Gian: -Váyanse… En el momento en que lleguen esos tipos aquí, voy a encender a este bebé… para que explote.
Iván: -Que hagas eso…. ¡ah! Joder.
Iván enrosca su cuerpo por el fuego enemigo. Mete la mano en el asiento de atrás y toma una ametralladora.
Iván: -¡Gian! ¡Levántate! ¡Dispara con esta!
Gian: -¿Qué …?
Iván: -¡Dame eso!
Iván me arrebata la dinamita, así como la bolsa para ponerme la ametralladora en su lugar, pero….
Iván: -Tch, ¡MALDICIÓN!
Gian: -Esto no es bueno…. Mi cuerpo…. Lo siento….
Iván: -¡Joder!
Iván mueve su cabeza hacia abajo… Está tratando de acortar el fusible de la dinamita con su navaja.
Las balas del enemigo se incrustan de golpe en el auto, meciéndolo…. Este auto no va a poder aguantar más… mi mirada se pone oscura.
Es inútil…. Joder… Qué Lucky Dog ni que nada.
Gian: –¿Eh?
Una sombra negra aparece encima de mí y al mismo tiempo, el sonido de un cerrojo de arma se hace eco a través del auto. La sombra, con su ametralladora.
Lanza una lluvia de balas a uno de los sedanes que se acercaban al Mercedes desde atrás… ¿Q-Qué fue eso? ¿Quién…?
Rosalía:- Ah, le di.
Iván: –¿Señorita…?
Rosalía: -Como lo supuse, viniste a rescatarme, Iván.
Rosalía: -¡Kyaaaaaa!
Yo logro cubrir el cuerpo de la enana a tiempo, y la arrastro hacia abajo detrás de la puerta.
Gian: -No sólo puedes manejar una moto scooter, si no también puedes con las armas…
Rosalía: -¡Es la primera vez que disparo! ¡Ya no le salen municiones a esto!
Me siento como si fuera a vomitar sangre, pero sonrío… y cargo el arma de la enana con un nuevo paquete de municiones.
Gian: –No es suficiente…. Aún no …..
Gian: –¡Ahora!
Rosalía asoma la ametralladora por la ventana y aprieta el gatillo. El fuego de color oxido sale del arma, que se mueve por cada explosión, pero se mantiene muy bien en el marco de la ventana.
Los hombres que se acercaban dejan de moverse ante la lucha de continuar… Eso estuvo cerca. Si logran entrar, entonces…
Gian: -Como era de esperar, las mujeres de Cosa Nostra en verdad son fuertes.
Rosalía: –¡Así es! Después de todo yo….
Nos bajamos tras los asientos. ¡Mierda! ¿De dónde vino esa balacera? Hay demasiados de ellos… Nos han rodeado por completo.
Honus: -¡Bien! ¡Salgan malditos mocosos! ¡¿O quieren terminar quemados con su auto?!
Honus da gritos locos, causando que el pequeño cuerpo de Rosalía tiemble de miedo… Este maldito gordo.
De repente… veo a Iván apoyado en el asiento de conductor, escupiendo cosas como “mierda” y más “mierda”.
Gian: –¿Q-Qué estás haciendo?
Iván:- Es ganar o perder…. Cuento contigo… Lucky Dog.
Iván toma el paquete de dinamita con el fusible acortado, tomando el mechero para encender…
Entonces, él dobla la mecha de la caja en dos… y aprieta el paquete en el interior. Entonces… Iván mueve sus manos alrededor.
Iván: –¡Joder! ¡Una cuerda! ¡Una cuerda o hilo! ¿No hay?
Gian: ¿hilo…?
Luego… otra lluvia de balas llegó hacia nosotros.
Honus: ¡Esperaré 10 segundos! ¡Soy un hombre amable, así que si hacen lo que les digo, los trataré bien!
La temblorosa Rosalía… suelta la ametralladora que había estado apretando y mueve su mano hacia su cabello.
Rosalía: -¡Iván! ¡Esto!
Debido a la oscuridad… no puedo ver bien pero Rosalía toma algo de su cabello y se lo da a Iván. Iván se queda en silencio por un segundo….
Iván: –¡Muy bien!
Iván toma la liga para el cabello y lo ata alrededor del mechero que estaba en la caja… y lo mantiene allí con cinta. Entonces…
Iván: -¡Honus, espera!
Honus: -¡Ocho, siete…! ¡Bien, ya salgan! ¡Haciéndome esperar…!
