Hablar con tal descaro, sin siquiera un guion previo, era algo que Fang Juexia no podía imaginarse haciendo.
“¿Tú? ¿Quién eres?”
“¿No me reconoces?” respondió a la voz al otro lado del teléfono, el tono deliberadamente despreocupado. Fang Juexia sintió la mano que descansaba sobre su hombro moverse ligeramente, mientras los dedos tamborileaban suavemente. “Soy Pei Tingsong.”
Hubo un momento de silencio antes de que el subdirector Yang balbuceara:
“Pei…”
“Sí, el mismo Pei Tingsong que, según escuché, querías vetar después de que destrozara a ese grupo de inútiles. ¿Te funcionó?” Pei Tingsong presionó una mano sobre la mesa detrás de él y se sentó sobre ella, con una sonrisa perezosa. “Porque al final, parece que no te atreviste a cortarme de la trasmisión.”
Fang Juexia sabía perfectamente de dónde venía la confianza; conocía el respaldo que tenía Pei Tingsong. Pero no esperaba que este usara esa influencia por alguien más, y mucho menos por él.
El subdirector Yang pareció quedarse sin palabras. Sabía que no podía permitirse enemistarse con Pei Tingsong, así que rápidamente intentó cambiar de tema él.
“Pásame a Fang Juexia. Tengo asuntos importantes que discutir con él.”
Pei Tingsong respondió con una sonrisa burlona:
“¿Tus asuntos importantes incluyen usar tu poder para acosar con reglas tacitas a jóvenes artistas? Que buena política de beneficios tiene tu empresa.”
Fang Juexia frunció el ceño. Así que Pei Tingsong lo sabía.
Pei Tingsong siempre había sido directo, algo que Fang Juexia había aprendido en los dos años que llevaban trabajando juntos. Sin embargo, escuchar las palabras “reglas tacitas” le hizo querer escapar. Intentó apartar su hombro, rompiendo el contacto físico.
Pero Pei Tingsong, en lugar de soltarlo, le atrapó la muñeca. Aún sosteniendo el teléfono con la otra mano, levantó apenas la vista, con sus ojos afilados clavándose en Fang Juexia.
“Si quisiera exponer esto, ya tendría todo el material listo para explotarlo, ¿no es cierto?”
Fang Juexia no supo si esa última frase iba dirigida a él o al subdirector Yang. Solo sabía que la presión en su muñeca se sentía como espinas incrustándose en su piel.
“¿Y a ti qué demonios te importa?” gruñó Yang.
“Claro que me importa.”
La presión aumentó en la muñeca de Fang Juexia.
Era una buena pregunta. ¿Por qué debería importarle?
Pei Tingsong estiró sus largas piernas con calma.
“¿No viste las búsquedas calientes? La compañía quiere que Fang Juexia y yo formemos una CP. Hasta que termine esta farsa…” giró la cabeza hacia Fang con una sonrisa infantilmente traviesa. “Todo lo suyo está atado a mí.”
Con un tono que mezclaba sarcasmo y una pizca de amenaza, añadió:
“Su reputación afecta la mía. Su vida privada influye en cómo perciben la mía. Una vez que nuestros intereses están vinculados, esas cosas se convierten en sinónimos a ojos del público.”
Pei Tingsong rió suavemente.
“Dime, ¿parezco alguien que puedas permitirte mantener?”
El subdirector Yang, que había comenzado gritando, ahora no podía pronunciar palabra. En el mundo del espectáculo, todos aceptaban, de una manera u otra, las reglas del juego. Pero Pei Tingsong era una anomalía: alguien que se saltaba las reglas y, gracias a su respaldo que le permitía salir impune, se había convertía no solo en un problema, sino en alguien con quien nadie quería meterse.
Cuando el silencio al otro lado se prolongó, Pei Tingsong añadió con desprecio: “Hasta luego, subdirector Yang.”
Justo después su tono se volvió frio.
“Y Compórtate. Deja de soñar despierto.”
Con un movimiento ágil, Pei Tingsong colgó la llamada y se quitó el auricular. Levantó el mentón, mirando fijamente a Fang Juexia, como si esperara que este rompiera el silencio.
Fang Juexia sabía que debería decir algo. Sin embargo, bajó la mirada hacia la mano de Pei Tingsong, que aún lo sujetaba sin ninguna intención de soltarlo. Este, al notarlo, solo sonrió mientras jugueteaba con el auricular.
