Aviso: ya no publicare las imágenes que salen durante los juegos debido a que se volvió complicado hacerlo. Si quieren ver las escenas, recomiendo disfrutar de la historia siguiendo los gameplays en mi canal de Youtube: DIGAMES 2.
De repente, Iván comenzó a actuar de manera rara frente a mí. Está moviendo su trasero como si estuviera inquieto por saber si pararse o permanecer sentado. Mientras estoy pensando la razón del porqué estaba actuando así…
Bernardo: Hey, buenos días cariño. ¿Puedo sentarme a tu lado?
Gian: Por supuesto, querido. Buenos días. Puede que este asiento no sea de primera clase pero lo aparte especialmente para ti.
Bernardo: Oh, eso es un honor.
El chico alto con lentes toma el asiento de al lado, donde el anciano Simon había estado sentado antes. Un subordinado del CR5 que estaba atrás, le pasa la bandeja de comida a Bernardo.
Iván: H-Hola, Bernardo….
Bernardo: ¿Qué te pasa, Iván? Mira que cara tienes. O… podría ser que… ¿no planeas comer tu desayuno?
Ante las palabras de Bernardo, que estaba sentado a mi lado, Iván mostró una expresión como si estuviera por comer algo desagradable, aún así, tomó una de las bandejas que traía su subordinado que estaba detrás.
Iván: Maldición, eso no es de tu incumbencia, joder.
Frustrado, Iván come su pan con cara de asco. Y a mi lado, el hombre de lentes, sonríe en silencio.
Este hombre es el hermano mayor de mi grupo, Bernardo. Es también el capitán del CR5, Bernardo Ortolani.
Fue algo inesperado que también terminará encerrado en este lugar, pero bueno, debo de admitir que debo agradecer un poco eso. Y eso es porque…
Bernardo es la segunda persona más importante en la organización. Iván, que se encuentra en la posición inferior entre los capitanes, comienza a comer en un rincón como un perrito “esperando” por algo.
Bernardo: Sin embargo, como es de costumbre, los tipos que manejan esta prisión son horribles. Sobre todo cuando se trata de la comida, sin importar desde qué ángulo vea este pan apestoso, no termina por gustarme.
Gian: Bueno, aunque sea este tipo de comida, hay que agradecer que al menos nos dan de comer 3 veces al día. Además, una vez a la semana recibimos carne, señor.
Bernardo: Hahaha, te refieres a ese pedazo de carne que parece una bola que te sirven en la sopa ¿verdad? Bueno, supongo que no estoy en la posición de estarme quejando.
Bernardo y yo, permanecimos sentados al lado uno del otro, no estaríamos dispuestos a pagar ni siquiera un centavo por este tipo de comida si estuviéramos en libertad. Iván a regañadientes coloca la cuchara en la sopa con un sonido algo fuerte…..
Iván: ¡Joder! Oye, si nos enfocamos en hacer un buen trabajo aquí, ¿la comida que nos darían estaría mejor?
Gian: ¿Nm? Si, algo así. Aunque el primero en ser servido, es el ganador. Si trabajas en la construcción de las paredes de concreto, puedes conseguir algunos cigarrillos y un poco de pan extra por un día.
Iván: ¡¿Haaa?! !¿Eso es lo único que se gana al día?! ¡Con tan solo trabajar en cualquier otro lugar de ese tipo, podría ganar un dólar con 55 centavos al día! ¡Ahh, que mierda de prisión!
Mientras que Iván comía ese pobre pedazo de pan, gritó esas palabras resonando por todo el comedor.
Bernardo: Hace tiempo, cuando fui encerrado, fue lo peor. Pero, al menos la comida era mejor.
Bernado susurra eso como si estuviera recordando algo malo con una voz que se iba haciendo cada vez más baja hasta al punto de desaparecer.
Incluso él, que es uno de los altos mandos en la organización, está teniendo dificultades….
El ambiente de este lugar se sentía miserable.
De repente, las voces de los prisioneros que estaban en los alrededores se hicieron fuertes, alborotando nuevamente el ambiente.
Y de nuevo, un nuevo capitán hace su entrada. Ha parecido el tal llamado “tío”.
