N/T: Este Capítulo fue editado y corregido por Paris.
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Jian Yi fue a la Ciudad A y condujo directamente al centro comercial para comprarle a Mei Chuanqi una peluca, unas gafas de sol y una mascarilla. Luego se dirigió al edificio de asuntos civiles:
—¡No voy a entrar! ¡Te espero en el coche!
—¡De acuerdo! —Mei Chuanqi se miró en el espejo retrovisor para asegurarse de que todo estaba bien puesto y después salió. Entró en el edificio y echó un vistazo al vestíbulo.
Cuando vio a la hermosa mujer sentada en la sala de espera, se dirigió hacia ella y le preguntó en tono juguetón: —Señorita, ¿puedo pedirle que comparta conmigo la cena a la luz de las velas?
Al oír la voz traviesa, Gu Yunqing levantó la vista y vio un rostro casi cubierto. Se quedó atónita por un momento, pero pronto reconoció a la persona. Se puso de pie con una hermosa sonrisa, y exclamó: —¡Hermano Qi!
—¡Qué buena vista! Ya estoy disfrazado así, ¿cómo pudiste reconocerme? —Mei Chuanqi se burló de ella.
Gu Yunqing puso los ojos en blanco de manera poco femenina: —¿Quién correría a la Torre de Asuntos Civiles a coquetear con chicas?
Mei Chuanqi se rio a carcajadas.
—¡Lo siento mucho! En el momento en que saliste de la cárcel, hice una petición tan poco razonable. —Gu Yunqing se disculpó.
Mei Chuanqi le dio una palmada en el hombro sin preocuparse: —¡Si me consideras tu hermano, no digas esas cosas! Por cierto, ¿cómo está Weiwei?
Hacía más de un año que no veía a Weiwei, y echaba mucho de menos a su hijo. La razón por la que tenía tanta prisa por volver a Ciudad A era porque quería verlo lo más rápido posible.
Gu Yunqing se rio: —¡Él está muy bien! Si supiera que has salido de la cárcel, ¡seguro que estaría muy contento.
Cuando Mei Chuanqi escuchó que su hijo estaba bien, no pudo evitar reírse a carcajadas.
—Ya que los empleados aún no han salido del trabajo, ¡hagamos rápido los trámites de divorcio!
—¡Ya he hecho los arreglos! Hay un especialista que nos recibirá. —Gu Yunqing lo llevó a la oficina del décimo piso—. Hermano Qi, traes tu carnet de identidad, ¿verdad?
Mientras le entregaba la tarjeta de identidad, Mei Chuanqi bromeó: —¿Incluso hay un especialista para atendernos? Parece que nuestra Junqing quiere divorciarse rápido para poder casarse pronto con su amado.
—¡Hermano Qi! —Gu Yunqing se mostró muy tímida.
Mei Chuanqi chasqueó la lengua y se rio: —¡Realmente eres tímida!
Cuando los dos entraron en la oficina, un hombre de mediana edad se acercó y los saludó con una sonrisa y dijo con amabilidad: —¿Es usted la señora Mei? Me llamo Wang Zhiye, soy el responsable de gestionar sus trámites de divorcio.
—¡Perdón por las molestias! —comentó Gu Yunqing entregándole sus documentos de identidad. Wang Zhiye las tomó y se sentó frente al escritorio. Utilizando el ordenador holográfico, les ayudó a realizar los trámites de divorcio.
Cuando comprobó la identidad de Mei Chuanqi, frunció el ceño y se dio la vuelta para ordenarle: —Señor Mei, por favor, quítese las gafas de sol y la mascarilla para que pueda confirmar su identidad.
Mei Chuanqi se quitó las gafas de sol y la mascarilla.
En los ojos de Wang Zhiye destelló una pizca de desprecio, pero gracias a sus años de entrenamiento, fue capaz de contenerse para no maldecir en voz alta.
Respiró hondo, reprimió su ira y empujó el lector de huellas dactilares ante ellos:
—¡Por favor, presionen su huella dactilar!
Mei Chuanqi y Gu Yunqing pulsaron el botón del identificador, y después, siguiendo las instrucciones de Wang Zhiye, firmaron sus nombres en el documento.
Wang Zhiye tomó el documento, lo miró y dijo:
—¡Por favor, esperen un momento!
Viendo que el personal tardaría en resolver el papeleo, Gu Yunqing llevó a Mei Chuanqi a una silla fuera de la oficina y le preguntó sobre su liberación: —Hermano Qi, ¿no dijiste que tardarías tres años en salir? ¿Cómo…? ¡Eh…!
De repente calló y miró con furia hacia al frente.
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¡FELICES LECTURAS!
Traducido por Ahsarom
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