“Gracias.”
Pei Tingsong ladeó la cabeza, sus ojos persiguiendo la mirada evasiva de Fang.
“Tu tono no suenas muy agradecido.”
Para sorpresa de Pei Tingsong, Fang Juexia se puso serio.
“Lo agradezco de verdad. Pero no quiero que nadie se vea envuelto en esto, y mucho menos alguien de mi grupo.”
Ese tono tan solemne dejó a Pei Tingsong momentáneamente sin palabras. Luego, asintió con fingida indiferencia.
“Sobre todo no quieres que sea yo, ¿cierto?”
Fang Juexia sostuvo su mirada durante unos segundos antes de asentir ligeramente.
“Aun así, gracias.”
Al escuchar esto Pei Tingsong se rió entre dientes. Una peculiaridad que tenía su rostro es que cuando sonreía, sus ojos fríos y penetrantes se transformaban en los de un niño juguetón, cambiando su aura en un abrir y cerrar de ojos. Pero Fang Juexia sabía que, incluso en ese momento, Pei Tingsong solo estaba divirtiéndose a su costa.
Con una curiosidad maliciosa, Pei Tingsong preguntó: “¿Por qué alguien querría acostarse contigo? No puedo imaginar cómo serías en la cama. ¿Acaso esa gente tiene un fetiche por el hielo o por la madera?”
La pregunta era tan descarada que Fang Juexia no se molestó en enfadarse. Respondió con calma:
“¿Puedes soltar al trozo de madera que estas sujetando, entonces?”
Pei Tingsong, sorprendido de repente al darse cuenta de que aún lo sostenía, no se apresuró a soltarlo y fiel a su personalidad traviesa, sonrió con picardía.
“No quiero.”
En ese momento, en medio de la tensión, escucharon la voz de Cheng Qiang desde el pasillo:
“¿Juexia? ¿Pei? ¿Dónde se metieron?”
Fang Juexia lo entendió de inmediato.
“Fue Qiang-ge quien te lo contó.”
Pei Tingsong se encogió de hombros, sin confirmar ni negar nada.
“¿Y qué importa quién me lo dijo? Al final, si las cosas siguen así, tarde o temprano todos en la compañía lo sabrán.”
“¿Y eso qué?”
Pei Tingsong soltó una carcajada ante la indiferencia de Fang Juexia. “Tienes razón, no sería la primera vez. Entonces, ¿por qué te negaste esta vez? Después de todo, antes…”
En ese momento Cheng Qiang finalmente los encontró, asomándose por la puerta de cristal antes de entrar.
“¿Qué están haciendo? Los busqué por todos lados.”
Fang Juexia aprovechó la oportunidad para retirar su muñeca, notando la ligera marca roja que había dejado la presión. Pei Tingsong, como si nada, se bajó de la mesa.
“Nada. Solo fortaleciendo nuestra relación como grupo.”
“Claro, después de dos años sin lograrlo. ¿Ahora vas a empezar?” se burlo Cheng Qiang, observando a Juexia con atención. “¿Todo bien?”
“Ya me encargué del problema” interrumpió Pei Tingsong, antes de que Fang Juexia pudiera responder. “Más tarde hablaré con mi hermana. Si Yang Chenggang sigue insistiendo, retiramos la inversión. Con el historial que tiene, si esto sale a la luz, no solo perderá su reputación, sino que su programa será boicoteado, y el dinero de mi hermana se perdería igual.”
Cheng Qiang asintió, satisfecho. Por eso se lo había mencionado. Sabía que con la personalidad de Pei no lo iba a dejar pasar. “Entonces deberías agradecerle mucho a Xiao Pei.”
Cheng Qiang rodeó los hombros de Fang Juexia, llevándolo de vuelta a la sala de reuniones, pero Fang mantuvo su cuerpo rígido, respondiendo con un bajo murmullo. Pei Tingsong, que los seguía, observó la espalda de Fang Juexia con una mezcla de diversión y curiosidad.
La gente es una contradicción constante, ese era un hecho que Pei Tingsong entendía bien. Pero Fang Juexia era especialmente peculiar. Había algo profundamente contradictorio en él. Su aura fría y distante, como si rechazara todo a su alrededor no encajaba con los sucios rumores que lo rodeaban.
