« Capítulo 82: Dos Puntos Ordinarios »

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Al finalizar, el director de marketing volvió a preguntar si era necesario cortar algunas de las declaraciones más polémicas. Fang Juexia negó con la cabeza.

“Desde que elegí esta dinámica, ya estaba preparado para generar controversia.”

Fang Juexia no quería seguir evadiendo. Ignorar las críticas negativas era, sin duda, un método efectivo para gestionar las emociones. Pero cuando llegaban a su puerta, estaba dispuesto a enfrentarlas.

Tenía que admitirlo: la determinación imparable de Pei Tingsong lo había influido genuinamente. En el pasado, para protegerse a sí mismo y evitar arrastrar a otros por su futuro, optaba por permanecer en silencio. Pero defender sus principios y luchar por sus objetivos eran, en esencia, lo mismo. No importaba cuántas veces lo señalaran, debía refutar los rumores. Lo falso era falso. Aunque nadie lo creyera, aunque desmentirlo fuera costoso, había que decirlo.

No evadir también era una forma de resistencia.

Esa noche, antes de dormir, recibió un mensaje de Pei Tingsong.

[Tautología: Es un honor haber recolectado una muestra tan valiosa como tú.]

Fang Juexia sonrió. Al mirarse a sí mismo, siempre lo hacía desde una posición humilde. No entendía en qué podía considerarse ‘valioso’ según Pei Tingsong, así que respondió:

[Moonlight: Solo soy parte de la punta en una distribución normal, la muestra más común y ordinaria.]

Pei Tingsong no estaba de acuerdo.

Este mundo era un caos. En todas partes había gente furiosa que atacaba por placer y marionetas que seguían ciegamente. La ira y la violencia se convertían en aguas negras, una corriente imparable donde todos flotaban a la deriva, todos ahogándose. Gente como Fang Juexia, rebeldes maduros y racionales, eran tan escasos como verdaderos herejes. Él avanzaba con un bastón en dirección contraria a la corriente, cada paso firme, cada paso tembloroso.

Pei Tingsong sabía que no aceptaría fácilmente sus elogios. Por más que lo alabara, Fang Juexia, criado en la negación, nunca creería en los halagos. Solo confiaba en sí mismo, con una lucidez exasperante.

Así que cambió de estrategia. Dejó de intentar convencerlo.

[Tautología: Entonces yo también quiero ser una muestra ordinaria, estar a tu lado. Seremos dos puntos iguales en la cima de la curva.]

Podrían ser pequeños, pero permanecerían  juntos, podían enfrentar lo verdadero y lo falso del mundo.

[Moonlight: Claro.]

El trabajo de una estrella es muy agotador, especialmente para los artistas de pequeñas compañías, quienes deben sacrificar su tiempo de descanso para mantenerse en el ojo público. Por eso, este pequeño descanso era muy valioso para ellos. Aunque aún tenían que grabar su programa de variedades, no era algo que les generara mucho estrés.

Fang Juexia y Pei Tingsong acordaron ir juntos al estudio a escribir canciones para su nuevo mini álbum. Mientras caminaban por una tienda de comida rápida, compraron varios bocadillos para llevar. Pei Tingsong se los llevó a He Ziyan y los otros, mientras que Fang Juexia apartó una parte para entregársela a Xiao Wen, quien había estado trabajando muy duro últimamente.

Cuando salió del ascensor y llegó al área de empleados en el quinto piso, vio que no había muchas personas trabajando horas extra. Afortunadamente, las luces del escritorio de Xiao Wen estaban encendidas, lo que alivió a Fang Juexia, ya que temía que hubiera ido a una reunión.

Pero al acercarse, se dio cuenta de que no era Xiao Wen, sino una cara nueva: una chica que parecía bastante joven.

Fang Juexia tenía buena memoria, y recordó rápidamente que Xiao Wen le había mencionado a un nuevo asistente.

Sus ojos recorrieron el escritorio, pero lo que captó su atención fue un pendrive plateado conectado al ordenador.

“¿Eres la nueva asistente?” Fang Juexia, con el rostro sereno, mantuvo su tono calmado. La chica, sorprendida por su repentina intervención, se levantó de golpe del asiento de Xiao Wen, tirando todos los papeles al suelo. Inmediatamente se agachó para recogerlos, disculpándose repetidamente.

