Prisión 23 – 90%
Los guardias notaron a un grupo de bastardos frente a ellos. El líder, como un gigante, lanzó un disparo con su herramienta hecha de un tubo de hierro que sostenía.
Guardia 6: ¡¿Ahh?! ¡¿Es él?! ¡Kuh! ¡Saca el arma y dispara!
La boca de Bakshi era una sonrisa mostrando los dientes y con el tubo hierro en la mano, el hocico negro del arma apuntaba a los guardias.
………………………………………………………………………………………………………
Gian: ¿Ugh? ¿Ya comenzó?
Luchino: ¡! Oye, eso de ahora fue…
Iván: Ese sonido es … de una escopeta. ¿Los guardias se descontrolaron? Parece que no están haciendo eso, solo por un incendio.
No fue solo el incendio. Varias cosas que habían estado almacenadas en la prisión de Madison, han comenzado a explotar en los últimos minutos.
Es exactamente lo que ocurrió conmigo ¿Y si alguien más estuviera haciendo algo distinto a mí? Debo darme prisa y sacarlos a todos.
Luchino: Espera. Allí.
Es la celda de Bernardo. Tomé el alfiler que sostenía en mi mano.
Gian: Bingo, lo sacaré. Luchino, finge estar vigilando y que estas apresando a Iván. Mientras me encargo de sacar a Bernardo.
Luchino: Date prisa, Lucky Dog. De alguna manera tengo un mal presentimiento.
Bernardo: ¿Guardias? ¿Qué? ¿Acaso hice algo?
Gian: Hola, Bernardo ~
Estaba frente a Bernardo, un poco detrás de las barras. Entonces, con mis dedos, levantó un poco el sombrero sobre mi cabeza.
Bernardo: ¿Qué? ¡¿G-Gian?!
Mira mi cara y mis ojos que estaban escondidos bajo mi sombrero.Bernardo sorprendido y corre hacia las barras. Respirando hondo para tratar de decir algo.
Como se esperaba. Esa voz que sonaba algo baja, cambió con solo verme. Por otro lado, su rostro se rejuveneció, sus ojos se ampliaron y me dio unas palmadas en mis hombros.
Bernardo: ¡Gian! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah! ¿Estabas bien? ¡Aaah! ¡Me alegro mucho, Gian!
Gian: Lo siento, te hice esperar. Además, tengo que disculparme por muchas cosas. Cuando estemos todos reunidos les explicaré todo. Por ahora…
Bernardo: ¿? E-Entendido.
Con una mano fingía estar apunto de abrir la puerta de la celda con una llave, y mientras simulaba hacer eso, mi otra mano sostenía unos alfileres. Introduzco uno de ellos en la cerradura de la celda, girando al menos tres veces el cilindro.
Gian: Te sacaré enseguida, Bernardo.
Bernardo: ¿Q-Qué? Entonces… ¡Eso significa!
Mierda, cálmate. Estoy fingiendo ser un guardia. Será fácil descubrir mi disfraz si pegas tu cara a las barras de la puerta de la celda. Ahora, no quiero que los prisioneros que me rodean hagan un escándalo.
Sin embargo, muy a mi pesar, los tipos ya despiertos me notaron.
Prisionero 74: ¡Hey! ¡Señor guardia! ¡Si vas a sacarlo a él, también sáqueme a mí!
Prisionero 75: Incendio … ¡¿es un incendio, verdad?! ¡Hey!
Tch, mierda. Esta cerradura ¿es diferente al de los pisos superiores?
Los prisioneros hacen un escándalo, hablándome a mí, que sólo intentaba sacar a Bernardo. En este momento, solo podría decirme a mí mismo, como me encantaría poder matarlo a todos.
Luchino: ¡No hagan un escándalo, malditas mierdas! ¡El incendio fue solo un engaño para asustarnos! ¡Ya fue apagado abajo! ¡Así que ya cálmense!
Prisionero 76: Hiiih.
