Capítulo 12: Pensamientos malvados

Lin Xuanzhi vio que Yan Tianhen se había retirado en su caparazón de nuevo, así que no pudo evitar sentirse aún más angustiado y su tono se volvió mucho más suave, —Prepara algunos de tus ingredientes favoritos, ve y lávalos por completo.

Yan Tianhen pensó que Lin Xuanzhi tenía hambre, así que asintió rápidamente y salió corriendo.

Justo fuera de su patio había un campo de vegetales. Yan Tianhen había plantado muchos tipos diferentes de plantas espirituales y vegetales en el campo. Regaba cuidadosamente el campo todos los días, y usaba el pequeño Qi que tenía para promover el crecimiento de las plantas, así que las plantas espirituales se veían todas bastante frescas, una mirada te abriría el apetito.

Yan Tianhen recogió el repollo más grande que estaba más concentrado con el agua espiritual, y luego comenzó a reflexionar sobre cómo cocinar para Lin Xuanzhi esa noche.

Dentro del patio, Lin Xuanzhi miró tranquilamente a Han Yanran.

La línea de visión de Han Yanran siempre había estado en la horquilla de jade de su mano. Han Yanran provenía de una influyente familia de cultivadores, por lo que naturalmente había visto muchos tesoros, podía decir de un vistazo que esta horquilla era extraordinaria.

Han Yanran pensó que, por la forma en que el Qi espiritual se precipitaba hacia la habitación, esta horquilla es definitivamente una herramienta de alta calidad.

Han Yanran no había visto claramente la horquilla que Lin Xuanzhi sostenía, y ni siquiera sabía qué tipo de diseño o patrón tenía, pero sólo basándose en ese brillo y grado de transparencia, podía decir lo preciosa que era.

Por supuesto, Han Yanran no consideró que el Qi espiritual podría haber entrado en la habitación de Lin Xuanzhi porque estaba avanzando, y por lo tanto naturalmente pensó que había sacado un tesoro mágico de una bolsa de almacenamiento que desencadenó el Qi circundante.

Han Yanran tuvo una idea, una sonrisa se extendió por su cara mientras decía, —Xuanzhi Gege, ¿qué tienes en la mano?

Lin Xuanzhi dijo con calma: —Una horquilla que alguien me ha dado.

El globo ocular de Han Yanran se giró un poco y dijo dulcemente: —Xuanzhi Gege, ¿quién te dio esta horquilla? Se ve tan bonito, ese tipo de color se ve raramente y combinaría muy bien con la túnica de plumas de jade de mi hermano, son como una pareja hecha en el cielo.

Lin Xuanzhi se burló en su corazón.

Aunque Han Yuran era su supuesto prometido, era un compromiso que había sido decidido por sus padres. No tenía ningún mal sentimiento hacia Han Yuran, y no quería hacer las cosas incómodas para su padre, así que naturalmente trató a Han Yuran con el debido respeto.

Además, Han Yuran es un famoso artesano de Qing Cheng, y ya había sido aceptado en la Secta Xuantian. No mucho después, se inscribiría en la Secta Xuantian y se convertiría en un discípulo oficial. Lin Xuanzhi había pensado que un matrimonio entre un cultivador elemental y un cultivador de armas era aceptable, así que nunca se sintió insatisfecho con el compromiso.

Como descendiente de una familia influyente, además de ser un genio del cultivo desde joven que era insuperable, Lin Xuanzhi era naturalmente muy generoso y no maltrataba a Han Yuran en lo que respecta a las posesiones materiales.

Hasta el punto de que siempre que Han Yuran le pedía algo, Lin Xuanzhi siempre se lo daba generosamente, nunca fue tacaño en esa área.

Pero, desde que Lin Xuanzhi se convirtió en un inútil y regresó a Qing Cheng, aunque Han Yuran todavía le mostraba alguna preocupación superficial de vez en cuando, nunca pensó realmente en casarse con Lin Xuanzhi.

De hecho, después de que los bienes de Lin Xuanzhi fueron saqueados por Han Yuran, él lo había pateado despiadadamente a la acera y convirtió a Lin Xuanzhi en la broma de las tres grandes familias de Qing Cheng.

Y ahora, el hipócrita Han Yuran todavía pretendía ser amable con Lin Xuanzhi porque sabía que todavía podía exprimir algún valor de Lin Xuanzhi.

Después de ver a través de los verdaderos colores de Han Yuran, la expresión de Lin Xuanzhi no cambió cuando dijo, —Esto encaja muy bien con Yuran, y es un tesoro que mi padre dejó como dote para su yerno.

Los ojos de Han Yanran se iluminaron inmediatamente y ella dijo ansiosamente: —Entonces Xuanzhi Gege, le llevaré esta horquilla a mi hermano de inmediato. Una vez que la vea, definitivamente estará muy feliz.

Mientras hablaba, Han Yanran extendió su mano hacia la horquilla y quiso agarrarla.

Lin Xuanzhi giró su mano e inmediatamente mantuvo la horquilla en un anillo interespacial y Han Yanran terminó agarrando aire.

La cara de Han Yanran se tiñó de un incómodo rubor.

—Después de casarnos, naturalmente clavaré esta horquilla en la cabeza de mi esposa personalmente. No necesito molestar a mi hermanita con este tipo de asuntos —Lin Xuanzhi dijo ligeramente.

Han Yanran sonrió y dijo: —¿Por qué ser tan particular sobre cuándo lo darás? De todos modos, tarde o temprano pertenecerá a mi hermano.

El corazón de Lin Xuanzhi estaba lleno de un desprecio absoluto, «¿le pertenecerá tarde o temprano? Eso no es necesariamente cierto…. no, eso es absolutamente imposible.»

Han Yanran se dio cuenta de que probablemente no podría tener en sus manos esa horquilla de alto grado, así que sólo podía ceder por ahora. Rápidamente se enfadó y se quejó: —Xuanzhi Gege, ¿sabes que tu sirviente vendió tu par de tigres blancos Zijing sin decírtelo? ¡Y sólo los vendió por mil de oro! ¡Ni siquiera sé en qué gastó el dinero, tal vez está conspirando con alguien con motivos ocultos y quiere asesinarte por tu dinero!

El Yan Tianhen que había arrancado bastantes vegetales concentrados con agua espiritual oyó a Han Yanran quejarse con Lin Xuanzhi justo cuando entraba en el patio.

Yan Tianhen se mordió el labio inferior y caminó hacia el lado de Lin Xuanzhi. Dijo, —Dage, usé ese dinero para…

—Lo sé, no necesitas explicarte —Lin Xuanzhi cortó a Yan Tianhen, y miró fríamente hacia Han Yanran y dijo: —Le pedí que vendiera esos tigres blancos Zijing, ¿tienes algo que decir al respecto?