Rockwell – 93%
Bakshi me estaba mirando antes de que me diera cuenta. Dos ojos como los de una serpiente, sin emociones me miran.
Bakshi: Tú, ¿por qué les disparaste? ¿Por qué no fue por mí?
Gian: Como si supiera eso ¡Estaba a punto de ser violado! Tenía suficientes motivos para disparar.
Bakshi: Ngh … keh …
Vomitó mucho, y luego Bakshi se movió. Dejó de prestarme atención de nuevo. Comenzó a mover su cuello como una serpiente que notó la señal de un ratón.
Bakshi: Estos bastardos estaban esperando hasta que mi guardia se hubiera ido.
Bakshi: Maldición, no eran solo unos simples perros callejeros la información se filtró y caí en la trampa.
Bakshi se tambalea por el camino como una bestia que olfatea en esa dirección, como si se hubiera percatado de algo.
Este tipo ¿se va ir? ¿Estoy salvado? ¿Podré escapar?
No, si la herida de este tipo no es fatal…
Siento como el peso y la frialdad de la pistola transmitida a mí palma de repente se hincha.
¿Por qué? ¿Debería acabar con él ahora mismo, por detrás?
¡¿Por qué no me atrevo a disparar?! Maldita sea ¡¿por qué?! ¿Por qué estoy dudando?
OPCIONES:
- Debo de hacer algo con las esposas que tengo puestas.
- Debería simplemente escapar.
Elegir la primera opción.
Como sea, primero debo de hacer algo para deshacerme de estas esposas.
Gian: ¡Oye! ¡Hey, maldito loco! ¡Espera! ¡Quítame estas esposas! ¡No es necesario que las tenga puestas! ¡Oye!
El loco bastardo no me responde. Bakshi, como si hubiera encontrado algo, continúa avanzando al bosque, de regreso por aquel camino.
Maldición, deja de estarme jodiendo.
En cualquier momento podría dispararle a ese moribundo.
Me aclaro ese hecho a mi mismo, soy quién está en condiciones para disparar o eso es lo que trato de asumir.
¡Maldita sean todos, malditos cabrones!
Puedo dispararle y matarlo en cualquier momento.
Repetí esas palabras en mi estómago como un hechizo mientras seguía a Bakshi que avanzaba por ese camino.
El loco se detiene como si se hubiera dado cuenta de algo.
¿Un auto?
Bakshi: Tch … bbuhh …. ¡maldita sea! ¡Vaya forma horrible de ocultarlo!
Bakshi dice eso mientras gime. Finalmente entendí la razón por la que ese automóvil Ford estaba estacionado allí.
¿Son de los tipos de antes?
Bakshi no parecía dispuesto a responder a mi pregunta. Desconfía de los alrededores observando todo con sus ojos fríos y horribles. Después de unos segundos, se instaló en el lugar y luego se movió.
Bakshi abre la puerta del conductor del Ford y se cuela dentro. Finalmente respira como si estuviera un poco aliviado.
Bakshi: Está bien, no hay ni siquiera un gato ¡Maldita sean los tipos idiotas de Chicago! No dejaron ni siquiera un guardia para que vigilaran, vaya broma.
Bakshi: ¡Me han subestimado! ¡Malditos sean, todos aquellos hijos de puta! Hah … haha … maldición.
Bakshi vomita nuevamente, cada vez que vacía su estómago, la sangre negra rojiza, se derramaba desde la herida en su costado, desbordándose por el espacio entre sus manos.
Bakshi: Maldita … sean … ha … ellos han … dejado su auto.
Bakshi se cuela en el asiento del conductor del Ford, chorreando sangre.
Yo vi el Ford balanceándose y temblé.
Este tipo ¿se ha subido al auto para irse solo? Antes de que eso ocurra, debo matarlo y robarle el auto.
¡MALDICIÓN! ¡¿Por qué sigo dudando?!
Frente a mí, cada vez que Bakshi se movía, el Ford se sacudía.
Bakshi: ¡Maldita sea! ¡He caído en su trampa! Se atrevieron a emboscarme en un punto perfecto. Jodidas sean las pelotas de Jesús.
Bakshi sale del auto con algo en sus brazos y escupe maldiciones contundentes.
