Prisión #09

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Prisión #09 – 20%

 

Guardia 6: Joder, mira que hacernos esperar tanto tiempo. ¡Retomemos nuestro camino, prisioneros bastardos! ¡Diríjase hacia allá! ¡Avancen lentamente por aquí!

 

Una vez más, fuimos obligados por los guardias a seguir avanzando. La procesión mezclada, comenzaba a moverse nuevamente. Mientras tanto, pretendo no ver ni pensar.

 

Pretendiendo hacer eso, escabullo mi mirada hacia la dirección que conduce este camino. Probablemente el sendero que seguimos terminará uniéndose a los otros tres que están más adelante.

 

Al principio no podía entender lo que estaba pasando. Pero después de parpadear dos veces, finalmente mis ojos y cabeza pudieron darse cuenta de la aparición de más prisioneros en la plaza.

 

Había varios prisioneros, que llenaban la plaza como si fueran palomitas de maíz.

 

¿Todos estos eran los prisioneros que fueron sacados en fila como si de una procesión se tratase? Mejor dicho, ¿había tantos prisioneros en Madison?

 

Prisionero 23: ¿Qué significa esto…?

 

¿Hoy, nuevamente, el benevolente gran director bendecirá con la luz del sol? Bueno, no se ve que ese sea el caso. Una multitud ridícula de prisioneros me arrastra, pero aún así no pierdo de vista a los guardias, que estaban en grupos de cuatro, todos con armas, parados en la esquina de la plaza para vigilar a esta manada de prisioneros.

 

Y entonces…si, como lo supuse, debí haber escapado antes.

 

Apenas podía ver esa noche porque la ventana estaba oscura y pegajosa, pero nunca olvidé aquel sonido. Por encima de la torre de guardia, en la pared exterior y cerca de la puerta.

 

Había una gran cantidad de guardias del tamaño de una Guardia Nacional, que estaban equipados con ametralladoras de un tamaño aterrador, marcadas con un sombrero Tongari de ala ancha, los hocicos de aquellas terribles armas estaban descuidadamente apuntando hacia la plaza.

 

Bueno, ningún estúpido prisionero podría vencer a esta gran cantidad de guardias. Será mejor que mantenga mi atención hacia mi propio guardia.

 

Prisionero 23: ¡Hey, tu!

 

Los reos también se forman como si fueran rebaños aquí. El rebaño formó otro grupo, creando una brecha hostil tranquila con los otros.

 

Mientras estoy observando todo aquello… ¿Nm? Como que algo apesta. Esto es…

 

No hay duda alguna. Había varios lugares donde los prisioneros formaban sus propios grupos, y entre ellos, habían algunos los hombres parecían estar negros.

 

Había un guardia armado y un trabajador de cocina cerca, así que lo supe de una vez. También hay muchas cajas de pan.…

 

Como habían muchos hombres que estaban frente a mí, apenas podía ver, pero la familiar gran sopa y la bandeja llena de vajilla parecían brillar.

 

En esta plaza, hay aproximadamente cinco de esos centros de distribución temporal. Todos ellos tenían prisioneros sólidos con piel blanca y negra que eran tratados como moscas o algo así.

 

Eso significaba que nos darán de comer afuera.

 

También habían prisioneros parados aquí y allá o en cuclillas, aferrados al pan que sostenían fuertemente con sus manos, y sorbiendo platos de sopa con ambas manos.

 

Prisionero 24: ¡Bastardo, muévete! ¡Date prisa!

 

Prisionero 25: ¡Cállate! ¡Todavía estoy comiendo!

 

Una vez más, si el plato de sopa no es suficiente o si los guardias están estrictamente vigilando… Significaba que no alcanzaba para todos.

 

Los platos de sopa son vigilados para que no sean robados, y varias personas mantienen a la mira los platos. Hay tipos que están amargados por la pésima cantidad de comida y van hacia las otras ollas.

 

Pero ¿Por qué sucedió esto? Pienso esto mientras mordisqueo un pedazo del pan que había recibido. Por el número de prisioneros en este espacio abierto…. ¿Cuántos prisioneros fueron traídos anoche?. Este es el resultado por haber ingresado a más personas de la cuenta.

 

¿El número de personas es tan grande que no hay espacio para usar el comedor, y es difícil organizarlos? 

 

No, eso no es todo. Si no querían que los platos fueran robados o controlados, era mejor recurrir a este método en lugar de guardarlos y sacarlos rápidamente en el comedor.

