Capítulo 96- Logan. Parte 3

Hic.

Seong-jin hipó con los ojos bien abiertos. Estaba sorprendido tanto que se olvidó por completo de saludar.

El Santo Emperador caminó lentamente junto a la cama, se puso de pie y miró en silencio a Seong-jin por un momento. La temperatura a su alrededor parecía estar bajando significativamente y Seong-jin inconscientemente sintió un escalofrío.

El Santo Emperador permaneció en silencio durante mucho tiempo y luego abrió la boca en voz baja. La tranquilidad de su voz, asustó más a Seong-jin.

—Después de hacer estallar una espada de madera ¿ahora estás planeando hacer explotar tu cuerpo?

Ah, parece que el Santo Emperador, ya sabía cuan imprudentemente fue Seong-jin al manipular su aura.

Si lo pensaba bien, el resultado fue obvio. Si hubiera ido un poco más lejos, todos los músculos de su cuerpo habrían explotado como la espada de madera.

—Eso…

“Mi aura no llegó a su núcleo, por lo que no había otra forma de matarlo”

Había muchas excusas que quería decir, pero mientras miraba esos ojos fríos como espadas, sólo una palabra salió de su boca.

—…Lo siento.

Él realmente lo lamentó, de manera sincera.

No ha pasado mucho tiempo desde que llegó al Palacio Imperial tomando el cuerpo de Morres, pero en ese corto periodo de tiempo, le había causado muchos problemas al Santo Emperador. Había sido herido gravemente varias veces e incluso murió una vez.

Reflexionó profundamente e inclinó la cabeza. Hacer que un padre se preocupara tanto por su hijo y temer por su vida en un corto periodo de tiempo, era algo que solo el bastardo de Morres podía hacer.

Mientras inclinaba la cabeza en sincera reflexión, la fría atmósfera del Emperador comenzó a suavizarse un poco.

—¿Lo entiendes? La práctica no es una barrera que limite al aura.

Seong-jin sintió una punzada por dentro.

El Santo Emperador, se había dado cuenta que había abandonado el método del entrenamiento a causa de la frustración cuando sus ataques no fueron efectivos. Claramente, en ese momento, Seong-jin pensó que se estaba creando limitaciones al seguir los ejercicios.

Sin embargo, en realidad, Seong-jin simplemente recogió a la fuerza el aura que aún no era suficiente para ser liberada al aire exterior y la liberó bruscamente a través de sus brazos.

Si piensan en lo que hizo, no fue diferente de usar su cuerpo como otra espada de madera. Estaba balanceando su aura de una manera inestable y devorando su propia carne.

Si practicaba de acuerdo con el método y acumulaba las capas de aura, algún día podría enviar claramente energía externa desde la espada. De una forma un poco más potente pero más segura.

—Manejar el aura es como blandir una espada de doble filo. No debemos olvidar que la práctica es la medida mínima de seguridad para el manejo de la espada.

—Sí, lo tendré en cuenta.

—Bien. —El Santo Emperador asintió. 

A través de su experiencia pasada, Seong-jin se dio cuenta de que su tiempo de regaño había terminado, por lo que levantó la cabeza para preguntarle lo que tenía curiosidad desde antes.

—Padre, tengo una pregunta.

—…

—Anoche me desperté y medité un poco, pero el aura aumentó repentinamente y de manera significativa. 

—…

—No hace mucho, estaba cerca de llegar al sexto nivel, aumentó rápidamente y ahora estoy más cerca de llegar al séptimo nivel. Siento que ahora puedo proyectar mi aura hacia afuera ¿sabe algo al respecto?

Seong-jin estaba tan ocupado hablando que no se dio cuenta de que los ojos del Santo Emperador, que habían estado tan tranquilos se volvieron fríos de inmediato.

—¿Podría ser este un cambio que ocurrió mientras recibía tratamiento de Padre? ¿O tiene alguna relación con que mi aura se agotara mientras luchaba contra esa monstruo araña? Si continúo recibiendo un tratamiento como este con frecuencia o agoto mi aura, puede que mejore rápidamente…

En ese momento, las cejas del Santo Emperador se crisparon y como una chispa algo golpeó con certeza la frente de Seong-jin.

—¡Ay!

Seong-jin rodó sobre la cama, sujetándose la frente. Fue tan doloroso que tenía lágrimas en los ojos sin siquiera darse cuenta. El Santo Emperador miró fijamente esa figura por un momento, luego chasqueó la lengua y se dio la vuelta.

—¿Qué has aprendido de esto? Eres igual a alguien que conozco. Nunca aprendes.

“¿No está siendo un poco duro conmigo? ¡Lo escuche todo! ¡Dama Katrina dijo que me parecía mucho a Padre cuando era joven!”

El Santo Emperador que estaba saliendo de la habitación, se detuvo por un momento para hablar.

—…En la siguiente audiencia, trae al cascanueces contigo. Echaré un vistazo a tu esgrima.

—¿Qué? —preguntó Seong-jin.

El Santo Emperador salió de la habitación sin darse la vuelta.