Bakshi: ¿Desde donde se filtró? ¡Mierda!, maldición. Por poco y muero, maldita sea.
Bakshi recoge algo que parece haber sacado del coche. Cuando abre aquella caja de aluminio, saca algo que parece terriblemente fuera de lugar en este lugar.
Una jeringa nueva. Dentro de la caja de aluminio había también algodón blanco puro y una ampolleta marrón familiar.
Al observar bien, vi que habían varias ampolletas alineadas.
OPCIONES:
- ¿Será droga como creo que es?.
- Es droga.
Elegir la segunda opción.
Droga …
Por alguna razón, recuerdo aquel color amarillo en la zona habitual de los barrios bajos, aunque no recuerdo exactamente donde o cuando lo vi.
En el territorio de la organización.
Yo … fui traicionado por la organización.
Por el CR:5
Por la mafia de Daivan.
Daivan.
Maldición. Maldita sea, ¿Porque ha tenido que pasar algo como esto ahora?
Bakshi: ¿Nm? ¿Tú? ¡Ohhhh, cierto, eres Lucky Dog! ¿Todavía estás vivo? Hahaha, hehehe … mierda.
El bastardo de Bakshi, ¿este loco me está provocando para que haga el ridículo? ¿De verdad no te diste cuenta de que era yo hasta ahora?
Y Bakshi que perdió interés en mí en un instante.
Bakshi: ¡Maldición! Esto duele. Mierda, sí no detengo la sangre moriré.
Cuando Bakshi rompió el cuello de la ampolleta, se metió la aguja de la jeringa en la boca.
Bakshi: Aaag … mierda.
Bakshi pone la aguja en la tapa de la ampolleta con fuerza, y con su mano flagelante succiona el contenido con la jeringa.
Bakshi: Oye … tu …. Hey, Lucky Dog.
Gian: ¿Qué quieres?
Bakshi: Tú como alguien de la mafia puedes entenderlo ¿verdad? La droga que está en esta ampolleta, aunque sea solo una dosis ¿Se trata de Morfina, verdad?
¿¿QUÉ?? Al principio no pude entender lo que me dijo Bakshi, pero incluso si pudiera entenderlo no le respondería sobre eso.
Gian: ¡Y yo que sé! Eso…
Le eché un vistazo a la ampolleta que estaba rodando.
Gian: Si no mal recuerdo, con tan solo una dosis de eso ¡Mierda! ¡Al menos alguien como yo ha visto como los drogadictos son afectados con tan solo una de esas!
Bakshi: Ya veo.
Bakshi, sin dudarlo introduce la aguja de la jeringa en su abdomen cerca de la herida, luego empuja la bomba de la jeringa la saca, y se apuñala en otro lugar.
Bakshi: ¡Guuuh! ¡Haaaaaaaahg! Aaaah …. Maldita sea, aunque me inyecte la droga no funciona, sigue doliendo.
La jeringa sin cáscara se devolvió a la caja de aluminio para poder tirarla. El fuerte sonido del vidrio rompiéndose resonó. Me di cuenta de que lo estaba mirando aturdido, y de repente …
Gian: ¿¡Crees que funcionará enseguida!? Además la morfina no detendrá la sangre.
Bakashi: Ha, hahahaha, que amable resultaste ser, Lucky Dog. Mierda, realmente duele. Definitivamente esto no es tan simple como el agua.
Cuando Bakshi le dice que lo tire, regresa al Ford y trae una prenda de última moda de la yakuza, es un chal de seda blanca y una toalla, que sacó de ella.
Bakshi: ¡Guuuh! ¡Maldición! Si al menos tuviera un tampón.
Bakshi pone la toalla enrollada sobre la herida. La envolvió como una banda para el vientre con la seda de antes. Estaba tratando de detener la sangre.
Sin embargo, incluso mientras lo miraba, la toalla y la seda blanca estaban teñidas de un rojo negro escalofriante.
Bakshi: Haah …. Haaaa …. ¡Mierda! ¡No funciona! ¡Maldita sea! ¡Duele!
Bakshi gimió y miró a través de las burbujas ensangrentadas entre sus dientes manchados como los de una bestia y el sudor grasiento que había manchado su cara comenzó a caer un poco.