Luchino: Mira que cara tan decepcionante estás poniendo, Bernardo. Tu también, Iván. Demuestra un poco más de dignidad
Iván: ¿Qué? ¿Tu también vas a comer aquí?
El hombre que apareció, por su puesto, que también está vestido con ropa de prisionero, es más alto que Bernardo, con un pecho más robusto, su cabello de un impresionante color rojo, y una gran boca….
Bueno, incluso en la mafia, hay hombres guapos. Si no mal recuerdo, este capitán es el encargado de las transacciones de licores y de manejar la avenida del distrito rojo en Daivan.
Ehm….¿cuál era su nombre…?
Luchino: Quiero estar al lado de ustedes dos que también son capitanes. Pensé que tal vez tendrían alguna clase de buena información.
Cuando el hombre alto y guapo se sentó, se escuchó un sonido chillante viniendo de la silla, como quisiera decir que no lo podría aguantar, pero de alguna manera lo soportó. El hombre, con esa gran boca que tiene, dio algunos mordiscos a su pan .
Luchino: ¿Y? ¿Ocurrió algo?
Bernardo: Por ahora no ha pasado nada en especial. Hoy por la tarde, tengo una reunión con el abogado. Cuando eso pase….
Bernado habló hasta allí….
Bernardo: Te lo encargo.
El pequeño hombre prisionero perteneciente al CR5, que había estado permaneciendo detrás de él, se retiró al instante.
Iván: Oye tú, ve a vigilar los alrededores.
Iván también le dió una pequeña orden al joven hombre que tendía detrás.
Y los prisioneros que habían estado permaneciendo sentados tranquilamente en las cercanías, se pusieron de pie calmadamente colocándose alrededor de nosotros como una pared humana. Lo hicieron de tal forma que no llamara la atención de los guardias.
De pronto, estábamos en un espacio aislado de los demás prisioneros. Teníamos el suficiente espacio como para tener conversaciones secretas en voz baja. Originalmente, debido a mi posición, yo también debería estar parado formando una pared humana como los demás, pero…..
Gracias Bernardo. ¡Que viva! ¡Larga vida a este Nanahikari! (“Nanahikari”, así le llaman a los jóvenes adinerados que obtienen beneficios por las influencias o el poder de sus padres) Permaneciendo sentado en medio de estos grandes capitanes, puse el resto que me quedaba del pan en la boca.
Bernardo: Seguramente recibiré detalles del abogado que vendrá a visitarme. Debido a lo sucedido, la información que me llegaba fue cortada. Tal vez después de esta visita, reciba noticias acerca de la situación en Daivan.
Luchino: Más que increíble, es comprensible pensar en lo peor. En primer lugar, nosotros, los capitanes, fuimos arrestados juntos en esta porquería de prisión.
Bernardo: Fue una inesperada bendición que el consejero Cavalli haya logrado escapar de su arresto. Mientras que los ancianos del consejo logren de alguna manera aguantar y mantenerse en el liderazgo, es necesario que nosotros logremos salir de esta situación.
Luchino: Fun, con que salir de esto, eh…
Iván: Kugh, era algo que tarde o temprano iba a ocurrir.
En el momento en que ese hombre pelirrojo dijo eso, provocó que todos cortaran sus palabras. Incluso Iván, prefirió no decir nada más, como si hubiera escuchado palabras asquerosas. Y yo, permanezco sentado sobre mi culo como si nada pasara.
Gian: Ya veo. Ahora que lo dicen, el anciano Cavalli logró zafarse de la trampa. Ese anciano es inesperadamente resistente.
Luchino: Este chico…
Oh. Mientras estaba pensando en el anciano Cavalli, el hombre guapo de cabello rojo me estaba mirando fijamente.
Luchino: Justamente estaba pensando el por qué este soldado de bajo rango estaba sentado aquí. Bernardo, ¿este chico es aquel subordinado tuyo?
Bernardo: Así es. Aunque es un poco famoso ya, ¿quieres que te lo presente una vez más? Iván… tú ya lo conoces ¿cierto?
Iván: Solo conozco que es un tonto que le encanta ser arrestado para luego escaparse de las prisiones.
Luchino: Ya veo, con que es un gran maestro de las prisiones. En cambio, parece que él no me conoce, joder.
Bernardo: Gian, él es Luchino Gregoretti. Es el tercer capitán. Como es un hombre bastante destacable, seguramente recuerdas haberlo visto antes ¿verdad?