De repente, Luchino me asustó, gritando a los prisioneros con una voz que parecía mucho más seria y áspera que la del guardia de Coco.
Muy bien hecho, gracias.
Bernardo: E-Esa voz … ¿Luchino también está aquí?
Gian: Si, y también traje a Iván. Una vez que te saqué de aquí, solo faltaría ir por el manejador de cuchillos. ¡Bien, ya está!
Menos mal, Luchino estaba interpretando perfectamente su papel en la obra. Cuando los presos se tragaban la voz, recordando el castigo de que les cortaran el agua, yo también terminé el trabajo.
Gian: Dejemos la explicación para después. ¡Hay que irnos Bernardo, por aquí!
Bernardo: Ah, s-si. Gian, gracias.
Bernardo pasa por la puerta abierta con precaución, para luego asombrarse. Trata de decir algo.
Bernardo: ¡Eso me sorprendió!
Se asombró al ver a Luchino e Iván alejarse, pero pronto suspiró y agitó los dedos hacia ellos.
Bernardo: Gian, tú… ¿preparaste de antemano la ropa de los guardias? No, ¿los robaste?
Gian: Si, esa es una de las cosas por las que tengo que disculparme. Tuve que hacer eso porque el plan se salió un poco de control.
Gian: Pero el que provocó este incendio fui yo. Vámonos ahora. El siguiente es Giulio.
Luchino: Maldito cabrón. Estamos en una situación de mierda, pero por ahora estoy dispuesto a apostar todo mi dinero por ese rubio.
Iván: ¡Joder! ¡¿Solo podemos apostar por que alguien más se encargue de todo?! Ahh, mierda. Más importante, ¿en dónde está ese espeluznante joven maestro?
Bernardo: Ah, si. Démonos prisa. Más allá… Debe haber sido encarcelado en el grupo más lejano al final de este corredor.
Gian: Ok. ¡Bien, pues a correr!
Al dejar ya de fingir ser un guardia, empiezo a correr.
Si falta alguno, mi apuesta termina ahí. Ya no puedo salir de este juego. Corrí hacia el fondo del pasillo, donde nos indico Bernardo.
La celda que está más allá del final del pasillo ¿es aquella?
El corredor tiene forma de U alrededor del atrio de la cresta. En esa esquina, en la celda en la esquina de la curva, corrí hasta la parte de atrás, para buscar con la mirada al chico que usaba los cuchillos.
Me detuve frente a la celda. No, más bien, mis piernas se detuvieron de repente.
¿Qué significa esto?
No había nadie en esa celda. Realmente no estaba nadie. La puerta de esa celda estaba abierta.
Las sábanas todavía están en su lugar, pero la celda estaba completamente vacía. Era como si desde el principio, nadie hubiera estado encerrado allí.
………………………………………………………………………………………………………………
Bakshi: ¡Hyaaah! ¡Hahahaha!
El rugido parecido al grito de un monstruoso pájaro alteró el ambiente en el pasillo. Al mismo tiempo que la risa loca de Bakshi resonaba por todo el lugar.
Guardia 12: ¡¿Uh?! ¡Waaaaahhh!
Lanzaron el cadáver de Bob que fue destrozado y su cara quedó completamente raspada.
“Eso” fue utilizado por Bakshi para repeler las balas y tal como quedó, fue pateado y salió volando cayendo encima de los guardias.
Guardia 6: ¡¿Hiiiiih?!
Los guardias, quedaron bajo el cadáver que fue arrojado hacia ellos dejándolos atrapados en un rincón, perdieron la postura tambaleándose. Ante los ojos de miedo y asombro de los guardias del otro lado.
Bakshi: ¡VOY A PASAR POR UN MOMENTO!
Se refleja una sombra negra como un cuervo enorme. Ante el rugido de Bakshi, los guardias se apretaron y forcejearon bajo el cadáver.
Bakshi: ¡Haaha!
Pero más rápido de lo que las armas de los guardias puedan ser usadas. Una escopeta con forma de un tubo de hierro en la mano de Bakshi expulsa una detonación de color tostado con partículas de plomo.