Bakshi: Duele …. Joder …. ¿desde donde se filtró la información?
Gian: Oye. Hey, Bakshi ¡Oye!
Bakshi: ¿Qué? ¿Quién eres? Ah, eres el cachorrito.
Gian: ¡Deja de estar jodiendo, maldito loco! ¡Ya es suficiente, quitame estas esposas y … !
Bakshi frente a mí estaba gritando sobre la morfina, pero claramente estaba funcionando. ¿Se puso demasiado? Los ojos de Bakshi en su rostro están rojos.
Aquel rostro que me había mirado hasta hace un momento, se ve pálido y con ojos rojos. Ahora se ven como si se derritiera, pareciera que tuviera mucho sueño.
¡Maldita sea! ¡Debo de hacer que este loco me quite las esposas antes de que se hunda por la morfina!
Repentinamente tuve una sensación de extrañeza que había olvidado hasta ahora. Noté un cuerpo extraño pegado a mi pecho.
Era reacio a guardar un arma en ese momento … ¡mierda!
Como pude, alcé la parte superior de mi uniforme de la prisión con las esposas aún puestas y allí…
Gian: ¡Maldita sea! ¡¿Qué carajos es esta cosa?! ¡¿Desde cuándo traigo conmigo esto?! ¡Hey, maldito!
En mi pecho había un objeto de cuero parecido a una funda que estaba atado con un cinturón resistente.
En lugar de una funda para una pistola, se fijó allí una bolsa plana del tamaño de un libro de papel y no se desprendía para nada.
Gian: ¡¿Qué es esto?!
Al escuchar mi voz, Bakshi reaccionó ¿Habrá funcionado la droga que uso para amainar el dolor de su herida mientras sostenía la tela teñida de negro que estaba teñida con su sangre?
Bakshi: He, hehehehe. Veo que todavía lo tienes. Eres un muy buen chico, cachorrito. Gracias a eso pudiste sobrevivir.
Gian: No puede ser. No me digas que esto es … ¡¿El libro contable que esos tipos estaban hablando?!
Bakshi: Deberías estar agradecido, porque fui tu salvador.
Bakshi: Si yo hubiera sido el que guardaba eso, esos tipos hubieran terminado su trabajo rápidamente, y te hubieran disparado en el momento.
Bakshi gimió como si el dolor le hubiera regresado y empieza a explorar el interior del coche mientras contamina la carrocería con sangre.
Ahora es el momento de deshacerse de este tipo. Cuando este loco se recupere, esta vez yo estaré …
Pero, maldita sea, ¿por qué sigo dudando? Hasta ahora, me había escapado solo sin duda alguna e incluso ahora, simplemente podría dispararle y tomar este auto para largarme.
Mierda, las esposas están en el camino, primero debo de hacer que este tipo me las quite¡
Bakshi: ¡Ha, hahah! ¡Que suerte tengo, joder! Esos malditos bastardos lame traseros de Chicago se fueron a trabajar sin tener nada de cuidado. Bastardos, se atrevieron a pensar que su trabajo sería fácil.
Bakshi: Muy bien, la gasolina también está llena en un octavo, con este auto podría llegar a la frontera estatal.
Bakshi: Ahg … mierda … ¿por qué? ¿Qué quise decir con eso?
La voz quejumbrosa de Bakshi proviene del interior de Ford y el cuerpo de Bakshi que se asomaba por la puerta.
¿Ya no se movía? ¿La droga le hizo efecto lo que hizo que se calmara? Por otro lado sigue sangrando, esta vez debo…
Gian: Hey … maldito loco.
Bakshi: Guuh … uhg.
Solo podía escuchar gemidos de gritos. Si este tipo se cae dormido por la droga tal y como está solo tendré que sacarlo del auto y usar una pistola para apretar su cabeza.
Pero si viene un nuevo enemigo ¡¿sí, sí vuelve por este jodido libro!? ¿Podré escapar solo?
¡Maldita sea! En qué jodido lío estoy metido.
Estaba completamente perdido. Y entonces escuché el sonido que indicaba que mi oportunidad se había acabado.
