Una vez que Shin y Senri cruzaron sus miradas con él, avanzaron hacia la habitación del fondo.
Shin: Nave…
Nave: A los dos, buen trabajo. Primero, me alegra que estén bien.
Shin: Sí…
Senri: Muchas gracias.
Ante las palabras de buen trabajo de Nave, los dos respondieron con una expresión compleja.
Nave ya debería estar informado de que los dos regresaron sin haber terminado el trabajo, pero era extraño que no mencionara palabra alguna sobre eso.
Nave: ¿Qué ocurre? ¿No están felices por haber regresado? ¿El largo viaje los tiene agotados?
Shin: No es eso.
Nave: Entonces, ¿qué ocurre?
Shin: ¿Acaso aún no lo sabes? Nosotros tenemos que disculparnos contigo.
Nave: ¿Hm?
Ante la voz usual y tranquila del amo del gremio, la innecesaria vergüenza aumentó.
Shin: Nosotros… no pudimos completar el trabajo que nos encargaste.
Shin: Cuando apenas la reunión había comenzado, nos vimos envueltos en otro problema. Y por eso, nos vimos en la necesidad de dejar el trabajo.
Senri: Lo siento. Desde el principio ha sido todo por mi culpa. Shin no hizo nada malo.
Shin: Se podría decir que yo agrandé el problema, ¿no?
Senri: Claro que no. No tuviste la culpa. Fue por mí que terminaste involucrado en un problema que no tenía relación alguna con nuestro trabajo.
Shin: Como sea, el resultado no cambiará. Nave, lo siento por haber dejado el trabajo… a pesar de que fuiste tú quien me lo encargó.
Senri: Lo siento mucho.
Nave: …… Hmm…
Nave se acariciaba la mandíbula mientras miraba a los chicos inclinándose. Y entonces, repentinamente, sonrió forzadamente.
Nave: Bueno, Shin, Senri, alcen sus cabezas. Ya se me ha informado de la mayoría de la situación.
Senri: ¿Es cierto…?
Nave: Sí. He escuchado todos los problemas que han ocurrido allá por Diago.
Shin: ¿Por Diago? ¿No fue por York?
Nave: El mensaje que me envió York mencionaba un poco su situación y otros asuntos, pero solo fue un aviso. Solo estaba escrito que ustedes ya estaban de regreso debido a un problema inesperado en el que se vieron involucrados.
Nave: Había estado preocupado todo el tiempo preguntándome qué había ocurrido, pero esta mañana me llegó un mensaje escrito de parte de Diago.
Nave: Y entonces pude enterarme de la mayoría de la situación. Los problemas inesperados siempre ocurren, sin importar en dónde sea. Especialmente les sucede a los jóvenes. No importa cuánto se hayan preparado, eso no tiene nada que ver.
Nave: Es por eso que se les llama problemas inesperados.
Shin: ………….
Nave: Con respecto a este caso, no tengo nada que decir en especial. No es que ustedes hayan cometido algún error, así que no es culpa de nadie, ¿no?
Nave: Como les había dicho, este tipo de problemas inesperados ocurrirán mientras estén vivos, y a partir de ahora seguramente ocurrirán más. Lo más importante es aceptarlos y ser positivos.
Shin y Senri fueron testigos, por mucho tiempo, del trabajo de un hombre del gremio que fue subiendo hasta llegar a ser el amo. Tomaron con seriedad sus palabras.
Shin: Entendido…
Senri: Sí, Nave.
Nave: Bueno, dejemos hasta aquí el sermón. Les ayudaré a resolver este asunto inesperado. Si llegan a estar en problemas, avísenme enseguida y consúltenme.
Senri: Nave, en verdad, muchas gracias.
Nave: Hahaha. Si se sienten en deuda, bastará con que me devuelvan el favor.
Shin: Entendido, con seguridad lo haremos.
Después de eso, hablaron sobre algunas cuestiones administrativas, y cuando estaban por marcharse, Nave los detuvo llamándolos.
Nave: Ah, Shin, Senri, esperen. Antes de que se vayan, tomen esto.
Sacó dos sobres del cajón de su escritorio.