Sin embargo, viendo su actitud ahora, tan firme e inquebrantable, Pei Tingsong no pudo evitar preguntarse: ¿era este el resultado de algún trauma?
Si bien era cierto que, Pei Tingsong despreciaba a quienes utilizaban sus cuerpos para avanzar en la industria, respetaba a quienes tenían verdadero talento. Y Fang Juexia, con sus habilidades de baile inigualables y su voz naturalmente única, estaba en la cima. Durante los dos años que habían trabajado juntos, el desagrado inicial de Pei Tingsong hacia él había disminuido poco a poco hasta casi desaparecer.
Aunque debía admitir que ahora, además de indiferencia sentía cierta curiosidad. Fang Juexia era simplemente demasiado interesante.
La segunda parte de la reunión transcurrió rápidamente. Pei Tingsong, distraído, casi olvidó que estaba allí para oponerse a la idea de formar una ‘CP’. Un rato después, la puerta de la sala se abrió y los otros cuatro miembros del grupo entraron.
El jefe indicó que se sentaran mientras el asistente distribuía las nuevas propuestas. “Desde el debut de Kaleido, solo han sacado dos álbumes, y el último fue un mini- álbum hace un año. Ya es hora de un regreso, y estoy seguro de que ustedes también lo estaban esperando.”
Chen Zhengyun los miró a todos. “Acabamos de discutirlo y para aprovechar al máximo el reciente aumento de popularidad, la compañía ha decidido comenzar de inmediato con la producción y lanzamiento de un nuevo álbum.
El líder del grupo, Jiang Miao, dudo:
“Pero producir un álbum lleva tiempo…”
“Exactamente” respondió Chen Zhengyun. “No podemos dejar que el impulso de esta popularidad nos lleve a apresurar el proceso y terminar con un álbum mediocre. Ustedes son idols, cantar y bailar es su verdadera profesión, y no deben traicionar las expectativas de sus fans en este aspecto. Para equilibrar calidad y tiempo, necesitamos otras formas de mantener el interés del público. Ziyan y Jiang Miao, ustedes tienen proyectos en programas de variedades; Lu Yuan sigue grabando su show de baile; Ling Yi tiene su OST en puerta, y Juexia está grabando…”
“El programa de Juexia fue cancelado” interrumpió Cheng Qiang.
Chen Zhengyun mostró un atisbo de sorpresa, pero no indagó más y continuó:
“Ya hablaremos de eso. De cualquier manera, estamos negociando recursos, y si todo sale bien, podríamos conseguir que sean invitados especiales en algún programa popular.”
Dicho esto, señaló a su asistente para que distribuyera la nueva propuesta entre los miembros.
Ling Yi hojeó el documento con rapidez, sorprendiéndose.
“¿Un reality show grupal?”
“Sí” explicó Cheng Qiang. “La idea es grabar su vida cotidiana, aunque con algunos segmentos de entretenimiento para que no sea demasiado monótono. Es posible que se grabe y transmita simultáneamente, intercalando con transmisiones en vivo para ahorrar tiempo.”
Antes de terminar la reunión, Chen Zhengyun se levantó de su asiento.
“Todos ustedes son jóvenes con mucho talento. Después de estos dos años, deben haberse dado cuenta de lo duro que es este mundo. No necesito explicarles más, ya lo saben.”
“Espero verlos brillar como idols.”
Al escuchar esas palabras, Fang Juexia por un breve momento se sintió como en al inicio de su carrera. Ese escenario con el que alguna vez soñó parecía acercarse de nuevo, aunque de una manera extraña y absurda.
Ese mismo día, los seis miembros permanecieron en la compañía para comenzar los ensayos del nuevo álbum.
El panorama actual de la industria del entretenimiento daba muchas oportunidades a los idols, pero al mismo tiempo, no ofrecía suficientes oportunidades al “concepto” de idol en sí. Esa era la ironía: muchos jóvenes entraban en la industria persiguiendo sueños de cantar y bailar, pero terminaban haciendo trabajos completamente diferentes debido a diversas circunstancias. Con el título de idol, soportaban prejuicios constantes, pero rara vez conseguían un escenario digno.
Poco a poco, se alejaban de la música y el baile, agotándose en sets de grabaciones, pasando noches interminables en estudios idénticos, olvidando por qué habían comenzado. Finalmente, eran descartados con frases como ambiciosos sin talento o incapaces de asumir desafíos reales, para luego ser desplazados entre las nuevas olas de caras frescas y hermosas que constantemente surgían.