Bakshi: ¡maldita sea! ¡Malditos bastardos! ¡Jodanse! ¡¿POR QUÉ CARAJOS PASÓ ESTO?! ¡Mierda!
Bakshi: ¡¿Dónde se filtró la información?! ¡¿Cómo es que mis malditos subordinados se dejaron atacar tan fácil?! ¡Mierda! ¡Y yo que fui derribado tan rápido! ¡JODER!
Era demasiado tarde. Bakshi, que sale gateando del Ford, se comportaba como si algo en él hubiera despertado después de recordar lo cerca que estuvo de la muerte.
Su cuerpo estaba hinchado de rabia y de locura. Se veía dos veces más grande que antes.
Bakshi pateó la carrocería del Ford con esos zapatos grandes suyos.
Bakshi: ¡Mierda, mierda! ¡¿Quién fue?! ¡Malditos desgraciados hijos de puta de Chicago! ¡¿Quién les filtró la información?!
Este perro rabioso frenético, exhala como una bestia. Bakshi atraviesa su entorno con una cara que solo muestra odio por este mundo, y sus ojos están deslumbrantes.
Bakshi: ¡Uuh … uuh, maldición! ¡Tú!
La línea de visión, como una estaca de hierro quemado, me atravesó.
Bakshi: ¿Fuiste tú? ¡Maldito tomate podrido de Daivan!
Gian: ¡¿Haah?! ¡Estás diciendo locuras, maldición!
OPCIONES:
- Yo no sé nada.
- Probablemente fui un traidor.
Elegir la segunda opción.
Gian: ¡Tú y tus compañeros fueron traicionados!
Gian: ¡Hah! ¡Resultaron ser unos simples pandilleros que no saben ni leer! ¡Sin orgullo, sin determinación, incluso peor que los perros callejeros!
Bakshi: ¡MALDITO!
Bakshi golpea el Ford con sus manos ensangrentadas y sacude la gran carrocería del auto.
Bakshi: ¡Maldita sea, bastardo! ¡Incluso tú has terminado en esta situación por solo estar sonriéndole a esos mafiosos bastardos de tus amigos! ¡Al igual que nosotros, caíste en esta mierda!
Bakshi: ¡JODER! ¡Maldita sea! ¡El que está jodido serás tú, maldito cachorro!
Esto es malo.
Cuando pensé eso ya era demasiado tarde. Al ver el tamaño de su cuerpo y la longitud de sus brazos agarrándome repentinamente, me arrepentí.
Gian: ¡Guh! ¡Suéltame maldita sea!
Yo fui agarrado por el brazo de un loco que se movía como un látigo, y por los dedos de su misma garra. Fui arrastrado como un gatito hacia el auto.
El impacto sacudió mi cabeza como si fuera atropellado por un automóvil, y por un momento estaba completamente oscuro frente a mí y para cuando la oposición desapareció.
Mi cuerpo se balanceó al ser golpeado en la espalda hacia el Ford. La mano de Bakshi me sostiene.
Bakshi: ¡Fue … fue tu culpa! ¡Maldita sea! ¡Por haberte traído ocurrió esto! ¡Incluso estuve cerca de morir!
Bakshi: ¡Todos fueron linchados por unos malditos inútiles que se filtraron desde Rockwell! ¡Me han dejado en un estado tan lamentable y a los demás!
Bakshi: ¡LUCKY DOG! ¡Es tú culpa!
Gian: Guh… ¿qué?
Bakshi: ¡Qué gran hombre tan afortunado! ¡Vaya que resultaste ser un amuleto de la buena suerte! ¡Todo porque no te deje tirado, nos vimos envueltos en este desastre! ¡Ojalá te hubiera matado!
Gian: Gugh… De ser así… Mátame.
Bakshi: ¡Oh, claro que te destrozaré! ¡Te haré pedazos hasta dejarte como una bola de carne! ¡Mierda! ¡Maldita seas! ¡Joder!
Mi cuerpo fue levantado ligeramente como una toalla y fue arrojado a un asiento del Ford.
Bakshi: ¡Muy bien, perro callejero, perro malo! Te llevaré a Rockwell ¡Esa mierda ciudad te está esperando!
Gian: ¿Lo vas hacer? ¡Entonces mátame de una vez, maldito loco!
