuera llevaban chaquetas de mezclilla claro sobre camisetas blancas, con pantalones deportivos simples. También llevaban gorros de pescador amarillos. Con mochilas en la espalda y un balde pequeño en la mano, Ke Bao era una versión en miniatura de Ji He.

Más que padre e hijo, eran como hermano mayor y hermano menor.

Ji He guardó las herramientas en su mochila y revisó que todo estuviera listo. Luego, ante la insistencia de Ke Bao, tomó su mano y salió alegremente por la puerta.

Tan pronto como abrió la puerta, vio un auto negro estacionado frente a ella. Gu Zongyan estaba apoyado en el auto, como si estuviera esperando.

Al ver a Ji He salir, dio un paso adelante.

Ji He abrió mucho los ojos, viendo a Gu Zongyan acercarse. No era de extrañar que no le hubiera dicho “Buenos días” hoy, había estado esperándolo aquí.

Lo vio parado frente a él, difícilmente podía imaginar que este hombre realmente iba a saludarlo con esa cara seria. De repente, se sintió un poco indescriptible.

Afortunadamente, Gu Zongyan movió los labios, pero finalmente no dijo esas palabras. Vaciló por un momento antes de preguntar con cierta frialdad:

“¿Pescar?”

Así era más el Gu Zongyan al que estaba acostumbrado, de pocas palabras. Ji He se sintió aliviado y respondió cortés pero fríamente: “Mhm”.

“Los llevaré, ¿a dónde van?” preguntó Gu Zongyan.

“No es necesario.” Ji He miró al pequeño bulto aferrado a su pierna. “Iremos nosotros mismos.”

Viendo que Gu Zongyan todavía les estaba bloqueando el paso, añadió: “Muévete un poco”.

Gu Zongyan no dijo nada.

Ji He se sintió incómodo, realmente tenía algo de miedo de que Gu Zongyan se pusiera agresivo. No es que no pudiera manejarlo, sino que sería demasiado molesto y vergonzoso.

Afortunadamente, Gu Zongyan solo permaneció en silencio por unos segundos antes de hacerse a un lado.

Ji He lo miró cautelosamente. El hombre todavía tenía una apariencia imponente, pero de repente se había vuelto muy razonable.

Tras vacilar un momento, Ji He tomó la mano de Ke Bao y rápidamente se alejó.

Tomaron el transporte público y llegaron después de las 10:30. Ji He rápidamente compró los boletos y llevó a Ke Bao adentro.

Aunque hubo un pequeño incidente con el “tío malo” temprano en la mañana, la mente simple de un niño lo olvidó rápidamente. Ke Bao estaba tan emocionado que casi no podía contenerse.

Tan pronto como entraron al parque, jaló felizmente a Ji He: “¡Pescar peces, pescar peces!”

Ji He dejó que lo trajera, aunque todavía estaba un poco preocupado. Gu Zongyan no había venido desde tan lejos solo para verlo por la mañana. Definitivamente tenía algo más planeado.

Pero ya que estaban aquí, no quería arruinar la diversión del niño, así que decidió dejar de lado esos pensamientos por ahora, sonriendo mientras seguía a Ke Bao adentro.

Gu Zongyan estaba parado en la entrada del parque, viéndolos correr felices. Las comisuras de sus labios se curvaron involuntariamente. Luego tomó los boletos y el equipo de pesca que el asistente He había comprado y se apresuró a seguirlos.

Era un gran parque natural que ocupaba un área extensa con árboles exuberantes y pasto verde. Un pequeño río claro fluía a través de toda el área escénica. Había una zona de pesca designada con cañas de pescar.

Muchos padres, al igual que Ji He, aprovecharon el buen clima del fin de semana para traer a sus hijos a jugar, rodando en el césped, volando cometas o sentados tranquilamente junto al río pescando.