*** ** ***

—¿Cómo pasó esto? Sólo iba a plantar huevos ¿qué diablos hicieron ustedes allí? —Una voz aguda resonó por la cabina. 

Era un lugar de encuentro concertado en secreto en la capital.

Dos sacerdotes del culto oscuro y de aspecto andrajoso inclinaron la cabeza frente a un hombre de largo cabello plateado que llevaba una media máscara.

La ropa del sacerdote, que originalmente habría sido de un blanco brillante, ahora es un desastre de hollín y suciedad. Sólo el pequeño emblema grabado en el pecho del uniforme del sacerdote revelaba que se trataba de sacerdotes pertenecientes al Tribunal de Herejía.

Mientras el anciano sacerdote derramaba lágrimas con el rostro devastado, Clemens, que estaba postrado junto a él, rápidamente abrió la boca.

—Fue realmente inesperado. Simplemente sembramos fielmente para la tarea ¡es la verdad!

—¿Y por qué se abrió la Puerta en el Tribunal de Herejía?

—No sé las circunstancias exactas, pero creo que probablemente lo hicieron hermanos de una secta olvidada. Debe haber tocado el legado restante de Descanso.

—… ¿Un sobreviviente de Descanso? ¿Por qué haría algo como eso?

—¡Nosotros tampoco lo sabemos!

—¡No es momento para las excusas!

El Príncipe Leonard, que estaba bebiendo alcohol de una pequeña botella junto a él, negó con la cabeza. 

Era la primera vez que veía a Romain tan enojado e incapaz de mantener la compostura. Definitivamente vale la pena.

Sólo han pasado unos días desde que la mayoría de las semillas fueron arrasadas debido a una repentina medida de emergencia temporal.

Para empeorar las cosas, ayer por la mañana, incluso las semillas que habían germinado fueron destruidas por una gran cantidad de monstruos que repentinamente volaron desde el Palacio Imperial.

Todo el arduo trabajo hasta ahora fue en vano.

Se necesitaron decenas de macetas para plantar las semillas, una por una, antes de que brotaran, pero ya que todos han desaparecido, ¿cuándo se reanudará el trabajo?

—Ya habíamos estado instando al hermano de Descanso a unirse a nosotros en la tarea. Originalmente, le pedí que abrieran juntos la herencia el día de la Gran Cosecha… —Clemens continuó hablando con una expresión de vergüenza en su rostro—. Por alguna razón, Hayes, de repente actuó por su cuenta. Esto sucedió sin previo aviso ¡es la verdad!

—En ese caso ¿Por qué lo hizo de repente?

—Por lo que escuché, justo antes de abrir la puerta, tuvo una breve charla con un invitado en el Tribunal de Herejía. Si hay una causa, creo que podría ser el cliente…

—¿Quién era ese invitado? —La voz de Romaine bajó.

—Fue el tercer príncipe, el príncipe Morres.

—Príncipe Morres… —Miró al vacío y se tomó un momento para recuperar el aliento.

“Ahora que lo pienso, ¿no se mencionó su nombre en relación con lo ocurrido en las afueras de la capital no hace mucho? ¿Qué diablos tiene que ver con él para que los restos de Descanso actuarán, si estaban tan quietos como si estuvieran muertos? Escuché que lo echaron del Laberinto de la Rosa Azul porque era un absoluto bastardo, pero en realidad ¿no es tan bastardo como dicen los rumores? ¿Por qué esta persona, que hasta ahora estuvo en silencio, de repente ha salido a la luz para mostrar su presencia?”

—…Un nuevo movimiento del Santo Emperador. —Romaine apretó los dientes mientras repetía en voz baja. —El Guardián de Delcross. Me preguntaba cuál era su plan, pero resulta que es muy hábil manipular a los demás sin mover sus manos.

Detrás de la media máscara, unos ojos castaños claros brillan con fiereza. Clemens, que se encontró con esos ojos, se sobresaltó y volvió a inclinar la cabeza.

—…cierto, así es como mantiene el equilibrio. Espero con ansias ver cuánto durará ese precario equilibrio.

Al contrario de lo que dijo, no era en absoluto la cara que esperaba.

Romain miró fijamente en dirección al Palacio Imperial con sus agudos e inquebrantables.

*** ** ***

Los asuntos estatales de la mañana estuvieron agitados debido a la monstruosa conmoción de ayer. El Tribunal de Herejía quedó casi destruido y se perdieron muchas vidas, incluidos varios prisioneros.

Los Caballeros de Santa Marcias perdieron a su líder, Sir Durand, y su vice capitán, Sir Paris, actuaba como líder temporal.

Se supo que los restos de la Iglesia Oscura permanecían dentro del Tribunal de Herejía, y varios clérigos, incluido su líder, el cardenal Benitus, quedaron atrapados en la acusación. Fue literalmente una reunión política tormentosa.

Tan pronto como se resolvió el asunto, el Santo Emperador que se saltó el almuerzo para ir al Palacio de la Perla, se enfrentó a otro momento difícil.

