Rockwell – 70%
Dave: ¡Aah … eso! Discúlpeme. En verdad lo siento mucho por la falta de comunicación.
Dave desesperado, se enfrenta como una rana intercalada entre una serpiente y un lobo.
Este tipo puede ser mejor para ganar dinero que Bakshi, pero manejando cosas como estas por sí solo, no puede estar por encima de los demás.
De repente, las personas bajo el mando de este tipo se volvieron lamentables a mis ojos. Cuando los matones del GD deben de hacer misiones ¿tienen que apostar sus vidas bajo el liderazgo de este tipo?
Ethan: Preguntaré los detalles sobre este caso más tarde. Bueno, Bakshi, los invitados aquí presentes han estado esperando. Sobre González y el libro de registro.
Bakshi: ¡Ah, espera un momento! He estado queriendo decirle algo a este bastardo. Oye, Dave.
Dave: ¿Qué? Yo no sé nada.
Dave es completamente tragado por Bakshi.
Cuando los pies de Bakshi dan un paso adelante y las caderas de Dave se ponen rígidas y retrocede.
Bakshi: No tengas miedo. No te voy hacer nada. A fin de cuentas, somos compañeros, ¿no? Terminaré rápido con esta charla.
La mano derecha de Bakshi se levanta rápidamente. No puede ser, este tipo, ¿quiere estrangular a Dave?
Bakshi: Tenía algo que decirte, lo siento. Bueno, Dave.
La gran mano de Bakshi se estira hacia él.
Dave: Uuh … uuh … deten…
Entonces, la mano del loco se deslizó más allá de Dave.
La gran mano de Bakshi agarró mi brazo detrás de Dave.
Fue un fuerte agarre. Ni siquiera pude sacudirlo porque estaba firmemente agarrado a mi brazo.
Gian: ¡Bastardo! ¡¿Qué crees que haces?! ¡Suéltame!
Bakshi: Como te iba diciendo, Dave.
Dave: ¿Qué?
Bakshi: Este chico es mío. Si para la próxima vez lo llegas a tocar sin previo aviso, te mataré. Te mataré justo en ese momento, tratando de acabar contigo lo más pronto posible para que ni siquiera puedas sentir dolor.
Dave: Uh, uh.
Gian: ¡Bastardo, maldito loco! ¡¿Por qué me llevaste a aquel lugar?! ¡¿Por qué me trajiste a un lugar tan asqueroso como este?!
Dave: Woh, woh, woh, veo que te has vuelto muy enérgico. Me alegro mucho por eso. Valió la pena todo el cuidado que te di.
¡¿Qué?! ¿Qué?
Bakshi: Me hice cargo de limpiar tu sangre, vomito y mierda. También trate tus heridas, ¿sabes? Después de todo, en este tipo de ciudad no hay enfermeras.
Este tipo ¿por qué lo hizo?
¿Estaba inconsciente y me estaba muriendo en ese momento? ¿Él me trató y me escondió en esa habitación?
¡Mierda! ¡Él, a mí me ha estado…!
¡Maldita sea, joder! ¡A pesar de que me violo! ¡¿En qué diablos está pensando?!
Bakshi: Pensé que te despertarías a más tardar mañana. Lo hiciste muy bien.
Bakshi: Me agradas. Puedes venir a nosotros y unirte mi guarnición. Oh, pero Betty es NG. (No entendí bien lo que quiso decir con esto último. Lo único que tengo entendido es que “NG”, se le conocen a los personajes de los videojuegos que no son jugables)
Bakshi: Porque no es una guarnición sino un plato ornamental.
Gian: ¡Deja de estar jodiendo! ¡¿Qué planeas hacer conmigo, maledetto maiale, maldito puerco de mierda!)
Bakshi: ~ No entiendo muy bien el italiano ~ Hey, viejo, ¿podrías traducirlo por mí? Ah, o pueden hacerlo cualquiera de los de Chicago.
Ernesto: Nuh … ¿qué pasa con este tipo?
Bakshi: Ah cierto, estaba enfermo.
Diciendo eso, el loco de repente me quita la mano de encima. De repente, fui liberado y me tambaleé.
Ethan: Dejen para después las disputas infantiles. Bakshi, informa sobre el trabajo que se te encomendó.