 

Y todos estos problemas llevaron a este resultado. Frente a la hogaza de pan, recibo un poco  de algunos tipos con aspecto de vivir en los barrios bajos y que parecían rogar por cinco centavos.

 

A nadie le importa quiénes estaban dando pan. Hoy recibo mi sexto pan.  Mientras tanto, miro los alrededores.

 

El área alrededor donde sirven los platos de sopa es muy próspera. Hay hombres pululando allí.

 

Los prisioneros que originalmente provenían de la prisión de Madison, son reclusos con conexiones y bases en la mafia, e incluso hay pandillas del GD que conforman un gran grupo aquí.

 

Puede ver que se está formando otro gran grupo, tal vez sean los prisioneros encarcelados que ni siquiera usan uniformes de prisión, probablemente sacados directamente de las cárceles y los tribunales.

 

Probablemente se trate de personas que antes eran decentes, y de aquellos otros vagos estúpidos que se petrifican como animales asustados debido a las chaquetas robadas y las pertenencias que tenían cuando entraron.

 

Esto es demasiado cruel. ¿Por qué las otras  prisiones a excepción de estas  fueron devastadas? 

 

Pensar en aquellos desastres, sería una vista bastante deslumbrante para alguien que estuviera solo. ¿Qué diablos pasó? ¿Por qué cerraron el comedor?

 

Prisionero 26: ¡Hey! ¡Si ya terminaste de comer, apártate!

 

Ups. Fui expulsado de la formación en el área de panadería cuando estaba parado y perdido en mis pensamientos. Sobre la sopa,  que no la necesito.

 

Estoy cansado de ver el ajetreo y el bullicio en el área de los platos de sopa, así que me alejo hacia un lugar menos escandaloso. 

 

Y frente a mí puedo ver a Bernardo. A fin de cuentas, mi hermano mayor resalta mucho en la prisión. Entre otros prisioneros proxenetas que hay a los alrededores, el hombre alto de las gafas puede ser notado fácilmente a través de las cabezas de los demás, aunque no tanto como Luchino.

 

Avanzó hacia Bernardo que se encontraba tranquilo cerca de los perdedores sin comida ni pan.

 

Apartandome fuera de la multitud. Voy hacia Bernardo rodeado de montones de madera que esperan a ser utilizados. Esto es un claro ejemplo del trabajo forzado.

 

De repente, una mano enorme agarró mi hombro desde atrás. El pelo de mi cuello se erizó.

 

Aún así, miré atrás. Para ser precisos, pude darme la vuelta con la mano aún en mi hombro y girar a la derecha, topando contra una gran pared vestida de blanco y negro.

 

Frente a mí, con un pan sin morder. Estaba un enorme hombre que me cubría como si se tratara de una enorme pared. No, es decir, esa enorme pared resultó ser el gran Luchino.

 

Luchino: No te acerques a Bernardo.

 

Con eso en mente, miré a Bernardo  y noté un fuerte resplandor de luz rodeándolo, y entonces me miró. Sus ojos eran tan impresionantes como siempre.

 

Gian: ¿Qué no me acerque? ¿A qué te refieres con eso?

 

No puede ser, ¿Una pelea entre compañeros?

 

Una frase muy desagradable aparece en mi mente. Por el rabillo del ojo, pude ver a alguien caminando detrás de Luchino.

 

Tan pronto como ve mi rostro, Iván, uno de los capitanes, escupe un saludo y lo pisa como si de una basura se tratase. 

 

Luchino: Están pasando muchas cosas malas. Son puras malas noticias … Bueno, al menos para ti, hay algo bueno. 

 

Iván: Hah, quién sabe. Eso sería si hay pruebas por escrito. 

 

Gian: ¿Qué quieren decir con eso… ? ¿Por qué no debería hablar con Bernardo? 

 

Iván, cuya mirada despreciable está sobre su pan a medio mordisquear. 

 

Iván: Ese patético cuatro ojos. Hah, la ha regado. Sus conexiones y planes en el exterior fueron descubiertos e interrumpidos y ahora lo tienen en la mira.

 

¿Lo han descubierto? ¿Qué ha pasado?…

 

Luchino: Esta es una orden de Bernardo. Su subordinado nos trajo un mensaje de él diciendo que no debemos acercarnos a él por un tiempo.

