“Este jade tiene un buen color y calidad”, dijo la anciana señora Gu mientras sostenía el anillo de jade, observándolo cuidadosamente por un momento antes de devolverlo a la caja de regalo.
Su sonrisa se hizo más profunda al ver a la mujer frente a ella y amablemente dijo: “YunZhi se ha esforzado mucho, encontrar jade de esta calidad debe haber sido difícil, ¿verdad?”
“Sí, me tomó algún tiempo”, respondió la mujer con una suave sonrisa, mostrando un leve hoyuelo en su rostro, su voz era clara y melodiosa, “Me alegra que te guste, tía”.
“Me gusta, me gusta mucho”, dijo la anciana señora Gu mientras entrecerraba los ojos y observaba a la mujer sentada en el sofá, quedando más satisfecho mientras más la miraba. Su figura, su porte, su consideración, todo era de su agrado.
Sólo que su origen era un poco humilde. Aunque la familia Chen tenía cierto renombre y había prosperado rápidamente en los últimos años, aún no había alcanzado la primera línea. Pero, hablando de ello, ¿qué familia en esta ciudad costera podía compararse con la familia Gu?
Además, ella era de la familia de su cuñada, tratar con conocidos facilitaría las cosas. En el futuro, podría recomendarla a Gu Zongyan, su nieto.
Arregló un mechón de cabello mientras veía a Chen Yunzhi dejar su taza de porcelana y mirar distraídamente hacia la puerta. Entendiendo lo que ocurría, preguntó en voz baja a la mujer de mediana edad a su lado:
“Wang Ma, ¿cuánto falta para que Gu Zongyan llegue?”
“Señora, el joven amo debería llegar en unos diez minutos más o menos”.
“Mmm”, dijo la anciana señora Gu, notando que la mujer frente a él se enderezó un poco al escuchar esto, su sonrisa volviéndose aún más radiante.
“No te pongas nerviosa”, dijo sonriendo con cariño, “Escuché de tu tía que antes estudiaste arte en el extranjero”.
“Sí, en el país E”, respondió la mujer retirando algunos mechones sueltos de su cabello, “He oído que el gran hermano Gu va seguido al país E. Nunca lo he visto en persona”.
El semblante de la anciana señora Gu se tensó por un momento antes de recuperar su expresión normal y sonreír nuevamente:
“Él está ocupado, ya sabes, su compañía se ha expandido al extranjero, tiene que encargarse de todo. Tendrás que buscarlo activamente”.
Las manos de Chen Yunzhi se apretaron sobre su vestido de encaje y su rostro se sonrojó levemente mientras decía en voz baja:
“Temo molestar al gran hermano Gu… No lo he visto en tantos años, quizás ya me haya olvidado. No me atrevería a buscarlo sin más, ¿y si ya tiene a alguien especial…?”
Hizo una pausa y luego levantó su sonriente y tímido rostro: “Por suerte vine a verte primero, tía”.
“Ahem, ahem”, tosió repentinamente la anciana señora Gu un par de veces, apresurándose a tomar un sorbo de té. Al ver la mirada preocupada de Chen Yunzhi, su rostro volvió a formar una sonrisa mientras respondía con evasivas:
“Los hombres, ya sabes, eventualmente deben casarse y formar una familia. El matrimonio es un gran asunto, Gu Zongyan era un poco descuidado antes, pero al final tendrá que encontrar una esposa, ese es el camino correcto…”
No estaba claro si esas palabras iban dirigidas a Chen Yunzhi o a sí mismo. Tomó otro sorbo de té para reprimir su incomodidad antes de continuar con una sonrisa resignada: “Como madre, si él no se toma esto en serio, debo vigilarlo un poco”.
“Sí, tienes razón, tía”, respondió Chen Yunzhi con una sonrisa, su anticipación creciendo.
Ella había dicho eso, pero en realidad, había escuchado los rumores de que el joven amo de la familia Gu había dejado de frecuentar el mundo de las citas hace años, rehusando acercarse a alguien porque su corazón ya pertenecía a otra persona, un hombre.