Gian: Ah, es aquel caballero andante. Lo siento, solo había escuchado rumores sobre usted. Soy el subordinado del hermano Bernardo Ortolani, Giancarlo del Monte.
Ante mi molesta y breve presentación, Bernardo, quien se había hecho llamar mi hermano, pone una cara de cosquilleo.
Luchino: Fun, ya veo. Por cierto, creo que te había visto alrededor del señor Cavalli.
“Bueno, así es. Hehehe, realmente somos conocidos” O eso es lo que quería decirle usando un tono de broma, pero me detuve. No parece que sea la clase de persona que tolere muchas bromas.
Gian: Si. El jefe y los ancianos me han tratado muy bien. Ah, me alegra saber que el tío Cavalli se encuentra bien.
Iván: Hah, maldita basura pretenciosa.
Este bastardo no para de ser grosero.
Luchino: Ah, si, si. Ya te recordé, cabrón. ¿Eres tú? Hahaha. Eras el de ese reloj y esa tienda de apuestas…..
Parece que recordó algo. Y por primera vez, muestra una gran sonrisa en su rostro mientras sacudía sus hombros.
Luchino: Recordé que estaban intentando venderte un reloj. Además, a pesar de estar en mi territorio, te las arreglaste con trampas para entrar y salir en la tienda de pulgas la cual maneja ciertas restricciones en cuestión de las entradas y salidas.
Ah, yo también lo recordé.
Hace mucho tiempo, el anciano Cavalli me presentó a un hombre pelirrojo. Así que era él.
En ese entonces, el anciano me lo presentó como un candidato a ser capitán mientras lo miraba con grandes expectativas o como alguien de gran valor…..
Bernardo: Hahaha, decirle tramposo es cruel, Luchino. Este chico, Gian…. Seguramente ya has escuchado de él ¿no? Aquel apodo suyo….
Cuando Bernardo estaba por decir algo más, Iván, con una expresión molesta en su rostro, dio unos pequeños golpes con la cuchara en el plato ya vacío de sopa.
Iván: ¡Jodanse! ¡¿Me están subestimando al dejarme a un lado para comenzar a hablar de viejos recuerdos con ese cachorro?! ¡Joder!
Ante la voz molesta del capitán de rango más bajo Iván, Bernardo mostró una expresión molesta, pero rápidamente volvió a la de siempre.
Bernardo: Cierto, pueden tomar esta reunión como una reunión de capitanes temporal. Dado que en este lugar, tengo el rango más alto entre nosotros, la llevaré a cabo.
Los ojos de Bernardo bajo sus lentes, se mostraban serios. Cuando él muestra ese tipo de mirada, se convierte en una persona completamente diferente a comparación de cuando hablamos uno con el otro.
Luchino: De acuerdo.
Iván: Kuh…. Si, haz eso. Por cierto, ¿está bien dejar a ese chico sentado ahí? Él es un simple subordinado de bajo rango ¿no?
Bernardo: No… Está bien que esté aquí. Hay una conversación que debo contarles, y que es importante tanto para Gian como para nosotros.
Al escuchar esas palabras, me sentí un poco aliviado.
Espera, ¿una conversación que es importante para mí? ¿En esta reunión de capitanes?
Bernardo: Retomando el tema antes… Son buenas noticias de que el consejero Cavalli haya logrado escapar del arresto…
Luchino: Sin embargo, no es adecuado que el jefe y el anciano se encarguen de Daivan ahora debido a la situación. Sin importar qué tan competentes sean aquellos dos….
Bernardo: Lo sé.
Bernardo, que parece que ha perdido el apetito, cortó un pedazo de su pan y lo puso en mi bandeja, y luego continúo con la conversación…
Bernardo: Es clara la razón del por qué nosotros cuatro, que somos los jóvenes capitanes del CR5 fueron arrestados, y esa motivo fue por una trampa tendida por nuestros enemigos, con la ayuda de policías y jueces corruptos.
Iván: ¡Malditos políticos corruptos! Luchino, ¿acaso tu sentido del olfato para captar ese tipo de problemas no fue lo suficientemente bueno? ¿Realmente estás realizando tu trabajo adecuadamente?