Iván sonríe… y atasca la dinamita en el espacio entre los asientos y entonces…
Ata la liga de cabello de Rosalía que está conectada al fusible, a la manija de la puerta del lado del conductor… Finalmente me doy cuenta de lo que está haciendo…
Gian: –Iván, toma.
Le entrego a Iván el chicle que había estado masticando, teniendo un extraño color debido a la sangre. Iván inmediatamente se da cuenta para qué podría servir.
Honus: –¡Cinco, cuatro! ¿Qué es lo que están haciendo? ¿Acaso están llorando de miedo?
Iván fija el chicle firmemente alrededor de la liga de cabello. Esta liga se une a la manija de la puerta con la dinamita atascada entre los asientos.
Iván: -Muy bien…. ¡Honus, ahora salgo! ¡Por favor, no disparen!
Iván grita. Más allá de la ventana, los gánsteres salen detrás de las sombras de los autos y apuntan sus armas hacia nuestro camino.
Y como un enjambre, rodean el Mercedes. Detrás de los gánsteres, la voz de Honus tiembla de placer mientras grita.
Honus: -¡Salgan! ¡Lentamente! ¡Si hacen algo raro, terminarán llenos de plomo!
A medida que su grito hace eco a la distancia… Iván abraza el pequeño cuerpo de Rosalía.
Iván: -Gian, ¿Puedes nadar?
Gian: -Sería la primera vez que lo hiciera en el mar de noche.
Iván: –Yo también. Rosalía, cierra tus ojos. ¡Vámonos!
Gian: –¡Sí!
Me levanto. Me empuja contra la puerta del pasajero e Iván se levanta al lado donde está el mar y agarra la manija.
Iván: -Hasta luego, Valkyrie. ¡Tus respiraciones y gruñidos eran los mejores!
Iván: -¡Salgamos!
Iván, llevando a Rosalía, se desliza sobre el hormigón del muelle. Veo las sombras más allá del Mercedes.
Y el viento de mar, escalofriante de frío, nos rodea.
Puedo ver los pies de innumerables hombres que vienen. Puedo verlos a todos corriendo hacia aquí. Escucho una puerta que se abre.
Subordinado del GD 5: –…. Se escucha un sonido…
Honus: -¿Hnm? ¿Qué pasa? Esos tipos, ¿dónde fueron a esconderse?
Gian: -¡No nos hemos ido a ninguna parte! Por favor, abre la puerta, ya que hay una señorita con nosotros.
Honus: -¡Kug….! Serán niños, me encargaré de ustedes.
Se escuchan las pisadas de un hombre acercándose. Sus pies se detienen. Se escucha el sonido de click cuando pone su mano en el mango.
Iván: -¡Es un desafío!
Gian: -¡Es un desafío!
El cierre de la puerta del Mercedes hace click… y con un tirón, la liga de cabello atado al manojo de la puerta tira de lo demás.
Iván y yo abrazamos a Rosalía al mismo tiempo….
Y damos un salto, el mar negro del muelle es nuestro destino… el mar negro azabache, con su rugido, arremolinándose, con su furioso curso. Por favor, al menos deja que Rosalía sobreviva.
Nuestros cuerpos caen bajo la oscuridad
En el momento que Honus abre la puerta del Mercedes….
Subordinado del GD 5: -¡Jefe! ¡Están en el mar!
Honus: -¡¿QUÉ?! ¿HMN?
Honus grita enojado, pero luego…
Diminutas chispas de fuego salen de entre los asientos del Mercedes…
Honus: –Hmmmmmm
El fusible se enciende acortando su fin, y las chispas se deslizan hacia la dinamita. Los ojos rojos de Honus se abren…
Honus: –¡JODERRRRRRRRRRR!
Desde el interior del Mercedes…. El auto que ha resistido una tormenta de balas, al fin ha completado su tarea de proteger a su dueño; el paquete de dinamita libera una explosión de nitroglicerina, que empuja a todos los autos en un globo rojo en un instante.
La explosión bombardea el cuerpo del Mercedes y los cuerpos endebles de humanos que estaban de pie alrededor de él, volaron. Los sedanes circundantes, también son consumidos por el infierno extendido debido a la fuerza de la explosión.
El fuego de la misma es lo suficientemente grande como para sacudir el muelle e incluso todo el puerto. Sube llegando tan alto como cualquier edificio y destruye todo en su camino.
