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—¿Qué clase de lugar es este?
Yoon Sunghyun frunció el ceño y miró a su alrededor.
—¿Alguien siquiera puede vivir como persona en este mundo? Viendo esta ropa y estas sillas…
Yoon Sunghyun echó un vistazo al costoso reloj que llevaba en la muñeca. Incluso vestía un traje de tres piezas. Un rápido vistazo al espejo reveló su cabello, no desaliñado, sino pulcramente peinado hacia atrás con gel.
Yoon Sunghyun también estaba recostado en una suave silla de cuero.
—¿Es este un mundo donde yo soy, como, el director ejecutivo de algún lugar? Me gusta.
Recostó su cuerpo contra el respaldar, casi deslizándose, y entonces sus pies golpearon algo.
—¿Qué es esta cosa estorbosa?
Yoon Sunghyun frunció el ceño al notar que algo le golpeaba repetidamente sus zapatos de cuero negro. Al inclinar la cabeza y mirar bajo el escritorio, encontró un rostro familiar.
—Oye, ¿por qué estás agachado bajo mi escritorio? ¿Acaso eres una maldita rata?
—…Cállate.
Bajo el escritorio de Yoon Sunghyun, Kwon Minwoo, vestido con una camisa negra y pantalones de traje negros, estaba hecho un lío y acurrucado.
—¡Jefe!
Justo cuando Yoon Sunghyun estaba considerando patear a Kwon Minwoo, la puerta se abrió de golpe.
Yoon Sunghyun se enderezó en su silla, sus ojos se encontraron con los de Kwon Minwoo y pensó:
«Así que no soy un director ejecutivo, sino un maldito gángster. Entonces, ¿qué tipo de personaje es este?»
La actitud inquieta y nerviosa de Kwon Minwoo era muy sospechosa. Yoon Sunghyun, con voz despreocupada, miró a su subordinado y preguntó: —Sí, ¿qué pasa?
—Parece que ha entrado una maldita rata.
—¿Una rata?
Finalmente, empezó a entender más o menos la situación. Yoon Sunghyun echó un vistazo rápido hacia abajo, donde estaba Kwon Minwoo.
—¡Se trata de ese cabrón de Kwon Minwoo, que era su brazo derecho! Resulta que era un espía de otro bando.
—¿Kwon Minwoo?
Bajo el escritorio de Yoon Sunghyun, Kwon Minwoo se llevó un dedo a los labios, suplicando silencio. Al verlo, Yoon Sunghyun sintió el impulso de avisar a todo el vecindario de que Kwon Minwoo estaba allí.
—Lo buscaremos hasta debajo de las piedras y lo mataremos de inmediato.
—…Oh, vaya. —Yoon Sunghyun sonrió, como si le pareciera divertido, y dijo: —¿Estás diciendo que lo matarán en el acto si lo encuentran?
—Sí, Señor. ¿Acaso se le ocurre algún lugar donde podría estar?
Yoon Sunghyun echó un vistazo furtivo bajo el escritorio. Ver la figura petrificada de Kwon Minwoo le resultaba bastante gratificante.
—No. Vete ahora.
—¡Sí!
En cuanto se cerró la puerta, Yoon Sunghyun tocó a Kwon Minwoo con la punta del zapato y preguntó: —¿Y ahora qué piensas hacer?
Yoon Sunghyun parecía bastante entusiasmado ante la situación en la que claramente tenía la sartén por el mango.
—Si sales de esta habitación, morirás.
—¿Qué quieres que haga?
A Kwon Minwoo no le gustaba que Yoon Sunghyun lo mirara desde arriba. Cuando Minwoo preguntó con el rostro lleno de desagrado, Yoon Sunghyun respondió de manera sencilla:
—Si quieres salir, tendrás que encontrar el libro. Pero si quieres morir, con quedarte quieto es suficiente. —Yoon Sunghyun se encogió de hombros mientras hablaba—. A mí, en cualquier caso, me da igual.
