En un abrir y cerrar de ojos llegó el Año Nuevo. Wu Suowei debía regresar a casa por un tiempo. Pero antes de irse, le entregó cinco mil yuanes a Jiang Xiaoshuai:
—El dinero que te debía antes. Te lo devuelvo.
Jiang Xiaoshuai no lo aceptó:
—Si es solo esta pequeña cantidad, ¿por qué tanta prisa?
—Tómalo —insistió Wu Suowei, obligándolo a aceptarlo.
—Pasar el Año Nuevo con deudas es de mala suerte.
Con los cinco mil yuanes restantes, Wu Suowei se compró ropa nueva. Después de meses vagando por las calles, su ropa ya era irreconocible. Al pasar por una sección de moda para adultos mayores, aprovechó para comprarle un abrigo a su madre.
La señora Wu adoraba esa prenda, tanto que no se atrevía a usarla. Solo se la ponía un rato cuando los familiares visitaban para dar los saludos del Año Nuevo. A cada persona le decía:
—Este abrigo me lo compró mi hijo. ¡Es de marca! En su trabajo le dieron el bono de fin de año, y mi hijo, que siempre piensa en mí, usó el dinero para comprármelo.
Cada vez que Wu Suowei escuchaba esas palabras, sentía un nudo en el estómago.
De repente se dio cuenta de que, cuando tenía un trabajo respetable y un ingreso estable, jamás le había comprado nada a su madre. Y el dinero con el que le compró su primer regalo… lo había ganado de esta manera.
El cabello de Wu Suowei había crecido un poco, con mechones negros y cortos que le añadían un aire más masculino y robusto.
Su hermana mayor no paraba de elogiarlo:
—¡Vaya, hermanito! ¿Cómo es que te has vuelto tan guapo? Casi no te reconozco.
Cuando su segunda hermana regresó, tampoco pudo evitar exclamar asombrada:
—Recuerdo que cuando vine el año pasado, parecías una patata gigante sentada en la cama, gordo y torpe. ¿Cómo es que en menos de un año te has vuelto tan atractivo?
Incluso la hija de la hermana mayor, la sobrina de Wu Suowei, no dejaba de mirarlo fijamente.
—Tío, ¿es que tienes novia? Por eso te preocupas tanto por tu imagen…
¿Debería decirte que cuando tenía novia, no me importaba en absoluto mi imagen, y era gordo y torpe? Wu Suowei rugió internamente. ¡Ahora que por fin tengo buena imagen y estilo, me he quedado soltero!
A veces, las circunstancias van exactamente en contra de lo que pensamos.
Al regresar a la clínica, Wu Suowei comenzó a planificar el nuevo año. Al pasar todo el día allí, se dio cuenta de que había un paciente que visitaba diariamente; ese tal Guo Chengyu al que describía como “el de la caca en los ojos”. Nunca tenía prisa por ser atendido, siempre tomaba el último turno. No importaba qué paciente llegara, él le cedía el lugar. Se sentaba tranquilamente a un lado, fumando con calma mientras observaba cómo esa elegante bata blanca bailaba por la habitación.
Una vez, mientras Wu Suowei se lavaba las manos en el baño, escuchó a Jiang Xiaoshuai decirle a Guo Chengyu:
—Si no tomo la iniciativa de coquetear contigo, puedes ahorrarte el esfuerzo. ¡No tienes ninguna posibilidad!
Más tarde, cuando Guo Chengyu se fue, Wu Suowei le preguntó a Jiang Xiaoshuai:
—¿Qué enfermedad tiene realmente ese tipo? Viene aquí todos los malditos días…
—¡Retrasado mental!
Wu Suowei permaneció en silencio un largo rato, luego preguntó:
—Xiaoshuai, ¿cuántos años tienes este año?
—Veintinueve —respondió.
Wu Suowei preguntó tentativamente:
—¿Aún no tienes novia?
—Nunca he tenido.
—¿Cómo puede ser? —Wu Suowei se sorprendió—. ¿Con tus condiciones tan superiores no tienes novia? Entonces, ¿de dónde viene tu experiencia emocional? ¿Eres autodidacta?
Jiang Xiaoshuai lo miró con calma:
—Me gustan los hombres.
Un rayo cayó sobre la cabeza de Wu Suowei, dejando su frente dura como un diamante completamente entumecida por el impacto.
Jiang Xiaoshuai lo miró con una media sonrisa:
—¿Qué pasa? ¿Te arrepientes de haber vivido conmigo?
Wu Suowei, todavía conmocionado, negó con la cabeza:
—No, es solo que… no lo entiendo del todo.
—¿Qué no entiendes? —preguntó Jiang Xiaoshuai.
La barbilla de Wu Suowei se clavó en la mesa, su mirada llena de dudas fija en la pared blanca, dejando a Jiang Xiaoshuai solo ver su perfil. Jiang Xiaoshuai notó que los contornos faciales de Wu Suowei habían cambiado, no solo estaba más delgado sino que incluso sus facciones habían experimentado una transformación notable. Especialmente en el área de los ojos y cejas, quizás por los repetidos golpes en la frente, sus cejas pasaron de ser suaves a angulosas, la piel entre ellas de flácida a tensa, y la mejora en las líneas de sus ojos elevó el aura de todo su rostro.
—¿Qué tiene de atractivo un hombre? Tienes lo mismo que él. Cuerpo duro y plano, voz ronca. Las mujeres son mucho mejor, curvas por delante y por detrás y son suaves donde toques. Además, ¿cómo resuelves las necesidades fisiológicas? No puedes… hacer eso con un hombre, ¿verdad?
Jiang Xiaoshuai replicó:
—¿Por qué no?
—¡Él no tiene esa parte lista! ¿Dónde se supone que lo metes?
Jiang Xiaoshuai hizo un gesto explicativo con las manos, cerró el puño izquierdo dejando un espacio entre los dedos simulando el ano, y con el dedo índice derecho lo atravesó en un movimiento sencillo.
Wu Suowei retrocedió tres pasos, horrorizado.
—¿Y después de eso, el culo no queda ventilado?
Jiang Xiaoshuai se dio un golpe en la mesa, riendo a carcajadas:
—¿Acaso después de cagar, tú no cierras el agujero?
—¡Pero cagar no implica entrar y salir repetidas veces!
Jiang Xiaoshuai casi vomitó de risa.
—¡Basta! ¡Cambiemos de tema!
—…