Cuando oyó esos rumores, no les dio demasiada importancia. ¿Qué hombre, especialmente alguien como Gu Zongyan, sería tan fiel? La idea de amar a una sola persona de por vida era porque no habían encontrado a alguien mejor aún.
Además, aunque fuera cierto que su corazón pertenecía a otro hombre, ¿acaso eso impediría que ella lo desposara? Ella y la anciana señora Gu tenían la misma idea: Gu Zongyan eventualmente se casaría con una mujer y tendría hijos.
Ella también planeaba casarse. Con una familia como la de los Gu y su vasta fortuna, si tenía la oportunidad, sería una tonta si no la aprovechaba, incluso si Gu Zongyan no la amaba al principio, confiaba en poder ganarse su afecto con el tiempo.
Con estos pensamientos, su espalda se irguió aún más, su pequeña y tersa barbilla se alzó con más confianza, volviéndose más atractiva.
Pero la anciana señora Gu se sentía justo al contrario, bebiendo su té sorbo tras sorbo, con una expresión de preocupación pasando por su rostro de vez en cuando.
Ambos albergaban diferentes pensamientos, ocasionalmente intercambiando sonrisas, ella dulce y tímida, la anciana amable y paternal, creando una atmósfera armoniosa en apariencia.
No tuvieron que esperar mucho, tan solo unos minutos después, un auto negro de lujo se detuvo frente a la gran mansión de la familia Gu. El asistente He Jing bajó primero para abrir la puerta a Gu Zongyan.
Gu Zongyan vestía un traje negro impecable, alto y de largas piernas, con una imponente presencia. Sus gruesas y afiladas cejas estaban ligeramente fruncidas, aunque su semblante era apuesto.
Tenía algunos asuntos que atender, por lo que había regresado temporalmente al país. Originalmente planeaba volver al país E esa tarde, pero su madre lo interceptó.
Bueno, no era un gran problema, aún podía tomar un vuelo nocturno.
Las cejas de Gu Zongyan se relajaron un poco mientras ajustaba los gemelos de su traje y luego caminó con paso firme hacia la puerta principal. El asistente He Jing cerró la puerta del auto y rápidamente lo siguió.
He Jing caminaba un paso detrás de Gu Zongyan y, al ver la situación dentro de la casa, se detuvo sorprendido.
En la sala de estar, las dos personas se apresuraron a ponerse de pie al ver entrar a Gu Zongyan. La mujer a la izquierda, vestida elegantemente con un porte refinado, miraba fijamente a su jefe con una expresión aturdida.
“Gu Zongyan ha regresado, ven, ven rápido”, dijo apresuradamente la anciana señora Gu con una sonrisa ansiosa y una voz fuerte, presentándolos sin demora:
“Esta es la Señorita Chen Yunzhi, de la familia de tu tío. Pasó a verme de casualidad y qué coincidencia, tú también estás aquí, je je”.
Chen Yunzhi observaba discretamente a Gu Zongyan, su corazón latía con fuerza. No es de extrañar que sea el joven amo Gu, su presencia en persona era mucho más impactante que en las fotos. Por un momento, no pudo recomponerse.
Al escuchar las palabras de la anciana señora Gu, se obligó a calmarse, apretando los puños y esbozando una tímida sonrisa: “Gran hermano Gu, soy Yunzhi. Ha pasado mucho tiempo”.
La situación era evidente a simple vista.
‘Qué atrevida’, pensó mientras se ajustaba las gafas negras y miraba discretamente a su jefe. Como era de esperar, el semblante de Gu Zongyan se ensombreció instantáneamente.
Gu Zongyan no respondió, las sonrisas de las dos personas se volvieron incómodas y el ambiente tenso e inquietante. He Jing permaneció impasible, sin palabras, ¿qué estaba haciendo la anciana señora Gu? Él sabía muy bien por qué Gu Zongyan se había establecido en el país E.
Mientras Chen Yunzhi reflexionaba en silencio, finalmente Gu Zongyan habló, dirigiéndose a él: “He Jing, envía a alguien para escoltar a esta señorita de vuelta”.