Al oír esas palabras, Kwon Minwoo se llevó el cabello hacia atrás. Yoon Sunghyun pensó que esta vez también Minwoo agarraría el dobladillo de su pantalón suplicando ayuda.
Tras bajar la mirada un momento, Kwon Minwoo alzó la cabeza y habló: —Lo siento, pero ya vi el libro.
Yoon Sunghyun siguió la mirada de Kwon Minwoo.
Había un libro a los pies de Kwon Minwoo. No sabía de qué trataba, pero esta vez no tenía una portada vergonzosa. Simplemente tenía dibujada una pistola.
«¿Una pistola?»
Una de las cejas de Yoon Sunghyun se alzó.
En ese instante, Kwon Minwoo le arrebató la pistola que colgaba del pantalón del contrario.
—¡Ah, mierda!
Yoon Sunghyun miró a Kwon Minwoo, quien le había arrebatado el arma en un instante y la estaba apuntando hacia él, y rio en vano.
—Sí, se me había olvidado por completo que intentaste matarme.
—Lo olvidaste. Qué decepción.
Kwon Minwoo apuntó con la pistola al corazón de Yoon Sunghyun mientras lo miraba fijamente.
—Si me disparas ahora, todos vendrán corriendo por el ruido. Entonces tú también morirás, ¿no?
—…
Ante las palabras de Yoon Sunghyun, las pupilas de Kwon Minwoo se agitaron.
Sin perder ese instante, Yoon Sunghyun le arrebató la pistola que Kwon Minwoo sostenía.
—De rodillas —dijo Yoon Sunghyun mientras le apuntaba con la pistola a la frente a Kwon Minwoo.
Kwon Minwoo apretó los dientes. Al ver su expresión de indignación, Yoon Sunghyun hizo un gesto con la barbilla como indicándole que se arrodillara.
Kwon Minwoo se arrodilló lentamente. Entonces estalló en carcajadas.
—¿Te estás riendo ahora?
Lejos de temblar de miedo, su risa dejó desconcertado a Yoon Sunghyun, quien, empujando la frente de Kwon Minwoo con el cañón de la pistola, preguntó.
Kwon Minwoo, esbozando una sonrisa torcida, dijo: —Este maldito loco, sin haber leído siquiera el libro, repite los diálogos de manera escalofriantemente precisa.
—…¿Qué?
—Dispara.
Su actitud desafiante hizo que Yoon Sunghyun retrocediera por un instante. Debido a la mirada firme y directa de Kwon Minwoo, Yoon Sunghyun comenzó a sentir una emoción extraña.
Aunque había apuntado con el arma porque odiaba sentirse acorralado, no pudo llegar a apretar el gatillo.
Entre ellos flotaba una atmósfera tensa.
—¡Bastardo cobarde!
Kwon Minwoo agarró la mano de Yoon Sunghyun. Yoon Sunghyun, dándose cuenta tardíamente de las intenciones de su oponente, intentó frenéticamente apartar su mano, pero ya era demasiado tarde.
—¡Oye! ¡Tú, qué estás…!
Antes de que Yoon Sunghyun pudiera hacer nada, Kwon Minwoo le agarró el dedo y apretó el gatillo.
Yoon Sunghyun apretó los ojos con fuerza. No podía soportar la idea de ver volar la cabeza de Kwon Minwoo ante sus ojos.
Click-
Pero al escuchar un sonido hueco y abrir los ojos, Kwon Minwoo se estaba riendo a carcajadas.
—Joder, mírate nada más, cabrón, cagado de miedo.
—…
Yoon Sunghyun frunció el ceño.
Le arrebató el arma a Kwon Minwoo y apretó el gatillo varias veces: no había balas. La expresión de Minwoo, como si ya lo hubiera sabido, enfureció a Sunghyun.
—Podrías haberme dicho, joder, ¿para qué montar todo este numerito?
—¿Numerito? Tú sí que no montes el tuyo.
—Bien, ¿entonces qué?