Fang Juexia dejó la comida en el escritorio de Xiao Wen y se agachó para ayudarla a recoger los documentos. “¿Por qué estás tan nerviosa?” Miró su identificación de pasante, en la que se leía “Wang Lu”.

“Es que… soy un poco tímida,” explicó Wang Lu.

“En este trabajo no puedes permitirte ser tímida. Tienes que acostumbrarte a caminar sola de noche.” Mientras Fang Juexia recogía los documentos, notó que la mayoría eran itinerarios de los miembros de Kaleido, además de notas de trabajo de Xiao Wen.

Las palabras de Fang Juexia parecían haber dejado a la chica sin respuesta.

“No te preocupes.” Fang Juexia se levantó y colocó los documentos en el escritorio de Xiao Wen. Antes de irse, le dijo: “Por cierto, un consejo: a Xiao Wen no le gusta que la gente se siente en su lugar. Estoy seguro de que la empresa te ha asignado un espacio de trabajo. La próxima vez, usa tu propio escritorio.”

Antes de marcharse, notó que el pendrive ya no estaba.

Este comportamiento era extremadamente sospechoso. En los últimos días, ellos habían sido acosados constantemente por sasaeng, y era probable que alguien estuviera filtrando información. Si la nueva asistente estaba involucrada, Cheng Qiang debía saberlo.

Mientras pensaba en esto, Fang Juexia se dirigió a la sala de ensayos. Al llegar a la puerta, se encontró con Pei Tingsong, quien miraba su teléfono con una expresión algo sombría, como si hubiera ocurrido algo. Fang Juexia intentó caminar con pasos ligeros, pero Pei Tingsong lo notó de inmediato.

“¿Ya se lo disté a Xiao Wen?” Pei Tingsong levantó la vista, y la molestia en su rostro desapareció por completo al ver a Fang Juexia. “Apenas se lo traje y ya se lo habían comido todo. Te dejé una porción de congee de cerdo y huevo.”

Fang Juexia asintió. Estaba a punto de contarle directamente a Cheng Qiang sobre lo sucedido, pero algo más pasó por su mente.

“Últimamente, ¿has estado investigando sobre las sasaeng?” Fue al grano, sin rodeos.

Pei Tingsong sonrió. “¿Cómo es que no puedo esconderte nada? ¿Cómo lo adivinaste?”

“Escuché a Xiao Wen decir que le pediste que tomara fotos de los acosadores,” mencionó Fang Juexia. Sabía que Pei Tingsong no era del tipo que solo respondía en internet. No toleraba las injusticias y no aceptaba ninguna transgresión, por lo que seguramente ya habría pensado en una forma de hacer que los acosadores pagaran las consecuencias.

Pei Tingsong no lo negó. “Sí, hice que investigaran a esas personas. Les daré una pequeña lección para que comprendan que sus acciones tienen consecuencias legales.”

Luego continuó, “La mayoría de ellos provienen de familias ricas, están aburridos y creen que tienen derecho a acercarse a las celebridades. Tengo que hacerles ver que lo que hacen afecta a sus familias. Si yo no puedo controlarlos, entonces sus padres lo harán, y si eso no funciona, la policía se encargará.”

Fang Juexia se alivió al saber que no estaba recurriendo a la violencia, aunque ya había sospechado cuál sería su enfoque para contraatacar. Luego le contó lo que había visto en el escritorio de Xiao Wen.

“Si investigas a esa asistente, podrías desenmascarar a más personas involucradas.”

Pei Tingsong se mostró bastante satisfecho. De inmediato envió la información de la asistente a las personas que había contratado para la investigación, prometiéndoles una buena recompensa por hacerlo.

“En unos días le contaré a Qiang-ge sobre este asunto con la asistente, pero por ahora, mejor no actuemos. Estoy esperando que caigan en la trampa.”

Cuando entraron en la sala de prácticas, escucharon a los demás hablando mientras ensayaban y cotilleaban al mismo tiempo.

“Escuché que últimamente las acciones de A-star están cayendo.”

“¿En serio? No me digas que compraste acciones de nuestra competencia, Ling Yi.”

“¿Cómo crees que tendría dinero para eso? Solo escuché que alguien en la alta gerencia de A-star ha sido despedido. No sé si es cierto.”

El líder del grupo vio que los últimos dos miembros ya habían llegado y aplaudió para llamar la atención. “Bien, vamos a practicar juntos. Después, tenemos que trabajar en la composición.”

“¡Vamos!”