La fuerza de la explosión y el rugido nos atacan….
Recobro el conocimiento al sentir una mano grande empujándome hacia abajo, y siento una pequeña criatura acurrucarse en una bola.
¿Eh?
Yo, lentamente abro mis ojos y me levanto. Este lugar, no es el fondo del mar. Aquí es….
Gian: -Como que este paraíso apesta a petróleo.
Iván: -¿Paraíso? ¿Qué tan ingenuo puedes ser?
Iván y yo nos miramos el uno al otro. Entonces… poco a poco dirigimos nuestras miradas hacia abajo.
Aferrándose a Iván, se encuentra Rosalía inconsciente. Y lo que está bajo nosotros es….
Hay algo apilado, envuelto en cuerdas. Aún más abajo hay algunas tablas delgadas y una cabina monótona de una nave y una chimenea.
Iván: –¿Qué es esto?
Nosotros…
Estamos en la parte superior como de un remolcador, que son realmente comunes en el muelle ya que son los que transportan los barcos alrededor.
Estamos en la parte superior de uno de los remolcadores que está continuamente moviéndose a través del muelle.
Gian: -Whoooow.
Detrás del remolcador me doy cuenta que estamos en el muelle viendo hacia un tipo de edificio derrumbado… y de pie a lo alto de eso hay varias llamas de explosión.
Iván: Supongo que esto es….
Sin tener la menor idea de lo que está pasando, vemos a un anciano con un sombrero de punta que asoma su cara fuera de la cabina del barco. Ambos saltamos por la sorpresa.
Capitán: –¡¿Wah, wah?! Qu… ¿Qué pasa con ustedes?
Capitán: -¡No hace mucho escuche un fuerte sonido como de ¡Boom!! ¿Qué pasa con ustedes? ¿Son alguna clase de criaturas que cayeron de la luna?
Iván y yo nos miramos el uno al otro, y luego miramos abajo donde esta Rosalía lindamente dormida… y luego veo la cara del otro.
Cuando saltamos… no nos dimos cuenta que un remolcador iba pasando y quedó debajo de nosotros… ¿Qué carajo?
Gian: -Pfff….
Iván: –Jajajajaj
Nos reímos juntos. Nos soltamos unas grandes carcajadas. Volvemos a caer en la parte superior de las cuerdas y miramos hacia el cielo aún oscuro.
Gian: -¡Hahahaha! ¡HAHAHAHAJAJAJAAJAJ!
Iván: -¡AHAHAHA! ¡JAJAJAJAAJAJ!
Dirigimos nuestra mirada hacia el horizonte del mar al este, siendo lentamente teñido con un flash apagado, mirándonos para reír de nuevo. Nuestras lágrimas vienen corriendo hacia fuera y todavía nos reímos.
Iván: -¡Hahahahah! ¿Qué pasa con esto! ¿Que paso?
Gian: -¡Increíble! ¿Esto ya no cuenta como suerte no?
Iván: ¡-Lo suponía! Tú…. ¡Nosotros somos los mejores! ¡Maldición!
Iván, toma mi cabeza abrazándola y da un grito de nuevo. Yo también, toco sus hombros y le doy unos leves golpes.
¡Nosotros!
Capitán: –Disculpen… Tengo que ir a aparcar el barco ahora mismo…
El anciano parece ser agradable al ver el sombrero arrugado que lo aprieta como si estuviera preocupado.
Iván habló mientras seguía riendo.
Iván: -¿Podría llevarnos hasta allí? Puede cobrarles después a los miembros del CR5.
Noveno Día
Giulio: -¿De nuevo?
En ese lugar, se muestra una escena muy familiar. Es casi la misma de cuando Gian e Iván fueron juzgados en una reunión hace unos días.
Las únicas cosas diferentes en esta reunión son… que Iván se encuentra sentado en el centro de la sala solo.
El asiento del jefe se ha preparado, aunque está actualmente vacía. Y también… Hay varios asientos vacíos descaradamente entre los directores.
Los hombres de Bernardo transportan una caja de aspecto pesado lleno de documentos a través de su asiento.
Bernardo toca los documentos antes de hablar.
Bernardo: -Gracias a todos por reunirse hoy. Ahora damos comienzo la reunión, cuyo tema principal es el problema concerniente al capitán Iván Fiore.
Iván: –Hmmmm.