Ji He compró dos banquitos en el puesto de ventas, así como algunos cebos. Ke Bao se negó a irse del área de exhibición, atraído por los coloridos pececitos.

Tenía la cara casi pegada al acuario, con sus grandes ojos redondos muy abiertos, exclamando: “¡Woah!”

Al verlo así, Ji He pensó que era absolutamente adorable. Siguiendo la guía paso a paso, pacientemente le presentó las diferentes especies de peces, pero el niño claramente no entendía nada.

Señalaba emocionado a Ji He cada pez colorido, llamándolos uniformemente: “¡Pez bonito!”

Ji He no pudo hacer nada más que reír y seguir llamándolos “Pez bonito” con él.

Después de comprar todo, Ji He eligió específicamente una sección infantil para pescar. Las orillas del río estaban rodeadas de barandillas de seguridad con verde césped y la sombra de un viejo banyan [1].

Ji He le enseñó a Ke Bao cómo pescar, sentándolo en el banquito con la caña de pescar con carnada en sus manos.

Le dijo: “Solo quédate quieto así, y cuando un pez muerda el anzuelo y tire de la caña, lo levantas y lo pones en ese balde verde”. Señaló el pequeño cubo verde junto a ellos.

“¡Mhmm!” Ke Bao asintió felizmente con la cabeza. Quería pescar grandes peces él solo sin papi, así que se sentó muy concentrado en el banquito, mirando fijamente la caña de pescar sin moverse.

Ji He sonrió y se sentó en el banquito junto a él para comenzar a pescar también.

Sin embargo, el pequeño no pudo quedarse quieto ni tres minutos.

“Papi”, llamó Ke Bao. “¿Dónde están los peces?”

“Todavía no han mordido el anzuelo”, respondió Ji He.

Ke Bao resopló insatisfecho un par de veces. Un minuto después, se repitió la misma conversación.

Ji He pensó que era gracioso y dijo: “Hay que tener paciencia para pescar”.

“¿Qué es paciencia?”

“Uh…” Ji He trató de explicárselo.

Ke Bao se calmó por medio minuto antes de llamar de nuevo: “¡Papi~!”

“¿Mm?”

“Quiero moverme”. Su vocecita era lamentable.

Ji He lo miró. Ke Bao estaba sentado muy derecho, aferrando la caña de pescar con ambas manos en la misma posición en que Ji He le había enseñado, pero con un puchero muy pronunciado y una expresión miserable en su cara.

“Puedes moverte”, dijo Ji He, dándose cuenta de que Ke Bao pensó erróneamente que no podía moverse mientras pescaba. No pudo evitar reírse mientras rápidamente agregaba: “No te quedes rígido”.

El cuerpecito de Ke Bao se desinfló al instante. Rápidamente retorció la cintura y luego se volvió hacia Ji He con una mirada lamentable.

“Papi dijo que no me moviera”.

“Lo siento”, se rió Ji He. “Papi no se explicó bien. Solo la caña de pescar debe permanecer quieta. Ke Bao puede moverse”.

“¡Oh, una mariposa!” La atención del pequeño fue inmediatamente capturada por una mariposita que pasaba. “¡Papi, quiero atrapar la mariposa!”

Sin esperar una respuesta, dejó caer la caña y salió corriendo tras la mariposa con sus pequeñas piernas.

“¡No te alejes mucho, quédate aquí!” Ji He gritó mientras veía a Ke Bao correr alrededor del gran árbol. Como estaba todo césped, podía verlo claramente así que lo dejó ir.

La mariposa amarilla revoloteaba, desapareciendo rápidamente de la vista. Pero Ke Bao vio flores pequeñas y hormigas debajo del árbol, se arrodilló en el suelo y continuó divirtiéndose. De repente una ráfaga de viento sacudió las ramas de los árboles. Los tallos de las flores se mecieron, y el sombrero de pescador de Ke Bao salió volando con el viento.