Quizás el “dar un escarmiento” de Pei Tingsong había funcionado, ya que en los días siguientes los miembros del grupo notaron una reducción significativa en el número de acosadores. Ya no estaban esos “habituales” que solían acampar fuera de su edificio. Incluso las comunidades de apoyo y los fanáticos casuales se pronunciaron en internet, condenando el comportamiento de los acosadores. Gracias a esas declaraciones, la mayoría de los fans tomó una postura firme contra ese tipo de comportamiento.

Aunque era difícil erradicar por completo este problema, no significaba que debían ignorarlo o aceptar que debían ser tratados de esa manera. Aunque generar debate en línea pudiera causar controversia, discutir el problema ayudaría a que algunas personas tomaran conciencia. Exponer a los involucrados y hacer que la gente entendiera que este tipo de comportamiento era merecedor de condena moral era crucial.

Defender sus derechos no era incorrecto.

La investigación de Cheng Qiang reveló que la nueva asistente era en realidad una acosadora reincidente. Incluso había organizado un grupo completo, en el que ella era la líder, para infiltrarse en Xingtu y vender información privada de cada uno de los miembros de Kaleido, así como de otros artistas de la misma agencia.

Al ver el anuncio de despido de la asistente, Fang Juexia sintió cómo se le quitaba un peso de encima.

Finalmente, por primera vez en mucho tiempo, tenía ganas de descansar.

Un día, mientras miraba hacia el balcón, descubrió que su jazmín de doble pétalo había comenzado a florecer. Un pequeño capullo, como un diente de leche, sobresalía entre las hojas verdes, escondido y modesto.

Fue en ese momento cuando Fang Juexia se dio cuenta de que el verano había llegado.

El verano era una estación en la que uno podía permitirse ser un poco perezoso. Después de todo, la primavera también pasaba como un parpadeo de sueño, solo para despertar de nuevo el próximo año.

Sin trabajo programado, Fang Juexia no tenía ganas de salir de casa. Mientras los demás jugaban videojuegos en la sala de estar, él se acurrucaba en su habitación, leyendo ‘Las raíces del romanticismo’, un libro que había pedido prestado a Pei Tingsong hace tiempo. En su momento, no había tenido tiempo para leerlo completo, solo lo había leído por partes. Ahora que volvía a él, sentía que su perspectiva había cambiado. Al principio, lo había leído para comprender mejor a Pei Tingsong, pero ahora también quería descubrir algo sobre sí mismo.

¿Realmente era un romántico? Fang Juexia siempre lo había dudado.

El libro estaba lleno de discursos y expresiones al estilo de las humanidades y ciencias sociales, algo no muy amigable para alguien con formación en ciencias como él. Pero, por suerte, al ser transcripciones de conferencias y bastante entretenidas, leía cada palabra con atención, deteniéndose de vez en cuando para reflexionar, formulando sus propios puntos de vista mentalmente. Sin embargo, en una parte, se encontró con una frase que Pei Tingsong había subrayado:

[“Basta con mencionar la palabra libertad”, dice Fichte, “para que mi corazón se abra y florezca, pero al oír la palabra necesidad, mi corazón se retuerce con dolor.”]

Sin embargo, lo que más llamó la atención de Fang Juexia no fue el subrayado, sino las notas al margen de Pei Tingsong, escrita en inglés: [Fichte, eres otro yo.]

La palabra ‘necesidad’ también estaba encerrada en un círculo, con una línea de inglés casi ilegible garabateada al lado. Fang Juexia solo pudo distinguir un par de frases, junto con las iniciales de su nombre (FJX). Algo así como: [Esto es Fang Juexia, siempre hablando de ‘evidencias’ y ‘no estaría mal considerar…’, tratando la necesidad como si fuera verdad absoluta.]

Debía ser una anotación antigua de Pei Tingsong, pues la tinta de la pluma ya se estaba desvaneciendo.

Lo que le resultó curioso fue descubrir que, en privado, Pei Tingsong prestaba tanta atención a su forma de hablar. Hasta sus tics lingüísticos, cargados de lógica matemática, merecían ser registrados en las notas de este joven señorito. Todo un honor.

Tomó un lápiz y discretamente,  escribió una pequeña nota junto a la anotación de Pei Tingsong:

[“Cuando FJX menciona la libertad, su corazón también florece. Porque la obtención de la libertad posee su propia necesidad.”]


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