Justo después de que Bernardo dejara de hablar, comenzaron los reproches y murmullos bajos por parte de los directores de la junta.
Miembro 1: –Oye, ¡espera! Todavía hay varios miembros de la junta que no han llegado. Es demasiado pronto para decir que no asistieron.
Miembro 2: –Todavía no están aquí el señor Goretti ni el señor Graham. No voy a reconocer cualquier votación que se lleve a cabo sin ellos presentes…
“¡Él tiene razón!”! Se levantan las voces con un deje de enojo. Bernardo continúa sin una contracción en su ceja.
Bernardo: -No es así, todos los invitados en esta reunión han llegado, son todos ustedes.
Miembro 1: -¿Qué? ¿Qué quieres decir?
Los directores se quedan rígidos mirándose entre sí, hasta que Cavalli que estaba tan serio y rígido como una roca mueve sus labios.
Cavalli: –Dentro de aquí…
Cavalli: -Se encuentra el traidor que hizo que mi nieta Rosalía fuera secuestrada al salir de su escuela… Creo que ya lo saben…
Cavalli: –El involucrar a mujeres y a niños en estos asuntos está prohibido por la cosa nostra. El darle la espalda a este omerta, significa que la persona recibirá un castigo que lo hará arrepentirse desde el fondo de su corazón antes de ser enviado al infierno.
Bernardo: -Todos los miembros que no asistieron, son culpables aproximadamente del mismo delito. Durante el ataque…. Me dediqué a escuchar entre sus líneas telefónicas. Eso es todo lo que tengo que decir.
Algunos de los miembros se colapsaron en sus sillas. Algunos de ellos se estremecieron como para prepararse para un vuelo… pero una mano firme de uno de los guardias recae sobre sus hombros, empujándolos hacia abajo.
Miembro 1: –Hoy…. ¿No era esta reunión para hablar acerca de las acciones de Fiore?
Bernardo: –Solo estaba explicándoles la razón de los asientos vacíos. Ahora, comencemos con la reunión.
Bernardo se levanta de su silla y abre la puerta de la sala… y tras de ella, se encuentra el jefe Alessandro. La charla entre los miembros se silencia al instante.
Alessandro: Todos, gracias por haber venido. Discúlpenme por estos problemas que les ocasioné.
El jefe Alessandro camina con Bernardo a su lado, y se sienta en el lugar más alto. El asiento está frente al asiento de Iván, que es el acusado, pero hay algo de distancia entre ellos.
Iván: –Jefe…
Alessandro: -Qué bueno que hayas sobrevivido. Iván… tú también has pasado por muchos problemas. Me encantaría hablar contigo tranquilamente pero…
Alessandro: -Lamentablemente, debemos de hablar de algo antes…
Iván: –Entiendo.
El consejero Cavalli se levanta balanceándose lentamente. Sus ojos parpadean entre el jefe Alessandro e Iván antes de abrir su boca lentamente.
Cavalli: -Capitán Iván Fiore. ¿Sabe usted por qué fue llamado en esta reunión?
Iván: –Sí.
Cavalli baja sus ojos hacia los documentos que necesitan ser leídos, para conocer los cargos atribuidos a Iván.
La ofensiva principal está formada por una convivencia con uno de los líderes del grupo enemigo, y en lugar de informar acerca de eso a la familia, dejó que la situación empeorara… Esta es la acusación más pesada.
Además, del asesinato del señor Gantz, que fue un partidario a largo plazo de la familia a partir de una vieja línea italiana que había sobrevivido.
Iván escucha sus cargos en silencio.
Cavalli: -Eso es todo. Capitán Fiore, ¿hay algo que quiera agregar?
Iván: –No hay. Todo es correcto.
Iván dice con indiferencia aquellas palabras. Cavalli, Bernardo e incluso el jefe Alessandro voltean a verlo sorprendidos por su falta de reacción.
Iván: -Yo, solo hice lo que me vino en gana. Además, si llegara a ser un problema para la organización, entonces aceptaré con gusto cualquier clase de castigo.
Iván: -¿Me regresarían de nuevo a ser un soldado? ¿Se me otorgara el exilio de la familia? Incluso estoy preparado para la pena de muerte.
Un murmullo se mueve a través de los miembros. Hay muchos directores que desean ver la caída de Iván, pero el tener a alguien para hacerle frente a sus palabras en esta situación…
¡Mierda! ¡Me duele!
No sé si sea porque ha pasado mucho tiempo estando en la enfermería, que siento que he perdido algo de mi fuerza.