Yoon Sunghyun se preguntó si esta sería la situación que abriría el portal. Comparado con todas las situaciones comprometidas que había vivido y tenido que presenciar con Kwon Minwoo hasta ahora, el nivel de dificultad era bastante bajo.
—…
Pero entonces, Kwon Minwoo, tras morderse los labios un momento, agarró con ambas manos la pistola que Yoon Sunghyun sostenía.
—¿Qué estás haciendo?
Y entonces, de repente, comenzó a lamer la pistola que tenía en sus manos.
«Q-Qué demonios…»
Yoon Sunghyun estaba tan nervioso que pensó en empujar la frente de Kwon Minwoo, pero se detuvo.
«Ah, así que era por eso.»
Ahora entendía por qué había un arma en la portada. Parecía que el contenido no sería ordinario. Mientras Yoon Sunghyun distraía su atención un momento con el libro, el sonido de Kwon Minwoo chupando el arma se hizo aún más fuerte.
«Ni que fuera un pene.»
Yoon Sunghyun no podía comprender en absoluto a Kwon Minwoo, quien chupaba el arma con tanto esmero, como si estuviera haciendo una felación.
«¿Este tipo habrá chupado alguna vez el pene de alguien?»
La boca de Kwon Minwoo estaba tan llena del arma que una de sus mejillas se hinchó. Parecía que intentaba introducírsela profundamente hasta la garganta, pues fruncía el ceño y parecía esforzarse.
Al observar esa escena desde arriba, Yoon Sunghyun sintió como si fuera su propio pene el que estaba siendo chupado.
—¡Joder, joder! ¿Qué demonios…?
Cuando Yoon Sunghyun agarró la nuca de Kwon Minwoo y le empujó la pistola más adentro de la garganta, Kwon Minwoo se atragantó y sacó la pistola de su boca.
Kwon Minwoo se limpió la comisura de los labios, de la que corría saliva, con el dorso de la mano y lanzó una mirada penetrante a Yoon Sunghyun.
—Casi vomito, maldito hijo de puta.
—Es que parecía que te costaba, así que te ayudé.
Pero entonces Kwon Minwoo miró hacia algún lugar y soltó una risa burlona. Yoon Sunghyun siguió su mirada. Al final de la mirada de Kwon Minwoo estaba una parte específica del cuerpo de Yoon Sunghyun.
—De verdad estás erecto.
Kwon Minwoo miró a Yoon Sunghyun como si lo encontrara repugnante.
—Bastardo pervertido.
Yoon Sunghyun no podía creer lo que veía. Aunque no estaba completamente erecto, su pene ciertamente se había hinchado. No era que le hubieran hecho una felación, sino que se había excitado solo por ver la expresión de quien parecía hacerlo. Y además, esa persona era Kwon Minwoo.
—Siéntate.
Como si no le importara, Kwon Minwoo dejó a un Yoon Sunghyun completamente aturdido, bien sentado en su silla. Luego, se colocó entre sus piernas y se arrodilló.
—No puedes disparar, pero correrte sí puedes, ¿no?
Ante sus palabras tan explícitas, Yoon Sunghyun se sintió avergonzado, pero como no quería parecer un ingenuo, se esforzó por actuar con indiferencia.
—Eso depende de ti.
Al ver a Yoon Sunghyun priorizando su orgullo sobre su propia erección, Kwon Minwoo soltó una risa desdeñosa.
—Si vas a hacerlo, hazlo bien —dijo Yoon Sunghyun mientras agarraba el cabello de Kwon Minwoo.
La cabeza de Kwon Minwoo se hundió en la entrepierna de Yoon Sunghyun. Cuando Minwoo soltó un improperio, Yoon Sunghyun apretó más fuerte su cabello, manteniéndolo presionado.
Como si pensara que no podía seguir así, Kwon Minwoo agarró con ambas manos los muslos de Yoon Sunghyun. En el instante en que la fuerza de Sunghyun flaqueó, Minwoo levantó la cabeza y extendió la mano hacia la hebilla del pantalón.
—…Ja, este cabrón demente.