He Jing, el asistente, estaba preparado y de inmediato dio un paso al frente, haciendo un gesto cortés frente a Chen Yunzhi: “Por aquí, por favor”.
Chen Yunzhi entró en pánico, ¡apenas había comenzado y no podía irse así! Miró desconcertada a la anciana Señora Gu, que acababa de ser desairado frente a ella por su propio hijo.
A pesar de mantener una sonrisa congelada en su rostro, la anciana señora Gu habló con amabilidad: “Gu Zongyan, ¿qué estás diciendo? Yunzhi acaba de llegar, podemos sentarnos y charlar un rato…”
Su voz se fue apagando gradualmente al encontrarse con la mirada severa de Gu Zongyan, hasta que finalmente guardó silencio.
“Para el septuagésimo cumpleaños de mi padre, ¿realmente necesitamos charlar con la Señorita Chen?” La voz profunda de Gu Zongyan hizo una pregunta, pero su tono no admitía réplica.
La anciana señora Gu había utilizado la fiesta de cumpleaños de su esposo como excusa para llamar a Chen Yunzhi, pero no esperaba que Gu Zongyan fuera tan directo en echarla, frente a ella misma. Aunque no se atrevió a contradecirlo, se sentó en el sofá enfurruñada y furiosa.
Chen Yunzhi, al ver que la anciana señora Gu había dado la espalda y guardado silencio, se veía cada vez más consternada, pero no se atrevía a hablar con Gu Zongyan y solo apretaba los pliegues de su vestido, sin saber qué hacer.
Ni siquiera había podido decirle una palabra a Gu Zongyan, y no sabía cuándo tendría otra oportunidad. La anciana señora Gu no había sido de mucha ayuda, todo lo que había prometido antes, ahora no valía nada. ¡Y ella se había esforzado tanto en encontrar esa excelente pieza de jade!
Ansiosa, pero renuente a irse así, reunió valor y desesperadamente esbozó una sonrisa hacia Gu Zongyan: “Gran hermano Gu, ¿aún me recuerdas? Cuando éramos niños, nosotros…”
“Escóltenla a la salida”, interrumpió Gu Zongyan con voz cortante, frunciendo el ceño con impaciencia.
El asistente He Jing se acercó a Chen Yunzhi y dijo con calma: “Por favor, Señorita Chen, venga conmigo”.
Era una orden para que se fuera, sin opción. Chen Yunzhi había arrugado su vestido al apretarlo con tanta fuerza. Miró a la anciana Señora Gu sentada en silencio y luego al malhumorado joven amo Gu, finalmente se quedó sin opciones, tomó su bolso y salió a trompicones.
Una vez que Chen Yunzhi se fue, solo quedaron la anciana señora Gu y Gu Zongyan en la sala de estar.
Gu Zongyan tomó asiento en el sofá que nadie había ocupado antes, cruzó las piernas y dijo fríamente: “Recuerdo que te dije que ya estoy casado, ¿no es así?”
La anciana señora Gu estaba de lado, enfadado por la humillación pero sin poder refutar, ya que era culpable. Gu Zongyan le había dicho que estaba casado, pidiéndole que dejara de intentar encontrarle una esposa, pero ella nunca había visto al cónyuge de Gu Zongyan.
Además, ¿casarse con un hombre qué importancia tenía? No podrían tener hijos para heredar el vasto patrimonio de la familia Gu, ¿qué harían entonces? Ella no era la única preocupada por este asunto.
Con estos pensamientos, finalmente reunió el valor para quejarse con fingida tristeza:
“¿Casado? ¡Ni siquiera he visto a tu cónyuge, cómo voy a saber si es verdad o no! ¡Pensé que solo me estabas engañando! A tu edad y sin hijos, ¿sabes lo que dicen a tus espaldas? ¿Lo que dice el resto del clan? ¿Acaso estaba mal preocuparme por ti?”
