Iván (Daivan) #6.5 – Parte 1

Daivan

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Final malo de Iván.

 

OPCIONES:

  1. Hemos llegado hasta aquí, te acompañaré hasta el final
  2. ……………

Elegir la segunda opción 

 

Bernardo: -Iván, sé que es difícil para ti, pero por favor, ten paciencia. Quédate aquí y obedece las órdenes de la familia.

 

Bernardo dice eso con una voz contenida. Los ojos de todos se centran en Iván, pero….

 

Iván: -¡¿Me estás diciendo que debería ignorar los ataques de aquellos bastardos y permanecer encerrado aquí?! ¡¿Y que haga todo lo que hacen los demás?!

 

Iván: -¡Daivan será tomada por completo, bastardos estúpidos! ¡Lo que debemos hacer en este momento es ir a veces a esos desgraciados que se atreven a asentarse en nuestro territorio! 

 

Luchino: -Nosotros nos encargaremos de hacer eso. Si sales ahora…. Iván, no sólo tú quedarías bajo sospecha, nosotros también.

 

Iván: -¿Bajo sospecha? ¿Por esos monos en el Consejo? Solo deberían acabar con ellos, también. ¡Eso haría todo más fácil!

 

Bernardo: -El Consejo de Administración no es nuestro enemigo. Sin ellos, el CR-5 no aguantaría. 

 

Iván: -¡Entonces, simplemente encarguense de todo eso! ¡Si seguimos sin hacer nada como ahora, entonces algún día llegará la pudrición desde dentro hasta fuera y terminariamos en camino hacia la tumba!

 

Bernardo suspira profundo. Luchino enciende su cigarrillo, mostrando en su expresión que todo esto es absurdo. Giulio no había estado escuchando desde el principio.

 

Y yo….. tenía una sensación de resignación con un poco de irritación, que me provocaba ganas de vomitar por el dolor que sentía desde el fondo de mi estómago. 

 

Por poco mis sentimientos se convierten en palabras.

 

Gian: -…………..

 

Iván: -¡¿Qué pasa con ustedes?! ¡Digan algo! ¡¿Por qué están todos callados como si estuviéramos en alguna fiesta budista con un monje sombrío?! 

 

Giulio: -Es inútil continuar así.

 

Iván: -¿Qué dijiste…?

 

Bernardo: -Como sea, Iván, no podemos permitir que tengas contacto con cualquier persona en el exterior.

 

Bernardo: -Esos tipos, en especial Honus del GD, están enterados sobre tu situación. Es por eso que nos impusieron tales condiciones. Si tomamos acción, entonces haríamos lo que ellos quieren. 

 

Antes de que Iván pudiera recuperar su aliento para continuar hablando con ira, yo expresé las palabras que había estado acumulando en mí. 

 

Gian: -Si llegas a tomar acción, no serás el único que se metería en problemas. El CR-5 también quedaría afectado. ¡Por lo menos entiende eso!

 

Iván: -¡Qué……Gian….!

 

Gian: -¿Debo de explicarte todo desde el principio? No eres un niño…..

 

Iván: -¿No te importa que termine destrozado…?

 

Iván me mira fijamente con su rostro empapado de lágrimas. 

 

Bernardo: –Iván. No hay nada más que discutir. No se te permite salir de esta habitación. Además, yo y mis subordinados nos encargaremos de recibir todas las llamadas. 

 

Iván: -No importa si digo que no quiero ¿verdad…?

 

Bernardo: -Así es. Por favor, comprende. Estamos hablando de una crisis que involucra a toda la familia. También tengo una responsabilidad que tomar ante toda esta situación. 

 

Bernardo: -El objetivo que persiguen eres tú. Esto es también para tú protección. Por favor, entiende. 

 

Iván no respondió. Bernardo, seguido de Giulio y Luchino, se levantan de su asiento para luego salir dirigirse hacia la salida de la habitación. 

 

Iván: –Joder….joder….

 

Gian: -No había más remedio…..

 

Iván: -Si hubiera sabido que esto ocurriría……. ¡jamás me hubiera unido a ustedes!

 

Por el tono de su voz, puedo decir que no dijo eso con ira….. ¿ese tono era de dolor? Eso no puede ser. 

 

Justo en ese momento, Bernado se dio la vuelta con su mano todavía en la perilla de la puerta.

 

Bernardo: -Gian, ven un momento. Tengo algo que hablar contigo.