El caos en la distribución de roles en la industria convertía a demasiadas vidas brillantes en residuos del implacable engranaje de esta gran máquina. Día tras día, nuevos sacrificios frescos y hermosos, eran triturados y reemplazados sin cesar.
“Juexia está entrenando demasiado fuerte hoy” comentó Ling Yi, jadeando mientras se apoyaba en la pared. Abrió un termo lleno con te de gordolobo para su garganta y tomo un sorbo antes de añadir: “No puedo más. Hoy no calenté bien la voz…” empezó a quejarse. Luego, estiró un brazo en un gesto teatral: “No puedo más, mi voz, ¡mi voz! ¡¿Qué voy a hacer si ya no soy el favorito..?!”
He Ziyan, que estaba ayudando a Jiang Miao con sus abdominales, extendió una mano libre para taparle la boca.
“Vete al palacio frio, Consorte Ling. Tu resistencia es demasiado pobre para recibir la gracia del emperador.”
“¡Mentira!” protestó Ling Yi. “¡Mira, incluso Yuan-ge no puede seguirle el ritmo! Y él es uno de los bailarines principales, así que tengo derecho a compararme con él, ¿verdad?” Empujó con el codo a Pei Tingsong. “¿Cierto, Xiao Pei?”
“Ajá” Pei Tingsong respondió de manera vaga, con las manos metidas en los bolsillos de su sudadera, sin apartar la vista de Fang Juexia, quien practicaba frente al espejo.
Había algo en él que parecía a punto de explotar.
Pei Tingsong no sabía cómo describirlo. Sentía que Fang Juexia estaba acumulando una fuerza intensa dentro de sí. Ese Fang Juexia, que con su apariencia delicada y casi frágil, podría encajar en la categoría de belleza suave y etérea. Pero para Pei, era como una espina: rígida, inquebrantable, incapaz de doblarse.
No era la primera vez que Fang Juexia se encontraba atrapado en la suciedad de los rumores de reglas tacitas. Si la primera vez podía descartarse como un rumor, esta vez Pei Tingsong había visto con sus propios ojos cómo casi se concretaba un trato turbio.
¿Qué buscaban esas personas? ¿Su belleza? ¿Su juventud?
Pei Tingsong no lo entendía. En verdad, no lo entendía en absoluto.
Pei Tingsong nunca había estado enamorado. No era por falta de experiencia o por desconocer el tema; simplemente, no le interesaba. La idea de permitir que su corazón quedara atrapado en pensamientos pegajosos y triviales le parecía una pérdida de tiempo. Para él, las relaciones podían ser un paraíso cuando eran buenas, pero un infierno absoluto cuando eran malas.
Aunque, claramente, esos hombres de mediana edad que acosaban a Fang Juexia no querían enamorarse de él. Todos tenían familia; solo buscaban algo diferente, algo nuevo.
La mera idea de deseo físico hacia un hombre le resultaba igual de absurda. Aunque había crecido en el extranjero y estaba rodeado de personas de todo tipo —y apoyaba plenamente a las minorías—, él no era gay. No podía comprender esa atracción, ni mucho menos identificarse con ella.
Pei Tingsong no podía evitar reflexionar. Había tropezado con dos temas que escapaban por completo de su entendimiento, y, como no soportaba la ambigüedad, su mente comenzó a buscar respuestas.
Y las buscó en Fang Juexia.
“¡Dios! Fang Juexia está loco ¿Cuánto tiempo lleva practicando sin parar? Esto es agotador. Nunca más vuelvo a entrenar con este maniático” bufó Lu Yuan, inclinándose con las manos en las caderas para recuperar el aliento. Jiang Miao completó su última serie de abdominales y se quejó, riendo:
“Ah, me duele el abdomen.”
“Vámonos a comer. ¡Estoy muerto de hambre!” gritó Ling Yi mientras tiraba del brazo de Jiang Miao. “¡Líder, necesitamos comida!”
“Ya es hora” respondió Jiang Miao, mirando su reloj. Luego levantó la voz para llamar a Fang Juexia desde lejos.
Fang Juexia, frente al espejo, finalmente se detuvo y jadeante respondió.
“Voy en un momento.”
“Está bien” ninguno insistió, todos sabían cómo era Fang Juexia; nadie podía detenerlo cuando se trataba de practicar.