Yoon Sunghyun soltó una risa burlona al ver a Minwoo bajar la cremallera con los dientes y no con las manos.
Pero Minwoo, como si no le importara, sacó en silencio el pene de Yoon Sunghyun. Al sentir que estaba aún más grande y duro que antes, Minwoo se estremeció.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo?
Sin embargo, al enfrentarse directamente al pene de Yoon Sunghyun, Kwon Minwoo vaciló. Era obvio, pero era la primera vez que tenía el pene de otro en la boca. No sentía el más mínimo deseo de hacerlo, ni tenía motivo alguno para ello. Es más, el tamaño era excesivo para meterlo en la boca…
—Ni siquiera está completamente erecto todavía.
Yoon Sunghyun provocó a un titubeante Kwon Minwoo. Minwoo lo miró fijamente, cerró los ojos con fuerza y se llevó el pene de Yoon Sunghyun a la boca.
«Maldito bastardo… de verdad me la está chupando.»
Yoon Sunghyun fingía estar tranquilo, pero sentía que la sangre se le acumulaba en la entrepierna hasta casi reventar. Cuando su miembro entró en ese espacio estrecho, cálido y húmedo, por poco se le escapó un gemido ahogado.
«Si me corro demasiado rápido, será un golpe a mi orgullo.»
En el campo de visión de Yoon Sunghyun, vio a Kwon Minwoo chupándole el pene con los ojos fuertemente cerrados entre las piernas.
—Mngh…
Kwon Minwoo se estremeció al sentir el pene de Yoon Sunghyun crecer dentro de su boca. No habría sido un problema si Yoon Sunghyun hubiera estado diciendo tonterías como siempre, pero estaba tan callado como un ratón que el sonido de su pene al ser chupado solo se hizo más fuerte.
«Esto se siente jodidamente raro.»
El pene de Yoon Sunghyun entraba y salía repetidamente de la boca de Kwon Minwoo con sonidos de succión.
«…¿No siente nada? Supongo que aún puede aguantar.»
Si hubiera estado cerca del orgasmo, habría emitido un gemido, una respiración entrecortada o alguna otra reacción, pero Yoon Sunghyun permaneció en silencio.
Kwon Minwoo abrió ligeramente los ojos y observó la situación.
Yoon Sunghyun, con el rostro enrojecido, se tapó la boca y entonces su mirada se encontró con la de Kwon Minwoo. Minwoo se sintió turbado al ver que la expresión de Yoon Sunghyun denotaba más excitación de lo que él había imaginado.
«…Mierda. Tengo que hacer que se corra rápido y terminar esto.»
Kwon Minwoo, fingiendo indiferencia, volvió a agarrar el miembro y lo chupó con decisión. Pero la expresión de Yoon Sunghyun no dejaba de rondar en su mente.
«¡Si seguimos en este ambiente, esto puede salir muy mal!»
«…¿Este tipo alguna vez se la ha chupado a alguien?»
Yoon Sunghyun cerró los ojos con fuerza mientras Kwon Minwoo tomaba sus testículos con la boca y los chupaba. El problema era que, con los ojos cerrados, su sentido del tacto parecía agudizarse aún más.
«Mierda, a mí nunca me la ha chupado. Entonces, ¿a quién se la ha chupado? ¿A alguno de los ayudantes?»
La lengua rojiza de Kwon Minwoo lamía con empeño el pene de Yoon Sunghyun. Minwoo, que tenía el glande de Sunghyun en la boca, se apartó el flequillo que le estorbaba.
«¿Hasta dónde va a crecer esta maldita cosa?»
Kwon Minwoo intentó introducir el pene de Yoon Sunghyun lo más profundamente posible en su garganta, pero era demasiado grande y le resultaba imposible llegar hasta el fondo.
Justo cuando se retiraba un poco porque sentía que se ahogaba, Yoon Sunghyun le agarró la cabeza inesperadamente.
«¡Es-Este cabrón!»
