× Capítulo 12: Un nuevo comienzo ×

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Durante tres días seguidos, Wu Qiqiong recibió terapia psicológica con Jiang Xiaoshuai hasta que su frente sanó por completo. El maestro Jiang se tomó muy en serio a su discípulo, dedicándose por completo a ayudarlo a eliminar sus demonios internos e hizo que Wu Qiqiong dejara de contactar a Yue Yue por iniciativa propia, que abandonara de una vez por todas esa lucha sin sentido y aceptara formalmente la realidad de la ruptura.

Mientras atendía a otros pacientes, Jiang Xiaoshuai vigilaba de reojo a Wu Qiqiong.

Wu Qiqiong volvió a levantar el teléfono.

Al instante, Jiang Xiaoshuai le lanzó una mirada gélida y dijo, silaba por silaba: 

—¡Dé-ja-lo!

—No iba a llamarla —se defendió Wu Qiqiong—. Solo quería jugar. Me instalé una versión para daltónicos del Zuma.

Solo entonces Jiang Xiaoshuai apartó la vista.

A mitad del juego, el teléfono de Wu Qiqiong comenzó a sonar.

Hermano Mono, Hermano Mono, eres realmente extraordinario, Ni la montaña de los Cinco Elementos pudo contenerme, ¡Surgió Sun Wukong! Hermano Mono, Hermano Mono, eres tan excepcional, Por más que reciten el hechizo del aro, ¡No cambiará la esencia del Viejo Sun!

Wu Qiqiong no podía creer lo que veía y no se atrevió a contestar. Era la primera vez, desde la ruptura, que Yue Yue lo llamaba por iniciativa propia.

—¿Por qué no contestas? —preguntó Jiang Xiaoshuai.

Con la mirada perdida, Wu Qiqiong murmuró: 

—Es Yue Yue.

—¿Eres un hombre o no? ¡Si lo eres, contesta! ¡Di lo que tengas que decir!

Wu Qiqiong presionó el botón para responder. Del otro lado, la voz clara de Yue Yue llegó: —¿Ya te recuperaste? Si es así, reunámonos.

Resulta que no solo Wu Qiqiong tenía trastornos obsesivos; la otra parte tampoco estaba muy cuerda.

Wu Qiqiong miró a Jiang Xiaoshuai, buscando su opinión.

Jiang Xiaoshuai soltó directamente: 

—¡Eso decídelo tú!

Wu Qiqiong marchó una vez más al campo de batalla.

Esta vez, Yue Yue no eligió deliberadamente el lugar ni realizó inspecciones previas. Estaba convencida de que nada ni nadie podría detener a Wu Qiqiong. No importaba cuándo o dónde se reunieran, él siempre encontraría la manera de aparecer un ladrillo de la nada.

Yue Yue sorprendentemente sentía un ligero hormigueo de emoción. Llegó temprano y esperó inquieta, mirando alrededor constantemente.

Wu Qiqiong, en cambio, parecía despreocupado y se acercó caminando con tranquilidad.

—¿Qué quieres? —preguntó Wu Qiqiong.

Yue Yue pronunció contundentemente una palabra: 

—¡Terminamos!

Gracias a su terapia de respiraciones profundas, autohipnosis y técnicas de qigong, Wu Qiqiong finalmente superó esta barrera psicológica. Si quieres terminar, pues terminemos. A mí ya ni me importa, pensó.

No se sabía si Yue Yue había perdido la cabeza, pero no soltaba el brazo de Wu Qiqiong, sus ojos melocotón brillaban de anticipación.

Wu Qiqiong no entendía qué esperaba.

Al ver que él no reaccionaba, Yue Yue, impaciente, comenzó a golpearle el pecho.

—¡Es hora del ladrillo! ¡Date prisa!

Los músculos faciales de Wu Qiqiong se contrajeron espasmódicamente. 

—¿Q-qué ladrillo…?

—¡Haz que aparezca un ladrillo para mí, vamos! Como las ultimas veces, con ese ¡swoosh! ¡Haz que aparezca uno de la nada! —Se tapó la cara, riendo dulcemente, como si estuviera recordando alguna cosa sumamente divertida.