Ling Yi, aún ansioso por comer, empujó a Pei Tingsong.
“¡Vamos, Xiao Pei! Hoy te invito a la cafetería de la compañía, ¡yo pago!”
Pero para sorpresa de todos, Pei Tingsong respondió de manera inusual:
“Vayan ustedes. Yo me quedo a practicar.”
Todo el grupo quedó boquiabierto.
¿El chico que trataba su carrera de idol como un pasatiempo ahora estaba tomándoselo en serio?
Jiang Miao, siempre atento, intervino:
“Está bien, pero no practiques tanto y no te saltes la cena.”
Aun cuando ya estaban en el comedor, Ling Yi siguió inquieto.
“¿Creen que esos dos se vayan a pelear?”
“Esa pelea lleva demasiado tiempo esperando suceder” respondió He Ziyan, con una expresión serena que contrastaba con la cicatriz en su ceja, dándole un aire de sabio. Mientras tanto, Lu Yuan, aprovechando el momento, robó un pedazo de estofado del plato de Ziyan y lo devoró de un bocado.
“Ahora que lo pienso, esas chicas en internet me han lavado el cerebro. ¡Ya hasta me parecen una CP!”
Ling Yi, jugando con una rebanada de papa gruesa como si fuera un cigarrillo, se burló:
“Juexia y Xiao Pei… siempre parece que están a punto de matarse. ¿Tú crees que esas chicas seguirían emparejándolos si vieran cómo son en realidad?”
“Sí” respondió Ziyan con calma, bloqueando con los palillos otro intento de robo por parte de Lu Yuan.
“¿Por qué?” preguntó Ling Yi, parpadeando.
“Coman” intervino Jiang Miao con una sonrisa de quien sabe más de lo que dice. “No van a pelearse.”
En la sala de prácticas, solo quedaban dos personas. Fang Juexia detuvo su entrenamiento. Después de dos años, ya había desarrollado la costumbre de evitar conflictos con Pei Tingsong siempre que fuera posible. Pasándose las manos por el cabello empapado en sudor, llevándolo hacia atrás para despejar su frente. Se dispuso a marcharse.
Pei Tingsong lo observó detenidamente. Al ver la ligera marca rojiza en la esquina de su ojo, recordó la primera vez que lo había visto.
—Había sido un día de invierno, en esta misma sala de prácticas. Pei Tingsong, como nuevo integrante, había sido llevado por Cheng Qiang para conocer a sus futuros compañeros de grupo. Al entrar, los otros chicos estaban practicando una coreografía para su canción debut. Todos miraron hacia la puerta al escuchar el ruido, excepto uno, que seguía frente al espejo, inmerso en su práctica, con una gorra negra cubriendo su rostro. No se detuvo hasta que Cheng Qiang habló.
Entonces, se giró lentamente, con la respiración pesada y un sudor que corría por su mandíbula como una gota de agua deslizándose desde el borde de un tejado en invierno.
Fue el último en presentarse, por supuesto.
Fang Juexia, que en ese entonces tenía solo veinte años, se quitó la gorra de manera similar a como acababa de arreglarse el cabello. Su rostro quedando completamente al descubierto, revelo una delicada piel pálida con una marca de nacimiento rojiza, alargada y fina que, en la mente de Pei Tingsong, evocaba un solo pensamiento:
Como una tormenta de pétalos de cerezo
“Hola, soy Fang Juexia.”
[Las lluvias continuas ocultan la partida de la primavera; solo cuando despeja nos damos cuenta de que el verano ya está en su apogeo.]
Un nombre claramente asociado al verano, pero que irradiaba un frío de invierno.
Pei había asentido y respondido con una sonrisa:
“Pei Tingsong.”
Entonces, el siempre curioso Ling Yi intervino: “¡Qué nombre tan especial! ¿Cómo te lo pusieron?”
“Nací en la víspera del Año Nuevo Lunar. Mi abuelo tomó mi nombre de un poema: El estruendo del fuego resuena en el bambú, en la víspera de Año Nuevo escuchamos el canto del festivo ají.”
“¡Qué bonito! Pero, honestamente, no pareces un chico nacido en invierno.”
¿De verdad?—
Pei Tingsong regresó al presente, sus recuerdos desvaneciéndose mientras observaba a Fang Juexia en el espejo.
