× Capítulo 24: El hombre honesto ×

Traducido por:

Publicado el:

Estado de Edición:

Editado

Editor/es responsable/s:

7 minutos
📝 Tamaño de fuente:

Wu Suowei fue retenido por Chi Cheng y llevado a la Oficina de gestión Urbana, al despacho de Chi Cheng.

La máscara le fue arrancada, y por fin Chi Cheng pudo ver claramente el rostro de Wu Suowei. Aparte de aquellos grandes ojos brillantes, el resto de sus rasgos eran bastante comunes, como los de una persona decente.

Wu Suowei mantenía los párpados caídos, sin la menor intención de mirar a Chi Cheng.

Chi Cheng tomó un formulario.

—Nombre.

—Wu Suowei.

¿No importa…?— Chi Cheng entrecerró los ojos mientras observaba a Wu Suowei. Este tipo tenía unos huevos enormes, ¿no? Ya en mi oficina, ¿y todavía se atreve a decir que no importa?

—Sexo.

Chi Cheng pronunció esta palabra de manera confusa, y Wu Suowei, creyendo que le preguntaban nuevamente por su nombre, respondió con fastidio.

—Wu Suowei.

Esta vez, Chi Cheng se rió. De verdad se rió. Se rió hasta hacer que los poros de Wu Suowei se dilataran.

—¿Hasta tu sexo te da igual?— Chi Cheng sacó de quién sabe dónde unas tijeras y comenzó a hacerlas girar con destreza entre sus dedos. 

—Ya que no te importa, ¿qué tal si te lo corto? Así, la próxima vez que respondas esta pregunta, ¡lo harás con más legitimidad…

Wu Suowei, por instinto, juntó las piernas y se cubrió la entrepierna con las manos, al mismo tiempo que sacaba rápidamente su documento de identidad y se la tendía a Chi Cheng.

—¿Wu Suowei?— Chi Cheng frunció el ceño, desconcertado. —¿Tu documento es falso?

—Es auténtico y verificable. Si no me crees, compruébalo—. Wu Suowei respondió con seguridad.

Chi Cheng se acercó a la computadora y revisó los registros de residencia de la zona. Efectivamente, existía una persona con ese nombre.

—Así que realmente hay alguien que se llama así…— Chi Cheng soltó un resoplido burlón. —Tienes bastante personalidad.

Wu Suowei permaneció sentado con firmeza en la silla, impasible ante las provocaciones de Chi Cheng, manteniendo una actitud incluso más altiva que la de él.

Chi Cheng, cada vez más intrigado por Wu Suowei, repasó su expediente y descubrió que se había graduado de una prestigiosa universidad. Al alzar la mirada para observarlo de nuevo, confirmó que, en efecto, irradiaba esa aura de ratón de biblioteca, como si en cualquier momento pudiera “explotar en silencio o perecer en él”.

—¿Por qué me tiraste un cubo de gachas ese día?— preguntó Chi Cheng.

Wu Suowei se sorprendió un poco. 

—¡Ah!… ¿eras tú?

¡Así que resulta que este tipo se afeito todo el pelo, y el culpable ni siquiera sabe cuánta goma alimenticia puso!

La expresión en el rostro de Chi Cheng fluctuaba entre sombría y amenazante, haciendo que Wu Suowei sintiera un escalofrío en el corazón. Pero no dejaba de repetirse a sí mismo que cuanto más agresivo sea el otro, menos debes mostrar debilidad. Si llegas al extremo de la cobardía, es como si ya no temieras a la muerte.

—No tenía ninguna razón. Simplemente quería lanzártelo.

Chi Cheng se puso de pie y avanzó paso a paso hacia Wu Suowei, sin dejar de hacer girar esas tijeras en su mano.

Wu Suowei apretó los puños con fuerza, clavando la mirada en Chi Cheng. Cuando apenas los separaba un paso, Wu Suowei atacó repentinamente, pero Chi Cheng lo inmovilizó con facilidad. Entonces, en Wu Suowei estalló un sentimiento de lucha desesperada.

—¿Qué pretendes? ¡Te advierto que ustedes, los de la gestión urbana, ahora son un grupo vulnerable! ¿Sabes lo que significa ser un grupo vulnerable? ¡Son el enemigo de la opinión pública! Si realmente me haces algo, la vasta comunidad de internautas no te perdonará. ¡Arruinarás tu maldita vida para siempre!

Mientras lanzaba amenazas, Wu Suowei protegió sus partes vitales… aunque, por desgracia, cubrió el lugar equivocado. A Chi Cheng no le interesaba en lo más mínimo su “aburrido pajarito”. Cuando alzó las tijeras, fue directo al cabello de Wu Suowei.

—¿Eh?— Wu Suowei se sorprendió.

 —¿Qué haces? ¿Por qué demonios me cortas el pelo?—

—¿Cortar? ¡Qué optimista eres! Esto no es un corte, solo lo estoy recortando para que sea más fácil afeitarte.