Yoon Sunghyun, en su excitación, agarró la cabeza de Kwon Minwoo y movió las caderas como si estuviera penetrando un onahole. Kwon Minwoo se asfixiaba con la verga de Yoon Sunghyun, que le llegaba hasta la garganta.
«¡Por favor, detente…!»
Como tenía la boca llena, Kwon Minwoo ni siquiera podía pedir que parara. En su lugar, se aferró a los muslos de Yoon Sunghyun y forcejeó para intentar alejarse. Pero era inútil contra la fuerza de un excitado Yoon Sunghyun.
«Si sigue así, creo que… voy a ahogarme…»
Los ojos de Kwon Minwoo perdieron toda fuerza, hasta el punto de que sus pupilas empezaron a rodar hacia arriba. Incluso las manos que se aferraban lastimeramente a los muslos de Yoon Sunghyun perdieron su fuerza y cayeron, flojas.
—Ugh.
Entonces, Yoon Sunghyun frunció el ceño y emitió un gemido grave. Se había corrido dentro de la boca de Kwon Minwoo.
El pene de Yoon Sunghyun salió, cubierto de semen, de un Kwon Minwoo desplomado. Minwoo, tosiendo y atragantándose, escupió el semen al suelo.
—¿Estás bien?
Yoon Sunghyun agarró la barbilla de Kwon Minwoo y examinó su rostro. Kwon Minwoo respiró hondo y lo fulminó con la mirada.
—¿Que si estoy bien?
El rostro de Kwon Minwoo estaba hecho un desastre debido a los fluidos de Yoon Sunghyun. Como si parte del semen hubiera bajado por su garganta, frunció el ceño y escupió al suelo repetidamente.
«Maldito hijo de puta, en el libro no decía nada sobre correrse en mi boca.»
Mientras Kwon Minwoo soltaba insultos mentales, el portal se abrió. Era un alivio, pues si después de toda esa locura el portal no se abría, había pensado seriamente en dejarse matar de un disparo allí mismo.
—Joder, esa no fue tu primera vez, ¿verdad?
Cuando se disponía a dirigirse al portal, Yoon Sunghyun, que apenas se había subido los pantalones, le agarró la muñeca y preguntó. A Minwoo le irritó que, de todo lo que podía decirle, Yoon Sunghyun se centrara en si era o no su primera vez.
—Supongo que ese tipo de cosas son importantes para un virgen.
—¿Entonces es un sí?
—¿Por qué tendría que contarte incluso eso?
—…¿Acaso no fue… contra tu voluntad?
Aunque Yoon Sunghyun lo había preguntado con cierta delicadeza, había logrado tocarle la fibra a Kwon Minwoo.
—¿No estarás subestimándome demasiado solo porque soy un sanador? ¡Aunque sea así, sigo siendo un hombre adulto con sus cuatro extremidades intactas, maldito loco!
Kwon Minwoo, que parecía haber perdido los estribos, literalmente se abalanzó sobre Yoon Sunghyun para golpearlo. Lo golpeó en la cabeza con la palma de la mano, le impactó en el estómago con el puño y le lanzó patadas aterradoras.
—Bueno, está bien. Desahógate.
Yoon Sunghyun podría haberlo evitado fácilmente, pero por alguna razón lo aceptó obedientemente.
Kwon Minwoo odiaba aún más la atención que Yoon Sunghyun le prestaba. Por mucho que lo golpeara, su ira no disminuía, así que refunfuñó y dejó de pegarle.
—Y ahora pretendes preocuparte por mí, cuando ni siquiera te molestabas en proteger las pociones o al sanador.
Como Yoon Sunghyun era bastante resistente, por más que lo golpeara, solo conseguiría cansarse él mismo sin causar ningún daño real. Así que Kwon Minwoo decidió cambiar de táctica y atacar su orgullo.
Kwon Minwoo caminó hacia el portal y, haciéndole una seña a Yoon Sunghyun, dijo: —Vamos, bastardo virgen.
Yoon Sunghyun, que se había picado completamente ante la provocación, lo siguió de inmediato, exasperado.
—¿A quién llamas “virgen”, maldito loco?