Bakshi: Oh, cierto, cierto. El trabajo, los negocios. Pues pasaron muchas cosas que fueron un dolor en el trasero, pero me encargué de cumplir correctamente con el trabajo.
Ethan: Entonces sancionaste a Gonzales y finalmente recuperaste el libro de registro que se había llevado. ¿A eso te refieres?
Bakshi: Por supuesto que sí.
Libro de registro contable, he escuchado esas palabras antes. Los rostros de la yakuza de Chicago de repente se iluminaron.
Ernesto: Oh, con que así es. ¿Entonces? ¿En dónde está el libro? ¿Lo tienes tú?
Colombi: ¡Mierda, ya estoy harto! No quiero estar ni un segundo más en este lugar. Date prisa y dame el libro, ¡rápido!
Bakshi: ¿Hah?
Sin embargo, Bakshi se rascó las orejas, como si le hubiera picado algo. Su cara tenía una mueca torcida de forma desagradable.
Bakshi: ¿Me dices que te de la cosa que con dificultades finalmente pude obtener? ¿Crees que simplemente me encargué de traer el libro sobre mis huevos y caminar hasta aquí con él?
Ernesto: ¿Qué?
En respuesta a Bakshi, todos los miembros del Chicago Outlander quedaron desconcertados.
Bakshi: Tener en mis manos esa cosa tan peligrosa y al venir a este lugar, donde están reunidos estos ancianos mafiosos tan intimidantes. Solo pensarlo me asusta.
Colombi: Maldito ¿nos estás tomando por idiotas?
Bakshi: Te estoy queriendo decir que pienses con lógica. Incluso un niño sabe lo importante que es esconder el cambio en una alcancía.
Bakshi: Escondí el libro de registro en un lugar seguro antes de venir aquí. Pueden estar tranquilos, ancianos. Ah ~ qué peligro, qué peligroso ~
Bakshi: Si me hubiera presentado frente a ustedes con el libro en mano, seguramente me volarían la cabeza sin pestañear, se lo llevarían, y sería el final. Lo siento mucho, pero tendrán que seguir.
Ernesto: ¡¿Por qué no quieres darnos el libro?! Dices que viniste después de haberlo escondido ¡Eso no es lo que acordamos!
Colombi: ¡Ya no puedo aguantar más! Después de haber soportado toda esta burla. Si no das el libro, ¡nosotros también tenemos algo planeado!
Colombi: ¡Esto es una traición, un incumplimiento del contrato! ¡Haciendo uso de todo el poder de Chicago Outlander, tomaremos venganza contra todos ustedes!
Colombi: ¡Pisaremos a todos en esta ciudad!
Dos aterradores ejecutivos de Chicago corren hacia Bakshi.
Bakshi: Oh, pueden intentarlo.
Simplemente respondió haciendo un sonido con su nariz.
Colombi: ¡Maldito!
Bakshi: Ehm, y de Chicago, ¿quién eres? Dices que tomarás venganza usando el poder de Chicago Outlander, ¿no? Entonces.
Bakshi: Hazlo. El teléfono está justamente al fondo de este lugar. Vamos, tómalo rápido.
Colombi: Guh … maldito, te mataré.
Bakshi: Por eso te digo que te apures. Vamos, di ~ “¡Jodete!”.
Bakshi le lanza una provocación. Burlándose, mirando hacia abajo, con una voz vulgar que parece agrupar toda la maldición, riéndose del hombre de Chicago con gestos.
Bakshi: Oh, ¿es eso? Me subestiman porque soy un gánster de campo, y mi jefe es calvo por estar enfermo de cáncer, ¿o qué? Hey.
Ethan: ….
Colombi: Guh …
Bakshi: No solo el Capone sino también los Nitti. Hoy en Chicago, nadie se queda atrás, los grandes pueden dividir a la yakuza.
Bakshi: Por el contrario, en el lodo del lago Michigan, ¿no es solo una rana que está tirando de las piernas en un juego de sillas musicales dirigido a los que manejan las cuerdas traseras?
Bakshi: Hey, ¿me equivoco en algo?
Colombi: ¡Maldito! ¡No te perdonaré! ¡Haré que pagues por esta humillación con tu vida!