La mirada de Pei Tingsong bajó instintivamente. Vio cómo las mangas enrolladas de la sudadera de Fang revelaban sus antebrazos delgados y pálidos, donde las venas apenas eran visibles. El sudor había hecho que su ropa suelta se adhiriera a su cuerpo, marcando los movimientos de sus músculos con cada respiración. Incluso la curva de sus tobillos sobresalía ligeramente bajo los pantalones ajustados, parecían destacar bajo la luz.
Sin saber por qué, Pei Tingsong recordó la sensación de haberle sujetado la muñeca.
“¿Qué estás mirando?” preguntó Fang Juexia, notando su mirada a través del espejo. Giró la cabeza para enfrentarlo, su tono tan frío como su expresión.
Pei Tingsong aflojó la mano que había apretado inconscientemente y sonrió con pereza.
“Estoy tratando de entender qué es lo que tiene de especial tu apariencia.”
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Notas de la autora:
Origen de los nombres
Pei Tingsong (裴聽頌): “El estruendo del fuego resuena en el bambú, en la víspera de Año Nuevo escuchamos el canto del ají.” Poema: Nochevieja (Dinastía Song, Dai Fugu)
Fang Juexia (方覺夏): “Las lluvias continuas ocultan la partida de la primavera; solo cuando despeja nos damos cuenta de que el verano ya está en su apogeo.” Poema: Alegría por el buen clima (Dinastía Song, Fan Chengda)
En realidad, estas dos poesías reflejan muy bien las personalidades de ambos personajes.
[ Si no te gusta la personalidad de Fang Juexia al principio, por favor abandona la historia directamente. No critiques en los comentarios llamándolo “débil” o diciendo cosas feas como “mejor debería ofrecerse directamente limpio”. Fang Juexia no tiene una personalidad débil; es alguien muy fuerte, racional y valiente. Por favor, no lo juzgues maliciosamente basándote solo en lo que leíste en tres capítulos.
En este punto, la relación del gong con el shou es muy mala. No hace falta criticar diciendo que no lo respeta. La sinopsis lo dejó claro: al inicio ellos tienen una relación muy tensa, y el shou tampoco lo toma en cuenta. En la vida real, si tienes que estar con alguien con quien te llevas mal, probablemente tampoco serías cariñoso. Si no te gusta este tipo de comienzo, mejor abandona la lectura.
Una última explicación sobre la pregunta que muchos hacen: “¿Por qué no grabó una prueba de audio?” ¿De verdad creen que un pequeño idol grabando algo puede cambiar el hecho de ser oprimido por el dinero y alguien con conexiones? ¿De verdad podría rebelarse? Y si lo graba y lo publica, ¿qué pasa después? ¿Quién asume las consecuencias? ¿Él y todo su grupo? Un grupo sin respaldo ni recursos, ¿quedaría completamente ignorado por las plataformas de televisión y los inversionistas?
Esta historia comienza con un grupo desconocido y un pequeño idol luchando desde abajo. Si no te gusta este tipo de narrativa, realmente puedes dejarla. No te obligues.]
Esta historia no es trágica, no es trágica, no es trágica. No hay sufrimiento aquí.
Nota de la traductora:
Voy a dar una explicación extra sobre los nombres de nuestros protagonistas por si no se entendió bien, después de todo es poesía china:
Pei Tingsong (裴聽頌): Su nombre está inspirado en una poesía que evoca imágenes de estruendo y fuego, simbolizando energía, pasión y un carácter explosivo. El término “聽頌” (escuchar el canto) refuerza la idea de que, detrás de su actitud dominante y su personalidad vibrante, también hay una conexión con la apreciación de la música y el arte, algo crucial para su papel como rapero y compositor. En términos de personalidad, esto refleja su carácter intenso, rebelde y dinámico, que no pasa desapercibido y llena cualquier espacio con su presencia.
Fang Juexia (方覺夏): Su nombre proviene de un poema que habla de la transición sutil entre estaciones. Refleja introspección, paciencia y una conexión con los cambios graduales de la naturaleza. El verso transmite un sentido de profundidad emocional y la idea de que lo importante a menudo pasa desapercibido hasta que tomamos el tiempo para notarlo. Esto encaja con su personalidad resiliente, reservada y meticulosa, alguien que puede parecer tranquilo en la superficie pero que posee una profundidad emocional significativa.