Esas balas de plomo disparadas por una simple escopeta salieron disparadas como bellotas arrojadas por niños, pero con una energía cinética feroz.
Guardia 6: ¡Buuh!
Las caras de los dos guardias son aplastadas como mantequilla con una cuchara caliente, y sus cráneos salen volando provocando una muerte instantánea. El que sobrevivió se tambalea asustado pero aún así dispara su arma.
Guardia 12: ¡Hiiigh …! ¡Gaaag!
Reaccionando con mayo rapidez, la otra mano de Bakshi se mueve, dejando una imagen ilusoria. Al mismo tiempo que el aire gruñe, la garganta y la barbilla del guardia son desgarradas y aplastadas.
Bakshi: ¡Hohoho! ¡Hoooohuuuh!
La bestia que come humanos, se ríe loco por la sangre y carne después de una larga ausencia. Lo único que se podía escuchar en esos momentos era su voz.
La risa de Bakshi y la miseria de los hombres que fueron aplastados y asesinados en solo unos segundos frente a él ante ese hecho, los guardias supervivientes trataron de ocultarse bajo el cadáver de Bob.
Guardia 8: ¡Hih! ¡Hyaaaaah!
Al ver que Bakshi se acercaba a ellos, uno de ellos gritó e incluso lanzó la pistola de su mano, se arrastró para tratar de escapar. Frente a los ojos de ese hombre…
Bakshi: Fuff … Hey, hola, maestro. He llegado ~
En los ojos de Bakshi se refleja lo que observa. En esa mano, el arma con forma de tubo se soltó y se rompió, para ser usada como un garrote ensangrentado.
Bakshi: Muere.
Guardia 8: ¡Uaaaaaah!
Guardia 15: ¡A-Ayuda!
La mano de Bakshi se deslizó como una mosca, y el cuello del guardia que estaba tratando de gatear y escapar, repentinamente tenía la nuca agrietada provocando que la sangre fresca salpicara.
Guardia 8: ¡Aaaaah! ¡Qué alguien!
El guardia restante sacudió su cabeza de lado a lado con la boca abierta tratando de gritar, mientras sacudía el cadáver de su compañero que expulsa burbujas de sangre.
Bakshi: Oigan …. ¡Oigan ustedes …! ¡Vengan aquí y recojan esas armas!
Entre todos los gritos y el pasaje donde la vida fue aplastada y desgarrada, solo la voz de Bakshi hizo eco.
Prisionero B: ¡! ¡Ahh … s-si! ¡Ahora voy!
Prisionero E: ¡S-si!
Los subordinados de Bakshi, que estaban parados en el pasillo, por un momento se quedaron shockeados, pero al reaccionar finalmente notaron los asesinatos. Al ver tal escena se asustaron y empezaron a moverse.
En sus oídos, escucharon las sirenas rugiendo nuevamente y los sonidos distantes, tumultuosos, gritos y explosivos que eran diferentes a los suyos.
Prisionero C: ¡Hermano mayor! Hehehe ¡Eres increíble!
Los gánsteres se estremecen por un momento ante los cadáveres de los guardias, que están contaminando el pasaje con coágulos de sangre y vómitos viscerales, y luego continúan con lo que se les ordenó hacer.
Los hombres despojan de las armas de los cadáveres, limpiando la sangre que están impregnadas sus movimientos son familiares, al asegurarse que las balas están cargadas, usándolas como sus propias armas.
Casi todos los secuaces de Bakshi, alrededor de 10 personas, tienen las armas de la prisión de Madison.
Bakshi: Bien. Hey, tú, tú y tú. Vayan y hagan tanto alboroto como les sea posible.
Prisionero D: ¡S-Si! ¡Oigan, vamos!
Bakshi ordena a algunos hombres que corran por el pasillo hacia el exterior de este edificio de celdas para armar alboroto. Bakshi ni siquiera los volteo a ver, solo tomó su arma.