Ernesto: Detente, Colombi. Deja esa charla para después. Lo importante ahora es…
Bakshi: En primer lugar, lo ocurrido con Gonzales. Y hablando, eres la fuente del problema que está enfrentando Chicago.
Bakshi: Tal vez sea porque las ranas de Chicago intentaron tirar de las piernas de las otras personas y provocaron que se perdiera el libro de registro importante de todos solo por tratar de agarrar los huevos de los demás.
Bakshi: Además, como si no fuera suficiente, esas ranas terminaron por llevarle el problema a mi viejo sin importar que fueran los culpables de que Gonzales se haya llevado el libro.
Bakshi: Al haber caído bajo los engaños de González, terminaron por venir a lloriquear a mi viejo, suplicando que hiciera algo. Nos han provocado muchos problemas a nosotros. ¿Lo han entendido?
¿Qué está diciendo este tipo?
Este loco, ¿Cuánto sabe sobre Chicago? ¿Es cierto lo que está diciendo? ¿no es solo un bastardo loco?
Ernesto: ¿No serás tú, quien nos intenta amenazar con el libro? Tal vez solo estés usando el nombre de González.
Bakshi: Que molesto hacer algo así. No hay nada bueno en malinterpretar lo que una persona enferma quiere hacer. Eso sería dar un paso hacia el camino de la homosexualidad.
Colombi: ¡Te mataré maldito mocoso! ¡Me vengaré! El precio de búrlate de Outlander ¡ni siquiera podrías pagarlo con tu vida por todas las ofensas!
Bakshi: Ya te lo dije, ¿solo estás hablando? Si vas a matarme, simplemente hazlo. Si solo vas a hablar, ve a morder a las mujeres que se venden.
Bakshi: Bueno, bueno, eso es todo. Mi garganta quedó seca después de haber hablado tanto.
Colombi: ¡Maldito! ¡Haré que te arrepientas!
Ernesto: Nosotros solo teníamos la intención de negociar. A fin de cuentas, todo resultó así. Espero que estén preparados para enfrentar las consecuencias, bastardos.
Bakshi: Oh, oh, oh ~ miren, se están haciendo los geniales. Bueno, ¿cuántos soldados tienen ustedes, los de Chicago? ¿100? ¿200? Bueno, como sea, nosotros contamos con más.
Bakshi: Ese tipo, recurre a nosotros ¿Y entonces qué? ¿Qué hay de tu intención? No puedes simplemente cavar un culo desnudo por tus compañeros de Chicago, ¿no cuentan con una garantía? (Personen si esta parte es confusa. La verdad, no comprendí qué es lo que quería decir Bakshi u,u)
Bakshi: Bueno, soy una persona muy amable. Si se atreve a moverse, aunque sea un poco, podría decirles sobre esto a todos los mafiosos de Chicago por telegrama, ¿saben?
Bakshi: ¿Y? ¿Lo harán o no?
Colombi: …..
Fue en ese momento que Ethan intervino.
Ethan: Ya fue suficiente. Ya cállate, Bakshi.
Bakshi: ¿Eh?
Todo el lugar se vuelve frío y silencioso, como si hubiera grietas en el lugar y mientras todos los aquí presentes chirriaban y aprietan sus dientes, la voz de Ethan resonó.
Ethan: Invitados de Chicago. Siento mucho que hayan tenido que escuchar las groserías de nuestro joven.
Colombi: ¡¿Qué?! ¡El problema no es que haya sido grosero! ¡El punto aquí es que no mantuvo la promesa de regresar el libro, eso es lo que me enfada!
Ethan: Ya veo. ¿No es suficiente mi disculpa? Entonces, lo de antes…
De pronto, en el rostro de Ethan, noté que era el jefe de GD, Ethan, me miraba con ojos que parecían tallados en hielo con un cuchillo. Mi corazón saltó y me puse rígido.
Ethan: Los jóvenes de Chicago golpearon a mi prisionero de guerra, una semilla muy importante para las negociaciones con la Mafia de Daivan.
Ethan: ¿Debería hacer lo correcto aquí también? Los mocosos que murieron aquí ¿no los estabas viendo?
Ethan: Todos se lo merecieron. Este hombre de Daivan, y nosotros, no hicimos nada.
Colombi: Uhhg … uhgg.
Ernesto: Cálmate, Colombi.
