Este Caldero Taiyan es un tesoro mágico de primera categoría, único en Wuzhou. En un mundo donde, como mucho, se podían encontrar artefactos espirituales, el número de personas capaces de repararlo se podía contar con los dedos de las manos.

Y entre esos pocos, ¿quién podría resistir la tentación de apropiarse de una reliquia tan preciosa? Incluso aquellos incorruptibles ya eran figuras consagradas, cuyos nombres resonaban en todo el mundo.

En este mundo, reparar las herramientas hechas por otros es cien veces más difícil que hacer tus propias herramientas.

Especialmente un tesoro supremo como este: ningún maestro artesano se atrevería a intentarlo a la ligera.

Los verdaderos maestros valoraban muchísimo su reputación y rara vez se arriesgaban. Si fallaban, no solo su fama caería en picada, sino que también podían dañar gravemente su cultivo.

Ji Lanjun había buscado por todo Dongzhou un artesano para reparar el caldero, pero nadie estaba dispuesto a aceptar el trabajo.

¿Y Lin Xuanzhi… podría realmente repararlo en solo tres años?

Lin Zhantian miró a Lin Xuanzhi, intentando encontrar alguna señal de duda en su rostro etéreo y extraordinario.

Pero solo encontró una calma inquebrantable, la seguridad de quien conoce sus límites sin subestimarlos.

La garganta de Lin Zhantian se secó.

La verdad era que había venido a escondidas, sin que su madre, Ji Lanjun, lo supiera.

Originalmente, Ji Lanjun había planeado acompañarlo hasta el pequeño y aislado patio donde esperaban a Lin Xuanzhi para pedirle disculpas.

Sin embargo, en el camino, una criada personal de Lin Yuhan llegó apresurada: Yuhan, por accidente, había tocado el horno de alquimia de Ji Lanjun y casi estalló en llamas. Ahora estaba postrada en cama, incapaz de moverse.

Lin Zhantian se escuchó a sí mismo preguntar: —¿Tres años?

—Tres años— confirmó Lin Xuanzhi.

Lin Zhantian insistió: —¿Y si fallas?

Lin Xuanzhi respondió con tranquilidad: —Por eso te pregunto, ¿te atreves a apostar?

Lin Zhantian guardó silencio por un momento, luego miró a los profundos e insondables ojos de Lin Xuanzhi antes de decir, —¿Tienes que tomar esa gota de sangre del corazón ahora mismo?

Una brisa agitó los duraznos, depositando un pétalo sobre la cabeza de Yan Tianhen, quien, al sentirlo, saltó como si lo atacaran. La escena fue tan adorable que Lin Xuanzhi recogió la flor con una sonrisa casi imperceptible. —Dentro de un mes. Pasado ese plazo, ya no la necesitaré.

Los dientes de Lin Zhantian rechinaron. Recordó a su hermana tomándole la mano, sus ojos anhelando lo imposible: —Quiero tanto sentir el sol…

Si un hombre nació con un cuerpo Chiyang, definitivamente sería un genio cultivador que ha recibido el favor de los cielos. En una mujer, era una maldición cruel.

Si extraían esa gota de sangre del corazón, su hermana podría morir.

Pero, ¿realmente quería dejar a Lin Yuhan vivir una vida en las sombras, sin ver nunca la luz del día?

Su hermanita… ¡pronto cumpliría dieciocho años!

Sin embargo, si Lin Xuanzhi fallaba, perder esa gota de sangre de su corazón, reduciría su vida a la mitad.

—Puedes tomarte tu tiempo para considerarlo, no tengo prisa— dijo Lin Xuanzhi con indiferencia.

Lin Zhantian inhaló hondo, y mirando a Lin Xuanzhi con solemnidad, dijo: —Bien, dame un poco de tiempo.

Lin Xuanzhi asintió y dijo, —Si no hay más asuntos, terminemos aquí por hoy.

Lin Zhantian se inclinó profundamente y preguntó: —¿No te vengarás de mí?

Esto era diferente a como actuaría el Lin Xuanzhi que había mostrado su dominio y crueldad hoy.

Lin Zhantian había pensado que Lin Xuanzhi le haría pagar al menos un pequeño precio.

—Si hubiera sido otra persona, podría haber hecho que se arrepintiera— dijo Lin Xuanzhi con mirada serena —Pero, puedo entender por qué hiciste lo que hiciste. Después de todo, ambos tenemos a alguien a quien queremos proteger.

El impacto de esas palabras hizo que Lin Zhantian mirara a Yan Tianhen, a quien siempre había ignorado. Flaco, enfermizo, con cicatrices aterradoras y una pierna lisiada… Todos, incluido él, habían asumido que Lin Xuanzhi lo veía como una vergüenza.

Sin embargo… Lin Zhantian se dio cuenta de que nunca había entendido al verdadero Lin Xuanzhi.