Bakshi: ¿Qué hora es?
Dijo con voz somnolienta, Bakshi retuerce el cañón de la escopeta y comenzó a distorsionar con su mano manchada de sangre para quitarla.
Prisionero B: Han pasado unos cinco minutos desde que dieron las 12:00 am.
Bakshi resopló ante el informe de sus subordinados que vieron el reloj.
No importa si le ardían las manos, Bakshi reemplaza el cañón del tubo de hierro por uno de repuesto entregado por sus subordinados.
A continuación, carga un nuevo cartucho de municiones.
Bakshi: Bien. Creo que va siendo hora de terminar con esto. Hahaha ese pobre bastardo calvo, ¡te lo mereces! ¡Hyahaha!
Prisioneros: ¡Uaaaaaah!
Bakshi y sus secuaces ladran y gritan como bestias con ganas de sangre y se marchan. Caminan por el pasillo hasta llegar a un lugar determinado en la parte trasera del edificio de celdas.
………………………………………………………………………………………………………………
Iván: ¿Qué hacemos? ¿Dejamos atrás a ese bastardo?
Según lo que dijo un prisionero en un grupo circundante, fue sacado poco antes de que sonara la sirena.
¿Fue esposado y llevado por tres guardias para trasladarlo?
Gian: ¡Cállate, idiota! ¡No tendría sentido hacer esto si no están todos!
Iván: ¡¿Entonces qué hacemos?! ¡Si no actuamos, estaremos en problemas!
Ante las palabras de Iván, permanecí de pie en ese lugar pensando durante dos segundos.
Gian: Ngh … ¡Chicos, síganme por aquí!
Escuché la voz confusa de Bernardo, pero pronto los tres comenzaron a seguirme.
Detrás de mí, corrí con tres hombres y nos apresuramos a entrar en el pasaje donde suena la sirena.
Me detuve en la esquina del pasillo, en la última esquina.
Mire hacia la salida de este edificio. Allí había una puerta que era usada para que los guardias entraran y salieran.
Normalmente no es posible que otros la usen. Sin embargo, hoy la robusta puerta de acero permanecía descuidada y abierta. La oscuridad de la noche oscura afuera era visible.
Allí, aparentemente no había ningún guardia.
Gian: Luchino, ven conmigo y adelantémonos. Si llegas a ver a un guardia afuera, cállalo.
Luchino: ¿Uh? Ah, ¿te refieres a eso? Espero que mi cuerpo no se haya atrofiado.
Asentí con la cabeza a Luchino, quien sonrió enormemente por la futura violencia.
Luchino y yo, vestidos de guardias, avanzamos frente a la puerta.
Debería haber algún guardia. Es posible que el número de empleados se haya incrementado debido a esta conmoción. Así que debemos derrotarlos justo aquí. O eso es lo que pensaba.
Luchino:¡Gian, espera! ¡Oye!
Luchino se detiene bruscamente y señala la salida. Detuve mis pies de repente con los zapatos de cuero que no me quedaban muy bien, me puse rígido al encontrar lo mismo que Luchino.
Más allá de la puerta robusta de acero abierta, había una serie de sombras que parecían tirar un trapo, junto con el fuerte olor a sangre en el aire.
No había voz alguna que impidiera acercarnos.
Avance más allá de la puerta seguido por Luchino. Allí no había ningún guardia.
……………
Lo que había eran muchos cadáveres. Esos cuerpos portan los uniformes de los guardias, las cabezas estaban inundadas con una gran cantidad de sangre que mojaba el suelo.
Cada cadáver tenía una marca de haber sido alcanzados por una bala desde una distancia cercana.
Luchino: ¿Mataron a todos? ¿Les dispararon? ¿Nm? Oye, este tipo es…
Luchino rueda uno de los cadáveres que habían caído en el mar de sangre con los pies. Es un cadáver con uniforme de prisión.
El cuerpo, que casi se había convertido en una colmena tenía el tatuaje de GD en el cuello, que apenas conservaba su forma original.