Empezó a sollozar sin parar, logrando derramar un par de lágrimas. La sirvienta Wang Ma se apresuró a entrar con pañuelos desechables, murmurando palabras de consuelo: “Señora, no se angustie, el joven amo entiende sus dificultades…”
“¿Qué va a entender él?”, interrumpió bruscamente la anciana señora Gu, poniéndose de pie para confrontarlo con el ceño fruncido, “¡Él no sabe nada! ¡No puede salir a divertirse como tu padre, por eso no tiene hijos, y sus amantes e hijos ilegítimos se burlan de mí! ¿Acaso merezco ser humillada así? ¡A mi edad, tengo que soportar esta vergüenza! ¿Por qué tengo que sufrir tanto?”
Se casó con un miembro de la familia Gu a los veinte años, y durante los cuarenta años siguientes, pasó casi todos los días reprendiendo a su esposo por su insensibilidad e infidelidad, por tener una serie de aventuras extramatrimoniales y por sus frecuentes ausencias de casa.
Lo había llamado mujeriego, prostituta a su amante, bastardo a su hijo ilegítimo, y todo lo que se le ocurría. Sin embargo, ahora afirmaba que era normal que las figuras prominentes tuvieran múltiples amantes, y animaba a su hijo a tener aventuras con otras sin el conocimiento de su pareja, y luego a tener un hijo fuera del matrimonio.
Gu Zongyan casi se rió, pero no se sorprendió demasiado, porque eso era exactamente lo que diría su madre.
”Mamá.” Habló de repente, llamándola por su nombre por primera vez desde que entró en la casa hoy.
Al ver que su expresión ya no era severa y que incluso una sonrisa se dibujaba en sus labios, la Sra. Gu se llenó de alegría. Se secó rápidamente la cara con un pañuelo, pero no logró enjugar las lágrimas de las comisuras de los ojos.
Aún parecía lastimera: “¿Eh?”
Gu Zongyan sonrió, se reclinó, adoptó una postura más relajada y preguntó con naturalidad: “He Jing me dijo que compraste otro fideicomiso hace unos días. ¿Te va bien últimamente?”.
La Sra. Gu hizo una pausa, sin entender por qué le había preguntado eso de repente. En los últimos años, había vivido una vida cómoda, con dinero y tiempo libre, y nadie se preocupaba por ella. Pero no diría la verdad delante de Gu Zongyan. Respondió superficialmente: “Es así, solo compro…”
A sus ojos, una suma tan grande de dinero fiduciario era sólo una compra casual.
A Gu Zongyan no le importó mucho. Volvió a preguntar: “¿Qué hay del tío?”.
”Tío…” La anciana señora Gu dudó un momento, luego se secó los ojos con un pañuelo y bajó la cabeza para llorar: “Tu tío no está bien. Cada vez que hace frío, se queja de dolores aquí y allá. Sufrió en prisión hace unos años, y ahora tiene que ir a una residencia de ancianos todos los meses…”
Al principio, su hermano cometió un delito en un momento de confusión, y la policía llegó a su casa. Fue a pedirle ayuda a Gu Zongyan, pero no esperaba que este no le mostrara el menor respeto y lo enviara directamente a la cárcel. Llevaba mucho tiempo resentida por esto. Ahora lo sacó a relucir y habló de lo mal que estaba su hermano, para que Gu Zongyan recordara que su tío se comportaba así porque él no había ayudado.
Su hermano, el tío de Gu Zongyan, fue forzo a una mujer sin poder, no fue gran cosa, pero Gu Zongyan fue tan cruel. Se preguntó si se sentiría culpable después de escuchar esto y si al final le daría una compensación.
Pero sus expectativas estaban condenadas a verse frustradas, porque Gu Zongyan no solo no mostró ningún signo de culpa, sino que incluso se burló y dijo: “Todavía puede ir al sanatorio todos los meses y estás viviendo una buena vida”.