Nave: Diago me dijo que les diera su pago por este trabajo. Llévenselo.
Senri: Eh… No, no podemos aceptarlo.
Shin: Es cierto. Nosotros regresamos a la mitad del trabajo, por eso no tenemos derecho a recibirlo.
Nave: Los jóvenes no deberían abstenerse. Gastaron bastante dinero en los preparativos y los gastos posteriores, ¿no?
Nave: Solo deben aceptar lo que han recibido sin decir nada. Si no lo hacen, quién sabe qué podría decirme Diago después.
Shin: Aunque nos diga eso…
Nave: Por supuesto, no es el pago completo. Ustedes se dirigieron a Quarry con el fin de ser guardaespaldas, se prepararon y cumplieron su trabajo durante la mitad del primer día.
Nave: Este es el pago por esa parte.
Nave: Si no están dispuestos a aceptarlo, además de que Diago se quejará conmigo, los gastos registrados no cuadrarán y ustedes estarán en problemas con el personal de contabilidad, ¿sabían?
Al mirar a Nave sonriendo mientras decía eso, decidieron aceptar humildemente sus palabras.
Y no porque estuvieran preocupados por el dinero.
Shin: Entendido. Entonces, aceptaré el dinero.
Nave: Hazlo.
Nave: ¿Y tú, Senri?
Senri: Entendido. Si lo dice de esa manera, aceptaré el dinero con gratitud.
Nave: Eso está bien. Los jóvenes de ahora deberían dejarse consentir.
Mientras jugaba con el sobre de su pago, Shin preguntó:
Shin: Por cierto, Nave. ¿No pasó algo más durante el transcurso de la reunión de los cuatro?
Nave: ¿Hm? No, parece ser que no ocurrió nada en especial. O mejor dicho, cuando Diago me informó por medio del mensaje, fue más o menos al mediodía del cuarto día de la reunión.
Nave: Aún no he escuchado cómo fueron las cosas el último día.
Shin: Ya veo…
Nave: Probablemente terminó sin ningún percance. Más importante…
Nave: ¿Podría pedirles una cosa antes de que se vayan? Me gustaría hablar un poco sobre algo con ustedes.
Shin: Por mí no hay problema, ¿y tú, Senri?
Seguramente Senri quiere regresar lo más pronto posible al orfanato. Pensando en eso, Shin lo observó fijamente. Senri le asintió a Shin y luego dirigió su mirada hacia Nave.
Senri: Está bien. ¿Ocurrió algo?
Nave: Es acerca de Ian.
Shin: Ian… ¿Hablas del Ian que está viviendo en Kreuz y que es miembro del gremio, verdad?
Nave: Sí.
Senri: ¿Le ha pasado algo?
Nave: Antes de que se fueran a Quarry, dijeron que fueron atacados en el orfanato, ¿verdad?
Shin: ¿?… ¿Hablas acerca del hombre que tiene resentimiento contra Senri?
Nave: ¿Eh? ¿Resentimiento?
“¿Si estamos hablando acerca de Ian, por qué salió ese tema?” Inclinando la cabeza, Shin le preguntó eso a Senri, mientras que este parecía estar algo alterado.
Senri: Ah, pues… eso es…
Comencé a entenderlo al ver sus ojos moverse a todas partes.
Shin: Oye, Senri. Me estás ocultando algo, ¿verdad?
Senri: ………..
Shin: Lo que me dijeron acerca de aquel tipo que te atacó por resentimiento, por haber provocado que su esposa le fuera infiel, era mentira, ¿verdad?
Senri: Ah, no… no sería correcto decir que fuera una mentira…
Shin: Senri.
Después de todo, es su naturaleza no poder mentir. Pasó un poco de tiempo después de haber pronunciado su nombre.
Senri: …Sí. Perdón, esa era una mentira. Pienso que, probablemente, el hombre que nos atacó está involucrado con los hombres que te raptaron en Quarry.
Senri: Te dije que había logrado escapar, pero en realidad lo atrapamos en aquel lugar y se lo entregamos a Almaz.
Shin: …Como lo suponía.