Un breve pero pesado silencio invadió el lugar, y de nuevo, Ethan abrió la boca.
Ethan: Bueno, volvamos a los negocios. Acerca del libro de registro recuperado.
El libro de registro. Al sonido de esas palabras, los hombres de Chicago que se mataron entre sí y que sus caras se habían vuelto tan rojas como si estuvieran sangrando, se sorprendieron.
Ernesto: Sí …
Pero, al ver la cara de esperanza de los tipos de Chicago, Ethan desvió rápidamente la mirada. En el borde de este lugar, ellos se ven más miserables que yo.
Al hombre que estaba huyendo de la línea de visión de Bakshi…
Ethan: Dave.
Dave: ¡Ngh! ¿Sí?
Ethan: Pronto terminaremos con las negociaciones. Seguramente los invitados estarán muy ocupados, ya que deben de volver a Chicago. Adelántate a preparar los autos para los invitados.
Dave: ¡Sí! ¡Pero! Los invitados de Chicago todavía no, Ehm, el libro de registro…
Ethan: Date prisa y vete. No lo volveré a decir.
Ante las palabras de Ethan. Dave tensó la espalda como si le hubieran acariciado con una navaja y sin decir nada, se dirigió hacia el ascensor.
Cuando los pasos desaparecieron, Ethan dijo después de un suspiro silencioso.
Ethan: Bakshi, dejo en tus manos todo lo referente al libro de registro.
Colombi: ¡Espera! ¿Qué quieres decir con eso?
Ethan: ¡¿A qué te refieres?! Originalmente el libro nos pertenecía. No será que este caso dejó un punto muerto tanto en Chicago como en Rockwell. Por supuesto, somos los únicos que no queremos inclinarnos para salir perdiendo.
Ethan: Sin embargo, una promesa es una promesa. Primero, el traidor Gonzalez fue sancionado por GD. Segundo, recuperamos el libro que se llevó.
Ethan: Devolver el libro a la cabeza de Chicago es una promesa que mantendré. Regresaré el libro a Chicago Outlander.
Ernesto: S-Sí así es … entonces, ¿por qué no nos lo devuelves ahora? ¿Por qué lo guardan aquí?
Colombi: ¡Vaya y traiganos el libro ahora mismo! ¡Ya estoy harto de estar hablando con ustedes!
Desesperados por irse, los ojos y los rostros deslumbrantes de los hombres de Chicago se vuelven hacia Ethan, pero él los mira con frialdad.
Ethan: Ahí está la cuestión. ¿A quién debería devolver el libro? Según el contrato, se debe regresar a Outlander.
Ernesto: ¡¿Uhh?! Uuh … uuhg.
Ethan: No tengo problema con devolverlo ahora. De ser así, ¿a quién de ustedes debo dárselo? Por supuesto que haré una llamada a Chicago para verificar.
Colombi: ¡Uhhg!
Incluso yo, un perro callejero que fue tirado debajo de la mesa. Era obvio que ahora mismo, el jefe de GD tiene la oferta ganadora. Lo está manejando todo muy bien.
Al principio, los dos tenían los mismos intereses, pero cuando solo había un trozo de carne colgando frente a ellos. ¿Qué pasará?, ¿qué harán?
¿Qué harán cuando vuelvan a Chicago con dicha carne? En una ciudad donde los yakuza hambrientos babean. Solo me puedo imaginar cómo se vería un niño rodeado por animales hambrientos.
Ernesto: Ehm, sobre eso. Espera un poco, Ethan. ¿Crees que podríamos hablar sobre esto tranquilamente en otro lugar?
Colombi: ¡ESPERA IMBÉCIL! ¡MI SOBRINO ESTÁ MUERTO! ¡¿CREES QUE PODRÍA IRME CON LAS MANOS VACÍAS?!
Los dos ejecutivos de Chicago se miraron, en sus ojos, había un sentimiento de enemistad hacia la otra parte.
Qué hábil es ¿Está intentando alimentar el conflicto interno del socio negociador?
Hablando del jefe de GD, aparentaba ser una persona muy fuerte entre un grupo de artes marciales. A este hombre, Ethan tal vez le iría mejor como un compositor musical que como mafioso.
Ethan: Puedo entregarlo personalmente a Chicago en ese caso, ¿quién de ustedes se encargaría de mi seguridad? Hasta que se declare eso, no me moveré.