 

Gian: -Ah…. si

 

Por alguna razón, me siento aliviado….. puedo salir de esta habitación que comparto con Iván…. me siento como si hubiera sido salvado. 

 

Iván: –Vaya, ¿tú también? 

 

Iván dijo eso con un tono de voz oscura, pero….

 

Fingí no haberlo escuchado y proseguí a salir de la habitación. 

 

Con esto, él ha quedado completamente aislado.

 

Me acerco hacia el sofá donde Bernardo se había sentado y me siento a su lado sin intercambiar palabra alguna. Sus subordinados nos traen copas llenas de whisky. 

 

Gian: -¿De qué querías hablar?

 

Bernardo: -Si. Habría sido difícil de decir si nos hubieramos quedado allí. Hay algo bueno y algo malo que debo decirte.

 

Gian: -Comienza con lo malo. 

 

Bernardo: -Debido a lo que pasó ayer, los ejecutivos de la junta también han puesto sus miradas en ti. Por el momento, tendrás que permanecer aquí sin salir. 

 

Gian: -Si, lo entiendo. ¿Y? ¿Qué es lo bueno? 

 

Bernardo: -Iván, ¿cómo decirlo? Creo que está algo alterado por todo esto. Si se te hace difícil permanecer con él, podría prepararte otra habitación…..

 

Tomando el tiempo que necesito para terminar de beber mi copa, pienso……

 

Gian: -¿Podría encargartelo? Está bien cualquier habitación. 

 

Bernardo: -De acuerdo. Y también…..

 

Bernardo también comienza a beber de su copa. El silencio continúa hasta que decide hablar.

 

Bernardo: -Tu e Iván….. tal vez sean amigos, pero……

 

Antes de poder decir algo, Bernardo me mira fijamente a los ojos.

 

Bernardo: -Estaría bien que puedas visitar a Iván a su habitación, sin embargo, está prohibido transmitirle llamadas o mensajes del exterior. 

 

Gian: -Ya lo sé….. si llegara a hacer eso, solo lograría que su posición fuera aún peor. 

 

Bernardo: -Exacto. Esto puede ser difícil para los dos en este momento, pero vamos hacer todo lo posible para seguir adelante. No te preocupes.

 

Respondo con un “si”, pero…..

 

Los recuerdos de los pocos días que pasé con Iván comienzan a atravesar mi mente como pedazos de papel llevados por el viento. 

 

Los matones que enfrentamos en el puerto. Las mujeres con las que nos encontramos…..

 

¿Puede alguien que no sea Iván, encargarse de todo eso? ¿Luchino podrá encargarse de ese tipo de mujeres? ¿Giulio podría entablar conversaciones directas como lo hace él? 

 

…………………..

 

Niego con la cabeza y paro de pensar.

 

Sexto día

 

Dos días han pasado desde entonces.

 

Desde ese día, no he ido a esa habitación….. la cual es la habitación principal donde está Iván. Iván tampoco ha dicho nada.

 

Durante ese tiempo, los combates continuaron. Bernardo ha estado en el campo de batalla manteniéndose firme. Los límites de la influencia que tenemos en Daivan están bloqueados en un punto muerto. 

 

El GD, con sus muy numerosas fuerzas, que nos superan en cantidad, ha estado enviando oleadas de matones a Daivan. No podemos recuperar el territorio que han tomado…..

 

Y es así como hemos estado perdiendo no solo el tiempo y las tropas, sino también la victoria.

 

Y, cuando estaba llegando la noche del tercer día…..

 

Gian: ¿Me estás diciendo que él me llamó?

 

Bernardo: -Si, justo antes él hizo una llamada. Parece que quiere que vayas a su habitación. Dijo que quiere pedirte un favor. 

 

Gian: -¿Iván…..?

 

Bernardo me llamó para que viniera aquí. ¿Y ahora, me está diciendo que Iván llamó pidiendo que fuera a esa habitación….?

 

Las palabras se filtran a través de mis oídos.

 

Gian: –¿Debería ir?

 

Bernardo: -Eso depende de ti. Iván dijo que solo puede pedirte ese favor a ti, pero si vas o no, solo depende de ti, Gian. 

 

Sentado frente a Bernardo, pienso en silencio. 

 

Gian: -Solo iré a ver lo que tiene que decir. Entiendo muy bien, no dejaré que tenga contacto con el exterior. 

 

Bernardo: -¿Podrías hacer eso? Él ya debe de estar al limite. Supongo que es bueno que tenga a alguien con quien conversar de vez en cuando.  