Al analizar bien lo que me había dicho, eso quiere decir que Diago también conocía las circunstancias. Me irrita haber sido yo el único dejado fuera.
Shin: ¿Por qué no me dijiste eso desde el principio? Si lo hubiera sabido, entonces yo…
¿Qué hubiera hecho?
Tal vez habría dicho que no era el momento de ir a la reunión de los cuatro. Probablemente Senri y Diago querían evitar eso. Ciertamente, no se puede decir que este tema fuera algo sin importancia.Sin embargo, si Shin hubiera sabido sobre la situación, habría hecho un esfuerzo por reunir más información cuando Senri intentó confundirlo. Aunque era otro asunto si realmente hubiera tenido la oportunidad de hacerlo o no. Senri asintió con la cabeza, aceptando y comprendiendo la irritación de Shin.
Senri: Lo siento. Realmente no pensaba que ese asunto llegaría a esos extremos. Y también, no quería involucrarte, Shin.
Senri: Además, es cierto que no podía asegurar lo que ocurría sobre aquel asunto en ese momento. Pero al ser atacados en Quarry, comencé a pensar que aquel asunto y lo que pasó allí podrían estar relacionados…
Shin: ¡Aun así…!
Senri: Sí, a fin de cuentas terminaste por quedar involucrado. Es natural que estés enojado, Shin. Perdón.
Me tragué mis palabras al ver a Senri disculpándose como si estuviera sufriendo. Sé que sus intenciones no son maliciosas. Probablemente solo quería evitar que me involucrara.
Shin: (…No tendría sentido decir más.)
Después de todo, ellos ya se habían alejado de Quarry y habían regresado a Diamante. Todo eso ya había terminado.
Shin respiró profundamente, tratando de cambiar su estado de ánimo, y golpeó ligeramente la cabeza de Senri. Un sonido seco resonó por el golpe.
Senri: Auch…
Shin: Escúchame bien, Senri. Sé que estabas preocupado por varias cosas, pero aun así odio que me mientan.
Senri: …Sí.
Shin: Por eso, deja de ocultar todos tus problemas con mentiras. Odiaría más eso que quedar involucrado. Después de todo, esto tiene que ver contigo.
Senri: Shin…
Nave: Ah… Hmm, chicos, ¿ya terminaron?
A pesar de que los ojos de Senri brillaban por las últimas palabras de Shin, Nave los interrumpió haciendo un sonido de garganta.
Shin y Senri volvieron a su expresión de trabajo.
Shin: Lo siento, Nave. Nos salimos de tema.
Shin: Ahora… ¿estábamos hablando sobre Ian, verdad? ¿Por qué mencionas al tipo que nos atacó en el orfanato?
Nave: Así es. Hablábamos sobre Ian. Desde el principio, él tiene que ver con el ataque al orfanato.
Senri: ¿Qué quiere decir…?
Nave: Ese tema se ha convertido en algo extraño.
Shin: ¿A qué se refiere?
Nave: El hombre que los atacó… era Ian. Parece ser que ni Senri ni Diago se dieron cuenta, pero…
Shin: ¿¡Ha!?
Senri: Eh… espere un momento. ¿No se suponía que Ian estaba en Kreuz?
Nave: Yo también creía eso. Pero la realidad es que fue atrapado por Diago en Diamante y ahora está siendo custodiado por Almaz.
Senri: No puede ser… ¿Por qué Ian nos atacaría?
Nave: ¿Ustedes tampoco tienen idea del por qué? Me hubiera gustado informarles sobre esto antes. Me enteré de que era Ian después de su partida.
Nave: Y debido a eso, la única manera de comunicarme con ustedes era usando un ave mensajera. Sin embargo, las aves son muy limitadas. Tampoco sabía cuándo podría ocurrir alguna emergencia y necesitar usarlas, ya que estábamos en medio de una misión muy importante.
Nave: Sin haber podido enviar alguna, solo pude comunicarles esto aprovechando este momento. Lo siento.
Puedo entender muy bien lo que quiere decir Nave. Debido a las diferentes circunstancias personales de los miembros, no podía simplemente usar todos los medios de comunicación.
Shin: Puedo entender la situación.
Nave: Perdón a ti también, Senri.
