—Estás mintiendo —dijo Bei Cangmo frunciendo el ceño, sin dejar lugar a dudas —Las heridas en tu cuerpo no fueron causadas por bestias demoníacas. Ese día, sólo una decena de personas entró a la pequeña Cueva Celestial, y tú saliste de allí llevado por algunos miembros del Pico Chenjian…

—Shixiong, saber esto no te beneficiará en nada— Lin Xuanzhi interrumpió, con el ceño ligeramente contraído. —Sería mejor que…

—¿Fue shifu o fue Da shixiong?— preguntó Bei Cangmo.

Lin Xuanzhi se quedó en silencio.

—Así que sí— Bei Cangmo asintió, amargo.

Yan Tianhen también se sorprendió. Recordó las palabras de Lin Zhan: “Xuanzhi siempre respetó profundamente a su maestro.”

Bei Cangmo entrecerró los ojos: —Solo ellos podrían explicar por qué, incluso después de ser expulsado de la secta, guardaste silencio. No importa cuánto investigué, nadie estaba dispuesto a mencionar una palabra.

Lin Xuanzhi no pudo evitar una sonrisa amarga: —Shixiong, ¿no sería mejor ser un tonto feliz?

—Los tontos son los primeros en morir sin saber por qué— Bei Cangmo apretó los puños. —¿Qué ganaban con esto? Tras tu partida, el Pico Duanjian decayó. ¿Qué beneficio obtuvieron?

Lin Xuanzhi negó lentamente con la cabeza: —No todos piensan como tú, shixiong. La selección interna de la Secta Tianji de Zhongzhou ocurre solo cada diez años. Entre las cinco grandes sectas: Xuantian de Dongzhou, Yutian de Xizhou, Tianfa de Nanzhou y Tianhuo de Beizhou; solo se eligen veinte discípulos. Cinco por secta… solo cinco— Su voz se quebró ligeramente al final.

Al llegar a este punto, Bei Cangmo por fin entendió la raíz del asunto.

Con tono frío, dijo: —Aun así, aunque tú ya no estuvieras, ese puesto no debería haber recaído en da shixiong. ¿Cuál de las Cuatro Espadas de Xuantian no es más fuerte que él? Además están los discípulos de la Cumbre de la Píldora y la Cumbre del Artefacto. A menos que haya eliminado a todos los más poderosos que él, ese lugar no debería haber sido suyo.

—Shixiong, estás bromeando.Con eliminarme a mí fue suficiente— respondió Lin Xuanzhi —¿Y si la Secta Tianji hubiera cambiado sus reglas, permitiendo que, además del Torneo Interno, cada cumbre pudiera enviar directamente a su joven maestro como representante?

Bei Cangmo se quedó helado: —Si tú no estabas, el puesto de joven maestro del Pico Duanjian habría sido suyo sin lugar a dudas.

En cuanto a antigüedad, Du Qiying superaba con creces a los demás. En cuanto a nivel de cultivo, aunque no podía compararse con las Cuatro Espadas de Xuantian, seguía siendo considerado un genio. Además, Du Qiying tenía buenas relaciones sociales y contaba con muchos partidarios. Con Lin Xuanzhi fuera del camino, una figura demasiado sobresaliente, el título de joven maestro del pico estaba destinado a caer en manos de Du Qiying.

Bei Cangmo frunció aún más el ceño y dijo con voz fría: —Qué plan tan despiadado.

—Parece que shixiong sí me cree— dijo Lin Xuanzhi.

Cang Mo dijo: —Yo alguna vez pensé en devolverte la Espada Zhige, pero da shixiong, al recibirla, solo dijo que ya la había entregado a la secta. Sin embargo, una vez que pasé por su habitación, lo vi claramente sosteniéndola en las manos, con los ojos llenos de codicia. En ese momento supe que su corazón estaba lleno de avaricia.

Lin Xuanzhi asintió lentamente: —Basta con que el Tercer-shixiong esté al tanto. Tú debes seguir cultivando en el Pico Duanjian; es mejor no revelar tus sospechas— bajó la voz —Ya que shixiong no desea estar envuelto en las luchas internas de la secta, así que… con mantenerse al margen, es suficiente. Las cuentas entre ellos y yo… cuando llegue el momento, ya me encargaré de cobrarlas.

Bei Cangmo asintió con la cabeza y dijo: —Escuché que ayer vendiste un artefacto mágico de grado superior…

Lin Xuanzhi respondió con una sonrisa amarga: —Esa noticia… se ha propagado demasiado rápido.

—Xuan Cheng no es tan grande, así que claro que las noticias vuelan— Bei Cangmo le echó un vistazo de reojo y añadió: —Te ves con mejor semblante que antes. ¿En la familia Lin te ha ido bien?

Lin Xuanzhi echó una mirada a Yan Tianhen y dijo: —Con A-Hen a mi lado, naturalmente me va bien.

Bei Cangmo dirigió su atención a Yan Tianhen.

Yan Tianhen infló el pecho con orgullo.