 

Gian: -No parece que vaya a ser una charla divertida. 

 

Sintiéndome algo fastidiado, me levanto de mi asiento. 

 

Bernardo: -Si te pide hacer algo, me lo informas de inmediato. Te lo encargo. 

 

Oigo sus palabras viniendo detrás de mí, como si estuviera presionandome de alguna manera. En estos últimos días, he sido conducido hasta el final de mi cuerda de paciencia. Me siento un poco frustrado al escuchar esa voz suya.

 

Gian: -Entonces, ¿por qué no vigilas lo que pase dentro de esa habitación? Tienes el equipo necesario para hacer eso, ¿no? 

 

Bernardo: -No haré eso. Yo no me atrevería a escuchar una conversación del jefe. Y eso no va a cambiar, incluso ahora.

 

El tono de su voz era tranquila, firme y un poco triste. ¿Con qué jefe, eh? Yo ya me había olvidado de algo así. 

 

Soy el próximo jefe de la segunda generación de esta familia. Todo esto parecía como una broma tonta.

 

Gian: –Entendido.

 

Tragando mi nerviosismo, entro en la habitación. 

 

Al principio, no logro ver la silueta de Iván….. así que camino unos cuantos pasos adelante, hasta que finalmente mis ojos lo encuentran. Está frente a la gran ventana con un par de cortinas que estaban de par en par. 

 

Iván estaba sentado en un sofá de color rojo, y estaba mirando por la ventana hacia la ciudad de Daivan, cubierta por una tenue luz de oscuridad. 

 

Iván: -Hola, así que viniste…..

 

Gian: -¿No fuiste tú quien me llamó? ¿Cuál es ese favor que querías pedirme?

 

Tomo asiento en el sofá. Encima de la mesa que estaba frente al sofá, estaban las piezas de la pistola 45, colocados uno tras otro. 

 

Iván: -………..

 

Extrañamente, Iván mantiene su cara hacia abajo. No dice nada…… ¿está realmente tolerando el confinamiento?

 

Gian: -¿Qué pasa? Si no vas a decir nada, entonces ya me voy yendo. 

 

En lugar de preocuparme por el aire extraño que rodea a Iván, al notar su expresión seria, siento una sensación de molestia.

 

Gian: -Te enviaré a una mujer después o algo así. No te importa si se trata de una de las mujeres del negocio de Luchino, ¿verdad?

 

Iván: -No es eso. Tengo un favor que pedirte…..

 

Gian: -¡¿Y cuál es?! 

 

Ante mi voz precipitada, Iván dirige su oscura mirada hacia mí. 

 

Iván: -Se que estás siendo retenido por Bernardo, pero por favor. ¿Podrías pasarle algo a mis subordinados que están en el primer piso? 

 

Gian: -¿Qué…? ¡Por supuesto que no puedo! ¡Si Bernardo se entera, entonces esta vez tu….!

 

Iván: -¡Te equivocas! ¡Por favor, escuchame! Yo…. fui un idiota.

 

Antes, me burlaba y me reía de él, pero ahora….. solo quiero salir de esta habitación lo más rápido posible. 

 

Iván: -Yo…. era un idiota. Es por eso que….. quiero hacer las paces con Bernardo y los demás. Ya no quiero pelear con ellos. 

 

Gian: -¿Qué….?

 

Iván: -Por favor, ¡estoy hablando en serio! ¡Ya no puedo aguantar seguir así…!

 

Iván: -Quiero hacer las paces con ellos….. ¡y empezar de nuevo! 

 

Gian: -…………..

 

Siento algo……. Siento como si unos pequeños insectos se retorcieran alrededor de mis entrañas y cuello. Es un mal presentimiento…..No, eso no es todo. También hay una sensación de pérdida….. ¿qué es esto?

 

Iván: -Así que…. quiero que le entregues algo a mis subordinados. Hay una botella de champán que he mantenido guardada. Quiero que se la entregues. 

 

Iván: -¡Si les dices eso, cualquiera de ellos lo entenderá! ¡Por favor…. dales la botella de champán!

 

Iván: –Yo… quiero hacer las paces…. con todos.

 

La voz forzada de Iván desaparece gradualmente.

 

Gian: -¿Hacer las paces, eh…? 

 

Iván: -Sí, por favor. Eres al único que podría decirte esto….