¿Qué significa esto?
Luchino: ¿Los que están causando alboroto ya llegaron hasta aquí? No puede ser, es demasiado rápido.
Maldita sea, ¿un grupo más está actuando? ¡Debemos darnos prisa!
Hago una señal con la mano y llamó a Bernardo e Iván. Los dos se apresuraron a ver el cadáver y el barro de sangre.
Bernardo: ¡¿Ngh?! ¿Qué es esto?
Iván: ¡Joder! He pisado algo asqueroso.
Gian: Probablemente haya más tipos que están aprovechando este alboroto. Si no nos damos prisa, podríamos vernos involucrados con ellos.
Los prisioneros furiosos gritando desde algún lugar del edificio y el sonido destructivo de algo que había escuchado antes resuena con fuerza. Se estaba haciendo cada vez más grande este alboroto.
Rápidamente me quito la ropa de guardia en el acto y me pongo mi uniforme de prisionero.
Gian: Lo siento, llegué hasta aquí. Les encargo el resto a ustedes. Bernardo, Luchino, e Iván … cuento con ustedes.
Iván: ¡Oye, espera idiota! ¡¿Cómo es eso de que nos encargas el resto a nosotros?! ¡¿Acaso piensas buscarlo tú solo?!
Miro alrededor de los guardias muertos. Maldita sea, todas las armas han sido robadas.
Gian: ¡Es por aquí, vengan!
Saco a los hombres de la salida peligrosa, sucia y con cadáveres llenos de sangre para llevarlos un poco más lejos, detrás del área de baños.
En la oscuridad compruebo la posición en los alrededores. Echo un vistazo al mapa de la prisión que ha cambiado drásticamente en los últimos días, y que me he grabado en la cabeza.
Gian: Luchino, ahora estarás al frente. Tal como están, vayan hacia la izquierda y al oeste a lo largo de la pared del edificio. Al llegar allí, podrán ver la puerta que se usa como salida de envíos.
Gian: Hoy, a esta hora, debería haber un automóvil que se usa para llevarse los cadáveres de la Morgue. Tomen el automóvil allí y huyan.
Luchino: Idiota, lo dices como si fuera algo fácil de hacer. Está bien, entendido. Con este escándalo, dudo que los guardias estén presentes.
Luchino: Este juego se decidirá si es difícil o no llegar allí.
Gian: Yo me encargaré de ir a buscar al usuario de cuchillos, a ese joven maestro, Giulio y lo llevaré a ustedes. Si no están todos juntos, no tendría caso.
Bernardo: Eso es cierto, pero espera, Gian. Es mejor que vengas con nosotros. Estoy seguro de que Giulio…
Gian: No. Debo sacar a todos de aquí. Esa es mi propia apuesta.
Le dije eso a Bernardo quién estaba perdido por la preocupación. Lo siento, Bernardo. Puedo ver como la ansiedad y la determinación influyen en los ojos de mi hermano mayor.
Agarró a Bernardo por los hombros. Miré el rostro de un hombre alto que estaba sorprendido, levanté la boca a la fuerza y me reí.
Bernardo: ¿Gian?
Gian: El que me recogió en aquel momento fuiste tú, Bernardo. Sin importarte las órdenes, aceptaste a un perro callejero como yo. Deja todo en manos de Lucky Dog.
Gian: Solo ve. Definitivamente me sentaré en el asiento de Jefe. Y entonces …. Haha …
Gian: Lo sucedido hoy se convertirá en una simple historia. ¡Hablaremos de ella mientras bebemos, nos reímos, y dejaré que te quejes todo lo que quieras hasta que estés harto!
Bernardo: Yo…
Luchino: ¡Está bien, Lucky Dog! Entonces, ¿qué hacemos? Si has preparado un coche para transportar cadáveres, ¿deberíamos esperar a que traigas a Giulio?
Gian: Ah … No, no esperen. Si eso funciona, no pierdas la oportunidad de irse, y salgan de la cerca de inmediato.