Bei Cangmo observó con detenimiento las horribles cicatrices en el rostro de Yan Tianhen y preguntó: —¿Eso es… veneno de escarcha?

—Algo parecido— Lin Xuanzhi asintió. —Shixiong es perspicaz.

Bei Cangmo estudió más detenidamente: —No es exactamente igual. En Beizhou es común ver casos de envenenamiento por frío, pero nunca he visto uno tan grave como este. Una marca tan profunda… Parece un caso de muchos años, con el veneno ya muy arraigado.

Yan Tianhen se tocó la cara y confirmó: —Desde que tengo memoria, mi rostro ha sido así.

Bei Cangmo mostró una expresión de leve compasión.

Yan Tianhen era especialmente sensible a la compasión ajena. Aunque mucha gente prefería mantenerse alejada de él, siempre había algunos de buen corazón que lo veían como un ser digno de lástima.

Yan Tianhen se tocó la cara y sonrió: —Tercer-shixiong, no hay necesidad de preocuparse. Para mí, la apariencia es solo lo superficial. Lo que realmente importa es lo que hay dentro. Algunas personas parecen brillantes por fuera, pero sus corazones están podridos… ellos son los verdaderos desdichados.

Bei Cangmo, impresionado, inclinó levemente la cabeza: —He sido grosero. Xuanzhi, tu hermano menor… no es ordinario.

Lin Xuanzhi miró a Yan Tianhen, que adoptaba una pose de sabio, y asintió: —Cierto. Las ideas de A-Heng siempre han sido… únicas.

Bei Cangmo también lo sentía así. Alguien como Yan Tianhen que fue capaz de ver a través de la verdadera naturaleza de los demás a una edad tan temprana… sin duda lograría grandes cosas en el futuro.

Bei Cangmo miró entonces a Lin Xuanzhi y dijo: —Vine para ver cómo estás y si necesitas ayuda. Si es así, no dudes en pedírmela.

Lin Xuanzhi respondió: —Lo que necesito ahora… está fuera del alcance incluso de tercer-shixiong.

Bei Cangmo, —……

Lin Xuanzhi añadió con una sonrisa: —Sin embargo, cuando regrese a la Secta Xuantian, habrá muchas ocasiones en que necesite el apoyo de Bei-shixiong.

Bei Cangmo se sorprendió momentáneamente, y una chispa de alegría brilló en sus ojos: —¿Planeas regresar a la secta?

—Es mi intención. Solo que no sé si ciertas personas en Xuantian volverán a causar problemas— Lin Xuanzhi esbozó una sonrisa. —Quizás ni siquiera pueda encontrar un maestro que me acepte.

Al ver que el rostro de Lin Xuanzhi no mostraba rastro de melancolía, Bei Cangmo dijo con satisfacción: —No te preocupes. Si realmente nadie está dispuesto a aceptarte, yo me sacrificaré y te tomaré como discípulo.

Lin Xuanzhi tampoco pudo evitar reírse: —En ese caso, dependeré de shixiong.

Bei Cangmo lo miró con expresión profunda: —El camino del refinamiento de artefactos es largo y peligroso. Ahora que careces de capacidad para protegerte, es mejor que no demasiada gente lo descubra.

En el mar de conciencia de Lin Xuanzhi, la Perla del Alma exclamó con tono conmovido: —Muchacho, parece que tu relación con los demás no es tan mala como pensaba. Al menos hay uno o dos que se preocupan sinceramente por ti. Este de aquí no está mal.

Que Lin Xuanzhi practicara el refinamiento sin ser descubierto por otros cultivadores no se debía a que tuviera algún método para ocultarlo, sino precisamente porque la Perla del Alma lo ayudaba a contener las llamas espirituales de refinamiento en su interior.

Por ello, para los demás cultivadores, Lin Xuanzhi parecía un simple mortal.

Claro que ocasionalmente necesitaba que algunas personas selectas supieran su verdadera situación, por lo que permitía que la perla liberara un poco de su aura de fuego espiritual.

Como en este caso: Bei Cangmo, al ver a Lin Xuanzhi, había percibido de inmediato esa energía única en él.

Lin Xuanzhi asintió en acuerdo: —Solo se lo he dicho a shixiong para que pueda estar tranquilo.

En cuanto a los demás… por ahora no tenían ese derecho.

Bei Cangmo, tras recibir el mensaje de la secta, no se demoró más. Echó un vistazo a los restos en el suelo y dijo: —Estos días hay muchas tareas urgentes en la secta. No puedo protegerte personalmente. Ten cuidado. Cuando planees irte, avísame con anticipación y te acompañaré fuera de Xuan Cheng.

Lin Xuanzhi asintió con gratitud: —Gracias, Bei-shixiong.

Bei Cangmo hizo un gesto con la mano: —Eres mi Shidi, no necesitas ser tan cortés.

Cuando terminó de hablar, Bei Cangmo saltó por la ventana y desapareció de la vista en un abrir y cerrar de ojos.