Pero… la morfina ha estado susurrándome algunas seducciones poderosas en mi oído desde hace rato.
Mi ropa de paciente comienza a deslizarse desde mis hombros, pero no tengo la fuerza suficiente para ponérmelo de nuevo debido al dolor y la fatiga.
Pero, yo….
Gian: –Lo…. Lo siento. He llegado tarde.
Giulio: –Señor Gian…
Luchino: -¿Gian? ¿Está bien que te estés moviendo?
Gian: –Ah, por fin la morfina se ha desvanecido… Perdón, déjenme pasar.
Después de toda esa situación de escape, había estado postrado en cama sin siquiera poder levantarme durante varios días, a causa de los daños que recibí por ser un sustituto de un saco de boxeo.
Paso a través de los guardias y los subordinados que están en línea y paso por medio de los asientos de los directores… tambaleándome mientras camino. Mierda, ser capaz de caminar con un chasquido sería genial.
Iván: ¡¿Gian?! ¡Tú…..! ¡Te dijeron que estuvieras en reposo!
Gian: -¿Eh…? Por reposo… quieres decir… que no me masturbara en la cama ¿verdad?
Iván: -Idiota…
Alessandro: -Giancarlo.
Ahh, ¡es el jefe! Hay algo de distancia entre nosotros, pero… Realmente se ve grande… no hay duda es él.
Gian: -Jefe…. ¡Cuánto tiempo sin verlo!…. Discúlpeme, por no haber podido ir por usted antes.
Alessandro: -Fuu…. No has cambiado para nada. El doctor dijo que no deberías levantarte durante una semana.
El jefe Alessandro da una sonrisa pequeña.
Gian: -Veamos… ¿Ya está listo el veredicto de este idiota?
Iván: –¡¿A quién le dices idiota?! ¡Idiota!
Gian: -Cállate. Solo guarda silencio. Hemos hecho un montón de cosas estúpidas dando muchos problemas. Además de que él no escucha nada de lo que se le dice.
Gian: -Pero… este tipo… Iván nunca ha hecho nada para traicionar a la familia.
Alessandro: –¿Eso es verdad, Iván?
Iván: -Ah, si… yo…
Gian: -¡No hay error porque siempre he estado junto a él! Este tipo… no es el tipo de persona que traicionaría a alguien de los suyos.
Gian: -Este tipo, y también yo… todavía seguimos siendo unos jóvenes niños a quienes todavía nos falta un largo camino por recorrer. Y es verdad que hemos causado muchos problemas a todos…
Gian: –Por eso… me disculpare, lo siento.
Luchino: -Santo cielo, es bastante desagradable que seas tan sincero. Lo único que podemos hacer es solo asentir y aceptar.
Giulio: -Yo… nunca he pensado que el señor Gian me cause algún problema.
Bernardo: -Es cierto que sus acciones han sido problemáticas en muchas maneras… pero, lo más importante es que tenían un gran mérito. ¿No lo cree así, consejero Cavalli?
Cavalli: –Uh… si… Pero no podemos simplemente dejarlo pasar.
Gian: -Él y yo somos parte de la familia, al igual que todos los demás. Él es nuestro amigo. Yo tomaré la responsabilidad de cuidar de él.
Iván: -¡T… Tú! Haciéndote el genial.
Alessandro: -Con que familia… ¿eh?
El viejo Alessandro reflexiona sobre algo… cruza los brazos mientras sus ojos miran con frialdad y mira hacia mí e Iván.
Entonces…
Alessandro: –Antes de que alguien tome una decisión… Me gustaría que todos escucharan mi opinión sobre el castigo que estos dos deberán recibir… ¿Están de acuerdo?
Todos asienten en silencio.
Alessandro: -Es correcto lo que dice Giancarlo. Del mismo modo que ustedes dos realizaron los delitos, de ese mismo modo debería ser dividido el castigo. Pero….
Alessandro: –Giancarlo, a pesar de que eres mi sucesor para ser el próximo jefe del CR5, aun así no pudiste parar las acciones de Iván.
Alessandro: –Por lo cual, Giancarlo, como supervisor de Iván, recibirá un castigo más pesado.
Casi siento la pesada atmósfera haciendo que pase un escalofrío. El jefe siempre ha sido blando conmigo, pero esta vez…
Alessandro: -Giancarlo, su promoción al puesto de jefe quedará suspendido temporalmente. Por el momento, seguiré ejerciendo mi posición como lo he hecho con anterioridad. ¿Qué piensan ustedes?