 

Me siento en el sofá y me recargo en el respaldo. Miro el arma desmontada sobre la mesa. Esa mala sensación que se desborda sobre mis entrañas comienza a solidificarse. 

 

Gian: -¿Y yo?

 

Iván:- ¿Qué…?

 

Gian: –¿No piensas darme algo a cambio por este favor tuyo? ¿Ya se te olvido lo que me hiciste? Maldito bastardo arrogante. 

 

Iván: -¡Ngh..! ¡Maldito…..!

 

Una llama comienza a arder en los ojos de Iván.

 

Gian: -Heh…..

 

Iván: -Gugh…..

 

Sin embargo, Iván detiene su mano. Creo que recordó al último segundo que yo era su único enlace con el exterior.

 

Iván: -L-Lo siento…..

 

Gian: -Deja de quejarte con esa voz tan lamentable, suenas como un insecto. No se a que te refieras con la botella de champán, pero si quieres un favor de mí, primero debes de hacer algo por mí ¿no crees? 

 

Iván: -Que…..ngh…joder….. ¿qué quieres…?

 

Lo de ahora…..

 

Me ha hecho sentir un gran placer al pensar que podré saborear el dulce néctar de la venganza. Ver a ese hombre abatido y desesperado ante mí, su rostro contraído de angustia. 

 

Gian: -Me has tratado como a un perro unas cuantas veces hasta ahora ¿no? Hahaha, ¡joder! Esta vez es tu turno, bastardo. 

 

Iván: -¡¿Qué has dicho….?! ¡Vete a la mierda! No te creas tanto….

 

Gian: -Idiota. ¿Quieres que te haga un favor, no? Entonces, haz que me ponga de humor para hacer ese favor

 

Iván: -¡….! ¡Joder….! 

 

Gian: -¿Qué harás? Por mi no hay problema si simplemente me doy la vuelta y me voy. 

 

Iván: -Kug…… ¿Qué debería hacer….?

 

El cuerpo de Iván tiembla como si estuviera a punto de explotar….. Él escupe esas palabras a la fuerza, con su ira mezclada en su aliento. 

 

Gian: -¿Recuerdas cuando me trataste como a un perro callejero? Está vez tu serás el perro.

 

Iván: -¿Qué….?

 

Gian: -¡Ponte en cuatro patas como un perro! 

 

Por un segundo, un destello de luz atraviesa los ojos de Iván. Sus ojos todavía están centrados en mí, pero….

 

Iván: -Lo entiendo…..

 

Iván se arroja de rodillas al suelo frente a mí como si estuviera a punto de desmayarse. Y entonces, entierra sus manos en la alfombra

 

Pateo el brazo de Iván. 

 

Iván: –¿Qué….debería hacer….?

 

Gian: -Nm, veamos…. Primero…. las órdenes de un superior son absolutas, ¿no es cierto, Iván?

 

Iván: -Ngh………

 

Gian: -Haha, supongo que eso vale para la mafia y los perros. Vamos, lame esto como un perro hasta que quede limpio. 

 

Iván: -¡¿Qué…?!

 

Gian: -Hablo de mis zapatos. Hace un rato pisé la mierda de algún perro de la calle. Así que comelo, y lámelo hasta que quede limpio completamente. 

 

Iván: -¡Tienes que estar bromeando…!

 

Gian: -No me hagas repetirlo. Esta es una orden de un superior. La orden del jefe. 

 

Iván: –¡…….!

 

Iván me mira con unos ojos que ocultan alguna clase de cuchillo tras ellos. Me sigue mirando con esa luz intensa en esos ojos suyos. 

 

Me hizo sentir un poco de miedo, pero más que eso, me gustó la sensación de ser un sádico. 

 

Iván: -Ugh…ngh….

 

La mano de Iván está temblando. Esa mano temblorosa alcanza uno de mis zapatos para luego quitarmelo. Lo toma como si fuera un pedazo de carbón…. Luego abre su boca y su lengua se asoma 

 

Iván: -¡Guaggh! ¡Maldito…!

 

Al golpear la boca de Iván, él me miró con esos ojos brillantes y su boca manchada de sangre.

 

Gian:- Los perros no utilizan sus manos. Utiliza sólo tu boca. 

 

Iván: -Gugh……Joder… 

 

Los dedos de Iván se enroscan como garras y se hunden profundamente en la alfombra que cubre el suelo. Abre su boca, y su áspero aliento cubre la punta de mi zapato.

 

 

Gian: –Hazlo rápido. 

 

Iván: –¡Gough! Hu….haa….