Una manada de caballos de los pastos celestiales galopaba en el corazón de Wu Qiqiong ¡Sus pezuñas aplastaban sus órganos internos hasta convertirlos en puré! El final romántico de las novelas no llegaría. No solo la protagonista no se había conmovido por la perseverancia de su novio, ¡sino que encima parecía haberse vuelto adicta al espectáculo!

¡Pero si esta frente es de carne y hueso! ¡Incluso la besaste en ese entonces!

Wu Qiqiong sintió cómo sus huevos se hacían añicos contra el suelo. No pudo evitar reírse de sí mismo.

Siete años. Siete malditos años. Y al final, todo se reducía a esto, a haberse convertido en un maldito mago de feria.

Yue Yue pateó el suelo impaciente: 

—¡Apúrate! ¡Sigo esperando, no me decepciones!

Frente a Wu Qiqiong había dos árboles grandes, con varios ladrillos esparcidos entre ellos. Caminó directamente hacia allí, tomó uno y regresó frente a Yue Yue.

Yue Yue estaba profundamente decepcionada, sus ojos revelaban ira contenida, como si hubiera sido engañada.

—¡Te pedí que lo hicieras aparecer! ¿Por qué fuiste a recoger uno de ahí?

Wu Qiqiong le enseñó los dientes en un gesto agresivo:

—¿Hacer aparecer qué? ¿Acaso no hay aquí ya preparados? Si no es suficiente, puedo traer más, ¡para que tú, maldita te hartes de verlos!

Era la primera vez que Yue Yue presenciaba a Wu Qiqiong estallar en furia. Quedó tan aturdida que hasta olvidó contraatacar, sus ojos clavados en el ladrillo en manos de Wu Qiqiong, como si aún guardara deseos pendientes.

Wu Qiqiong sabía que ella esperaba que se golpeara.

De la repulsión inicial al actual encubrimiento de malas acciones; del pánico original a la presente expectativa ansiosa; de las amenazas iniciales al actual entretenimiento… Para ella, el olor a sangre en su frente había pasado de ser una tortura psicológica impactante a un toque de color en su vida.

Era hora de un gran espectáculo final.

Wu Qiqiong cerró los ojos y se golpeó violentamente la frente con el ladrillo. No hubo dolor. Otro golpe. Aún nada. Finalmente, Wu Qiqiong concentró todas sus fuerzas en un golpe mortal.

¡El ladrillo se hizo añicos!

Yue Yue: —…

Un haz de luz cegadora iluminó a Wu Qiqiong, envolviendo su figura en un resplandor radiante.

—Yue Yue, oficialmente terminamos.

Al pronunciar estas palabras, Wu Qiqiong estalló en carcajadas. En el instante en que giró para irse, un torrente de lágrimas de sangre le inundó la nariz.

A partir de hoy, la honestidad, bondad, ineptitud, cobardía, debilidad…¡Todas estas palabras quedarán desterradas de mi existencia! ¡Quien se atreva a arrancarme siquiera un cabello, lo aplastaré con mi cabeza de hierro!

 

[====×====]

 

Jiang Xiaoshuai permaneció en la clínica hasta que anocheció, luego se paró en la entrada a esperar. Vio pasar grupo tras grupo de transeúntes, pero al final no logró distinguir la silueta de Wu Qiqiong. Suspiró, todos esos días de esfuerzo habían sido en vano. El idiota había vuelto a caer en lo mismo.

Justo cuando se giraba para entrar, un brazo fuerte bloqueó su camino.

Al volverse y levantar la vista, vio un rostro familiar y a la vez extraño. En la oscuridad, el semblante de Wu Qiqiong desprendía un aura gélida, sus ojos eran como dos afilados cuchillos que escarbaban en su cara. Aunque seguía sonriendo como siempre, su sonrisa ahora irradiaba una intensa presión que hacía que la piel se tensara y los poros se erizaran.

—Tú…— Jiang Xiaoshuai estaba algo desconcertado.

Wu Qiqiong curvó ligeramente los labios: 

—Me cambié el nombre.

Jiang Xiaoshuai tuvo un mal presentimiento: 

—¿A qué nombre?

—Wu Suowei.

Jiang Xiaoshuai: —…

Traducido por 21Rb_BINGQIU
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