Gian: Bernardo, ¿está bien que confíe en que tus aliados vendrán aquí?
Bernardo: Ah, si, no hay problema. Les he dicho de nuestro plan hace tiempo. Deberían estar en espera en este momento.
Asiento con la cabeza. Pienso en las posiciones de las otras rutas restantes, como por ejemplo los túneles y varias puertas en la cabecera.
Por cierto, ¿qué estará pasando con ese túnel en este motín? Si hay un enfrentamiento, entonces ese será el lugar adecuado. Si el manejador del cuchillo, es un buen combatiente como se rumorea no creo que haya problema.
Gian: Ok. No te preocupes por eso, nos iremos tan pronto como encuentre a ese joven amo. Déjalo en mis manos, tengo otras rutas de escape.
Luchino: Como era de esperar de ti, cabrón. ¡Agrega esto a tu apuesta! y más tarde, asegúrate de venir y pagar tu parte!
Iván: ¡Eso es de lo peor, mierda! ¡Joder! ¡Lo haré! Oye, ¿realmente está bien que vayas tú solo a buscar a Giulio? ¿Quieres que vaya también?
Gian: No, quédate. Puede que también surjan problemas de su lado. Cuento contigo, Iván.
Iván: ¡Qué remedio! ¡Como sea, más te vale que traigas de regreso a ese niño ricachón! ¡Todos regresaremos a Daivan!
Iván: ¡Hay mucho jodido trabajo que atender en Daivan! ¡¿Lo has entendido, Gian?!
Gian: ¡Si! ¡Vayan! ¡Nos veremos de nuevo en Daivan!
Le doy la espalda a mis amigos y corro. Unos segundos después, mis amigos, Bernardo, Luchina e Ivan…
Mis compañeros de la Mafia, CR:5, bajo el régimen de Cosa Nostra, y también mis hermanos mayores, puedo escuchar los sonidos apresurados de los capitanes marchándose.
Muy bien.
Me agacho en la oscuridad, me arrastro y me apresuro hacia las sombras proyectadas por la pila de materiales en el patio.
………………………………………………………………………………………………………………
Las voces enojadas de los prisioneros furiosos resonando desde lejos, resuenan junto con el sonido del caos.
Giulio di Bondone, que caminaba rodeado de guardias, detuvo el paso, movió su cuello ligeramente y mira a las personas que provocan el ruido.
Giulio: ¿Un motín?
Giulio movió sus labios dejando escapar una voz que solo él podía escuchar, y de repente se detuvo.
Abogado consultor: ¿Eh?, ¿qué te pasa?
Guardia G: ¡Hey, no te detengas tan repentinamente! ¡Camina, rápido!
Giulio: ¿Estarán realizando un escape?
Guardia G: ¡¿Qué pasa contigo, bastardo?! ¡Eso no es tu problema! ¡Date prisa y avanza! O si no …
Abogado consultor: Espera, no seas brusco. Ehm … joven amo, aquí es peligroso. ¡Démonos prisa y vayamos hacia ese edificio! Allí será…
Giulio: Sobre mi transferencia.
Abogado consultor: ¿Si?
Giulio: ¿Se lo dijeron a él, verdad? Sobre mi transferencia.
Abogado consultor: Sí, ehm pero en esta confusión… ese amigo suyo ¿podrá encontrar al señor Del Monte?
Giulio: Si no se le dijo a él sobre esto, entonces no me moveré de esta prisión. Te dije eso antes también.
Abogado consultor: P-pero las órdenes de esa persona no …
Giulio: ¡!
Guardia G: ¡Oigan ustedes! ¡¿De qué han estado hablando?!
Ocurrió justo en ese momento.
Justo en el momento en que el guardia entumecido intentó golpear la barbilla alta de Giulio con un bastón en la mano, pero los ojos de Giulio se estrecharon un poco.
Prisionero 77: ¡Quémenlo!
Abogado consultor: ¡¿Uwaah?! ¿Qué está pasando?!

0 Comentarios