Ante las palabras repentinas del jefe, los ancianos y los hombres de mediana edad empiezan a agitarse en murmullos.
Miembro 1: –Entendido. Nosotros también pensamos que es demasiado pronto para que él tome el asiento de jefe en la familia. Si usted seguirá como jefe, entonces….
Miembro 2: –Salto, si usted desea permanecer como el jefe, y supervisar a estos niños… entonces, no es nuestro lugar estar en desacuerdo en las decisiones que tome.
Alessandro: -Gracias. ¿Hay alguien más que quiera dar su opinión?
Iván: ¡Esperen! Entonces yo, estaré fuera de…. Uhg…
Me apresure para pisarle los pies con mis muletas. Ya veo lo que pretende, jefe… era de esperarse de usted.
Bernardo: -Entonces, jefe del Salto. Tendrá que tomar las órdenes como decisión final. Directores, capitanes ¿Todos están de acuerdo?
Una vez más, hay silencio.
Bernardo: -Muy bien. Entonces, capitán Fiore, capitán del Monte. Su castigo ha sido decidido.
Que mal… todo se volvió negro de repente.
Iván: -¿…? Hey, ¿Gian?
Me siento caliente… estoy por caer en la deriva…
Gian: -¡Tsk! Duele… duele…. Joder, soy un paciente. ¿Sabes que no debes dar bofetadas a los pacientes?
Iván: -¡Cállate! T…Tú… justo ahora, no estabas respirando.
Oh… no es de extrañar…por el calor que hace… Iván me sostiene entre sus brazos.
Gian: -Pero… como que tengo algo de sueño…
Iván: –¡No te duermas en este lugar! ¿Te lastimaste en alguna parte? ¿Te duele?
Jajaja… Idiota… ¿Por qué me estás mirando como si estuviera a punto de llorar?
Giulio: –¡¿Señor Gian?!
Luchino: -Hey, hey…. ¿Estás bien? Tu cara está totalmente pálida.
Bernardo: -Ya es suficiente, Gian. Descansa bien, y déjanos el resto a nosotros.
Al darme cuenta… Tenía a mi alrededor a todos los capitanes, a Giulio, Bernardo hasta Luchino.
Jajaja… todos me están mirando muy preocupados.
Bernardo: -Parece que te has esforzado demasiado… Espera, llamaré enseguida a un doctor.
Iván: –¡No es necesario! Porque yo… lo llevaré.
Iván mueve sus brazos como si estuviera tratando de hacer un lado a los demás, antes de tomar mi cuerpo inerte.
Gian: -¡Me… duele! Me duelen los costados, así que no toques ahí.
Iván: –Oh… bien…
Iván intenta sostenerme por los hombros. Él me apoya y poco a poco me ayuda a caminar hacia el elevador, un paso a la vez, me tambalee con mi muleta en mano.
Gian: –¡Tsu. Guk!
Giulio: –Señor Gian, no puede…
Cuando Giulio trata de ayudarme, Luchino pone una de sus manos en su hombro deteniéndole.
Luchino: -Ellos estarán bien.
Bernardo: -Así es.
Los tres capitanes dejaron de ver hacia los dos hombres que se alejan en la distancia.
Detrás de ellos…
Alessandro: -Así es como debe de ser la familia.
Él apareció de repente.
Bernardo: –¿Jefe? ¿Ya ha terminado de hablar con los miembros de la junta?
Alessandro: -Voy a ir a una cena con ellos a partir de esta noche hasta mañana por la mañana. No todos ellos son enemigos, así que trata de no amenazarlos demasiado, Bernardo.
Bernardo: -Ah, si….
Luchino: -Pero… ¿Eso está bien, jefe? Si usted deja fuera a Gian como sucesor para ser el próximo jefe, entonces comenzará una pelea para encontrar a un nuevo sucesor.
Alessandro: –¿Hmm? Yo dije que eso sería solamente temporal. Cuando llegue el momento… sé que todos lo aceptaran… incluso ellos…
Alessandro: -La razón del por qué lo elegí a él como sucesor….
Bernardo: –Usted, ¿sabe por qué lo eligió?
Alessandro: -Fufu, quién sabe. Como sea, estoy cansado y con sed. Ha pasado tiempo así que acompáñenme.