Luchino: Cabrón. El escuchar eso de alguien que fue arrestado tan fácilmente me hace reír. Yo había estado cuidando de esos problemas políticos como era debido.
Iván: ¿No me digas que simplemente dejaste pasar volando las balas de la policía sabiendo hacia dónde se dirigían? ¿Te gustaría que me encargue de limpiar esos asuntos una vez que salga de aquí?
Luchino: Maldito, ¿que has estado intentando insinuar? No me digas que crees que yo acepté recibir dinero de esos asquerosos bolsillos políticos….
Esto es malo, el ambiente ha cambiado para mal. Iván está actuando como si intentara morder a alguien. Mejor dicho, lo peor es que los subordinados alrededor nuestro están escuchando todo esto.
Bernardo: Ya paren ustedes dos. Nosotros caímos en la trampa del enemigo.
Bernardo: No creo que esa trampa haya acabado aún. Debemos apresurarnos a regresar a Daivan, o si no, el jefe y los demás estarán en peligro.
Iván: Dices que volvamos, eh. Lo dices como si fuera algo tan fácil. Al menos yo estaré en libertad en medio año.
Gian: Yo igual. Por cierto, Bernardo. ¿Por cuánto tiempo estarás encerrado?
Al escuchar mi pregunta, Bernardo mostró una oscuridad en sus ojos detrás de sus lentes, pero rápidamente cambió su mirada al de burla.
Bernardo: Me quedan 4 años. A Luchino le quedan 11 años. Estamos usando a un abogado para apelar las decisiones de adquisición y responsabilidad extracurricular del jurado, pero no podemos hacerlo de inmediato.
Bernardo mira hacia donde estoy, y luego dirige su mirada hacia Luchino para luego decir.
Bernardo: Honestamente, no creo que los tipos del GR5 que nos tendieron la trampa estén satisfechos. En el peor de los casos, mandaran a un asesino a matarnos.
Iván: Haha, dudo que puedan hacerlo. Actualmente, en esta prisión, hay…..
Iván deja el pan que tenía en sus manos sobre su bandeja y agarra una hermosa y brillante manzana que todavía quedaba en su bandeja para luego decir eso, darle una mordida a la manzana y reírse.
Iván: Muchos prisioneros bastardos más o menos pasables. Sin importar cómo lo veas, en este lugar hay muchos tipos que pertenecen a la mafia.
Iván: Al mirar alrededor, podemos darnos cuenta que estamos siendo constantemente observados. ¿No creen que sería un poco difícil que el asesino hiciera eso?
Hey, ¿acaso olvidaste que tenemos que estar yendo al baño?
Aun así, no estoy dispuesto a refutar lo que dice, por lo que solo me lo guardo en mi corazón.
Aunque también hay rumores de que el gran jefe de Chicago está dentro de esta prisión.
Iván está actuando muy relajado, pero…aun así, creo que Bernardo se está preocupando demasiado. Ante lo que decíamos Iván y yo, Bernardo nos dijo en voz baja.
Bernardo: Incluso si no somos atacados por un cuchillo o un palo, terminaremos muriendo. Mientras estemos aquí, seguramente seremos acusados por no cumplir con las reglas de aquí.
Bernardo: Antes de que podamos cumplir con la sentencia estipulada por el jurado, probablemente pasaremos lo que nos queda de vida en esta prisión.
Bernardo: Además, nuestra situación actual está siendo un poco diferente a nuestro plan estipulado. Por eso también estoy un poco confundido.
Luchino: ¿Qué quieres decir con eso?
Bernardo: Originalmente, Gian ya estaba aquí, solo faltaba hacer que trasladarán a Giulio a la prisión de Madison, mientras la orden de abogados intentaban retrasar la apelación….
Bernardo: Se suponía que tenían que trasladar a Giulio junto conmigo y con Luchino a esta prisión, pero… en realidad, nosotros fuimos trasladados primero.
Desde hace rato, las palabras desconocidas para mí, han estado aumentando como una ostra nadando en un canal veraniego incomprensible, así que he estado un poco confundido….
¿Giulio? ¿Quién es? ¿Orden de abogados?
Iván: ¡Hey, hey, hey, hey! ¡Espera un momento! ¡¿Qué hay de mí?!