Ernesto: E-En ese caso, Nitty podría…
Ethan: Capone está más allá de las rejas por el momento. Nitty ha sido liberado, pero la Oficina de Investigación y Bunya todavía lo olfatearon y no puede moverse.
Colombi: ¿Qué intentas decir?
Ethan: Formalmente, cuando esté listo para recibir el libro que venga aquí para ponerse en contacto conmigo. Esperaremos la respuesta de la orgullosa organización de Chicago.
Ethan: Eso es todo lo que tenía que decir.
Diciendo eso, Ethan dejó su asiento en silencio. Frente a mí los chicos de Chicago que parecen haberse quedado atrás están.
Ernesto: ¡Espera! ¡Ethan, por favor espera! Es verdad que realmente tienen el libro, ¡¿verdad?!
Ernesto: ¡Solo porque él lo dice, no!
Completamente detrás de escena, los tipos de Chicago todavía intentan quedarse con el libro. Ethan vuelve la mirada hacia Bakshi, que estaba en silencio.
Ethan: Mis jóvenes pueden ser unos bastardos, pero … ¿Qué dices a eso, Bakshi?
Bakshi: Vaya que son escépticos.
Bakshi dijo aquello de manera burlona y por alguna razón, el loco me miró y se rió y luego metió la mano en la cubierta de su chaqueta.
Y entonces, Bakshi con una expresión fresca en su rostro, saca algo como un trapo sucio.
Ernesto: ¿Qué es eso? ¿El libro? ¡Uhg, uugh!
Bakshi extendió algo como un trapo sucio y lo desdobló, algo con la forma de un rostro humano apareció. Usado como si fuera el trapo de una máscara, una cabeza surgió.
Bakshi: ¡Hola! ~ Soy el traidor, González. Encantado de conocerlos ~ ba, ba, bla, bla bla ~
Colombi: ¡Nuh! Ese es … ¡¿González?! ¡Para … wuaahg!
Al principio no sabía qué era. El loco Bakshi llevaba la cabeza de Gonzalez que le había desgarrado de su cuerpo.
Bakshi: No soy un gánster malo, es verdad, porque ¡Los únicos gánsteres que resultan ser buenos son los que están muertos! ~
Bakshi: Aba … abubububu … ¡Yo estoy muerto!
Ernesto: Ya lo entendimos. Ya nos quedó claro, ya no…
Ante los tipos de Chicago, Bakshi, que estaba tratando de seguir hablando haciendo voces graciosas, los labios oscilantes y las salpicaduras de piel en la aquella cara hizo que los tipos estuvieran aterrorizados.
Cuando Bakshi vuelve a cubrir la cabeza con aquel trapo …
Bakshi: Bueno, así está la cosa. Así es como lo he castigado. Con esto, es imposible que no tenga el libro conmigo.
Bakshi: Ahora solo queda que terminen las negociaciones con el viejo.
Ethan: Espero que con esto les haya quedado claro. Tendremos el libro guardado aquí por el momento. Pueden estar tranquilos, y regresar a Chicago para seguir con el tema de la negociación.
Ernesto: Nuha
¿Ya terminaron de hablar? Eso parece, ya que los magnates declarados de Chicago se llevan a los secuaces supervivientes de su mafia.
Colombi: ¡Nunca olvidaré esta humillación!
Ernesto: Te contactaremos nuevamente más tarde.
Ethan: Nosotros obedeceremos la orden que haya tomado el líder de Chicago. Eso es todo. Abajo, ya debe de estar listo el auto que preparamos.
Ethan: Mis subordinados les entregarán los cuerpos después. Pueden usar los autos. Bueno, tengan cuidado en el camino de regreso.
Los tipos de Chicago se dirigieron al ascensor tal vez recordaron las palabras de Bakshi, ya que se dieron la vuelta. En el medio de su partida, se dirigieron hacia las escaleras como si trataran de escapar.
Ethan: ….
Bakshi: Fnm … viejo, buen trabajo. Oh ~ ¿Lucky? Quiero decir, Gian. ¿Estás bien?
Gian: ¡Cállate!
Al darme cuenta, solo tres personas quedaron de pie en este salón, que todavía está lleno de olor a sangre.

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