Los gemelos que habían colocado el tablero de ajedrez en la sala del trono esperaban su entrada con ojos brillantes.

Al Santo Emperador no le gustaba mucho el ajedrez.

—Apresurar a la reina de esta manera… —El Emperador suspiro.

De repente, una reina negra entró corriendo a su campamento y apuntó al rey.

—Jaque.

Herna siempre va un paso por delante. Incluso él no pudo evitar morderse la lengua ante ese movimiento audaz.  No tuvo más remedio que mover al rey, luego fue rodeado por el siguiente caballero en movimiento.

—Jaque.

Gadeth siempre está dando un paso atrás. Una combinación de caballeros que se protegen unos a otros. A menudo resulta difícil mantener ese estrecho asedio.

El Santo Emperador no tuvo más remedio que dar un paso más hacia el campo enemigo. Logró escapar aquí y allá por un tiempo, pero al final, su rey que estaba en las filas enemigas fue condenado.

—He perdido.

Los gemelos sonrieron alegremente ante su tranquila declaración.

—Acabamos de terminar dos rondas, buena suerte papá.

—Prometiste guardarlo para la tarde, papá, Su Majestad.

El jefe de los mayordomos, sonrió felizmente mientras volvía a llenar la taza de té fría que estaba a su lado. En su opinión, debió ser un momento sumamente cariñoso.

El Santo Emperador frunció el ceño. De hecho, se podría decir que esto fue un logro suyo. 

Fue él quien enseñó por primera vez a los gemelos a jugar al ajedrez.

Herna y Gadeth, que descubrieron la canalización a una edad extremadamente temprana, a menudo perdían la cabeza hasta el punto de no poder controlarse durante su infancia. En cierto modo, se trataba de un caso en el que se eliminaban limitaciones porque la persona tenía un órgano canalizador imperfecto.

El Santo Emperador les enseñó a los niños a jugar al ajedrez como una forma de vincularlos con la realidad, ya que a veces se olvidaban de comer o beber y miraban fijamente al vacío. Era un método que los hacía usar su poder mental sin parar y los obligaba a concentrarse en el tablero que existía en la realidad.

Afortunadamente, los niños inteligentes pronto se obsesionaron con el juego y gradualmente comenzaron a aprender a controlar su canalización viviendo en la realidad.

Fue un éxito hasta ese momento.

Sin embargo, incluso con el éxito del juego en ese momento nunca soñó que estos niños se convertirían en monstruos del ajedrez.

En ese caso ¿por qué no buscar otro oponente o hacer que los gemelos jueguen ajedrez juntos? Lewis, el jefe de los mayordomos, que en realidad no entendía por qué los dos estaban tan obsesionados con jugar al ajedrez con el Santo Emperador sugirió un día.

Sin embargo, así como no pudieron controlar su canalización indiscriminada, tampoco pudieron controlar adecuadamente su capacidad para leer los fuertes pensamientos de las personas que los rodeaban.

En otras palabras, si alguien juega al ajedrez con una intensa concentración frente a ellos dos, inconscientemente leerá los movimientos de la otra persona, aunque no quieran conocerlos.

Además, no había manera de que dos personas tan cercanas no pudieran leer los pensamientos del otro. Jugar al ajedrez con dos personas no es diferente a jugar solo en un tablero de ajedrez.

El Santo Emperador, era el único humano cuyos pensamientos, los gemelos no podían leer, seguía siendo el único humano que realmente podía disfrutar el juego con ellos. Y a pesar de su aversión por el ajedrez, el Santo Emperador era bastante bueno.

Por supuesto, estas dos personas se están volviendo cada vez más expertas en controlar sus habilidades. Quizás algún día los dos jueguen ajedrez sin problemas o al menos eso es lo que pensaba el Santo Emperador.

Pero lo que él no sabía y pasó por alto, fue que la insistencia de los gemelos por jugar durante las audiencias, se debía en realidad, a su afecto ligeramente retorcido por los gemelos, quienes estaban felices de verlo en problemas.

Quizás, él nunca lo sepa.

—El padre, El Santo Emperador tiene la costumbre de dar el primer paso por su cuenta sin mirar otras piezas.

—Su Majestad, padre. No debe de olvidar que tiene muchos otros caballeros que pueden moverse.

Ahora los gemelos han llegado al punto en que regañan a su padre diciéndole cosas bastante adultas.

—… ¿Es eso así?

—Sí, a veces hay sacrificios necesarios para evitar daños mayores.

—Así es, no sirve de nada sentirse culpable por algo que no puedes evitar.

Junto a él, el jefe de mayordomos Lewis, miraba a los brillantes gemelos con rostros tan lindos, que estaban para morir. 

Quizás sea porque no comprenden del todo el verdadero peso de lo que dicen.

El Santo Emperador suspiro. 

No le gusta el ajedrez. Era una metáfora de no disfrutar el poder moverse con libertad y tener que sacrificar a otros en la vida real.

Los cálidos ojos del Santo Emperador se detuvieron durante mucho tiempo en la Reina Negra, la primera pieza, que los gemelos habían sacrificado.