Bernardo: En tu caso, el período de tu sentencia es muy corto, y tampoco han habido apelaciones ni fallos en las razones de tu arresto, pero aún así fue conveniente que te hayan enviado aquí también.
Bernardo: Eso es todo lo que tenía que decir. Además, cada vez que nos tengamos que reunir, procuremos ser lo más discretos posibles. Nos vemos aquí temprano a la misma hora.
Luchino: Por mi no hay problema. De todos modos, no tengo ningún plan de reunión con algún jodido compañero o algo así. Mañana también será un día jodido..
Iván: Espero que haya algún mérito por que venga a mostrar mi cara aquí. Maldición, me enoja bastante que me tomen el pelo…..
Gian: Querido, yo estoy disponible cuando sea.
Bueno, antes de que la charla secreta entre mafiosos esté por finalizar, sacaré a relucir algunos asuntos importantes.
Gian: Por cierto, chicos. Tengo algo importante que decirles…..
Con un ¿Unm?, la mirada de los tres capitanes se giró hacia mí. Delante de cada uno de ellos, todavía quedaba bastante comida en sus bandejas.
O eso es lo que creía, ya que Iván de repente se dio prisa en terminar el pedazo de pan que le quedaba, y guardar el resto en sus bolsillos.
Maldito tragón. Sin embargo, todavía quedaban sus manzanas.
Gian: ¿Podría quedarme con el resto de sus comidas? Después de todo, esa comida terminaría convirtiéndose en ingredientes para engordar más a ese director gordinflón.
Iván: Hah, ¿acaso eres un perro callejero? Mira que pedir eso con una cara sonriente como esa.
No quiero escuchar eso de alguien que acaba de guardar el resto de pan dentro de sus bolsillos.
Luchino: Por mi no hay problema. ¿Nm? ¿Acaso estás interesado en esta manzana?
Así es. Aunque estoy seguro que alguien como tu no entendería lo brillante e importante que es esa fruta.
Además, no se puede evitar decir algo insultante sobre ese asqueroso director encargado de este lugar.
Acabo de perder una manzana por haber perdido ante la influencia del anciano Simon. Así que sin restringirme, extiendo mi mano agarrando las manzanas brillantes de las bandejas de cada uno de ellos y las guardé en mi bolsillo. También me quedé con el pan.
Y entonces, mientras me ponía de pie agarrando mi bandeja, Bernardo sacudió un dedo como si hubiera recordado algo.
Bernardo: Cierto, aún no está confirmado, pero posiblemente trasladen también a Guilio en esta presión. Después confirmare sobre esto con el abogado
Gian: También lo mencionaron hace un momento, pero… ¿Quién es ese tal Giulio?
Luchino: En serio contigo. En fin, esto quiere decir que todos estaremos reunidos, menos el anciano.
Iván: ¿Hah? ¿Acaso no lo ejecutaron por ser un asesino? Pensé que su cabeza ya había hecho “boom” en la silla eléctrica hahaha.
Bernardo se levanta de su asiento ignorando a Iván, dando por terminada la reunión.
Bernardo: Gian… tengo algo que decirte. Cuando tengas tiempo, o después de la cena, una vez que haya terminado mi reunión con el abogado, reunámonos. Espera por un gran regalo.
Gian: ¿En serio? ¡woh, woh, woh! ¡Comienzo a emocionarme!
Luchino: Abogado ¿eh..? Creo que tengo mi reunión con él la próxima semana. Solo espero que sí esté haciendo su trabajo.
Cuando Bernardo da por terminada la reunión, sacude su mana en señal de despedida. Luchino se dirige hacia la salida del comedor, e Iván junto con su subordinado, se va hacia donde están los demás jóvenes prisioneros mafiosos.
Bernardo también se fue hacia donde estaban los prisioneros que pertenecían al CR5.
Me quedé solo. Mientras comencé a ordenar las bandejas que dejaron los capitanes…
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Era una sensación de tener un mal presentimiento que comenzaba a deslizarse por todo mi cuerpo hasta sentir como si fuera bañado por agua fría.
Estoy agradecido de que mi hermano Bernardo haya venido aquí. Habrá muchas comodidades y beneficios disponibles por tenerlo.
También están el superior Luchino, e Iván, aunque este último no es especialmente necesario, pero bueno, no hay de otra.
