Después….
Gian: -He terminado de hacer mis rondas.
Iván: -Bien. Ahora solo queda comprobar las finanzas con Sam.
Los dos caminamos por el callejón de los almacenes en el muelle solitario, sintiendo el viento frío del mar. El frío del viento se asemeja a la nieve y el hielo.
Iván mastica su pequeña paleta de caramelo que sobresalía de su boca y yo hago una burbuja con mi chicle.
Ha pasado alrededor de un mes desde entonces…
La guerra con el GD todavía sigue. Después del primer ataque sorpresa y después de que encontramos a los traidores que habían logrado colarse en nuestra organización, el GD se ha quedado en desventaja.
Me pregunto si esto se podrá terminar antes de Navidad…
Acerca del jefe Alessandro, tomando nuevamente su papel como jefe, demuestra el mismo vigor de siempre. También todos los capitanes lo hacen bien.
Desde antes de que nosotros fuéramos a la cárcel, el CR5 funcionaba bien, pero ahora, ¡más que bien!. Siento como que una buena brisa de viento flota a través de la organización. Y en cuanto a mí….
Iván: -Joder, los negocios no han ido muy bien debido a los rumores acerca de la prohibición del transporte de alcohol que se ha puesto en marcha. Me pregunto si en el futuro terminaran por prohibir la comida o el sexo.
Gian: -Eso sería genial. Ganaríamos mucho dinero. Ya que los peces gordos de arriba solo se la pasan sentados como chimpancés… Oh, se me acaba de ocurrir una buena idea.
Iván responde con un “no quiero escucharlo”, dándome la espalda para alejarse. Troté para alcanzarlo.
Gian: -¿Por qué no nos convertimos en maestros de la junta? ¿No crees que sería más fácil manejar las cosas de esa manera? Incluso, podríamos apoderarnos de este país.
Iván: -Tonto, no sabes que para eso necesitaremos una gran cantidad de dinero para así poder entrar en la política. ¿De dónde sacaríamos el dinero? Primero ve y gánatelo-
Gian: -Tschi…
En la junta… De alguna manera he conseguido mi asiento como el próximo jefe, pero… bueno, en realidad estoy un poco aliviado.
Si el jefe no hubiera regresado en ese entonces… ¿Podría haber manejado a la familia actual como él lo hizo, con sus tránsfugas y todos esos soldados que reunidos parecían enjambres?
Probablemente…. Hubiera empezado de peor forma de la que el jefe experimentó cuando él era joven…. Y todavía con la expulsión de los traidores y todo el conflicto de sangre interno… eso es lo que creo.
Gian: –Puede que esto fuera lo mejor.
Iván: –¿Ah? ¿Qué dices?
Al final, me quedé con mi puesto como capitán de menor rango quedándome a lado de Iván, patrullando por la ciudad y cuidando de los negocios.
A veces, llegamos a tener grandes peleas con una de las bandas enemigas. Y por la noche, nos dirigimos de nuevo a la habitación del hotel….
Nunca pensé que llegaría a tener una relación con él…. Y que esa relación todavía continuara….
Gian: -Como lo supuse, yo soy Lucky Dog….
Iván: -Desde hace rato, ¿Qué tanto estás murmurando para ti mismo?
Gian: -Nada…. Cómo que ya “hace hambre” ¿no?
Iván: -Si…. Ya es tarde… ¿Quieres caminar por las gradas de la calle que está más adelante para ir a comprar algo?
Le doy una bofetada al trasero de Iván para seguir caminando a su lado. Yo estoy totalmente convencido de que soy el tipo más afortunado de todos. Realmente lo creo.
Iván: -Como que es tiempo de ir a comer algunas almejas fritas. ¡Ahh.! Las almejas crujientes fritas con chile picante…. ¡Podría conseguirme una cesta entera de eso!
Gian: -Suena bien. En esta época los cangrejos también saben ricos. Oh… mierda. Se me olvido mi cartera de nuevo.
Iván: –¡¿Otra vez?! Más bien, tú…. ¿no estarás haciéndolo a propósito? Pulpo.
Gian: -¡Claro que no! Se me olvidó al cambiar mi chaqueta por el frío.
Los dos hombres caminando juntos se dirigen hacia un sedán Chevrolet negro mientras van discutiendo a gritos.
El sedán hace un sonido de motor especial al ser encendido, dejando escapar un humo blanco que ondeaba en su parte trasera y comienza a moverse cortando a través del tráfico que conduce a la calle principal.
Hasta desaparecer a la distancia.
FIN

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