 

Descubrieron que Bernardo era el contacto con el exterior y que recibía instrucciones de la organización. Si nos acercamos a él ahora, probablemente nos atraparan. 

 

¡….! ¿Lo han descubierto ….?! 

 

Estaba por dirigir mi mirada nuevamente a Bernardo pero recuerdo lo que me acaban de decir, y me detengo. …..

 

Bernardo, que estaba haciendo el papel de contacto con el exterior por medio del abogado del CR:5, ¿ha cometido un error? Y además …. ¡¿ha sido descubierto?!

 

Luchino: Bernardo está siendo vigilado por guardias y por algunos tipos del GD. Si nos acercamos a él…

 

Luchino: Nos dirán “los hemos esperado” y nos golpearan como a un saco. 

 

Iván: Lo más grave es no saber a detalle cómo y qué instrucciones fueron filtradas por no poder acercarnos a él y preguntarle. 

 

Iván: Bueno, aunque lo supiéramos no podríamos cambiar nada ¡hah!

 

El bastardo de Iván se burló de esta situación como si no le importara. Al mirarlo, los ojos de Luchino estaban como las cuchillas de una navaja eléctrica después de ser quemadas con un encendedor.

 

Gian: Oigan, ¿puedo preguntar algo?

 

Ante mis palabras, el tío Luchino e Iván voltean hacia mí. 

 

Mientras pensaba que decirles, ellos me miraban con una expresión de: “te permitiremos proseguir” 

 

Gian: ¿Lo que quieren decir con que Bernardo la ha regado ….. es por algo que se supone que tenía que llegar desde el exterior y fue descubierto?

 

Me atrevo hacer mi pregunta a los dos capitanes que están desprendiendo un ánimo pésimo. Luchino asintió con la cabeza e Iván escupió un sonido breve, aparentemente sin interés.

 

Gian: ¿Ustedes sabían que era esa cosa que tenía que haber sido entregada a Bernardo?

 

Luchino: Um…..

 

Lucino me mira por un momento con ojos serios. Esa mirada me quiere dar a entender “Lo sabía pero no tenía interés en contártelo”. Esa era la sensación que sentí al ver su expresión. Sin embargo, Luchino…

 

Luchino: Nosotros, como capitanes, se nos dijo desde antes. Pero se supone que hoy deberían llegar las órdenes por escrito.

 

Luchino: Bernardo era el contacto con el exterior. Ya que obviamente tiene la mejor posición aquí ….. Pero esas órdenes que se supone ya estarían por llegar, no llegaron. 

 

Iván: Sumando el hecho de que ese bastardo no solo fue descubierto, sino que ahora es vigilado por esos pandilleros. Jajaja, y todavía se atreve a estar orgulloso por ser el veterano, que broma.

 

Iván: Si yo hubiera cometido semejante error, sería despedido. O mejor dicho, ¿ejecutado? Jajaja, como sea, esto significa que los planes del Jefe fueron arruinados.

 

¿Las órdenes del Jefe? ¿Qué significa eso? ¿Qué es lo que saben estos capitanes?

 

Gian: Una pregunta más. ¿Ustedes conocen el contenido de esas órdenes? 

 

Al escuchar mi pregunta, nuevamente Luchino pone una cara seria. Queriendo decirme: ¿y qué si lo sabía? Es algo con lo que no podría lidiar. Una vez que cambio su expresión, Luchino suspiró

 

Luchino: No, no lo sé. 

 

Luchino: Sin embargo, tengo una idea vaga de lo que podría contener esa orden. Antes de ser encerrado aquí, un mensajero me mencionó algo al respecto en el centro de detención. 

 

Iván: Vaya conversación de mierda que resultó ser. A pesar de la cantidad de dinero que los viejos tuvieron que gastar por mandar esas cartas de alto secreto a esta prisión. Que desperdicio. 

 

Fun …. Sé que sí lo saben, pero no quieren hablar de eso conmigo en este momento. Esa era la sensación que me daban estos dos.

 

Ya veo. No hay un par de ases entre las cartas que me tocaron en esta ronda de repartición. Esa sensación me daba al ver la situación. En este caso ¿Debería levantarme de la mesa o jalar una nueva carta? 

 

En este momento no tengo otra opción o una forma de superar este desastre.

 

Gian: ¿Entonces qué?

 

Así que no me queda más remedio que jalar otra carta. Miro a Luchino y a Iván con una mirada arrogante y les lanzó esa pregunta de manera provocativamente descuidada.