Sin embargo, casi todos los capitanes fueron arrestados y encarcelados aquí. Era una situación jodidamente imposible.
Regresando las bandejas, pretendiendo que no tome el resto de pan que quedaba en ellas, salgo del comedor.
Quiero fumar…. Así que me dirijo hacia el patio de recreo.
¿Podría ser que nuestra organización ya valió madres?
Camino mientras pienso en cosas que nunca diría en voz alta.
Grupos Italianos que son nuestros aliados, junto con mafiosos que son hostiles con nosotros, también van pasando por el mismo pasillo que yo.
Debido a que acabo de comer, me sentí con mucho sueño y pereza como apenas estuviera despertándome. (En resumen, le dio el mal de puerco). Quiero fumar, pero lamentablemente si fumo en este lugar, el cerillo no aguanta prendido.
Si regreso a mi celda…. Probablemente termine llenándose de humo. Debería simplemente tratar de encenderlo, pero los cerillos son más valiosos que los cigarrillos…
Al notar el peso dentro de mis bolsillos, fruncí el ceño. En ellos, tenía las tres manzanas de Bernardo y las otras que me habían dado.
En el exterior, está la libertad. Con estas manzanas que me dieron los capitanes, podría ganar mucho, así que no me las comeré. Tenerlas es una gran ventaja, por ende, son mis tesoros.
Tampoco estaría mal comer una, pero mientras más tenga, haría un mejor trato con el hombre que se dedica a hacer licores. Cierto, ha pasado mucho desde la última vez que fui a la sala de calderas a tomar algo de café.
Aunque decida vender las manzanas al anciano Simon, realmente no hay algo que quiera. Por otro lado, al anciano Simon le está yendo muy bien con sus ventas. Bueno, supongo que era de esperarse.
Me queda solo medio año.
Recuerdo lo que me dijo Lloyd. También recuerdo lo que Bernardo dijo. Todo este problema es demasiado pesado para mí.
Tal vez Bernardo esperaba que hiciera “algo”, pero…. ¿y qué con eso? no cambia el hecho de que todos los capitanes están en el tambo.
Si hay una disputa con los pandilleros…. ¿habrá oportunidad de ganar? En primer lugar, ¿qué tal si atrapan al jefe o lo matan mientras están encerrados aquí?
En este momento, la organización del CR5 sería más fácil de romper que una bolsa de papel de un supermercado. Eso lo entienden perfectamente los demás subordinados, incluyéndome.
Sería una mentira si dijera que realmente no me preocupo por el anciano Cavalli y los conocidos que tengo en la ciudad…. Pero, ¿qué podría hacer yo? No hay nada que pueda hacer.
Cosas como los problemas de la organización así como el futuro de Daivan, es algo que a mí no me incumbe. Es un mundo muy alejado de mí. Ah, que flojera… tengo sueño.
Enciendo uno de los cerillos…
Enciendo el cigarrillo. A pesar de que no son de buena calidad, el humo que desprende hace que mi cuerpo se relaje.
El humo fino se balancea y sube hasta desaparecer en el cielo azul.
Vaya que el humo sube rápidamente hasta el punto de desaparecer más allá de la distancia. Ya es otoño. Si que el tiempo pasa volando. Solo me queda medio año.
Como es de costumbre, ese día también me la pase tarareando mientras fumaba hasta el atardecer y dormitaba.
Después de comer, observé a otros jugando basketball. A diferencia de mí, algunas personas se vuelven enérgicas después de comer. Al apostar, logre ganar cinco cigarrillos. Al hacer este tipo de apuestas siempre logró ganar como de costumbre.
Después de eso, fui a ayudar a lavar las sábanas, y de esa manera pude obtener algunos cerillos. Hoy fue un día muy cosechador.
Ahora que he terminado el trabajo del día de hoy, solo queda ir a cenar.
Después de llegar al comedor, me deslicé entre los bastardos que estaban siendo arrojados alrededor intentando entrar al comedor. Deslizándome por el comedor, trato de buscarlo.
Que raro. Pero, si me detengo mucho tiempo en mirar a los demás por demasiado tiempo, podría recibir problemas por parte de los prisioneros y guardias.
TRADUCCIÓN: SAKURADA DI
EDICIÓN: RAJESH ROUV