“¡Ah, mi sombrero!” Ke Bao entró en pánico y persiguió al sombrero volador con sus pequeñas piernas. Por fin el sombrero cayó al suelo. Corrió hacia él para recogerlo.

De repente, una enorme sombra cayó sobre él, envolviéndolo por completo. Ke Bao levantó la cabeza con los ojos y la boca muy abiertos, solo para ver al Tío Malo frunciendo el ceño hacia abajo sobre él.

El pequeño gritó de miedo y huyó hacia su papi sin su sombrero.

Había corrido demasiado rápido. Gu Zongyan tardó un poco en encontrarlos. Recogió el pequeño sombrero amarillo del suelo y caminó hacia el padre y el hijo junto al río.

“Me seguiste hasta aquí”, dijo Ji He abrazado a Ke Bao, mirando a Gu Zongyan con cautela. No era una pregunta.

“Mm”, Gu Zongyan no lo negó. Presionó el sombrero sobre la cabeza del niño en los brazos de Ji He.

“Vine a pescar”. Dijo, y procedió a instalar una silla plegable junto a Ji He y preparar su equipo de pesca.

Lo puso con demasiada rudeza. El sombrero cubrió toda la cara de Ke Bao. Ji He rápidamente se lo ajustó para que el niño pudiera ver.

En voz baja le dijo: “Ke Bao es un buen chico, ve a jugar con las flores”.

Aunque el pequeño todavía estaba un poco nervioso, en su corazón todavía quería salir a divertirse. Al escuchar las palabras de su papi, felizmente asintió con la cabeza y corrió de regreso al árbol, esta vez caminando apropiadamente sin saltos.

Ji He vio a Gu Zongyan sentarse tranquilamente a su lado y comenzar a pescar, sintiéndose un poco enojado pero sin poder echarlo.

Solo dijo: “Esta es el área de pesca infantil”.

“Aquí hay menos gente”, respondió Gu Zongyan sin voltear la cabeza. Parecía bastante dedicado a pescar. “¿Ese niño tiene dos años?”

“Él tiene un nombre”. Ji He no estaba dispuesto a dejar que otros se refieran así a su hijo, pero tampoco quería darle a Gu Zongyan ninguna información sobre Ke Bao. Así que solo respondió con un “Mm” ambiguo.

De hecho, Ke Bao ya tenía dos años y medio, pero Ji He definitivamente no se lo diría a Gu Zongyan.

“¿Has estado cuidando de él tú solo?” Preguntó Gu Zongyan, quien en realidad había investigado lo que Ji He había estado haciendo estos últimos tres años y descubrió que aparte del niño, no había pasado nada.

“Mmhm”, respondió Ji He. “¿Quién si no?”

“Tonto”, su voz bajó varios tonos, “Tú mismo aún eres joven, ¿para qué tener un hijo?”

Ji He no dijo nada ante su frío tono. Rodó los ojos internamente.

“¿Y qué hay del otro?” Gu Zongyan continuó presionando, con una expresión sombría.

“¿Qué otra persona?” Ji He estaba desconcertado, sin entender de quién estaba hablando.

“La persona con la que tuviste al niño”. Los ojos de Gu Zongyan eran extremadamente oscuros, con una expresión nada amigable.

Ji He lo pensó por un momento, luego fríamente dijo: “Se fue después de que nació Ke Bao. Es mejor fingir que esa persona no existe”.

“Hmpf”, Gu Zongyan resopló fríamente. Su caña se movió ligeramente. “Parece que tampoco era nada bueno”.

Su voz era extremadamente gélida: “Obviamente no estaba preparado pero aún así no tomó precauciones. Tener un hijo y luego no tomar responsabilidad, no puede ser una buena persona”.

“… “

“Es mejor que finjas que esa persona está muerta y no vuelvas a pensar en él”.

Nota del autor:
Gu Zongyan, te aconsejo que seas amable.

 Nota  

[1] Banyan:  

Traducido por ItsMeRae

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