Lin Zhantian miró más de cerca la cara de Yan TIanhen. De repente pensó que las grietas negras y rojas de la cara de Yan Tianhen no parecían naturales, sino que más bien eran el resultado de un veneno que se arrastraba por toda su cara, o una formación que estaba enterrada en lo profundo de su cuerpo.

—Entonces, ¿por qué quieres una gota de sangre del corazón de Yuhan?— Lin Zhantian no pudo evitar preguntar.

Lin Xuanzhi sonrió ligeramente, y luego dijo como si estuviera tratando de guardar un secreto —Ya te lo dije: es para alguien que quiero proteger.

¡Así que ese fue realmente el caso!

Lin Zhantian estaba secretamente sorprendido mientras suspiraba. No esperaba que Lin Xuanzhi hiciera todo esto por el bien de su hermano menor, alguien con quien ni siquiera estaba relacionado.

Sin embargo, esto hizo que Lin Zhantian admirara y simpatizara aún más con Lin Xuanzhi.

—Lo consideraré seriamente— prometió, haciendo un respetuoso saludo con las manos —En tres días tendrás mi respuesta. ¡Me despido!

Mientras veía alejarse la figura de Lin Zhantian, Yan Tianhen refunfuñó, visiblemente molesto: —¿Lo dejas ir así como así? Dage, casi te mata. Si no hubieras despertado por casualidad tu fuego del alma artesano, ¡Madam Bai definitivamente no habría dejado ir a Dage fácilmente sin la evidencia que probaba que fuiste acosado por ese malvado sirviente primero!

Yan Tianhen es un chico muy perspicaz, no sentía ni un ápice de simpatía por Lin Zhantian.

Lin Xuanzhi, al ver su expresión llena de enfado, no pudo evitar sentir ganas de acercarse y darle un beso.

Sin embargo, Lin Xuanzhi solo lo pensó, y no lo llevó a la práctica.

—A-Hen, la familia Lin puede necesitarme, pero yo también necesito a la familia Lin— Lin Xuanzhi suspiró: —En este mundo, no hay ninguna persona fuerte que se mantenga a sí misma y luche sola. La familia Lin tiene miles, o incluso diez mil personas. Habrá muchas veces en las que no seremos capaces de manejar todo por nosotros mismos, y aunque las relaciones de sangre no son exactamente fiables a veces, siguen siendo más fiables que las personas con las que no estás emparentado. La familia Lin será nuestro apoyo en el futuro, y si logro obtener una posición estable en la familia Lin, no seremos intimidados por otros, incluso si me convierto en un inútil de nuevo en el futuro. Con el tiempo, seguiríamos necesitando verdaderos amigos en los que podamos confiar.

Los ojos de Yan Tianhen brillaron, luego bajó su cabeza para reflexionar un poco antes de levantar la cabeza para mirar a Lin Xuanzhi y dijo: —¿Entonces Lin Zhantian es el compañero que has elegido? Pero es un hecho que te traicionó.

—Lo sé— respondió Lin Xuanzhi con calma —Pero tenía una razón para hacerlo. Él ve a su hermana como su persona más preciada, y Madam Bai tiene varias plantas espirituales que necesitan para refinar las píldoras medicinales de su hermana. Madam Bai amenazó con cortarles el suministro de estas plantas espirituales si no le entregaban el Espejo Grabador, así que si él no hubiera hecho lo que ella deseaba, su hermana probablemente no estaría en este mundo ahora. Así que pensé, si yo estuviera en su posición hoy y alguien amenazara con quitarle la vida a A-Hen, habría tomado la misma decisión que Lin Zhantian.

Cuando Yan Tianhen escuchó esto, estaba tan encantado que hasta sus cejas se arquearon de felicidad. Sonrió mientras decía —¿Así que Dage intenta decir que soy tan importante para ti como la hermana de Lin Zhantian lo es para él?

—Por supuesto, A-Hen es mi tesoro más preciado. Puedo prescindir de muchas cosas en este mundo, pero no puedo prescindir de A-Hen— declaró Lin Xuanzhi con dulzura, como si fuera lo más natural del mundo.

Yan Tianhen sonrió un poco tontamente.

Lin Xuanzhi le dio un suave toque en la punta de la nariz y añadió: —Además, aunque Lin Zhantian tuvo motivos para actuar como lo hizo, cuando vino a disculparse, no intentó justificarse ni defenderse. Eso demuestra que realmente se arrepiente de lo que hizo.

Yan Tianhen asintió de repente, comprendiendo: —Lo que dijo Dage es correcto. Si Dage no hubiera mencionado a su hermana, yo no habría sabido de su situación.

En realidad, Lin Xuanzhi tenía otras razones para dejar salir a Lin Zhantian que no divulgó a Yan Tianhen.