 

La sensación de una lengua temblando….. penetra a través de la piel dura y la suela de mi zapato. Siento una gran satisfacción desde el fondo de mi estómago, como si apenas hubiera acabado de comer. 

 

Iván: -Kug….kuh…..nhh…fuuu….

 

La sangre, saliva, y algunos montos de tierra en los zapatos, comienzan a derretirse y pintar un lío sin piedad sobre el rostro de Iván. Su lengua se corta después deslizarse sobre el fondo áspero de mi zapato.

 

 

Iván: ¡Guh….! ¡gog gogh…!

 

Gian: No vayas a escupirlo. Si lo haces, te obligare a que lamas y comas eso también 

 

Iván: -Uuh…ugh…. lo sé….. pffh…h-haa…kuh….

 

No hay nada de color mezclado en la voz de Iván. En su lugar, simplemente es una criatura cómica y patética que está lamiendo mierda y tiene dificultad para respirar. 

 

Gian: -¡Aha… puto de mierda…! ¡pfuu…hahaha… hahaha!

 

Iván: -Kugh….uhh…ha…haa…..

 

Gian: -¡Hahaha, deberías mirarte! ¡kugh…fuf…hahahaha…hahahaha!

 

Miro hacia el techo cubriendo mis ojos con mi mano y simplemente me suelto a reir. Me rió lanzando una carcajada burlona que incluso a mi me enfriaría.

 

………………………………………………………………………………………………………………

 

Uwah, es Bernardo. Saltó al verlo sentado en el salón. 

 

Bernardo: -¿Qué tal te fue? ¿Dijo algo? 

 

Gian: -N-No. Nada en especial…. Solo quería saber cómo iban las cosas afuera.

 

Bernardo: -¿Eso era todo?

 

Gian: -Bueno, también…. parece que está desesperado por tener a una mujer a su merced. Él estaba llorando para que llamará a una. 

 

Encogiendo mis hombros, le doy una sonrisa. Me pregunto si Bernardo estará satisfecho con mi respuesta…..

 

Bernardo: -Entiendo…. Si él quiere volver a hablar, dejaré que te encargues.

 

Le respondo con un “si” mientras me dirijo hacia el elevador. Tengo la sensación de que Bernardo está diciendo algo detrás de mí 

 

Gian: -Lo sé. No voy a salir del hotel. Solo iré a tomar un café en la cafetería de abajo. Una vez que termine, volveré enseguida.

 

No había necesidad de cumplir realmente el favor de Iván. Pero aun así, miro a los subordinados que estaban a los alrededores del primer piso. 

 

Entre ellos, veo un rostro conocido…. es uno de los subordinados de Iván. Él no está vestido con un traje. 

 

Camino hacia él. Estoy a punto de romper mi promesa con Bernardo, y en cierto modo, romper el Omerta. 

 

¿Por qué….? Realmente me da igual la razón. No me es muy importante la ley de una organización…. Además…

 

Pensé, si sigo adelante con el favor de Iván, tal vez podría ser capaz de mantenerme en una zona superior y tomarle el pelo cada vez que me dé la gana. 

 

Subordinado de Iván D: -¿Qué ocurre?

 

El hombre sombrío me habla con un tono de voz que trataba de ocultar su mal humor. Tal vez sabe acerca de la situación en la que está metido su jefe…. Compruebo los alrededores antes de voltear a mirarlo. 

 

Gian: -Tengo un mensaje de tu jefe.

 

Subordinado de Iván D: -¡¿Del jefe?!

 

Le doy un guiño… y la desconfianza comienza a llenar los ojos del subordinado. 

 

Gian: -¿Qué era lo que me dijo? Ah, sí, cierto. Dijo que quería que entregaras alguna bebida de champán para que ayudara a reconciliarse….. o algo así.

 

Subordinado de Iván D: -¡…..! E-Entendido.

 

Con sólo esas palabras, el hombre deja de forma rápida el lugar,  sin una pregunta acerca de cómo está su jefe.

 

Gian: -Champán, ¿eh…?

 

Me pregunto si él está manejando algún negocio de contrabando de alta calidad que tenga escondido en algún lugar. ¿Y tiene planeado compartir eso con todos? No…. no lo creo.

 

No puedo imaginar una escena en la que todos los capitanes estén reunidos y conviviendo disfrutando de las bebidas. Al menos no me puedo imaginar eso con mi mente como está ahora.

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Traducido por Sakurada Di
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