Capítulo 55: Llorando en el salón

Lin Xuanzhi salió de su aturdimiento, y luego suprimió las tendencias malignas que surgían en su corazón. Miró cálidamente a Yan Tianhen que no podía controlar el terror que se filtraba por sus ojos, y luego dijo, —Si a A-Hen no le gusta este lugar, entonces no tienes que entrar. Puedes esperarme afuera. Dage te promete que volveré a salir en poco tiempo.

Yan Tianhen suprimió el miedo incontrolable de su corazón y rápidamente sacudió la cabeza, luego dijo: —No, quiero entrar con Dage. Y no es que no me guste este lugar, pero….pero no sé por qué, cuando hoy vi la puerta del Salón de Disciplina, de repente me sentí realmente aterrorizado y con pánico.

Lin Xuanzhi dio un gran suspiro en su corazón.

A pesar de que había hecho todo lo posible para reparar ese Espejo del Mundo Revertido, no podía borrar completamente el pasado.

El mayordomo Fang dio un respiro, y luego dijo, —¿Crees que el Salón de Disciplina es un lugar al que puedes entrar cuando quieras? Sólo la gente de la familia Lin puede entrar en el salón, tú no eres más que un forastero que fue recogido de las calles, ¡así que espera afuera!

Lin Xuanzhi miró fríamente al mayordomo Fang, luego sacó un pequeño martillo de aspecto delicado de su bolsa de almacenaje y se lo pasó a Yan Tianhen, y luego dijo: —A-Hen, este es el Martillo Quebrantatierras que papá dejó para mí. Hay una restricción en él, por lo que sólo puede liberar una onda expansiva equivalente a la fuerza de un cultivador del reino Duangu por un máximo de siete veces. Cuando te aburras, o encuentres a alguien desagradable, tírale el martillo a la cabeza, como Dage aplastó a ese portero imprudente y charlatán. Definitivamente no puedes tener un corazón blando.

Yan Tianhen tomó el pequeño martillo, parpadeó los ojos un par de veces, luego sonrió y dijo alegremente, —Bien, ¡ah Dage! El Administrador Zhang me cae muy mal. Es un perro que ladra como humano, pero al final… sigue siendo un perro.

Lin Xuanzhi levantó las cejas. No esperaba que el suave y adorable A-Hen de su familia fuera también un inteligente y elocuente erizo.

Pero, le gusta A-Hen tal y como es.

Lin Xuanzhi sintió que esos dos bastardos que le quitaron a A-Hen su capacidad de hablar en su vida pasada eran extremadamente odiosas.

Lin Xuanzhi sonrió tranquilamente, y luego dijo, —Entonces aplástalo hasta la muerte, si hay alguna consecuencia, Dage la soportará por ti.

Cuando el mayordomo Fang vio el Martillo Quebrantatierras, ya estaba tan aterrado que su cara se puso blanca y sus piernas no dejaron de temblar. Después de escuchar las palabras de Lin Xuanzhi, quiso poner los ojos en blanco y desmayarse en el acto; evidentemente, no esperaba que Lin Xuanzhi tuviera todavía este tipo de tesoro en sus manos.

Aunque es alguien que Madam Bai había traído a la familia Lin y Madam Bai definitivamente hará que Lin Xuanzhi se responsabilice si muere, pero ¿de qué sirve eso?

El fuerte siempre tendrá la razón. Los ojos de Mayordomo Fang brillaron inmediatamente, luego cerró la boca y fingió estar muerto.

Cuando Lin Xuanzhi vio esto, sus labios se curvaron en una fría sonrisa. Decidió no molestarse con esta persona por ahora.

Le dio a Yan Tianhen algunas advertencias y le prohibió seguirlo. Incluso convocó a los dos tigres blancos para que acompañaran a Yan Tianhen antes de que se arreglara la ropa y entrara en el Salón de Disciplina.

El salón principal del Salón de Disciplina estaba a 200 zhang de la entrada. No se podía ver la parte superior del salón si se miraba hacia arriba, así que obviamente había un arreglo en el lugar así como una formación que sometía el reino de uno para evitar que la gente se resistiera o escapara.

El Salón de Disciplina tenía una atmósfera fría y sombría. En sus dos lados había altos y gruesos pilares de advertencia grabados con dibujos dorados en la parte superior que explicaban las reglas de la familia Lin, así como registros de los castigos sufridos por los antiguos discípulos de la familia Lin que habían roto estas reglas como una forma de advertencia para el resto.

Había bastantes personas en el Salón de Disciplina; la mayoría de ellos eran guardias del salón, mientras que algunos de ellos sólo estaban allí para ver un espectáculo. También estaban presentes algunos de los ancianos de la familia.

Había algunas personas en el Salón de Disciplina que comenzaron a llorar cuando vieron a Lin Xuanzhi.

—Ese es el maldito asesino que mató a mi marido. Mi marido ha servido a la familia Lin como sirviente desde que era un niño, así que ha estado en la familia Lin durante muchos años. Nunca había tenido ningún percance durante su servidumbre, sin embargo este tipo realmente mató a mi marido así, wuwuwuwu….

—¡Papá, papá está muerto, Ah Mei y yo ya no podemos seguir viviendo!

—Mi pobre hijo ah, al principio pensé que era una gran oportunidad para que entraras en esta familia de cultivadores, pero no esperaba que fueras asesinado tan brutalmente aquí. Ni siquiera pudiste vivir más que tu vieja madre, ¡ah!