Por ejemplo, no perseguir a Lin Zhantian por su error no era solo porque Lin Xuanzhi fuera magnánimo, sino también porque necesitaba ganarse la gratitud y lealtad de Lin Zhantian.

Si quería controlar a toda la familia Lin, necesitaba tener a su lado a gente en la que pudiera confiar. Lin Zhantian era capaz e inteligente, y junto con un corazón leal que era difícil de conseguir, era el mejor candidato de Lin Xuanzhi.

Además, la madre de Lin Zhantian, Ji Lanjun, es una alquimista extremadamente asombrosa…

Es difícil que un solo árbol crezca en un bosque. En su vida pasada, Lin Xuanzhi fue hábil en explotar las fortalezas de la gente a su alrededor para lograr sus objetivos.

En esta vida, llevaría esa habilidad al límite.

Después de dejar a un lado sus pensamientos, Lin Xuanzhi le dijo a Yan Tianhen, —A-Hen, me iré por unos días a buscar algunos materiales, ¿quieres ir conmigo?

—¡Por supuesto! ¡Sería genial si pudiera salir con Dage!— los ojos de Yan Tianhen brillaron: —Pero, ¿qué tipo de materiales especiales quiere Dage encontrar esta vez? ¿No los tiene la familia Lin?

Lin Xuanzhi respondió: —Quiero hacer un recipiente que pueda contener esa gota de sangre Chiyang. Un componente esencial es el Espíritu de Hielo del Gusano Milenario. En todo Dongzhou, probablemente solo la Secta Xuantian lo posee.

Además, este material se ve raramente y es extremadamente difícil de obtener.

Lógicamente, la Sangre Chiyang tiene la capacidad de quemar todo, por lo que los contenedores ordinarios definitivamente no podrán contenerla. Sólo un recipiente con cualidades especiales y materiales especiales sería capaz de contenerla.

El Espíritu de Hielo del Gusano Milenario solo se encontraba en las gélidas tierras del Norte, y solo los clanes ancestrales de esa región sabían cómo cultivarlo y preservarlo. Por coincidencia, Lin Xuanzhi tenía un antiguo compañero de secta, originario de uno de esos clanes, que poseía un fragmento.

Ahora, su misión era conseguir ese preciado Espíritu de Hielo.

De lo contrario, incluso si obtenía la gota de Sangre Chiyang de Lin Yuhan, todo sería en vano.

Yan Tianhen estaba un poco desconcertado y dijo: —¿Pero por qué Dage está tan seguro de que Lin Zhantian aceptará darle la sangre del corazón de su hermana?

Lin Xuanzhi lo miró y sonrió: —Porque su hermana definitivamente elegirá hacerlo. Para alguien que nunca ha visto el sol y tiene que permanecer en cama con un cuerpo enfermizo todo el año, incluso si sólo tuviera un pequeño rayo de esperanza, se atrevería a arriesgar su vida por ello.

—Dage tiene razón— Yan Tianhen asintió. Su corazón se llenó de inquietud cuando dijo, —Lin Yuhan es demasiado lamentable. Si fuera yo, habría sentido que la vida no valía la pena hace mucho tiempo y habría muerto de todas mis frustraciones reprimidas.

Lin Xuanzhi observó el rostro de Yan Tianhen, marcado por sellos mágicos, y pensó: «Si no fuera por el poderoso que suprimió tu cuerpo Mingyin, Yan Tianhen, probablemente no podrías vivir como una persona normal. Quizás… tu situación sería incluso peor que la de Lin Yuhan.»

Cada vez que lo recordaba, Lin Xuanzhi sentía una profunda gratitud hacia ese misterioso benefactor. Esperaba que, algún día, pudiera encontrarlo y corresponder a su bondad.

Lin Xuanzhi sonrió mientras frotaba la cabeza de Yan Tianhen y dijo: —Entonces, una vez que tengamos una respuesta clara de Lin Zhantian, partiremos de inmediato.

Yan Tianhen asintió con entusiasmo y dijo: —¡Genial!

Yan Tianhen estaba feliz de poder quedarse en su antigua casa de nuevo, pero también se sentía un poco molesto. Con tantas habitaciones disponibles, los cachorros de tigre tenían su propio rincón y ya no orinaban en su cama.

Lo que significaba que ya no tenía excusas para dormir con Lin Xuanzhi.

Aquella noche, de pie frente a su cama perfectamente tendida, Yan Tianhen se debatía entre la duda y la frustración.

«¿Voy o no voy?»

«Si voy, ¿pensará Dage que soy raro?»

Justo cuando finalmente decidió acostarse, llamaron a la puerta. Lin Xuanzhi entró, ya cambiado, vistiendo una túnica blanca de dormir, su cabello negro suelto y cayendo libremente sobre sus hombros. Claramente, también estaba listo para descansar.

Traducido por Ji Shenn

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