 

Gian: Así que como las órdenes del Jefe no llegaron…Decidieron no hacer nada y quedarse aquí esperando obedientemente. ¿Cuántos años eran? ¿10? O ¿medio año?

 

Luchino es el primero en caer en mi caña de pescar ….. 

 

Luchino: No es necesario que me digas eso. Tengo mis propios planes. Ya sea con tu ayuda o sin tu ayuda, lograré escapar de a…

 

Lo ha dicho. Muchas gracias. 

 

Como era de esperar de uno de los grandes capitanes, Luchino alcanzó a detener sus palabras mordiéndose la lengua y contenerse. Puso su mano sobre su rostro angustiado como si quisiera decir “la he cagado.”

 

Iván: A mi me daba igual, jajaja. En primer lugar, aunque escapemos…

 

Iván: Estamos en una situación en la que no se sabe si la organización continúa de pie o no. Tal vez la razón por la que las cartas no llegaron fue porque el Jefe ya ha…

 

Luchino: ¡Desgraciado! ¡Si continúas diciendo estupideces como esa…!

 

Vaya, los dos peces que planeaba pescar están intentando atraparse entre sí.

 

Hago un sonido al golpear mi mano en forma de puño sobre mi otra mano.

 

Gian: Bueno, iré a hablar un poco con Bernardo. ¿Ustedes que harán?

 

Gian: De seguir así, no podré hacer nada yo solo. No sería nada divertido si solo me escapo de esta mosquitera. Además… 

 

Gian: Esta podría ser la última oportunidad que tengan para que todos los capitanes puedan hablar entre ellos. 

 

Ante mis palabras, Luchino e Iván parecían querer decir algo, pero cerraron sus bocas.

 

Iván: ¡Maldito bastardo, ¿acaso no escuchaste lo que te acabamos de decir?! ¡Ahora mismo Bernardo está siendo vigilado por esos desgraciados del GD! Si nos encuentran a todos juntos…

 

Luchino: No sabes que no solo los tipos del GD, si no que también hay guardias que quieren atraparnos. Si nos atrapan ahora, ni siquiera podremos reunirnos una vez más.

 

Gian: Solo basta con que no nos encuentren ¿cierto?

 

Volví a golpear mi mano, y lentamente abrí la mano en forma de puño. Por supuesto que no había nada allí. Pero por la mirada de los otros dos hombres, pareciera como si tuviera monedas en mis manos. 

 

Iván: ¡¿Basta con que no nos encuentren?! Vaya cosas tan confiadas te atreves decir.

 

Luchino: Si solo se trata de lidiar con los tipos del GD, fácilmente pueden ser reprimidos por los subordinados. ¿Pero qué piensas hacer con los guardias? Si te encuentran, te agarraran a balazos

 

Gian: No lo dudo. Entonces, ¿Qué harán? ¿Apostaran por mí?

 

Luchino: ¿Qué planeas hacer?

 

Gian: Primero dime algo. ¿Cuántos tipos del GD son los que están vigilando a Bernardo? Sobre los guardias… ya veremos. 

 

Ante mis palabras, la cara y la voz de Luchino se asemejan a un chip descompuesto después de haberse dado cuenta del juego de cartas perdido que tiene.

 

Luchino: Los que están vigilando por parte del GD, son dos personas. Uno está en aquella fila de sopa, el otro es aquel tipo enorme que está por allá.

 

Vaya número tan más conveniente. Recuerdo el aspecto y la posición de aquellos dos prisioneros que Luchino mencionó.

 

Entre toda esta multitud de prisioneros vestidos de blanco y negro, los bastardos del GD están…

 

Por el rabillo de mis ojos, observó a las personas cercanas a Bernardo. Con tan solo una señal por parte de esos bastardos, fácilmente podrían llamar a más de sus compañeros. 

 

Miré a mi alrededor y vi las herramientas que podrían ser útiles. Y luego les digo lo siguiente a los capitanes en voz baja.

 

Gian: Vamos a comenzar. Te acercaras lentamente hacia donde está Bernardo. 

 

Gian: Y luego, en la parte posterior de aquella área de almacenamiento, los guardias estarán fuera de la vista. Así que aprovecha y lleva a mi hermano hacia aquel lugar. Muy pronto iré con ustedes.

 

Luchino: Lo dices como si fuera fácil. ¿Qué piensas hacer con los bastardos del GD y los guardias?