Senri: …No, me basta con haber regresado a salvo…
Senri: Disculpe, más importante, ¿podría decirme el objetivo del ataque de Ian?
Ante las palabras de Senri, Nave puso una expresión seria.
Nave: …Ustedes tampoco lo saben. A decir verdad, aún no he podido reunirme con él directamente. Es por eso que esto podría sonar indirecto, pero…
Shin: ¿No te has reunido con él? ¿Por qué?
Nave: Ciertamente, él es miembro de Valles, pero ahora mismo se encuentra retenido bajo las normas de Almaz.
Nave: Pedí que me lo entregaran para mantenerlo bajo nuestra custodia, o al menos para reunirme con él, pero ellos dijeron que sospechan que hay algo más tras de él, y que en realidad tiene como objetivo algo mucho más grande.
Senri: Ciertamente. El que nos haya hecho creer que estaba en el extranjero cuando en realidad estaba oculto en nuestro país… no es de extrañar que haya algo más grande que nos esté ocultando.
Nave: Lo más seguro es que Diago me dejaría mantenerlo en custodia si se lo pido en persona, pero como ya les había dicho antes, me enteré que era Ian después de que ustedes partieran.
Nave: Y Diago también ya había partido al extranjero. No podría haber nada más.
Nave: En primer lugar, aunque a Almaz no se le hacía familiar el aspecto de Ian, debieron haber comprobado su identidad desde el principio.
Nave: Y por eso se retrasó el informe de la situación.
Shin: Lo he estado pensando desde hace rato, pero… ¿realmente es posible que ocurra algo como eso?
Creía que, sin importar a qué gremio perteneciera alguien, mientras fueran miembros de los gremios de Diamante, deberían poder reconocer su rostro, pero…
Nave: En realidad, era imposible que eso ocurriera. Ni siquiera Diago y Senri pudieron reconocerlo.
Senri: Ciertamente no lo sabía. Después de todo, solo me he comunicado con Ian a través de medios de comunicación. No conocía su rostro.
Nave: Exactamente. Ya ha pasado bastante tiempo desde que él se fue a Kreuz. Es por eso que hay muy pocas personas que puedan reconocerlo ahora.
Nave: A fin de cuentas, parece ser que él había destrozado en trozos su tarjeta de identificación. Pero debido a que la única identificación que encontraron estaba relacionada con una investigación sobre mí, pudieron identificarlo, aunque no me dieron un informe detallado.
Nave: Seguramente la información fue restringida. Aunque ciertamente supieron que era uno de los nuestros, no podemos hacer nada si ellos dudan de nuestro gremio.
Senri: ¡No puede ser!
Nave: Por supuesto que son pocos los que realmente dudan de nosotros. Sin embargo, mientras no podamos probar nuestra inocencia mediante pruebas, no creo que podamos actuar.
Nave está hablando serenamente, pero todos sabemos muy bien que todos los miembros de nuestro gremio son como una familia para él. Nave es un hombre muy sensible. Seguramente, en el interior de su corazón, no está nada tranquilo.
Shin: ¿Eso quiere decir que sería muy difícil poder hablar directamente con Ian hasta que Diago regrese?
Nave: Lamentablemente, así es. Por eso, al menos les contaré a ustedes todo lo que sé.
Senri: Por favor.
Nave: Parece ser que Ian fue contratado por alguien que le ordenó vigilar los alrededores de Senri. Lo más probable es que su contratista sea alguien de Kreuz.
Shin: ¿Por qué puedes estar tan seguro de eso?
Nave: Él estaba manteniéndose en espera en la capital de Kreuz. Y como debía mantenerse en contacto periódicamente con nosotros, seguramente no podía permanecer mucho tiempo fuera.
Shin: Pero… ¿hay posibilidad de que otra persona de otro país contactara directamente a Ian en Kreuz?
Nave: No puedo decirte que no exista esa posibilidad. Sin embargo, está bien pensar que esa posibilidad es casi nula.
Nave: Por ejemplo, ¿qué pasaría si esa persona fuera de otro país y dijera que su objetivo es Senri…?