Chi Cheng procedió directamente a raparle la cabeza con una hoja de afeitar que sacó del cajón, sin usar espuma ni gel, raspando a pelo vivo. El cuero cabelludo de Wu Suowei quedó cubierto de pequeños granos rojos. Pero este tipo tenía una resistencia increíble, si duele, lo aguanta. No rogara por clemencia. Aunque las venas de su frente se marquen, no se doblegara ante tu poder.

Al cabo de un rato, a Wu Suowei se le ocurrió algo de repente y empezó a sentirse incómodo.

—¿Por qué me has afeitado la cabeza? Solo te tiré un cubo de gachas encima, no es suficiente para merecer una condena en prisión, ¿Cierto?

Chi Cheng soltó una risa fría. 

—No hay razón. Simplemente me gusta este corte y quería que alguien me hiciera compañía.

Wu Suowei apretó los dientes en silencio. Este tipo es un psicópata. ¡No vale la pena rebajarse a su nivel!

Chi Cheng cogió la vieja grabadora de Wu Suowei y empezó a jugar con ella, presionando el botón de reproducción.

Acabo de capturar unos demonios, y he sometido a unos monstruos más. ¡Tantas criaturas malévolas! (¡Hey!) ¡Prueba el garrote de este viejo Sun! Te golpearé hasta que pierdas el alma y el espíritu, hasta que los dioses tiemblen y los fantasmas se estremezcan, hasta que las bestias salvajes… ¡no tengan dónde esconderse!…

Las sienes de Chi Cheng palpitaron un par de veces y pasó directamente a la siguiente canción.

Tres pelos en la cabeza, todos se ríen al verte. Si preguntas cómo se llama, todo el mundo lo sabe. San Mao, oh San Mao, nadie sabe si eres grande o pequeño…

Saltó a otra canción de nuevo.

Déjeme contarle, mi vida feliz. Para ganar dinero, he hecho todo tipo de trabajos. Aunque vivo en una casita, está muy deteriorada. Tengo una tarjeta de crédito, con solo ocho yuanes restantes…

Chi Cheng finalmente apagó la grabadora y miró a Wu Suowei con lástima.

—¿En qué época vives? ¿Todavía escuchas este tipo de música?

—Soy un fan incondicional de Yao Ming.

¿Yao Ming? Chi Cheng se sintió nuevamente confundido por Wu Suowei. ¿Qué tenía que ver Yao Ming con esto?

—¿También te gusta el baloncesto?

Wu Suowei devolvió la mirada de lástima a Chi Cheng. 

—¿Quién está hablando de ese Yao Ming que juega al baloncesto? Me refiero al compositor Yao Ming. ¿Tan desconectado estás?

Chi Cheng entrecerró los ojos. 

—¿Existe un compositor llamado Yao Ming?

Como fan incondicional, Wu Suowei no podía evitar indignarse al ver que su ídolo era tan ignorado.

—¡Dios mío, estás tan fuera de onda! ¿No conoces a Yao Ming? ¿’La nostalgia del té en tazón grande de Qianmen’? ¿’Rap de las máscaras de ópera’? ¡Compositor de primer nivel nacional! ¡Recibe subsidios del Consejo de Estado!… Seguro que al menos has visto ‘La historia del pelotón de cocina’, ¿no? El tema principal lo compuso él. Y en ‘El equipo de modelos del sorgo rojo’, donde actuó Zhao Benshan, las canciones también son obra suya…

Por primera vez en más de veinte años, Chi Cheng se dejó llevar por la risa.

Sacó de un cajón la caja de cartón con el dinero, se acercó a Wu Suowei y levantó ligeramente una ceja.

—Toma.

Wu Suowei se quedó paralizado. No esperaba recuperar su dinero de manos de un oficial de la gestión urbana.

—Vete a casa —dijo Chi Cheng.

—¿De verdad me dejas ir?—. Wu Suowei estaba sorprendido.

—Tienes un minuto para desaparecer de mi vista.

Wu Suowei no perdió tiempo y se marchó de inmediato.

Apenas había salido cuando el capitán del equipo entró.

—¿Así que lo dejaste ir?

Chi Cheng le devolvió la pregunta. 

—¿Y qué querías que hiciera?

El capitán mostró una sonrisa forzada. 

—He oído que eres todo un experto en darle su merecido a la gente. Estaba esperando ver un espectáculo.

Chi Cheng encendió un cigarrillo y fumó sin siquiera mirar al capitán. 

—Nunca me meto con la gente honesta.

—¿¿Honesta?? —el capitán casi estalla—. ¡Si se atrevió a tirarte gachas encima!

Chi Cheng no tenía ganas de discutir. Rodeó al capitán, tomó a Xiao Cu Bao en brazos y salió balanceándose por la puerta.

Traducido por 21Rb_BINGQIU
☕ Apoya el proyecto en Ko-fi

Donar con Paypal

🌸 El contenido de Pabellón Literario está protegido para cuidar el trabajo de nuestras traductoras. ¡Gracias por tu comprensión! 💖