 

Gian: De eso nos encargaremos Iván y yo … hehehe ….

 

Al escuchar su nombre, Iván pone una cara como la de un gato resbaladizo después de haber olido su propia orina.

 

Gian: Iván …. Por favor, encárgate de aquel tipo grande. 

 

Iván: ¡¿Haaah?! ¿Por qué debo hacer lo que dices?

 

Gian: Se nota que tu eres mucho mejor que yo peleando. Yo de alguna manera me haré cargo de aquel tipo enano. 

 

Iván: ¡Kuh …. Nmmm….! ¡Está bien, lo haré! ¡Más te vale encargarte bien del otro tipo!

 

Gian: Claro. ¡Bueno, comencemos!

 

Comienzo a moverme a escondidas. No hay duda alguna de que hay una persona mirando hacia acá. Me muevo de tal manera de que aquel vigilante no se de cuenta de mí.

 

Pase entra la multitud de personas vestidas de negro y blanco dirigiéndome hacia la olla de sopa sucia.

 

Que suerte. Justamente está el hombre que me será de gran utilidad para mis planes. 

 

Gian: ¡Qué onda, hermano!

 

Prisionero 23: ¡Aaaaahhhh! ¿Eh? Ah, eres tú.

 

Este prisionero, una ex persona decente, continúa parado en esta fila para recibir aquella sopa asquerosa sin decir nada.

 

Gian: ¿Podrías hacerme un pequeño favor? 

 

Finalmente pronuncie esas palabras con un pequeño tono de voz grave como suelen hacer los yakuzas. El prisionero me mira como si estuviera asustado. 

 

Prisionero 23: ¿Un favor? Pues…Yo…

 

Gian: No es la gran cosa. Solo debes gritar en voz muy alta algo que te voy a decir ¿de acuerdo?

 

Prisionero 23: ¿Gritar …? ¿Qué?

 

Sin esperar a que me diga que sí o no, le digo las palabras mágicas. El prisionero me miró con una expresión sorprendida.

 

Prisionero 23: ¿Q-qué has dicho? Pero no hay nada como eso. Se nota a simple vista. 

 

Gian: Está bien. Después de contar hasta cinco, grita lo que te acabo de decir fuertemente. Hasta luego.

 

Después de golpear levemente el hombro del hombre, me alejé. Los preparativos para la bomba han sido completados. Ahora, comienza el conteo. 5… 4… 3… 2…

 

Prisionero 23: Ughh …. Ah ….. ¡E-Es increíble! ¡Está olla tiene carne!

 

La voz sonó un poco cambiada en tonalidad, pero está bien. Después de que todos escucharan la voz mágica. Un montón de prisioneros se acercaron a la olla de sopa desde varios lugares como si fueran un montón de moscas buscando algo bueno.

 

Prisionero 24: Oye, hay que ir allá. ¡Dijo que había carne!

 

Prisionero 25: ¿Qué? ¡Maldición, ¿no se habrá equivocado?!

 

Bien. Todo va según lo planeado.

 

Los tipos ya irritados que de por sí, ya habían estado esperando en la fila para recibir sopa, repentinamente fueron apretados por más tipos que se acercaron repentinamente sin formarse.

 

Como esperaba esa persona decente, roció todo ese chisme provocando que muchos prisioneros se reunieron alrededor de aquella olla de sopa. Para entonces, aquella persona decente ya había huido. 

 

En medio del flujo, los reos se empujaban el uno al otro. Mientras tanto, fingí atarme los cordones de los zapatos como si de un subordinado de un rey se tratase, y así poder inclinarme y evitar que me descubrieran.

 

Gian: ¡Unm, que buena carne! ¡Es tan deliciosa y suave! ¡Muy rica!

 

Ha funcionado. Todos se congelaron por un momento. Para unos bastardos que solamente recibieron una miserable y oliente agua caliente como sopa, su estallido fue algo impresionante. 

 

Prisionero 26: ¡Guh! ¡Oye, hazte a un lado, rápido!

 

Prisionero 27: ¡Tú ya comiste, dame ese plato!

 

Prisionero 28: ¡Oigan, ya paren! ¡No hay carne!

 

Esto se ha convertido en un pequeño motín. Los hombres que corrieron alrededor de la olla, parecían bestias hambrientas que olvidaron completamente las palabras como orden y línea. 