Nave: ¿No creen que sería mucho más fácil y rentable buscar a alguien que habite en Diamante que tomarse la molestia de irse a otro país para contratar a Ian? Sería más efectivo, ¿no?
Eso era absolutamente razonable.
Nave: …Bueno, diga lo que diga, solo puedo formular una hipótesis sobre esto. Y Almaz tampoco ha podido hacer que él confiese quién lo contrató.
Shin: Pero ya han pasado varios días desde que lo atraparon, ¿no? ¿Los interrogatorios de Almaz son así de relajados?
Nave: Con el simple hecho de que sea alguien conocido por los nuestros, les resulta difícil ponerle una mano encima.
Nave: Además, actualmente Diago no está. Hay grupos que no se reúnen ni toman acciones si no está su superior, pero…
Nave: Originalmente, Diago fue quien lo atrapó. Seguramente no pueden hacerle nada agresivo por eso.
Ian parece estar siendo extra cuidadoso por las sutiles circunstancias que lo rodean.
Senri: Pero… es muy extraño… que Ian esté en Diamante.
Shin: Aunque digas que es extraño, es la pura verdad, así que no te queda más remedio que aceptarlo. Y actualmente, Ian está siendo retenido por Almaz.
Senri: Pero, Shin. Es extraño. Porque él me contactó diciéndome que nos veríamos en la reunión de los Cuatro.
Shin: …¿Qué has dicho?
Inconscientemente, Shin se quedó extrañado, y Nave puso la misma expresión.
Nave: …… ¿Qué quieres decir con eso, Senri? Si no mal recuerdo, al principio me dijiste que no sabías si Ian iría a la reunión de los Cuatro, ¿no?
Senri: …Lo siento. En realidad, fingí que no lo sabía.
Shin: Espera un momento. ¿Por qué pensaste que era necesario hacer eso?
Al ser presionado por Shin y Nave, Senri puso una expresión dolorosa.
Senri: Porque quería que Nave me dejara ir a la reunión de los Cuatro.
Nave: ¿Y durante el camino se comunicaron?
Senri: Sí, algunas veces, pero como fue una interacción corta, no pudimos hablar de algo más que no tuviera que ver con el tema principal.
Senri: Él continuó hablándome, diciéndome que yo sería de mucha ayuda, así que debería tratar de ir la próxima vez.
Senri: Y siguiendo esa misma conversación, me invitó a vernos en el lugar de la reunión de los Cuatro…
Shin: ¿Y aceptaste su propuesta?
Senri: Sí. Pensé que sería genial empezar a conocer el mundo exterior, así que acepté.
Senri: Ian me dijo que, como mi convicción no sonaba muy firme, sería mejor que nos viéramos personalmente antes de decidir qué hacer, y por eso…
Shin: ¿Te dijo que fueras sin decírselo a nadie?
Senri: Exactamente.
Mientras suspiraba, Senri se inclinó ante Nave.
Senri: Perdón por todos estos problemas, Nave. Nunca pensé que Ian estuviera planeando cosas tras las sombras…
Nave: …Bueno, ni yo me di cuenta de lo que planeaba. Así que era obvio que tú tampoco lo notaras.Shin: …………
Parecía que Nave se conformaba con su explicación, pero Shin no se sentía muy bien guardando el secreto que acababa de descubrir sobre Senri.
¿Cuánto podría moverse dentro de una situación que no conoce?
Probablemente Senri pudo sentir la irritación de Shin, así que le susurró un “perdón” al oído.
En menos de un instante, Senri alejó su rostro, posicionándose como estaba antes. A Shin le hubiera gustado que, al menos, se disculpara mirándolo fijamente y no esquivando su mirada.
Shin: (Una vez más, las quejas son pospuestas…)
Shin: Después de escuchar todo esto, ciertamente la situación se ha tornado muy extraña. Con la intención de encontrarse con Senri en la reunión de los Cuatro, Ian preparó todos los arreglos necesarios.
Shin: Y todo iba según lo planeado, ya que se había decidido que Senri asistiría a la reunión de los Cuatro.
Aun así, lo atacó antes de llegar a la reunión…
Senri: Es extraño, ¿no?

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