Yan Tianhen, mirando fijamente la ventana, comentó: —Dage, ese shixiong tuyo debió ser un niño muy desobediente cuando vivía en casa.

Lin Xuanzhi, curioso, preguntó: —¿Por qué dices eso?

Yan Tianhen respondió: —Salta por las ventanas con tanta fluidez y habilidad que seguro sus familiares no lo dejaban salir a jugar y lo encerraban en casa, así que tuvo que perfeccionar sus habilidades para saltar por la ventana y salir corriendo a divertirse.

Lin Xuanzhi, —….

Lin Xuanzhi miró a Yan Tianhen y preguntó: —¿Cómo lo sabes tan bien?

Yan Tianhen suspiró profundamente: —¡Por experiencia propia!

Lin Xuanzhi, sonriendo, le dio una palmada en la cabeza: —¿Alguna vez te atraparon?

Yan Tianhen dijo con orgullo: —¡Ni una sola vez!

Lin Xuanzhi respondió: —Eso es porque papá hacía la vista gorda y no quería regañarte.

Con el nivel de cultivación de Lin Zhan, sin duda percibía inmediatamente cuando Yan Tianhen salía por la ventana.

Yan Tianhen se sorprendió: —¡Pensé que papá no lo sabía!

Lin Xuanzhi dijo: —¿Cómo podría no saberlo? Después de todo, su nivel de cultivación está ahí.

Lin Xuanzhi dejó escapar un suspiro casi imperceptible, pensando: «No sé si tanto consentimiento de su parte hacia A-Heng es bueno o malo para él.»

Sin embargo, una vez que llegaran a la Secta Xuantian, los “días felices” de Yan Tianhen llegarían a su fin.

El incidente del intento de envenenamiento en la tienda, donde Yan Tianhen casi murió, enfureció a Duan Yuyang. Al regresar y enterarse, no lo toleró.

Inmediatamente tomó a Yan Tianhen y bajó las escaleras para enfrentar al dueño de la posada, gritando con enojo: —¡La razón por la que este joven maestro eligió su establecimiento fue por su reputación de seguridad! Ahora que ha ocurrido este incidente de envenenamiento a plena luz del día, ¡deben darnos una explicación!

El dueño de la posada, de carácter irascible, observó con desdén a Duan Yuyang: desde su vestimenta hasta sus accesorios, todo exudaba el estilo ostentoso de un nuevo rico, y además, jamás había visto a semejante personaje en Xuan Cheng.

—Llevo años dirigiendo esta Posada Junlin en Xuan Cheng. Si les pasó esto, es simple mala suerte. Seguro se ganaron el odio de alguien— dijo el posadero con arrogancia.

A Duan Yuyang le temblaba la boca de rabia. Tenía un rasgo particular: valoraba su vida, le aterraba morir. De no ser porque el contrato de la suite Tian de la Posada Junlin especificaba claramente “garantizar la seguridad personal de los huéspedes dentro de la habitación”, ¡jamás habría pagado tanto por alojarse ahí!

—¡No me vengas con tonterías! ¡O me devuelven el dinero, o atrapan al asesino y a quien lo envió! ¡Si no, esto no terminará bien!— gritó Duan Yuyang.

El posadero soltó una risa fría. —¿Que no terminará bien? ¿Acaso no sabes de qué familia es la Posada Junlin? ¡Jamás había visto a alguien tan ignorante!

—¡Pues la verdad es que nunca lo había oído!— Duan Yuyang entrecerró los ojos con peligrosa calma. —Pero ahora me muero por saber… ¿Qué familia es tan imbécil como para criar perros que muerden a lo loco, sin importarles morir?

—Pequeño bastardo, ¿realmente te atreves a humillarme? ¡Hoy, yo, Yuan Dacheng, te dejaré probar mi fuerza!

El dueño de la posada mostró su lado feroz. Alzó la mano y lanzó un golpe brutal hacia Duan Yuyang, quien, sobresaltado, sacó rápidamente un talismán y lo arrojó contra el puño del posadero.

“¡Boom!”

Una explosión resonó, dejando la mano de Yuan Dacheng sangrando.

—¡Aaaagh! ¡Cabrón!— gritó Yuan Dacheng, furioso. Desenfundó el sable que llevaba en la cintura y rugió a los matones de la posada: —¡Agárrenlo!

Varios hombres se abalanzaron de inmediato hacia Duan Yuyang, intentando capturarlo.

Mientras tanto, Yan Tianhen ya corría escaleras arriba, gritando a todo pulmón: —¡Dage, quieren matarnos! ¡Quieren matarnos!

Dos de los matones, al verlo, corrieron tras él.

En la habitación, Lin Xuanzhi meditaba en silencio, completamente ajeno a que Yan Tianhen y Duan Yuyang habían ido a provocar al posadero. Pero cuando Yan Tianhen fue lanzado violentamente contra la puerta de su cuarto, estrellándose contra el suelo. ¡Lin Xuanzhi estalló en furia!

Traducido por Ji Shenn

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