Bakshi: ¡Ha, hahaha! No seas tan impaciente como para estar ladrando. Ah, por cierto, devuélveme eso.
Bakshi dice y hace todo eso como si nada. Se pone encima de mí, mientras yo intento luchar por salir del asiento del Ford. El loco se estremeció como una gran araña ante mi resistencia.
Gian: ¡Ngh! ¡Bastardo!
Bakshi está en silencio, sin embargo, mientras exhalaba un aliento sangriento que es más caliente que el de un secador y con los dedos de sus garras.
Gian: ¡¿Ngh? ¡Mierda!
La mano de Bakshi rasga el uniforme de la prisión que llevaba como si fuera un periódico nuevo. Después de que mi playera fuera desgarrada, apareció la placa que llevaba en mi pecho y que sujetaba la funda de cuero.
Bakshi: ¡He, hehehe! Haa … muy bueno, ¡eres muy bueno, cachorrito! A pesar de que eres un hombre, me haces estremecer. Tienes una muy bonita cara.
Gian: ¡¿Haah?!
Bakshi: ¡Ha! Hahaha, es cierto, eso podría ser. Ho, hohoho. Pues, se me está parando solo de verte.
Bakshi me sujeta fuertemente, me mira, y escupe un aliento caliente. Su saliva goteaba en mi pecho y cara.
Estoy tan horrorizado
Gian: ¡¿Es enserio?! ¡Uhh ugh! ¡Apártate! ¡Suéltame! ¡¿Qué diablos estás haciendo?! ¡Te mataré!
Bakshi: Fuuh. Muy bien, excelente. Seguramente fuiste muy popular en la prisión.
Bakshi: A¡aaahg! Mierda, mierda, mierda. Joder. Esto es malo, siento que si me duermo, moriré … aah … esto es malo … aag.
Bakshi estaba actuando como un loco mientras permanecía encima de mí. Se veía como si estuviera sufriendo un dolor severo, y se está desangrando, no… definitivamente es la cara de un loco. Sus ojos se veían nublados a causa de la droga.
Lo que tomó hace un rato, ¿no fue morfina?
Encima de mí, Bakshi movió la cabeza sacudiéndose como si tratara de espantar su sueño. Luego me mira y una sonrisa de la maldad misma en su rostro aparece.
Bakshi: Fuf … fufuf … ooh … ya veo. Tu realmente eres uno de los pandilleros de aquella mafia del CR:5 ¿no?
Bakshi se ríe. Mientras tanto, sus manos y dedos ensangrentados se arrastraban por mi cuerpo como si estuviera acariciando a un gatito.
Sus dedos van desde mi nuca hasta la clavícula. Luego gatea hasta el tatuaje CR: 5 tallado debajo. Traza las letras del tatuaje con su dedo, lo cual me hizo sentir una sensación espantosa.
Gian: ¡Kuh! ¡Detente, maldito loco! ¡Apártate!
Bakshi: Kuf … fufuf … Lo siento mucho por ti, cachorrito. Ya nunca podrás volver allí. ¡Eres un perro abandonado! ¡Hahahahaha!
Gian: ¡Cállate! Yo… Yo.
Bakshi: Ya no tienes a donde volver. ¡No tienes ningún lado al cual volver, bastardo! ¡Ha, hahahaha, hyaaahahaha!
De repente, algún tipo de interruptor se encendió en la cabeza de este loco.
Bakshi: ¡Ah! ¡Hahahaaah!
Los ojos en la cara de Bakshi brillan con una gran locura, y de su boca, saliva ensangrentada goteaba, sus grandes dientes caninos se muestran.
Y me atacó.
Gian: ¡Gagg! ¡Guuaaaaagggg! ¡Paraaaaa!
Bakshi enterró su rostro en mi nuca. Luego bajó a mi pecho, y enterró su barbilla bestial.
Gian: ¡Guh … guuaaaaaahhh!
Bakshi: ¡Fuuh .. fuuuh! ¡Aah!
Gian: ¡Aaaaaah!
Todo a mi alrededor se volvió oscuro. Fue solo un instante, un fuerte dolor hizo que me sacudiera.
Gian: ¡Maldito seas!

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