Lin Xun es programador. Después de pasar la noche en vela escribiendo código, descubrió que había aparecido una ventana de entrada de programa dentro de su cuerpo.
Intrigado, probó con un bucle simple.
Al día siguiente, el anciano de al lado llamó a su puerta.
—Xiao-Xun, aunque todavía eres muy joven, ya has alcanzado el período Refinamiento de Qi. ¿Qué te parece convertirte en mi discípulo?
Al tercer día, alguien le dio una palmada en el hombro mientras caminaba por la calle.
—Joven, tienes una constitución física excepcional, ¿te gustaría unirte a mi secta?
Lin Xun parpadeó, confundido.
Más tarde, descubrió que en la sociedad moderna en realidad existían cultivadores. Sin embargo, mientras los demás dependían de la energía espiritual para su cultivo, él lo hacía a través de la programación. Además, podía ver los «programas» dentro del cuerpo de otros cultivadores.
Un gran maestro en el período Alma Naciente lo miró con furia.
—¡Mocoso insolente! ¿Cómo lograste detectar la falla en mi técnica de espada?
Lin Xun guardó su espada con calma.
—Tu programa tiene un bug.
Un poderoso cultivador en la tribulación celestial, agonizando, exclamó:
—… ¡No puedo aceptarlo! ¿Cómo se llama esa técnica tuya?
Lin Xun se ajustó las gafas.
—Método de Montecarlo.
Así fue como, poco a poco, se convirtió en una leyenda en el
mundo inmortal.
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