Luchino: -Con mucho gusto. Iré a preparar el auto.
Alessandro: -No, ese asiento no está bien. Llame más tarde a los botones del hotel.
A pesar de que el hombre no es tan alto, el jefe, al estar entre los capitanes parece más grande que la vida, como si estuviera irradiando luz. Todos los capitanes lo rodean y caminan hacia adelante.
Giulio: -………
Los pies de Giulio se detienen. Iván y Gian desaparecen detrás de las puertas del elevador, justo cuando miran hacia el elevador.
Gian: -Whoa, el sentir como el elevador flota…. Ay, siento como que me acaban de dar una patada en las bolas.
Iván: -Eso significa que todavía tienes bolas, así que sé agradecido.
Estando dentro del elevador, me quedo apoyado en Iván… Su cuerpo es cálido.
Iván: –En serio, sigues haciendo cosas locas.
Gian: -¿A cuáles te refieres? Hay demasiadas cosas que no recuerdo…
Iván: –Imbécil… Tú… ni se te ocurra morir ahora. Más bien, si llegas a morir, antes de que lo haga yo, te mataré.
Gian: -Jajajaja, ¿Qué significa eso? tsk duele…. El sonreír me lastima, siento como mis nervios me están apuñalando.
Iván: -Estarás por un tiempo postrado en la cama leyendo algunas revistas.
Gian: –Creo que me voy a morir de aburrimiento antes de que mis lesiones me maten… Ah, cierto…
Iván: -¿Qué?
Gian: -No podré tener sexo por un tiempo, así que si las revistas no son suficientes para ti, entonces puedes ir a darte una vuelta por el distrito.
Iván: -¡No me trates como un idiota! ¡Solo bastará con que me masturbe por mí mismo y ya!
Gian: –No seas tan orgulloso acerca de eso, tonto.
Iván: -¡Cállate! Entonces… ya sabes….
Gian: -¿Hnm?
El indicador del elevador nos marca que se acerca al piso donde está mi habitación de enfermo. Iván mira hacia su alrededor, como si estuviera enojado por algo, antes de que…
Gian: -¿Hnmmm? Funm…tú….mmmm
Iván: –Me conformaré con esto…. Nmmm
Los labios de Iván cubren los míos desde arriba. Tomo toda la poca fuerza que me queda para tirar de mi cuerpo hacia adelante.
Gian: -Hnm…. funm………. Hmmmmm.
Nos quedamos así, hasta que el elevador se detuviera.
Y cuando el elevador se detiene, siento una sacudida a través de mi cuerpo.
Gian: –¡DUELE!
……………………………………………………………………………………………………………..
Nota: Lo que viene, es en unas décadas en el futuro.
Doctor: –Sí. Es probable que él no vaya a recuperar la conciencia… De acuerdo con la voluntad del presidente Fiore, no podré ir contra la ley del apoyo del soporte de vida….
Miembro 1: –Entendido. Hasta que la junta llegue a una conclusión… La cuestión acerca de su sucesor problemático… Vamos a tener que tratar con él, de eso, antes de que el departamento de finanzas se meta.
Miembro 2: -Como el presidente no tienen ningún pariente…. Por voluntad propia él declaró que preferiría no tener un funeral.
Miembro 1: -No puedo hacer eso. No podría verle la cara al senador Salto. Sin embargo… el pensar que incluso los tipos del siglo XX no pueden ganar contra la vejez…
…………………………..
…………………………….
……………………………….
Yo…
Ya veo…. Yo moriré….
Al fin…. Moriré
Yo… siempre…
Estuve esperando a que llegara este momento…
Todo el mundo pasó ante mí… Algunos murieron pacíficamente en sus camas…. Otros murieron al rodar en las alcantarillas…
Y antes de darme cuenta, era el único que quedaba… decrépito y horrible por la edad, este cuerpo seco… Las únicas cosas que quedan son una empresa aburrida y el dinero….
Yo….
Incluso ahora….
Ver esos días, constantemente en la oscuridad de mi mente…
El sonido de guerra de la sobrealimentación del Mercedes… Su velocidad cohete….
Y allí… a mi lado… él estaba.
En la eternidad de ese instante, estábamos….
Mientras el sol y la luna perseveren, nosotros…
Iván: –Yo… tenía un amigo…
Iván: –Ahora mismo… lo tengo….
“Iván … Oye, Iván…”
FIN DE LA MEJOR RUTA.

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