 

Los prisioneros están empujándose y golpeándose unos a otros. En algún lugar cerca de ahí, la olla de aquella desabrida y hervida sopa, se derrama sobre las piernas de un prisionero haciéndolo gritar de dolor. 

 

Guardia 11: ¡BASTARDOS! ¡YA PAREN! ¡DETÉNGANSE! ¡ALÉJENSE, ALÉJENSE ¡MUEVANSE BASURAS!

 

Guardia 14: ¡YA PAREN! ¡SI NO SE DAN PRISA EN DETENERSE, SERÁN CASTIGADOS!

 

Justo en ese momento, los guardias que habían estado observando a lo lejos, finalmente se apresuraron e intentaron dispersar a los prisioneros con silbatos, porras y rifles de escopeta. 

 

¡Muy bien! ¡Es el momento!

 

Prisionero 29: ¡¿Qué es esto?!

 

Mi presa, un hombre con un tatuaje del GD en su brazo, ha aparecido. Soportó la tentación de la sopa de carne y parecía preguntarse qué hacer si veía este tipo de alboroto.

 

Sus ojos se han apartado de Bernardo, y por supuesto, no tendría interés alguno en alguien como yo.

 

Por fortuna, Bernardo no se ha movido de aquel lugar. ¡Qué suerte!

 

A escondidas, saco algunas cosas de valor, incluido un cerillo. 

 

Enciendo un cigarro…Debido a que sería un desperdicio, escogí un cigarro de mala marca. El cigarro ya estaba ligeramente iluminado.

 

Prisionero 29: ¡¿Ngh …?! ¡Ahhh! ¡Ahhhg quema!

 

Lancé el cigarro al cuello de aquel bastardo del GD, el cual terminó deslizándose en el interior de su ropa. Tardó un momento para comenzar a agitarse. 

 

Prisionero 29: ¡Ahgg, joder! ¡Maldición! ¡¿Qué es esta mieda?! ¡Me quema!

 

Rápidamente se quitó su chaqueta y trató de ver hacia el punto de su cuerpo donde sentía el quemazón.

 

Gian: ¡Este es el tipo que dijo que había carne deliciosa! 

 

Prisionero 26: ¡¿Qué?! ¡Maldito bastardo, mira que atreverte a jugar con nosotros!

 

Prisionero 29: ¡Fuh, fuh, fuh! ¡¿Ehhh?!

 

El bastardo del GD, que ya se había desnudado para dejar caer el cigarro, ahora se encuentra rodeado por una manada de bestias que arden de hambre, ira y desesperación tan pronto como vieron quien fue el culpable. 

 

Prisionero 29: ¡S-Se equivocan …. Ahhhh duele! ¡Guahhh!

 

El hombre se desvanece de mi vista por varios puños y zapatos de otros prisioneros. Vaya que todos se han descontrolado. 

 

Prisionero 30: ¡¿Qué carajos …?! ¡Ah, joder, duele!

 

Iván: ¡Toma esto!

 

Prisionero 30: ¡Fuhg! ¡Ahhhg!

 

Oh, nada mal, Iván. Aprovechando todo el relajo, Iván se acercó por detrás de aquel grandulón del GD. Y antes de que pudiera darse cuenta, lo venció de un solo golpe. 

 

El bastardo que fue vencido con tan sola una patada fuerte, se derrumbó lentamente hacia adelante, apretando fuertemente sus dientes amarillos por el intenso dolor hasta caer al suelo.

 

En medio de todo el infierno que se desató, caminamos cuidadosamente de tal manera que los guardias que intentaban calmar todo, no se dieran cuenta fácilmente.

 

…………………………………………………………………………………………………………….

 

Bernardo: ¿Acaso esto lo provocó …. Gian?

 

Luchino: ¡Hah! ¡Vaya que si la ha armado! ¡Será cabrón! ¡Por aquí, Bernardo!

 

Oh, veo que Luchino ha logrado reunirse con Bernardo sin problemas. Aprovechando que los guardias estaban desesperadamente sujetando a los prisioneros al borde de los disturbios, se dieron prisa en desaparecer detrás de todos aquellos materiales de construcción. 

 

¡Hyaah! ¡Qué miedo!

 

Mientras tanto, los guardias están emitiendo advertencias de intimidación hacia el cielo …. Antes de que logren calmar a los prisioneros, y pretendiendo que estoy asustado, mejor me apresuro para huir.


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