”¡Qué bien puede ser esto!” La anciana señora Gu se levantó del sofá de inmediato, frunciendo el ceño y diciendo con ansiedad: “Está tan débil, sufre un dolor terrible todos los días y no puede salir a jugar como tu padre…”
Sostuvo la mirada de Gu Zongyan. Había una sonrisa clara en sus ojos, pero su corazón se estremeció de repente. Se sintió inexplicablemente nerviosa y sus gritos cesaron de repente.
Su llanto se volvió más intenso, pero de repente se detuvo al encontrarse con la mirada de Gu Zongyan. Un segundo después, se sentó avergonzada en el sofá e instintivamente cambió de tema: “¿Por qué de repente preguntas sobre esto?”
“Mmm, solo pregunté”, respondió Gu Zongyan, bajando las piernas cruzadas y poniéndose de pie. “Tú y el tío parecen estar bien ahora, espero que no tengan más lamentaciones en el futuro”.
La anciana señora Gu la miró desconcertado: “¿Qué quieres decir?”
Gu Zongyan sonrió: “Quiero decir que este estilo de vida podría desaparecer en cualquier momento”.
Hizo una pausa y luego la miró fríamente: “Sólo tienes que volver a mencionar lo que dijiste antes”.
La anciana señora Gu levantó la vista hacia él, comprendiendo de repente el motivo de las preguntas de Gu Zongyan. Sus ojos nublados se abrieron de par en par y su corazón envejecido comenzó a latir con fuerza después de una leve pausa.
Es cierto, esta era la forma de ser de Gu Zongyan hace años. Había pasado tanto tiempo que casi olvidaba qué clase de persona era su hijo.
“Deberían agradecerle a mi esposo”, la voz de Gu Zongyan se volvió profunda, “En estos años, mi temperamento ha mejorado mucho. Pero si siguen entrometiéndose en los asuntos de mi familia e intentan sabotear nuestra relación, si llegan a molestarlo…
“Entonces no me culpen por lo que pueda pasar”. Gu Zongyan rió fríamente sin decir más y se dio la vuelta para irse.
“¡Gu Zongyan, Gu Zongyan!”, la anciana señora Gu entró en pánico, apresurándose a seguirlo y explicando torpemente: “¡No he hecho nada, no te enojes! ¡Son los demás los que hablan tonterías!”
Vio que Gu Zongyan se detuvo y rápidamente continuó: “¡Sí, han sido muy groseros! Quedé aturdida por sus palabras ofensivas, no pretendía sabotear tu relación. Como nadie lo ha visto, es normal que surjan rumores sobre si es real o no. ¡No tuve otra opción!”
La anciana señora Gu finalmente derramó lágrimas de verdadera angustia, temiendo que Gu Zongyan la culpara. ¡Ella quería seguir disfrutando de su vida actual!
Mientras ella se desesperaba, Gu Zongyan permaneció en silencio. Desesperada, ella empezó a balbucear cualquier excusa con tal de quedar exculpada, echándole la culpa a los rumores ajenos, sin más remedio.
Después de un rato, Gu Zongyan finalmente interrumpió sus lloriqueos con una voz gélida: “Está bien, lo traeré”.
La anciana señora Gu abrió los ojos de par en par, sus restantes sollozos se atascaron en su garganta. Gu Zongyan había protegido a esa persona con tanto ahínco que ella seguía dudando de su existencia. Pero ahora decía que lo traería, ¿qué estaba pasando?
Quiso hacer más preguntas, pero Gu Zongyan ya había salido a grandes zancadas.
El asistente Chen había estado esperando afuera todo este tiempo y escuchó claramente las últimas palabras de Gu Zongyan. Cuando su jefe subió al auto, He Jing lo observó por el espejo retrovisor y con cautela preguntó: “¿Debemos recoger al Señor Ji?”
“Sí”, respondió Gu Zongyan recostándose en el asiento con los ojos entrecerrados, “Para que nadie más se salga de control”.
Chen guardó silencio, sin hacer más preguntas. Encendió el motor y se dirigió al aeropuerto.
Palabras del autor:
Bueno, no logré terminar de escribir. Ji He aparecerá mañana
Traducido por ItsMeRae
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